Artículos periodísticos y de investigación

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30 de abril de 2011


Libro señala los retos de la educación en sociedad de la información
NUEVOS RETOS DE LA DOCENCIA
- Indican que universidad debe ser consciente de su rol transformador.
- Texto explica conceptos del pensamiento lateral aplicados a la enseñanza.

Entrevista realizada por: DIMAS ARRIETA


¿Cuál es el propósito de haber escrito este libro, Filosofía del estudiante universitario /Aprendiendo a aprender en la Universidad?
La sociedad del conocimiento se caracteriza por desarrollarse en ambientes y escenarios interactivos, competitivos y cambiantes, con estudiantes y profesionales que están en permanente búsqueda del saber, la ciencia y la tecnología, con el fin de dominar métodos, técnicas, procedimientos, herramientas e instrumentos que les permitan enfrentar los retos del futuro e interpretar y transformar la realidad.



La Universidad sólo podrá cumplir su misión si logra formar profesionales excelentes, conscientes de su rol transformador de la sociedad.

Y para lograr profesionales excelentes se requiere de una educación de calidad, de mejores métodos de enseñanza-aprendizaje, de estudiantes ansiosos de saber y descubrir nuevos conocimientos. Esta es una de las razones de la publicación del libro.

¿Qué nos propone cuando nos habla del Pensamiento Lateral de Edward de Bono?
El pensamiento lateral fue concebido por De Bono para describir un tipo de pensamiento distinto al pensamiento lógico, vertical o convencional.

En el pensamiento lógico avanzamos a lo largo de líneas familiares usando experiencias y suposiciones que parten de situaciones similares. Nos apoyamos en la razón. Sin embargo, a veces este proceso deja de sernos útil. Se nos presentan límites que sólo podemos superar dejando de lado las suposiciones básicas (hipótesis) y enfocando el problema desde un ángulo nuevo, mediante el pensamiento lateral, que conlleve a proponer formas diversas de resolver un problema y no sólo por la vía lógica. El pensamiento lateral se vale de la creatividad y del ingenio.

Ejemplo: “Si un hombre hace un agujero en una hora y dos hombres hacen dos agujeros en dos horas, ¿cuánto tardará un hombre en hacer medio agujero? Respuesta: Los medio agujero no existen. Un agujero siempre será un agujero”.

Este libro es el número 44 en su producción intelectual, ¿es el recuento de su experiencia como docente universitario?
En un 80 por ciento es producto de mi experiencia como docente universitario; un 10 por ciento de experiencia pre-universitaria y el 10 por ciento restante es producto de mi labor como parlamentario (1985-1990).

¿Qué técnicas de estudio recomienda a la comunidad estudiantil universitaria?
El uso de técnicas de estudio permite al estudiante lograr un aprendizaje significativo, progresivo y autónomo, un mejor aprovechamiento del estudio y una exitosa formación profesional.


En mi obra, Filosofía del Estudiante Universitario, propongo algunas técnicas de estudio: estudio de casos, método PQRST, técnica de mapas conceptuales, técnica de visualización, estudio PRID3C (Participación, Responsabilidad, Iniciativa, Diálogo, Capacidad de análisis, Cooperación y Crítica), técnica de lectura PIL3R (Panorama de lectura, Ideas principales, Lectura de capítulos, secciones o párrafos, Rememoración, Reflexión sobre informaciones leídas y Repaso periódico de un tema), técnica de estudio AVISAN (Avance, Señales, Activismo y Notas), técnica de estudio VILER (Vistazo, Interrogar, Leer, Expresar y Repasar), y la técnica de estudio ELOREC (Escoger un tema, Listado de ideas, Ordenar ideas, Redactar un primer borrador, Examinar errores y Corregir antes de darle la forma definitiva).

Usted tiene una diversa producción intelectual, ¿dónde se siente mejor o en qué especialidad?
Estoy bien en Periodismo y muy bien en Filosofía y Ciencias Sociales. Desempeño funciones de docente y de periodista, desde hace veinte años, en la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza, hoy Universidad.

En 1998 opté el grado de Maestro en Docencia Universitaria con la tesis “La educación a distancia como alternativa para la formación profesional de periodistas en el Perú: Estudio comparativo de los resultados de la formación profesional del Programa de Educación a Distancia con respecto al Programa de Educación Regular de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza”; y el grado de doctor en Educación, en el año 2,000, con la tesis “Aplicaciones de la ética en las organizaciones inteligentes para optimizar la profesión periodística”.

¿Qué otros proyectos académicos tiene en mente investigar?
A la fecha tengo tres nuevos libros por publicar: “Educación universitaria de calidad en el Perú”, “Sócrates: el maestro, el filósofo y el mártir de la filosofía”, “Cómo elaborar el Informe Final de Investigación Científica”.

(*) Artículo publicado en el Diario Oficial EL PERUANO, Lima, jueves 28 de abril de 2011, página Cultural Nº 29.
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Víctor Raúl Díaz Chávez,

MINISTRO DE EDUCACIÓN DE PERÚ,
DESTACA IMPORTANCIA DE LA OBRA
FILOSOFÍA DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO




En concurrido acto académico, realizado el 29 de abril último en el auditorio de la Universidad Jaime Bausate y Meza, el Ministro de Educación, Víctor Raúl Díaz Chávez, destacó la importancia y trascendencia pedagógica y didáctica de la obra Filosofía del Estudiante Universitario/Aprendiendo a Aprender en la Universidad, a la vez que recomendó a los estudiantes su lectura permanente para mejorar el rendimiento académico en las diversas carreras profesionales.

A continuación reproducimos, en exclusiva, el texto completo sobre el comentario del libro efectuado por el Ministro de Educación.

BUSCANDO RESPUESTAS A LA PROBLEMÁTICA EDUCATIVA

Vivimos un período de extraordinario avance científico y tecnológico, pero también de excesivas y abundantes truculencias y alarmas, sometidos a grandes presiones de desequilibrios en todo orden: ecológico, económico, psicológico y mediático, entre otros.

Circunstancias todas ellas críticas, donde pensar y reflexionar es imprescindible, pensar para evaluar nuestro momento histórico, para ubicarnos en nuestro aquí y ahora, y fundamentalmente para dar respuestas a la compleja problemática de nuestra realidad.

Sin duda alguna, los operadores que la comunidad demanda para cumplir tales objetivos son los agentes científicos y tecnológicos que se forman en las universidades.

