Artículos periodísticos y de investigación

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13 de mayo de 2016

CIRO ALEGRÍA: EL POLÍTICO

CIRO ALEGRÍA: EL POLÍTICO

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

Ciro Alegría Bazán, alumno del poeta inmortal César Vallejo, es una personalidad multifacética: periodista, político, literato, novelista, escritor, narrador, recopilador de leyendas, mitos y narraciones. Y es el genuino representante de la literatura indigenista de la Sierra Norte del Perú y uno de los más importantes de América Latina.

El 17 de febrero de 2017 se cumplirá 50 años de la muerte de Ciro Alegría.

Perseguido, de temprano, por sus  ideales políticos, más tarde sufrió traiciones políticas, exilios, carcelerías y más de una ingratitud amorosa. Ciro Alegría no fue comprendido en su exacta dimensión humana y valoración intelectual.

Alegría Bazán, llegó a ser activo militante y dirigente aprista en su juventud y acciopopulista en los años finales de su existencia

Nace el 4 de noviembre de 1909, en la hacienda Quilca, en Huamachuco,  departamento de La Libertad. Fallece en Chaclacayo, Lima,  el 17 de febrero de 1967.

En 1930 ingresa en la Universidad Nacional de Trujillo y a fin de año forma parte de la fundación del Partido Aprista Peruano.  Ciro Alegría, Antenor Orrego y una docena de jóvenes logran fundar en Trujillo una filial del Partido Aprista Peruano. Se compromete, entonces, de manera incondicional y decidida, en la lucha política por la justicia social y la reivindicación del indio.

Participa con entusiasmo y dedicación en las heroicas jornadas de lucha estudiantil universitaria de Trujillo, tras los ideales del Partido Aprista Peruano, siendo rápidamente expulsado de esta Casa superior de estudios.

En 1931 se traslada a Cajamarca para promover un levantamiento armado, siendo detenido, encarcelado y torturado en Trujillo, sentenciado en su ausencia a diez años de prisión, purgando la condena entre el Panóptico y los cuarteles Real Felipe hasta octubre de 1933. Aquí escribe "El carnet de célula",  un relato dramático y conmovedor de su vida en prisión.

Su militancia en el APRA le cuesta dos años de prisión, en 1931 y en 1933, durante el gobierno de Augusto B. Leguía y su ulterior exilio en Chile en 1934, que le permitió no sólo asistir al sanatorio de El Peral para restablecer su salud, sino también escribir sus mejores novelas.

El 7 de julio de 1932, durante ocho días se produce la Revolución de Trujillo, considerado como “la rebelión más furiosa de la historia republicana del Perú y en la que participó Alegría” (http://www.antorcha.org/liter/alegria.htm), pero pronto sus compañeros de partido lo salvan milagrosamente de ser fusilado.

Ante la feroz represión policial se ve obligado a internarse en Huamachuco; los efectivos lo persiguen por Bambamarca, llegan a capturarlo y lo trasladan, finalmente, a la Penitenciaría de Lima. El presidente Oscar R. Benavides logra otorgarle amnistía en 1933.

La insurgencia popular trujillana contra el dictador Sánchez Cerro se irradia a Huamachuco, lugar éste donde son fusilados Marcial Amoroto, Arturo Buenazo y  veinte indígenas, cerrando su radio de acción en Cajabamba.

Al respecto, refiere Luis Alberto Sánchez: “Ciro Alegría había logrado escapar de Trujillo desde fines de 1932, librándose así de ser encerrado en la cárcel. Como no tenía un centavo ni ganas de ganarlo con su trabajo, hicimos un arreglo para defender su derecho al ocio fecundo: le obtuvimos cama gratis en el Club Universitario de Deportes, que estaba en la avenida Brasil; almuerzo y comida también gratis en el comedor del Partido y un modesto estipendio.

Por su sencillez y su aspecto ingenuo, indefenso como era, resultó el niño mimado del periódico. Como suele ocurrir, surgieron divergencias en el seno de la prensa partidaria…” (En: Testimonio personal 2. El Purgatorio 1931-1945. Tomo 2, Mosca Azul Editores, Lima, 1987).