FILOSOFÍA DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO

Imbuido con esta filosofía, el doctor Eudoro Terrones Negrete ingresa al tema, en su libro Filosofía del estudiante universitario / Aprendiendo a aprender en la Universidad, manifestando que “La universidad es el laboratorio vivencial y científico de la sociedad…” y que “dentro de esta óptica, la sagrada misión de la Universidad sólo se podrá cumplir si se logra formar profesionales excelentes, conscientes de su papel histórico y transformador de la sociedad”, puntualizando a la vez que “para lograr profesionales excelentes se requiere de una educación superior universitaria de calidad”.

Luego, el autor recoge este reto y se compromete explícitamente con la tarea, y expresa las razones por las que escribió este nuevo libro, con la esperanza de “contribuir con un granito de arena”.

Y para argumentar “su granito de arena”, Terrones Negrete discute temas y herramientas sustanciales del quehacer del estudiante universitario, tales como: el pensamiento, lo que todo estudiante universitario debe saber, la necesidad del libro y la lectura y la investigación científica.

Temas, todos ellos, vigentes, tratados con calidad y experiencia profesional dado a su condición de maestro y de periodista.

METODOLOGÍA DE LA OBRA

La metodología de la obra luce estrategias didácticas modernas, ilustradas con esquemas y gráficos motivadores y que unido a un buen lenguaje convierten el texto en un instrumento accesible y útil para el estudiante universitario.

Por tal razón, la metodología del libro es doblemente saludable en la formación de la filosofía cognitiva del estudiante universitario: primero, porque exhibe categorías conceptuales de alta complejidad como: pensamiento e investigación científica, que son de fácil comprensión y entendimiento; y, en segundo lugar, la fortaleza afectiva con que el autor escribe le da alta dosis de actualidad a temas filosóficos que se encuentran como dice Fernando Savater, en su artículo ¿Adiós a la Filosofía? “algo así como el aniquilamiento de la filosofía en el bachillerato, o por lo menos su reducción a un tamaño compatible con el de las cabezas patentadas por los jíbaros. Lo cual produce lógica inquietud entre quienes somos profesores de la materia…”.

El libro de Terrones Negrete recupera vigencia y lleva a la práctica, con éxito pedagógico, el estudio filosófico del alumno universitario.

SÍNTESIS DE LA ESTRUCTURA DEL LIBRO

El libro que comentamos está estructurado en seis capítulos: la actividad pensante (1), lo que todo estudiante universitario debe saber (2), el estudiante universitario, el libro y la lectura (3), psicología del estudiante universitario (4), métodos y técnicas de estudio (5) introducción a la investigación científica.

LA ACTIVIDAD PENSANTE

La actividad pensante es expuesta de forma integral y con argumentos multidimensionales y holísticos: el pensar y el pensamiento, características, elementos y tipos del pensamiento, para terminar con el argumento neurocientífico al desarrollar el estudio del cerebro y los dos hemisferios.

LO QUE TODO ESTUDIANTE UNIVERSITARIO DEBE SABER

En este capítulo el autor conceptualiza y explica lo que es el estudiante universitario ideal, plantea una serie de interrogantes, subraya los objetivos, puntualiza sus principios generales y principios éticos, fundamentalmente los principios de justicia, libertad, cooperación y responsabilidad. También considera los deberes y derechos del estudiante en la universidad, sus perfiles, actitudes, quehacer y motivaciones.

A la vez que expone un estudio detallado de las condiciones académicas, administrativas, jurídicas, de infraestructura que debe albergar al estudiante.

EL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO, EL LIBRO Y LA LECTURA

Después de hacer un estudio de la estructura del libro, Terrones Negrete pone énfasis en la importancia académica de la lectura, sus propósitos y objetivo básico: la comprensión, y señala los defectos de la lectura.

PSICOLOGÍA DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO

En este capítulo el autor se propone encontrar al estudiante universitario en condiciones psicológicas favorables para desarrollar con excelencia sus tareas coti dianas, evitando deficiencias y patologías; pone singular interés en el desarrollo de la memoria y de la reflexión crítica de los estudiantes. Luego, y con alta maestría, trata sobre el aprendizaje en la universidad, el aprendizaje significativo, individual y cooperativo. Termina analizando las formas de evaluación del aprendizaje.

MÉTODOS Y TÉCNICAS DE ESTUDIO

Al respecto, encontramos en la obra en forma detallada un conjunto de técnicas de aprendizaje, útiles para desarrollar competencias y capacidades en los estudiantes.

INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

No se puede hablar de universidad o de estudiante universitario si no se menciona su quehacer fundamental: la investigación científica. Y esto es lo que hace el doctor Eudoro Terrones Negrete, elabora un último capítulo que podría ser un texto independiente sobre la metodología de la investigación científica.

Un buen final, para el enorme esfuerzo epistemológico sobre la universidad y su principal protagonista: el estudiante universitario.

Y como bien señala Iván Rodríguez Chávez en la presentación sobre el autor de la obra: “Su vocación magistral lo ha llevado a coronar su calificación…ahora con la presentación de este libro”.

Felicitaciones al doctor Eudoro Terrones, por la entrega de esta importante y trascendente obra pedagógica y didáctica, que es una contribución con el mejoramiento de la educación universitaria en el Perú. Sigamos aprendiendo.
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9 de abril de 2011


Editado por la Asamblea Nacional de Rectores

FILOSOFÍA DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO:

Libro que se empeña en la construcción de un hombre mejor


Escribe: Danilo Sánchez Lihón (*)


I.CUADERNO DE BITÁCORA Y LÁMPARA VOTIVA

Ha salido a la luz y está en circulación un libro útil y valioso, cuaderno de bitácora y lámpara votiva que alumbra en el difícil arte de aprender a aprender y de acertar pensando con pertinencia y tino: teniendo razonamientos cabales, sabiendo investigar y formularse buenas y raigales preguntas sobre los diversos aspectos y acontecimientos de la realidad, todo ello a fin de resolver problemas y forjarse un destino promisorio.

Su título es Filosofía del estudiante universitario y al cual lo distingue y precisa aún más el subtítulo que trae: “Aprendiendo a aprender en la Universidad”, obra cuyo autor es el profesor Eudoro Terrones Negrete, connotado gestor educativo, de larga y fructífera experiencia docente y nutrida producción intelectual.

Libro hermoso, claro, amigable éste, que ahora comentamos. Vivaz, pletórico, didáctico, que basta cogerlo en las manos para sentirlo fuerte y vibrante, preciso y contundente, salido de la pluma de un profesional consagrado, quien ha dedicado especialmente su desvelo a la educación, y más específicamente a la educación superior.