El 15 de enero de 1932, la persecución fue de la más brutal, una especie de guerra civil contra los dirigentes apristas en Trujillo, se aplican multas y clausuras a varias publicaciones apristas y no apristas, se multa a la revista APRA con doscientos soles en aplicación a la Ley de Emergencia. Antenor Orrego Espinoza es apresado, muchos dirigentes son detenidos en diversos departamentos y en el Congreso de la República se denuncia las torturas a que era sometido el joven estudiante Ciro Alegría.

El 15 de febrero de 1932 se allana el local donde se imprimía el diario La Tribuna, y son detenidos Manuel Solano y Hugo Otero. Haya de la Torre en célebre manifiesto a la Nación, en febrero de este año, manifestó enfáticamente: “... Regresiona el Perú a las etapas primitivas de la barbarie política, que la ciudadanía creía definitivamente superadas”.

El 6 de marzo de 1932, el Presidente Sánchez Cerro se salva de un atentado en el aristocrático distrito de Miraflores (Lima). El Congreso Constituyente, el 7 de marzo de 1932 aprueba y promulga la Ley Nº 7491 que restablece la pena de muerte para los autores de los delitos de rebelión, sedición o motín, instituyendo las Cortes Marciales para su aplicación.

El 24 de noviembre de 1934 se dicta orden general de captura de los dirigentes apristas en todo el territorio nacional. Haya de la Torre logra ocultarse en “Incahuasi”. Ciro Alegría se integra al movimiento “El Agustino”, cae prisionero y es deportado a Chile, el 15 de diciembre de este año, conjuntamente con los dirigentes apristas Luis Alberto Sánchez, Carlos Manuel Cox, Pedro Muñiz y Juan José Lora, Américo Pérez Treviño, Esmaro Salas, Perico Lizarzaburu, Vargas Machuca, Alfredo Baluarte y el coronel César Enrique Pardo.

Ciro Alegría, después de sus discrepancias con algunos líderes apristas renuncia al APRA en 1948, año del derrocamiento de Bustamante y Rivero.  Además de Alegría Bazán, llegan a renunciar Manuel Scorza y Magda Portales.

LUIS ALBERTO SÁNCHEZ  Y CIRO ALEGRÍA

Luis Alberto Sánchez, mantuvo divergencias con Ciro Alegría. En su libro “Testimonio personal” ( Tomo 3.: La caldera del diablo 1945-1956”), explica a Jaime Benítez las razones políticas de su divergencia con Ciro Alegría, en los términos siguientes: “…Pero, le diré a usted mis razones: Ciro ha sido el niño engreído de los apristas, desde que salió de Trujillo. Como él se había librado del pelotón de fusilamiento en la revolución de esa ciudad y tenía veintidós o veintitrés años, después que salió de la penitenciaría, lo tomamos como a un hermano menor. Yo personalmente he cuidado de él durante parte de 1933 y 34. Después, en el destierro, en Chile, hice todo cuanto pude –y podía- para que se le considerara como “escritor chileno”, o asimilado a tal para los efectos del premio Nascimento, creado en 1935. Después logré que se dilatase la fecha del fallo del jurado chileno para el premio Farrar and Reinehart, merced a la generosidad de José Santos González Vera, miembro de dicho jurado, y así favorecimos a Ciro. En Washington, fui totalmente franco con él; le dije que temía que estuviera a pique de concluir como escritor; eso fue en 1942. Lo he instado después a escribir. Hemos vivido una pequeña bohemia juntos en Nueva York. Pero, querido Jaime, hay algo que no puedo perdonar. Ciro ha recibido todo tipo de ayudas y halagos de los apristas. Nada le pedimos en cambio, salvo perseverancia. Pues bien, el 3 de octubre de 1948 estalló el movimiento rebelde en el que estaba comprometido un amigo de Ciro, el ex ministro Rose Ugarte; Ciro conocía, en cierto modo, el complot; el 4 de octubre nos declararon fuera de la ley, como autores de algo que nos destrozaría; y el 5 ó 6 de octubre, ya ilegalizados, presos, perseguidos e inermes los apristas, Ciro Alegría formuló declaraciones contra su partido en desgracia, y lanzó contra nosotros acusaciones que jamás podría probar.

Yo creo que todo hombre tiene el derecho de retirarse o afiliarse a éste o aquel partido, pero lo que rechazamos y rechazará es que las afiliaciones se hagan a los partidos cerca del poder, y las retiradas y vituperios se produzcan cuando el partido está maniatado y en desgracia. Por eso es que he terminado con Ciro Alegría”.