II. LA PERSONALIDAD DE UN MAESTRO UNIVERSITARIO

Y es que Eudoro Terrones Negrete es un creyente fervoroso en que todo se puede cambiar, mejorar y hacer un mundo mejor, pródigo y enaltecido, a partir y a través de la educación.

Pero no sólo es un creyente de estas rutas y senderos, sino que es un legionario en estas alternativas, quien lucha con el libro en la mano como un arma de combate, quien sale, entra o pasa de un aula hacia otra, de una a otra oficina, imbuido de aquel ideal, y de aquella misión. Y de la acrisolada moral y ética de que la educación lo puede todo.

Aúna a su docencia presencial en el aula de clases, y a la gestión educativa que le permite ir implementando programas por donde va y pasa, la publicación constante de libros y revistas en una labor de quien se desvive por sus ideales, con la excelencia educativa y la ética cultural como sus emblemas y banderas.

Es un intelectual acreditado, atento y vigilante, siempre irradiando luz y haciéndola precisa e instrumental a través de las 43 publicaciones cuyo catálogo figura, con la precisión de título y año de edición, en las dos solapillas de la obra que hemos citado y estamos relevando.

Él es un hombre de principios y de fe. Cree en la educación, cree en los jóvenes, cree en el Perú, cree en un mundo por hacer. Y a ello ofrenda sus mejores esfuerzos, energías y desvelos.

III. OBRA BÁSICA PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR

Filosofía del estudiante universitario. Aprendiendo a aprender en la Universidad, ahora se constituye es una obra imprescindible en toda institución de educación superior. Y se erige también en indispensable y vital para los jóvenes, porque trata el tema de la filosofía, precisa para su formación

¿Y, porqué es importante la filosofía?, preguntará alguien. Y refutará: ¿No es más bien un lujo y un adorno? Le respondemos: Es importante porque ella nos provee de un pensamiento totalizador, vinculante y de síntesis. Mientras las otras disciplinas separan, la filosofía integra y hace un mundo integrado, nos provee de unidad para la vida.

Importante también para la práctica algo que se considera teórico, en una época en la cual las ciencias en conjunto y cada disciplina en particular han fragmentado y siguen fragmentando la realidad.

La filosofía entonces es fundamental para la persona humana y para el conjunto social; para unir dichas parcelas y aquellos islotes dispersos en el mar de la incertidumbre.

IV. ENSEÑANDO A APRENDER Y A PENSAR A LA JUVENTUD

Enseñar a aprender y a pensar, a orientarse por el campo del pensamiento y del razonamiento de la mente humana, resulta entonces tarea trascendental y fascinante. Y en el contenido de este libro se conocen no sólo los procesos del pensamiento sino las facetas que componen la mente humana, hecho que lo permite y pone a disposición la presente obra.

Y, ¡qué importante es aprender a aprender! La juventud requiere en este aspecto. Necesita ser guiada y orientada, tener la mano amiga del padre, maestro o profesor o, en este caso, el auxilio de un libro como el que te presento.

Porque esta es una obra en donde el espíritu que atraviesa todas sus páginas, es servir, ser útil; sernos de provecho, ayudarnos a mejorar, con su lectura y asimilación, nuestro intelecto.

Y es que Eudoro Terrones Negrete tiene instinto para saber aquello que es valioso. Por eso sus obras resultan fundamentales en la orientación de los jóvenes, de allí que hacemos el llamado de que esta obra la adquieran, además de los padres para sus hijos que estudian y para sí mismos, la consigan las bibliotecas y las empresas para sus trabajadores.

V. POR UNA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA DE CALIDAD

Los libros que nos tiene acostumbrados a presentar Eudoro Terrones, son libros de servicio a los altos fines de hacer una educación de calidad que nos permita despegar en nuestro anhelado desarrollo. Debieran pues adquirirlos las instituciones para ser fuente de consulta de sus trabajadores o en las bibliotecas para la consulta de los estudiantes.

Su tema es esencial, arduo y serio y a ello va directamente, al centro del problema que quiere tratar, en ningún momento se aleja ni demora. Y en su escritura resulta ágil, grato y amable.

Nos ilustra de algo fundamental, cuál es cómo tener ideas claras, lúcidas, cabales para la solución de los problemas que se nos presentan, porque generalmente no se enseña a pensar ni a aprender. Y saber pensar y saber aprender es algo muy importante.

Libro indicativo antes que expositivo, de estructuras y de organización de la información antes que de discursos, de caminos antes que de posadas.

Manual, breviario, guía práctica. Útil. Un instrumento, pero a la vez un pensamiento, o múltiples, variados e inagotables pensamientos.

VI. UN LIBRO PARA MIRARSE ASIMISMO PENSANDO

Podemos compararlo a un arma de combate o a un instrumento de labranza: a una pica, a una pala o a un arado que rotura la tierra para que en ella la semilla caiga y germine; pero a la vez con un horizonte que contiene una visión, un temperamento y, principalmente, una moral.

Es un libro para mirarse asimismo pensando, en donde la educación se apoya en la metacognición para aprender a aprender y atinar en lo que es el vivir bien. Ya que saber pensar es saber decidir. Pero, además, investigar y plantear bien un problema.

Este libro entonces resulta clave para ordenar nuestras ideas y mejor resolver nuestros problemas. Nos orienta a saber pensar que es fundamental para llegar a elegir bien nuestro destino, porque en ello radica básicamente fracasar o triunfar en la vida.

Libro moderno, con ilustraciones a color, gráficos, ventanas, que lo emparenta con las pantallas de los modernos medios de comunicación; con una tipografía grande, letra arial que tiene un buen ojo y compacto perfil, con mucha luz, al punto que el lector se siente lúcido y radiante con su lectura.

VII. UNA OBRA DE CONSULTA PARA TODAS LAS ESPECIALIDADES

Se torna apasionante en varios momentos, por ejemplo cuando reconoce el rol de la filosofía para integrar, sintetizar y tener pensamientos totalizadores.

Y también cuando se ocupa de la educación y sus posibilidades en una realidad en donde el imperio omnímodo de las tecnologías parecieran avasallar al hombre y al mundo. Se lo siente un libro noble, asequible y acogedor.

Con mucha dignidad y distinción en sus contenidos, mensajes y formas. Es un libro contundente y sólido, bello en su presentación gráfica.