CIRO ALEGRÍA REGRESA AL PERÚ EN 1957

El consagrado periodista, escritor y novelista, Ciro Alegría, regresa a Perú en 1957, después de 23 años de exilio, el pueblo lo recibe con entusiasmo y regocijo.  En 1960, se incorpora a la Academia Peruana de la Lengua.  En 1961, se inscribe en el Partido Acción Popular, fundado por Fernando Belaunde Terry  el 7 de julio de 1956 en Chincheros (Apurimac). Fue electo diputado por Lima en 1963. Postula a una senaduría por La Libertad y pierde abrumadoramente, en el departamento  considerado tradicionalmente como el Sólido Norte del Apra.

HAYA DE LA TORRE, Gran admirador de CIRO ALEGRÍA

El 3 de marzo de 1971, Haya de la Torre al ser entrevistado por César Hildebrandt (Caretas, Nº 431) expresó: “He sido un gran admirador de Ciro Alegría, sobre todo de sus tres novelas. Me gusta mucho La serpiente de oro porque es una pintura con mucho color y fuerza, aunque las tres son muy buenas…”









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6 de mayo de 2016

EL APRISMO EN SUS 92 AÑOS (1924-7 de mayo-2016)

EL APRISMO EN SUS 92 AÑOS
 (1924-7 de Mayo-2016)

Escribe: Eudoro Terrones Negrete



«Ahora volvemos tan unidos como antes, pero más fuertes. Nuestro Partido del Pueblo es un enorme gigante que se alza de nuevo. Pero es un gigante que tiene la generosidad que sólo poseen los fuertes. Únicamente los débiles son rencorosos y mezquinos. Nosotros que soportamos tercos agravios, no vamos a mirar hacia atrás, como la bíblica esposa de Lot que se convirtió en estatua, sino miramos hacia delante, constructivamente, por donde están amaneciendo los caminos de la esperanza».Víctor Raúl Haya de la Torre.                                 

En las líneas que siguen explicaré  el significado del APRISMO desde los puntos de vista filosófico, económico, social, político, educativo y religioso, en homenaje a los 92 años de existencia y a su creador, fundador, jefe y guía Víctor Raúl Haya de la Torre.

APRISMO Y FILOSOFÍA

Filosóficamente, el aprismo es el partido de la negación dialéctica del marxismo, partido libertario que promueve y defiende todas las libertades del ser humano.

Desde sus orígenes, el aprismo busca transformar las arcaicas estructuras socioeconómicas y políticas y producir la «precursora revolución de los espíritus», en lucha organizada, disciplinada y frontal contra la explotación del hombre por el hombre y del hombre por el Estado. «El aprismo s el resultado de un espontáneo anhelo de nuestros pueblos para defender unidos su libertad venciendo a los enemigos de dentro y a los de fuera» (Haya de la Torre).

El aprismo, que es toda una concepción del mundo, de las cosas, del hombre y de la sociedad, basa su filosofía en la tesis del Espacio-Tiempo-Histórico, genial producción intelectual de Víctor Raúl Haya de la Torre.

Las normas de metodización filosófica del aprismo se fundamentan en el enunciado dialéctico de la Negación de la Negación. Reconoce así, el aprismo, el principio universal del eterno movimiento, cambio o devenir, como un proceso constante de contradicciones, negaciones y continuidad, pero reconoce también en el marxismo una escuela filosófica sujeta a la misma ley por ella descubierta y perfeccionada, pero no acepta sus conclusiones doctrinarias como dogmas inflexibles.

El aprismo niega dialécticamente al marxismo al rechazar la idea de partidos políticos clasistas  o dictaduras clasistas y reconoce en el imperialismo la primera y no la última etapa del capitalismo en los países en vía de desarrollo, como es el caso de Perú u de los países de América Latina.

El aprismo niega dialécticamente al marxismo cuando sostiene que en los países del mundo no existe un solo proceso histórico sino múltiples, caso América Latina, donde coexisten o conviven distintas etapas de la evolución social: comunismo primitivo, feudalismo, capitalismo incipiente. Por lo que la realidad de los países de América Latina es diferente a la realidad de los países de Europa.

El aprismo, al negar al marxismo, considera que la «revolución proletaria» y la profecía de una «sociedad sin clases» como fin de la «lucha de clases» sostenida por el marxismo puede ser superada en forma pacífica por la revolución democrática, científica, tecnológica, espiritual y cultural.

Filosóficamente, el aprismo es un partido político dialécticamente hegeliano, indeterminista, relativista, einsteniano, que supera al marxismo «negándolo y continuándolo al mismo tiempo, sin aceptarlo como dogma inmóvil como ortodoxia congelada», que recusa el determinismo histórico, determinismo económico y determinismo dialéctico del marxismo.

El aprismo recusa la tesis que sostiene que el imperialismo es la «última o superior» etapa del sistema capitalista, como generalizaba Vladimir Ilich Lenin.  Haya de la Torre niega este determinismo económico, al sostener que esta afirmación no puede aplicarse para todas las regiones de la tierra: «En efecto, es «la última etapa»; pero sólo para los países industrializados que han cumplido todo el proceso de la negación y sucesión de las etapas anteriores. Más para los países de economía incipiente, primitiva o retrasada a los que el capitalismo llega bajo la forma imperialista, ésta es «su primera etapa».

«Quien quiera entender lo que es el aprismo en su línea fundamental de interpretación histórica de la realidad indoamericana - señala Haya de la Torre- habrá de recordar la importancia fundamental que tiene en nuestra ideología la ubicación del observador con respecto a los fenómenos observados. Esta aplicación a la filosofía de la Historia de los principios científicos del Relativismo Moderno me llevaron a enunciar ya algunos años la tesis del Espacio-Tiempo-Histórico» («Espacio-Tiempo-Histórico», Lima, 1977). El espacio histórico y el tiempo histórico son inseparables entre sí, por ende se expresan en un solo término: Espacio-Tiempo-Histórico.

Así como Einstein dijo que no hay fenómeno físico sin su espacio y su tiempo, los apristas sostienen que no hay fenómeno histórico sin su espacio y su tiempo. La realidad de América es una cosa y ota diferente es la realidad de Europa. Mientras los europeos decían que en los pueblos desarrollados el imperialismo era la etapa superior o última del capitalismo, los apristas desde América dicen, desde el ámbito de una región subdesarrollada, que el imperialismo aquí aparecía como la etapa inicial del sistema capitalista, por lo que resulta estúpido y reaccionario querer implantar tácticas europeas en la lucha social en Perú y  en América Latina. La realidad no se inventa ni se trasplanta, se descubre. El principio de la negación de la negación dialéctica se cumple.

El aprismo, filosóficamente es relativista, por cuanto aplica la teoría de la relatividad de Albert Einstein, tanto a la Geometría Dinámica como a la Filosofía de la Historia. Y aplicando la tesis del Espacio-Tiempo-Histórico, el aprismo sostiene que no hay leyes universales de determinismo económico, social o político y que su aplicación es relativa a la realidad espacio-temporal de cada sociedad o región. «Nuestro Tiempo y nuestro Espacio económicos nos señalan una posición y un camino» sentenciaba Haya de la Torre.

Las normas de metodización filosófica del aprismo se fundamentan en el enunciado dialéctico de «la negación de la negación». Reconoce así, el principio universal del eterno movimiento, del permanente cambio o devenir, como un proceso constante de contradicciones, negaciones y continuidad, pero reconoce también en el marxismo una escuela filosófica sujeta a la misma ley por ella descubierta y perfeccionada, pero no acepta sus conclusiones doctrinarias como dogmas inflexibles.

El aprismo al recusar al marxismo ortodoxo, rechaza aquella arbitraria clasificación cronológica de la historia en edades Antigua, Media, Moderna y Contemporánea, con aspiraciones de universalidad absoluta, porque aquí en Indoamérica se yuxtaponen y coexisten todos los grados de evolución de las sociedades.

APRISMO Y ECONOMÍA

Económicamente, el aprismo preconiza una progresiva inversión del capital y el principio de la propiedad privada. Considera necesario el capital extranjero para la racional y equitativa explotación de la riqueza y alcanzar el desarrollo industrial de países poco desarrollados como el Perú y los de América Latina o Indoamérica.

El aprismo no es una doctrina política de chauvinismo latinoamericano contra el pueblo de Estados Unidos. El programa doctrinario del aprismo precisa bien que sólo combate el fenómeno del imperialismo en sus aspectos negativos, destructivos y opresivos.