Pero, algo verdaderamente importante, y que no seremos lo suficientemente enfáticos en resaltarlo es que es un libro dirigido al joven, escrito y presentado para la juventud y encaminada en estudiar cualquier profesión.

Y este es un documento y obra de consulta que vale para todas las especialidades, puesto que a todos incumbe cómo aprender y cómo pensar.

VIII. SUS PÁGINAS SE ABREN COMO AULAS GENEROSAS A LOS JÓVENES

Siendo así este es un libro didáctico, como un manual de enseñanza. Expositivo y cuyos diversos pasajes sirven para ordenar nuestra mente, a fin de tener ideas claras y lúcidas.

Para ello se ha cuidado que en sus secuencias sea un libro bien ordenado, y con una escrupulosa jerarquización de ideas, proposiciones y ceñidas clasificaciones.

Con enunciados breves, a modo de indicadores, evitando una redacción farragosa, ni siquiera pretendiendo alcanzar brillantez en el estilo ni impresionar al lector con ideas impactantes en lo literario o filosófico.

De orientaciones más bien precisas y escuetas. Escrito en base a enunciados directos y dando en todo momento pautas de vida.

Y cuyas páginas se abren como aulas generosas a los jóvenes para en ellas recrearse, alcanzar inspiración y, ojalá, su destino verdadero.

Es un libro para ser usado por el estudiante, dirigido al joven universitario a fin de guiarle, evitándole la confusión que tanto aqueja a la juventud actual.

IX. AUTOR DEDICADO A TEMAS Y PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

Su autor es un trabajador intelectual de altos kilates: constante, pertinaz e inquebrantable en sus convicciones, todas ellas en bien del ser humano y la sociedad, quien ha hecho de la producción de libros una de sus cátedras periódicas.

Porque el libro en sí es un aula abierta, un magisterio permanente, dispuesto a que podamos entrar en él y revisarlo en cualquier momento. Porque es a través de los libros que alcanzan a proyectarse las clases que se imparten en el salón o en el aula. Como también en donde se configuran los sueños que se albergan y atesoran en lo más íntimo de nuestro espíritu.

Su autor es de los pocos que han dedicado atención a los temas de la educación superior, y no para quejarse o echar en cara algunas deficiencias, o para reprochar a las autoridades, o a las generaciones anteriores de que lo que hicieron lo hicieron mal, actitud en la cual incurrimos y que ya hemos hecho de ella un deporte: lo malos que fueron otros. O se reprocha siempre al gobierno, que en el fondo es reprochar a un ente, y que a la larga siembra desaliento entre nosotros mismos.

X. ¡POR UNA EDUCACIÓN DE EXCELENCIA!

Eudoro Terrones Negrete, entusiasta y siempre positivo, pone exactitud, rigor y compromiso en este libro, siempre buscando lo mejor y ofreciéndolo en libros como este, haciendo de la educación una aventura intelectual permanente, dotándola de inquietud y de renovación. Ahora todo su empeño está dedicado a lograr una educación de excelencia. Y en función de ello publica libros que se ocupan del tema de la filosofía, de la ética y de la calidad educativa.

Tiene un espíritu transparente, lúcido, totalmente franco. Y dice lo que piensa sin tapujos. Aporta, desbroza, recoge lo útil, señala lo que es funcional, lo que va a rendir resultados concretos. Se lo recordará por eso siempre como aquel que mantuvo una línea de cumplimiento de los fines a los que nos orientamos como educadores y maestros.

Al proyectar sus preocupaciones y desvelos a través del libro hacia un radio de acción más amplio, en el espacio y en el tiempo, lo hace por mejorar la educación en general, y de ese modo coadyuvar a la mejor realización del destino del hombre sobre la faz de la tierra. Su actitud así tiene inmensa actualidad y lo hace un hombre de nuestro tiempo. Se instala en una corriente permanente de preocupaciones que nunca dejarán de ser vigentes. Maestros así son aquellos que ponen una cuota más de generosidad que se aúna a la obra de Dios contribuyendo en la construcción de un hombre y de una sociedad mejor.

(*) Profesor de la Universidad Jaime Bausate y Meza y Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Director del Instituto del Libro y la Lectura y del Movimiento Cultural Capulí, Vallejo y su Tierra. Obtuvo en dos oportunidades el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil y el Laurel de Oro.El presente artículo FILOSOFÍA DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO se publicó en el diario DEL PAÍS Año: 7, Nº 2316, Lima, martes 8 de marzo de 2011.
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En la Universidad Jaime Bausate y Meza presentarán el libro

FILOSOFÍA DEL ESTUDIANTE

UNIVERSITARIO

El conocido educador universitario y periodista, Eudoro Terrones Negrete presentará su obra FILOSOFÍA DEL ESTUDIANTE UNIVERSIARIO/APRENDIENDO A APRENDER EN LA UNIVERSIDAD, y lo hará en el auditorio de la Universidad Jaime Bausate y Meza.


La obra fue editada por la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) y con el auspicio del Fondo Editorial de la Universidad Alas Peruanas, y lleva las palabras de presentación del doctor Iván Rodríguez Chávez, presidente de la ANR y rector de la Universidad Ricardo Palma.


Según el programa, la presentación de la obra estará a cargo del doctor Roberto Mejía Alarcón, presidente del Consejo Superior de la Escuela Profesional de Periodismo/Universidad Jaime Bausate y Meza; y el comentario lo realizarán los prestigiosos profesionales doctor Iván Rodríguez Chávez, y el doctor Víctor Raúl Díaz Chávez, Ministro de Educación del Perú.


El acto académico es organizado por la Universidad Jaime Bausate y Meza y se efectuará el viernes 29 de abril de 2011, a horas 7.00 p.m., en el auditorio de esta universidad, sito en jirón Río de Janeiro 560, Jesús María, Lima y contará con la actuación especial de la TUNA BAUSATINA de la Universidad Jaime Bausate y Meza.
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LA CREDIBILIDAD EN EL PERIODISMO


Escribe: Eudoro Terrones Negrete


Uno de los principales problemas que afronta la profesión periodística y los medios se consideran la falta de credibilidad.


Con o poca razón los expertos en comunicaciones sostienen que el periodismo está atravesando por una crisis profunda expresada en la caída en el número de lectores, radioescuchas y telespectadores; baja en los ingresos de publicidad; aparición de nuevas modalidades de comunicación humana como Internet o la prensa gratuita; segmentación creciente del mercado de la información, las mermas significativas en las ventas y la publicidad, la fusión de grandes medios para asegurar la rentabilidad económica y la vigencia en el mercado, la ostensible disminución de la credibilidad de los periodistas y los medios de comunicación.


La credibilidad es el bien más valioso y trascendente de todo periodista y medio de comunicación en una sociedad etocrática, progresista y con futuro. A mayor credibilidad el periodista ostenta buena reputación y el medio atesora buena imagen, aceptación de su público y éxito empresarial.


El término credibilidad procede del vocablo latino credibilis, y según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) significa “la calidad de creíble” o “que puede o merece ser creído”. En otras palabras, credibilidad quiere decir: digno de crédito o de confianza, creíble, verosímil o fidedigno.


El filósofo griego Aristóteles en su obra “Retórica” entiende por credibilidad una disposición favorable hacia la fuente por parte del receptor, fundada en tres motivos éticos: la prudencia (sentido común), la virtud (conducta ética) y las benevolencia (buena voluntad).


La credibilidad va de la mano con la verdad, la objetividad, la independencia de criterio y la integridad profesional, toda vez que si el periodista o el medio poseen credibilidad quiere decir que jamás estuvieron involucrados o fueron juzgados por alguna mentira en la difusión y el comentario de las noticias.


La credibilidad hace referencia a los componentes objetivos y subjetivos de una información, una crítica o un comentario y que hace que el público crea en dichos contenidos. Componentes como: verdad, objetividad, libertad, sentido de justicia, imparcialidad, pluralismo informativo, honestidad, sinceridad, responsabilidad (social, jurídica y ética), lealtad, equidad, independencia de criterio, respeto a la dignidad de las personas, control interno al manejo informativo, defensa de las libertades ciudadanas y de los intereses nacionales, apertura de espacios de participación ciudadana, entre otros.


En la Declaración de Chapultepec o Declaración Hemisférica sobre la Libertad de Expresión (México, 1994) se manifiesta lo siguiente: “La credibilidad de la prensa está ligada al compromiso con la verdad, a la búsqueda de precisión, imparcialidad e igualdad, y a la clara diferenciación entre los mensajes periodísticos y los comerciales. La conquista de estos fines y la observancia de estos valores éticos y profesionales, no deben ser impuestas.


Son responsabilidades exclusivas de los periodistas y de los medios de comunicación. En una sociedad libre, la opinión pública premia o castiga”. Para el ensayista mexicano, Carlos Monsiváis, “La credibilidad informativa no la construyen las fuentes que cubren los periodistas, sino el deseo de objetividad con que se cuenten los hechos sociales por parte de ellos".


Para que la credibilidad en la comunicación se produzca se debe conjugar sus tres elementos básicos y necesarios: el contenido, lo que veo y lo que oigo, tal como ocurre en la realidad. Una información es creíble cuando no tiene ningún rasgo de falsedad o mentira y los falta ninguno de los elementos referidos.


El periodismo, en muchos países democráticos, no tiene una buena reputación porque es ejercida, frecuentemente, por personas sin principios ni valores éticos. Peor aún cuando es ejercido por los denominados intrusistas. En muchos países del mundo, lamentablemente, para ejercer el periodismo no es necesario tener el título profesional de periodista o de licenciado en ciencias de la comunicación o de la información.


El periodismo es un oficio y no una carrera profesional universitaria. Asimismo, no es necesario estar inscrito en el Colegio Profesional de Periodistas y no se requiere tener título universitario, porque el periodista o comunicador social se hace directamente en los medios de comunicación.


La credibilidad, en cuanto a valor ético, se manifiesta en la conducta profesional del periodista basado en: a) El análisis riguroso y la comprobación de los datos, hechos noticiosos y mensajes recibidos antes de su difusión o publicación; b) La consulta de más de una fuente informativa en cada caso. “Entendemos como fuente informativa toda persona que, a título personal o como representante de una entidad pública o privada, tenga en su poder o conozca directamente una información y que se vea en situación de comunicarla a quien está en posición de buscar dicha información”, refiere Miguel González Pino en la obra “La ética periodística en el nuevo mileno. Estudio de casos en una perspectiva latinoamericana”. c) La vinculación imparcial y transparente con los protagonistas y los agentes de los hechos informativos que deberán ser difundidos o publicados. d) La independencia respecto de intereses ajenos a la finalidad de divulgar la verdad.


Una fuente informativa es creíble o confiable cuando tiene conocimiento y experiencia en el tema que se investiga. Cabe advertir que no todas las fuentes son creíbles o confiables, determinadas fuentes son más confiables que otras; hay fuentes que son poco creíbles y otras que sí son creíbles permanentemente. No todo lo que informan los testigos es necesariamente verdadero; hay testigos que no dicen todo lo que deberían decir, dado a los intereses que persiguen, especialmente cuando condicionan el decir la verdad o piden algo a cambio de decir toda la verdad (dinero, trabajo, bolsa de viaje, etc.).


Hay casos en que “los testigos sólo cuentan a los reporteros lo que ellos opinan basándose en su propio interés, y pueden mentir o adornar una historia con un propósito particular sin arriesgar ningún castigo legal”, señala Karol Wojtyla, en Persona y Acción (BAC, Madrid, 1980). Por eso es que el periodista deberá mantener buenas relaciones con las fuentes informativas para no ser receptor ni emisor de medias verdades o de primicias falsas, para no convertirse en simple negociante de los hechos noticiosos.


El periodista es un profesional de la información que actúa con independencia de criterio frente a las presiones interiores de los medios y presiones exteriores de los grupos de poder económico y político o de los grupos de presión. Independencia frente a todo tipo de presiones: presiones morales, sociales, religiosas, políticas, económicas, familiares, sindicales, etc.


LA CREDIBILIDAD Y SUS NIVELES


La credibilidad del periodista puede ser abordada y expresada en diferentes niveles o instancias: - Credibilidad ante su empresa o medio; - Credibilidad ante sus fuentes informativas (públicas, privadas, oficiales, confidenciales, etc.); - Credibilidad ante las autoridades públicas o judiciales; - Credibilidad ante su público-objetivo; - Credibilidad ante la sociedad.