Como partido antimperialista el aprismo sostiene que ningún país de Indoamérica podrá desarrollarse sin la presencia del capital, siempre y cuando el capital llegue para superar la pobreza, la miseria y la injusticia y no para cometer las más flagrantes violaciones del derecho de los pueblos débiles. Los apristas, afirman, no son enemigos del pueblo norteamericano, sino enemigos de la política imperialista en sus efectos de «franca agresión económica», de dominación, de dictadura política y de sumisión a nuestros países.

En consecuencia, sostiene Haya de la Torre: «Tomaremos de los países de más alta economía y cultura lo que requieren nuestro desarrollo material y el engrandecimiento de nuestra vida espiritual. Negociaremos con ellos, no como súbditos sino como iguales. Sabiendo que ellos necesitan de nosotros como nosotros de ellos, las leyes del intercambio deben cumplirse equilibradamente» («El Antimperialismo y el APRA», Chile, 1936).

APRISMO Y LO SOCIAL

Socialmente, el aprismo propugna y fomenta el cooperativismo, el Frente Único de Clases explotadas por el gran capital transnacional. No es un partido político de una sola clase, es un partido policlasista, de varias clases que se juntan,  que se organizan y se movilizan en procura de un futuro próspero y un mundo nuevo, el bienestar material y espiritual de los trabajadores manuales e intelectuales, la libertad religiosa y política, la organización del Estado sobre la base de la democracia funcional y la elevación del espíritu nacional.

El aprismo es el Partido del Pueblo, es el partido de los que menos tienen, de quienes cifran sus esperanzas en alcanzar a corto, mediano o largo plazo la satisfacción de sus máximas aspiraciones de libertad, de dignidad, de justicia, de educación y cultura.

El aprismo es una fuerza social sin precedente en la historia republicana del Perú y  de América Latina. El aprismo supo mantener siempre en alto y gallardamente la invicta bandera de sus principios y el paradigma de su lealtad, con realismo y responsabilidad, sin mentiras, sin demagogia, sin adulaciones ni engaños, a la luz de la verdad de una doctrina científica, de una filosofía original y de una fuerza juvenil que es consciente de su rol histórico y que está preparada desde sus años aurorales para dirigir los destinos del Perú con absoluta responsabilidad, sentido social, honestidad intelectual, sin antagonismo racial o prejuicio de razas, sin odios ni venganza y sin violencia.

Lo dijo Víctor Raúl: «Somos el partido del pueblo y la causa del pueblo vencerá».

APRISMO Y POLÍTICA

En el Perú y América Latina, los partidos de derecha  se agruparon en clubes de compadres en busca del presupuesto nacional, se agrupó en clubes políticos electorales de carácter eventual y transitorio, indisciplinada e individualista, que repugnaba la idea de crear un partido doctrinario y programático. Estiman más cómo financiar periódicamente golpes de Estado y colocar en el Poder gentes fieles a su mandato, postergando así el legítimo derecho del pueblo a elegir sus gobernantes.

Los partidos de derecha están integrados por representantes de grupos de poder económico, de bancos nacionales y extranjeros, de  empresas oligopólicas transnacionales, de grandes industriales que sólo buscan acuñar muchos beneficios económicos a costa de mantener en pie la miseria, la desocupación, el desempleo y la exigencia de mayores deberes y menores derechos de los trabajadores a una vida digna y justa.

Políticamente, el aprismo constituye la verdadera izquierda latinoamericana del siglo XX y siglo XXI en defensa de nuestras clases consumidoras y productoras,  en lucha frontal contra los usurpadores del poder, los grupos de poder económico y los gobiernos extranjeros  que tratan de mantener divididos a nuestros pueblos.

El aprismo es un partido revolucionario, de izquierda democrática, humanista, nacionalista, peruano, popular, policlasista, anticaudillista, antitotalitario y antimilitarista.

El aprismo es un partido de la integración latinoamericana y de la transformación nacional,  partido de participación popular en la que intervienen estudiantes, amas de casa, obreros, campesinos, profesionales, clase media, pequeños y medianos comerciantes, empresarios e industriales, en lucha frontal contra todo signo y contra toda manifestación de desigualdad, de injusticia social, de opresión y explotación en todos los campos de la actividad humana.