LA FALTA DE CREDIBILIDAD DE LA INFORMACIÓN


Una información periodística carece de credibilidad ante el público cuando: a. Es obtenida a través de medios ilícitos y medios antiéticos. b. No se divulga el acontecimiento tal como es y tal como se ha producido en su ambiente o realidad. c. Pertenece a la serie “documentos robados”. d. Es redactada con malevolencia, mala fe o falta de respeto hacia las personas. e. Ha sido inventada para servir a intereses creados de grupos de poder político o económico o de grupos de presión. f. No ha sido contrastada o verificada su autenticidad con las fuentes mismas. g. Es obtenida de fuentes no confiables, no dignas de crédito o de fuentes de dudosa reputación. h. Carece de datos básicos y contiene imprecisiones y exageraciones que suscitan las sospechas y la falta de credibilidad.


RAZONES DE LA FALTA DE CREDIBILIDAD DEL PÚBLICO EN LOS PERIODISTAS Y LOS MEDIOS


La falta de credibilidad del público en los periodistas y en los medios de comunicación se atribuye entre otras causas a las siguientes: a) Los errores en los hechos informativos; b) Las faltas gramaticales; c) La parcialidad en los comentarios; d) Los escándalos de plagio y fabricación; e) El sensacionalismo; f) La ciberpornografía; g) Los intereses en conflicto; h) La sumisión a grupos de poder económico, político y grupos de presión. “El profesor Charles Self (1988, 17) de la Universidad A&M de Texas examinó las razones de la falta de confianza del público en los medios publicitarios y en los periodistas que trabajan para ellos. Encontró cuatro razones principales de esa falta de credibilidad: 1. Falta de sensibilidad, arrogancia y, por lo general, mala conducta por parte de los periodistas. 2. Inexactitud, informaciones incompletas y, por lo general, procedimientos profesionales dudosos. 3. Desacuerdos sobre el tipo de noticias empleadas y la evaluación de las noticias. 4. Desacuerdos sobre la función de las noticias en la vida de los lectores” (En: “La ética del periodismo / Fundamentos filosóficos de los nuevos medios de información” de John Calhoun Merril. Universidad Técnica Particular de Loja. Traducido del inglés por Porfirio Barroso Asenjo, Madrid, 2007, p.34).


Según Javier Darío Restrepo, profesor universitario, uno de los más notables exponentes de la ética periodística en América Latina y director de un consultorio ético en Internet de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, hay una crisis de credibilidad en la prensa latinoamericana, por cuanto ésta va perdiendo distancia de los hechos y los protagonistas que son y hacen la noticia: “al tomar partido por intereses buenos o malos, la prensa está perdiendo esa garantía llamada credibilidad. Dejó de observar los hechos con cierta distancia. Es una prensa que está mirando la historia desde el poder, en muchos casos, desde arriba. Los medios y los periodistas están perdiendo la perspectiva, les hace falta mirar el mundo desde abajo… Si el periodista toma partido tiene la distorsión de visión de quien ve desde un solo lado y el periodista tiene que ver desde todos los lados”. Restrepo afirma que en Estados Unidos eso pasó “tan abiertamente que se ha venido acentuando después de los atentados del 11 de septiembre del 2001, pues los medios condicionaron su información a los intereses gubernamentales, tomaron partido porque ya no pudieron mantener la distancia” Entre todos los medios de comunicación, Internet es el menos creíble para la opinión pública, debido a la existencia de webs, confidenciales y blogs que difunden informaciones sin contrastar y que devienen en falsedades interesadas.


FACTORES PARA QUE LOS PERIODISTAS Y LOS MEDIOS TENGAN CREDIBILIDAD


La credibilidad a los periodistas y a los medios de comunicación se debe a una serie de factores: - Informaciones objetivas, veraces, claras y precisas. - Eliminación de prejuicios en las informaciones, comentarios, entrevistas y reportajes. - Habilidad para rectificar errores de oficio o a petición de la parte interesada. - Imparcialidad en las informaciones, el comentario, la crítica, la entrevista y el reportaje. - Vocación de servicio a los intereses de la comunidad. - Editoriales que enfoquen los reales problemas de la sociedad y postulen propuestas de solución. - Dar prioridad a temas de fondo sobre los triviales y frívolos. - Total independencia en la labor informativa: independencia respecto al gobierno, a los poderes del Estado, a los partidos políticos y sindicatos, a los grupos de poder económico y políticos y a los grupos de presión. - Autoridad moral y profesional de los propietarios de los medios para cuestiones y sancionar a quienes infringen las normas morales y jurídicas en su labor periodística. - No considerar a la información como simple mercancía. - No difundir programas que contengan violencia gratuita, sancionen, promuevan o glamorice la violencia, entiendo por violencia gratuita el material que no tiene un rol integral en el desarrollo de un tema o de un programa.


“PRUEBA ÉTICA PRAGMÁTICA”

Francisco Vásquez Fernández, en su obra “Ética y deontología informativas” (Paraninfo, España, 1991:182 y 183), explica que “a la credibilidad del comunicador se la denomina “prueba ética pragmática”, porque consiste en enviar mensajes con atribuciones éticas, por parte del emisor, y que le son asignadas por el receptor. En su sentido plenario, se refiere a la conducta ética del emisor del mensaje –credibilidad de la fuente-, que consiste en un “conjunto de actitudes y creencias que un auditorio tiene respecto a la fuente, basadas en tres rasgos esenciales: buena intención, confiabilidad y competencia o experiencia” (R. Ross). Credibilidad de la fuente se traduce en actitudes de fe, de confianza en el buen propósito del emisor, en su posición social, en su autoridad profesional y en su sinceridad”.


Para Vásquez Fernández, la credibilidad responde a elementos explicativos: a) La credibilidad como “prueba ética pragmática” consiste en la credibilidad reforzada en su mensaje por los atributos y conducta éticos del emisor, tales atributos éticos se cifran en la honestidad, sagacidad intelectual y buena voluntad; b) La prueba ética pragmática de la credibilidad se refuerza, a su vez, con: la similitud percibida por el receptor respecto de la fuente; con la utilización de la voz y del lenguaje; con el empleo del humor y de pruebas sólidas.