Educativa y culturalmente, el aprismo es un partido-escuela, partido anticolonialista, partido técnico y planificador, partido moralizador, promotor y defensor de la gratuidad de la enseñanza y de los principios y valores axiológicos.

La misión de todo dirigente y maestro es redimir a vastos sectores sociales de la ignorancia, del analfabetismo, de la exclusión social y formar ciudadanos y educandos comprometidos con la integración latinoamericana, el desarrollo nacional y la transformación del Perú.

APRISMO Y RELIGIÓN

El aprismo jamás ha declarado la guerra a la religión, nunca ha combatido la creencia religiosa de sus simpatizantes, militantes y dirigentes. El aprismo es partidario de la libertad religiosa y reconoce las más amplias garantías al catolicismo, «basándose en el principio democrático de que debe respetarse la voluntad de las mayorías y que el aprismo es sólo una organización política, en la que cada afiliado mantiene una independencia religiosa. Lo probó así cuando en las elecciones de 1936 apoyó la candidatura de un eminente católico: el doctor Luis Antonio Eguiguren» (Haya de la Torre).

El PAP, asumiendo su responsabilidad histórica, a partir del 10 de abril de 2016 entra en un proceso de profunda renovación de su organización y de su dirigencia a nivel nacional para ubicarse a la altura de los nuevos tiempos, en defensa del pueblo a mejores niveles de vida, de bienestar y de felicidad.

Lima, 7 de mayo de 2016.


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3 de mayo de 2016

NIVEL PREDICTIVO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

NIVEL PREDICTIVO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Escribe: Eudoro Terrones Negrete


Predicción es el acto de analizar los datos conocidos y las explicaciones aceptadas sobre lo investigado, y a partir de ellos, afirmar lo que ocurrirá en el futuro o  anticipar otros sucesos o problemas futuros no observados hasta entonces.

El nivel predictivo es el último nivel de la investigación científica. En este nivel se investiga cómo fue  en el pasado (retrodicción), cómo es en el presente (actualidad) y cómo será en el futuro (predicción) el comportamiento del hecho, fenómeno o problema investigado.

                                   Retrodicción (pasado)

Nivel predictivo          Actualidad (presente)
                                   Predicción (futuro)

Al respecto Elí de Gortari diría que, desde el punto de vista científico, “ la predicción es una inferencia con respecto a un acontecimiento futuro” y que la predicción “implica una traslación temporal de la explicación establecida, desde un intervalo de tiempo pasado y conocido, hasta otro intervalo de tiempo futuro y por conocer…”[1]

Predecir el comportamiento futuro de los hechos, fenómenos o problemas investigados reviste especial y fundamental importancia para la humanidad y los pueblos, por cuanto permite adelantarse a los hechos, tomar las acciones oportunas y evitar cualquier desencadenamiento de consecuencias nefastas.

“Poder predecir las lluvias, la formación de un huracán, el cambio de las estaciones, el movimiento de las estrellas, la migración de los animales terrestres y marítimos, las acciones políticas de las clases sociales, etcétera, son hechos que le han permitido al ser humano mantener su permanencia en el planeta” refiere Alfredo García Avilés.[2]

En el nivel predictivo el investigador responde a las preguntas:
¿Qué sucederá en el futuro?
¿Cómo ocurrirá en el futuro?
¿Dónde o en qué lugar, condición o circunstancia ocurrirá?

En las ciencias sociales esta última etapa de la investigación científica se utiliza en los campos de la política para la predicción de resultados electorales locales, regionales o nacionales; en ecología, para la predicción de fenómenos de la naturaleza; en el ámbito del marketing, para efectuar estudios de mercado; en astronomía, predecir eventos que afectan a los astros; pero también se utiliza en el campo de la futurología, entre otros.

Si un estudiante se presenta a rendir sus exámenes en las diversas asignaturas de su carrera profesional universitaria sin haber estudiado a conciencia ni haber asistido a clases, podemos predecir que seguramente no obtendrá buenos resultados académicos, desaprobará. Por el contrario, si ha estudiado permanentemente, ha cumplido con presentar sus trabajos académicos oportunamente y bien, ha asistido a todas sus sesiones de aprendizaje, podemos pronosticar que aprobará la mayoría o la totalidad de sus exámenes.

BIBLIOGRAFÍA DE LOS NIVELES DE LA INVESTIGACIÒN CIENTÍFICA

Aco Cataldo, P.Raúl. Metodología de la investigación científica, Editorial Universo, S.A. Lima, primera edición, 1980. 
Ander-Egg, Ezequiel. Técnicas de Investigación Social, Ed. El Ateneo, 21 Edición, México, 1987.
Berrocal Falconí, Virgilio y Raúl Castro Nestarez. La tesis universitaria, Lima-Perú, 1990.
Best, J.W. Cómo Investigar en Educación, Ediciones Morata, S.A., Madrid, 1967.
Briones, Guillermo. Métodos y técnicas de investigación para las ciencias sociales, Editorial Trillas, Tercera reimpresión, México, 1987.
Bunge, Mario. La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires: Ediciones Siglo Veinte, 1975.
De Gortari, Elí. La metodología, una discusión y otros ensayos sobre el método, México, D.F: Grijalbo, 1980.
Fox, D. El proceso de investigación en educación. Pamplona: EUNSA, 1981.
García Avilés, Alfredo. Introducción a la metodología de la investigación científica, Plaza y Valdés, S.A. de C.V. Editores. Segunda reimpresión, Colombia, 2000. 
Gay, L.R. Educational Research, New Jersey, Edit. Prentice Hall, 1996.
Mejía Navarrete, Julio. La investigación social (Introducción). Cuadernos de Teoría y Metodología, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, setiembre de 1983.
Méndez A., Carlos E. Metodología, diseño y desarrollo del proceso de investigación. McGraw Hill Interamericana S.A., Impreso por Editorial Nomos S.A., Tercera edición, Colombia, 2001.
Münch, Lourdes y Ernesto Ángeles. Métodos y técnicas de investigación, Editorial Trillas, Tercera edición, 2007.
Pick de Weiss, Susan y Ana Luisa López Velasco de Faubert, “Cómo investigar en ciencias sociales”, 3ª. Edic. Edit. Trillas, México.
Selltiz, et al. Métodos de investigación en las relaciones sociales, Rialp, Madrid, 1965.
Tafur Portilla, Raúl. La Tesis Universitaria. Editorial Mantaro, Primera edición, Lima, 1995.








[1] De Gortari, Elí. La metodología, una discusión y otros ensayos sobre el método. México, D.F: Grijalbo, 1980, p.69.
[2] García Avilés, Alfredo. Introducción a la metodología de la investigación científica. Plaza y Valdés, S.A. de C.V. Editores. Segunda reimpresión, Colombia, 2000, p.199.  
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NIVEL EXPLICATIVO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

NIVEL EXPLICATIVO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

Las investigaciones son más complejas y requieren de mayor capacitación, entrenamiento, especialización y experiencia del investigador.  Aquí el investigador da una explicación del hecho, fenómeno o problema de manera clara y precisa, “por qué es lo que es”, “por qué sucede como sucede” mediante proposiciones de valor para encontrar las causas que lo originaron, las consecuencias que produjeron, las relaciones existentes y lograr una mejor comprensión del hecho dentro de su espacio y tiempo.

Aquí se combinan los métodos analítico, sintético, deductivo e inductivo para responder a las interrogantes formuladas y se trabaja con hipótesis causales.

“Explicar es hacer conocer la razón de un hecho, el motivo de lo que parece singular o inconcebible; es demostrar que lo que inicialmente parecía irracional, se adapta, no obstante, a un principio bien definido…” (Emilio Simard).

Para Mario Bunge, “La ciencia es explicativa: intenta explicar los hechos en términos de leyes y las leyes en términos de principios. Los científicos no se conforman con descripciones detalladas; además de inquirir cómo son las cosas, procuran responder a por qué: por qué ocurren los hechos como ocurren y no de otra manera”[1]

“En las investigaciones explicativas se busca ya sea la causa de un fenómeno o su inserción en un contexto teórico que permita incluirlo en una determinada legalidad (explicación por leyes)” señala G. Briones (1987:18).