El común de las personas consideran que los medios de comunicación modulan la información en pro de sus intereses empresariales, olvidándose del interés social y logran intercambiar favores con los grupos de poder político y económico sometiéndose a la voluntad de los lobbies en lugar del interés de la audiencia. Así los medios de comunicación dejan de ser entes representativos de los intereses de la sociedad o de su público-objetivo.
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LA CREDIBILIDAD EN EL PERIODISMO Escribe: Eudoro Terrones Negrete

Uno de los principales problemas que afronta la profesión periodística y los medios se consideran la falta de credibilidad. Con o poca razón los expertos en comunicaciones sostienen que el periodismo está atravesando por una crisis profunda expresada en la caída en el número de lectores, radioescuchas y telespectadores; baja en los ingresos de publicidad; aparición de nuevas modalidades de comunicación humana como Internet o la prensa gratuita; segmentación creciente del mercado de la información, las mermas significativas en las ventas y la publicidad, la fusión de grandes medios para asegurar la rentabilidad económica y la vigencia en el mercado, la ostensible disminución de la credibilidad de los periodistas y los medios de comunicación. La credibilidad es el bien más valioso y trascendente de todo periodista y medio de comunicación en una sociedad etocrática, progresista y con futuro. A mayor credibilidad el periodista ostenta buena reputación y el medio atesora buena imagen, aceptación de su público y éxito empresarial. El término credibilidad procede del vocablo latino credibilis, y según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) significa “la calidad de creíble” o “que puede o merece ser creído”. En otras palabras, credibilidad quiere decir: digno de crédito o de confianza, creíble, verosímil o fidedigno. El filósofo griego Aristóteles en su obra “Retórica” entiende por credibilidad una disposición favorable hacia la fuente por parte del receptor, fundada en tres motivos éticos: la prudencia (sentido común), la virtud (conducta ética) y las benevolencia (buena voluntad). La credibilidad va de la mano con la verdad, la objetividad, la independencia de criterio y la integridad profesional, toda vez que si el periodista o el medio poseen credibilidad quiere decir que jamás estuvieron involucrados o fueron juzgados por alguna mentira en la difusión y el comentario de las noticias. La credibilidad hace referencia a los componentes objetivos y subjetivos de una información, una crítica o un comentario y que hace que el público crea en dichos contenidos. Componentes como: verdad, objetividad, libertad, sentido de justicia, imparcialidad, pluralismo informativo, honestidad, sinceridad, responsabilidad (social, jurídica y ética), lealtad, equidad, independencia de criterio, respeto a la dignidad de las personas, control interno al manejo informativo, defensa de las libertades ciudadanas y de los intereses nacionales, apertura de espacios de participación ciudadana, entre otros. En la Declaración de Chapultepec o Declaración Hemisférica sobre la Libertad de Expresión (México, 1994) se manifiesta lo siguiente: “La credibilidad de la prensa está ligada al compromiso con la verdad, a la búsqueda de precisión, imparcialidad e igualdad, y a la clara diferenciación entre los mensajes periodísticos y los comerciales. La conquista de estos fines y la observancia de estos valores éticos y profesionales, no deben ser impuestas. Son responsabilidades exclusivas de los periodistas y de los medios de comunicación. En una sociedad libre, la opinión pública premia o castiga”. Para el ensayista mexicano, Carlos Monsiváis, “La credibilidad informativa no la construyen las fuentes que cubren los periodistas, sino el deseo de objetividad con que se cuenten los hechos sociales por parte de ellos". Para que la credibilidad en la comunicación se produzca se debe conjugar sus tres elementos básicos y necesarios: el contenido, lo que veo y lo que oigo, tal como ocurre en la realidad. Una información es creíble cuando no tiene ningún rasgo de falsedad o mentira y los falta ninguno de los elementos referidos. El periodismo, en muchos países democráticos, no tiene una buena reputación porque es ejercida, frecuentemente, por personas sin principios ni valores éticos. Peor aún cuando es ejercido por los denominados intrusistas. En muchos países del mundo, lamentablemente, para ejercer el periodismo no es necesario tener el título profesional de periodista o de licenciado en ciencias de la comunicación o de la información. El periodismo es un oficio y no una carrera profesional universitaria. Asimismo, no es necesario estar inscrito en el Colegio Profesional de Periodistas y no se requiere tener título universitario, porque el periodista o comunicador social se hace directamente en los medios de comunicación. La credibilidad, en cuanto a valor ético, se manifiesta en la conducta profesional del periodista basado en: a) El análisis riguroso y la comprobación de los datos, hechos noticiosos y mensajes recibidos antes de su difusión o publicación; b) La consulta de más de una fuente informativa en cada caso. “Entendemos como fuente informativa toda persona que, a título personal o como representante de una entidad pública o privada, tenga en su poder o conozca directamente una información y que se vea en situación de comunicarla a quien está en posición de buscar dicha información”, refiere Miguel González Pino en la obra “La ética periodística en el nuevo mileno. Estudio de casos en una perspectiva latinoamericana”. c) La vinculación imparcial y transparente con los protagonistas y los agentes de los hechos informativos que deberán ser difundidos o publicados. d) La independencia respecto de intereses ajenos a la finalidad de divulgar la verdad. Una fuente informativa es creíble o confiable cuando tiene conocimiento y experiencia en el tema que se investiga. Cabe advertir que no todas las fuentes son creíbles o confiables, determinadas fuentes son más confiables que otras; hay fuentes que son poco creíbles y otras que sí son creíbles permanentemente. No todo lo que informan los testigos es necesariamente verdadero; hay testigos que no dicen todo lo que deberían decir, dado a los intereses que persiguen, especialmente cuando condicionan el decir la verdad o piden algo a cambio de decir toda la verdad (dinero, trabajo, bolsa de viaje, etc.). Hay casos en que “los testigos sólo cuentan a los reporteros lo que ellos opinan basándose en su propio interés, y pueden mentir o adornar una historia con un propósito particular sin arriesgar ningún castigo legal”, señala Karol Wojtyla, en Persona y Acción (BAC, Madrid, 1980). Por eso es que el periodista deberá mantener buenas relaciones con las fuentes informativas para no ser receptor ni emisor de medias verdades o de primicias falsas, para no convertirse en simple negociante de los hechos noticiosos. El periodista es un profesional de la información que actúa con independencia de criterio frente a las presiones interiores de los medios y presiones exteriores de los grupos de poder económico y político o de los grupos de presión. Independencia frente a todo tipo de presiones: presiones morales, sociales, religiosas, políticas, económicas, familiares, sindicales, etc.

LA CREDIBILIDAD Y SUS NIVELES La credibilidad del periodista puede ser abordada y expresada en diferentes niveles o instancias: - Credibilidad ante su empresa o medio; - Credibilidad ante sus fuentes informativas (públicas, privadas, oficiales, confidenciales, etc.); - Credibilidad ante las autoridades públicas o judiciales; - Credibilidad ante su público-objetivo; - Credibilidad ante la sociedad. LA FALTA DE CREDIBILIDAD DE LA INFORMACIÓN Una información periodística carece de credibilidad ante el público cuando: a. Es obtenida a través de medios ilícitos y medios antiéticos. b. No se divulga el acontecimiento tal como es y tal como se ha producido en su ambiente o realidad. c. Pertenece a la serie “documentos robados”. d. Es redactada con malevolencia, mala fe o falta de respeto hacia las personas. e. Ha sido inventada para servir a intereses creados de grupos de poder político o económico o de grupos de presión. f. No ha sido contrastada o verificada su autenticidad con las fuentes mismas. g. Es obtenida de fuentes no confiables, no dignas de crédito o de fuentes de dudosa reputación. h. Carece de datos básicos y contiene imprecisiones y exageraciones que suscitan las sospechas y la falta de credibilidad.

RAZONES DE LA FALTA DE CREDIBILIDAD DEL PÚBLICO EN LOS PERIODISTAS Y LOS MEDIOS La falta de credibilidad del público en los periodistas y en los medios de comunicación se atribuye entre otras causas a las siguientes: a) Los errores en los hechos informativos; b) Las faltas gramaticales; c) La parcialidad en los comentarios; d) Los escándalos de plagio y fabricación; e) El sensacionalismo; f) La ciberpornografía; g) Los intereses en conflicto; h) La sumisión a grupos de poder económico, político y grupos de presión. “El profesor Charles Self (1988, 17) de la Universidad A&M de Texas examinó las razones de la falta de confianza del público en los medios publicitarios y en los periodistas que trabajan para ellos. Encontró cuatro razones principales de esa falta de credibilidad: 1. Falta de sensibilidad, arrogancia y, por lo general, mala conducta por parte de los periodistas. 2. Inexactitud, informaciones incompletas y, por lo general, procedimientos profesionales dudosos. 3. Desacuerdos sobre el tipo de noticias empleadas y la evaluación de las noticias. 4. Desacuerdos sobre la función de las noticias en la vida de los lectores” (En: “La ética del periodismo / Fundamentos filosóficos de los nuevos medios de información” de John Calhoun Merril. Universidad Técnica Particular de Loja. Traducido del inglés por Porfirio Barroso Asenjo, Madrid, 2007, p.34). Según Javier Darío Restrepo, profesor universitario, uno de los más notables exponentes de la ética periodística en América Latina y director de un consultorio ético en Internet de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, hay una crisis de credibilidad en la prensa latinoamericana, por cuanto ésta va perdiendo distancia de los hechos y los protagonistas que son y hacen la noticia: “al tomar partido por intereses buenos o malos, la prensa está perdiendo esa garantía llamada credibilidad. Dejó de observar los hechos con cierta distancia. Es una prensa que está mirando la historia desde el poder, en muchos casos, desde arriba. Los medios y los periodistas están perdiendo la perspectiva, les hace falta mirar el mundo desde abajo… Si el periodista toma partido tiene la distorsión de visión de quien ve desde un solo lado y el periodista tiene que ver desde todos los lados”. Restrepo afirma que en Estados Unidos eso pasó “tan abiertamente que se ha venido acentuando después de los atentados del 11 de septiembre del 2001, pues los medios condicionaron su información a los intereses gubernamentales, tomaron partido porque ya no pudieron mantener la distancia” Entre todos los medios de comunicación, Internet es el menos creíble para la opinión pública, debido a la existencia de webs, confidenciales y blogs que difunden informaciones sin contrastar y que devienen en falsedades interesadas. FACTORES PARA QUE LOS PERIODISTAS Y LOS MEDIOS TENGAN CREDIBILIDAD La credibilidad a los periodistas y a los medios de comunicación se debe a una serie de factores: - Informaciones objetivas, veraces, claras y precisas. - Eliminación de prejuicios en las informaciones, comentarios, entrevistas y reportajes. - Habilidad para rectificar errores de oficio o a petición de la parte interesada. - Imparcialidad en las informaciones, el comentario, la crítica, la entrevista y el reportaje. - Vocación de servicio a los intereses de la comunidad. - Editoriales que enfoquen los reales problemas de la sociedad y postulen propuestas de solución. - Dar prioridad a temas de fondo sobre los triviales y frívolos. - Total independencia en la labor informativa: independencia respecto al gobierno, a los poderes del Estado, a los partidos políticos y sindicatos, a los grupos de poder económico y políticos y a los grupos de presión. - Autoridad moral y profesional de los propietarios de los medios para cuestiones y sancionar a quienes infringen las normas morales y jurídicas en su labor periodística. - No considerar a la información como simple mercancía. - No difundir programas que contengan violencia gratuita, sancionen, promuevan o glamorice la violencia, entiendo por violencia gratuita el material que no tiene un rol integral en el desarrollo de un tema o de un programa. “PRUEBA ÉTICA PRAGMÁTICA” Francisco Vásquez Fernández, en su obra “Ética y deontología informativas” (Paraninfo, España, 1991:182 y 183), explica que “a la credibilidad del comunicador se la denomina “prueba ética pragmática”, porque consiste en enviar mensajes con atribuciones éticas, por parte del emisor, y que le son asignadas por el receptor. En su sentido plenario, se refiere a la conducta ética del emisor del mensaje –credibilidad de la fuente-, que consiste en un “conjunto de actitudes y creencias que un auditorio tiene respecto a la fuente, basadas en tres rasgos esenciales: buena intención, confiabilidad y competencia o experiencia” (R. Ross). Credibilidad de la fuente se traduce en actitudes de fe, de confianza en el buen propósito del emisor, en su posición social, en su autoridad profesional y en su sinceridad”. Para Vásquez Fernández, la credibilidad responde a elementos explicativos: a) La credibilidad como “prueba ética pragmática” consiste en la credibilidad reforzada en su mensaje por los atributos y conducta éticos del emisor, tales atributos éticos se cifran en la honestidad, sagacidad intelectual y buena voluntad; b) La prueba ética pragmática de la credibilidad se refuerza, a su vez, con: la similitud percibida por el receptor respecto de la fuente; con la utilización de la voz y del lenguaje; con el empleo del humor y de pruebas sólidas. El común de las personas consideran que los medios de comunicación modulan la información en pro de sus intereses empresariales, olvidándose del interés social y logran intercambiar favores con los grupos de poder político y económico sometiéndose a la voluntad de los lobbies en lugar del interés de la audiencia. Así los medios de comunicación dejan de ser entes representativos de los intereses de la sociedad o de su público-objetivo.
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