En este nivel el investigador responde a las preguntas que siguen:
¿Por qué sucede el hecho, fenómeno o problema X?
¿Por qué ocurre así y no de otra manera el hecho, fenómeno o problema X?
¿Por qué se comporta así el hecho, fenómeno o problema X?
¿Por qué está ahí el hecho, fenómeno o problema X?
¿Por qué A influye en B?
¿Cómo funciona el hecho, fenómeno o problema X?
¿Cómo se transforma el hecho, fenómeno o problema X?
¿Cómo ocurre el hecho, fenómeno o problema X?
¿Cuál es la causa del hecho, fenómeno o problema X?
¿Cuáles son los factores determinantes del hecho, fenómeno o problema?
¿Cuáles son los factores o variables que le están afectando al hecho, fenómeno o problema X?
¿De dónde proviene el hecho, fenómeno o problema X?
¿De qué está constituido el hecho, fenómeno o problema X?
¿En qué condiciones ocurre el hecho, fenómeno o problema X?
García Avilés[2], identifica en la explicación, como nivel de conocimiento, las finalidades principales:
-          Explicar la causa de un fenómeno.
-       Insertar el fenómeno en un contexto teórico, de modo que permita incluirlo en una determinada generalización o ley científica.
-          Encontrar la vinculación, interdependencia e interrelaciones que existen entre los fenómenos y procesos que se investigan.

Asimismo indica que en la investigación explicativa “se efectúan todos los pasos de la estrategia del método y en la que se deberán probar las hipótesis enunciadas en el nivel descriptivo, en otras palabras, en el nivel explicativo se debe establecer la verdad o falsedad de las hipótesis”.



[1] Bunge, Mario. La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires: Ediciones Siglo Veinte, 1975, p.30.
[2] García Avilés, Alfredo. Introducción a la metodología de la investigación científica. Plaza y Valdés, S.A. de C.V. Editores. Segunda reimpresión, Colombia, 2000, pp.197 y 198.
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NIVEL CLASIFICATORIO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

NIVEL CLASIFICATORIO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

Consiste en el proceso de ordenamiento, sistematización o categorización  de los datos, hechos o fenómenos en grupos o clases teniendo en cuenta sus similitudes, semejanzas, diferencias, propiedades, cualidades o características comunes  perceptibles y discriminándolos dentro de un conjunto, en una serie de subconjuntos, con el objeto de facilitar su manipulación.

Cuando los datos y fenómenos se ordenan, disponen o agrupan en clases sobre la base del descubrimiento de propiedades comunes, la investigación se denomina de nivel clasificatorio o de clasificación (Ander-Egg, Ezequiel, 1987:63).

Al disponer de forma sistémica un conjunto de datos por clases o categorías, a partir de un atributo determinado, estamos ordenando; por ejemplo, palabras que se colocan en orden alfabético. Al formar grupos de cosas o fenómenos de acuerdo con características, clases o categorías estamos clasificando (Serrano y Tormo, 2000).

Sistematizar es ordenar un conjunto de datos por clases o categorías; es disponer de forma sistemática un conjunto de datos a partir de un atributo determinado, lo que implica también reunir, agrupar, hacer una lista, seriar, clasificar, jerarquizar, sintetizar, esquematizar, categorizar (Dorado Pereda, 1977).

Por ejemplo, la clasificación de los objetos o fenómenos en animales, vegetales y minerales; la clasificación de los seres vivos en los subconjuntos de seres vivos racionales y seres vivos irracionales; la clasificación del conjunto de los seres humanos por su género en los subconjuntos de hombres y mujeres.




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NIVEL DESCRIPTIVO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

NIVEL DESCRIPTIVO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

Este segundo nivel de la investigación científica, llamado también nivel de investigación diagnóstica,  permite acopiar o levantar datos e informaciones para explicar las características, propiedades, atributos, composición, tipologías, conexiones periféricas, aparición, frecuencia, desarrollo y cualidades básicas internas o externas y  más importantes del hecho, fenómeno o problema referente a su origen, aparición, condiciones, circunstancias, desarrollo y frecuencia en que se presenta.

Guillermo Briones expresa que en este nivel de investigación “se trata de describir las principales modalidades de formación, de estructuración o de cambio de un fenómeno, como también sus relaciones con otros” (1987:18).

Para J.W. Best: “La investigación descriptiva refiere minuciosamente e interpreta lo que es. Está relacionada a condiciones o conexiones existentes; prácticas que prevalecen, opiniones, puntos de vista o actitudes que se mantienen; procesos en marcha; efectos que se sienten o tendencias que se desarrollan. El proceso de la investigación descriptiva rebasa la mera recogida y tabulación de los datos. Supone un elemento interpretativo del significado o importancia de lo que se describe. Así, la descripción se halla combinada muchas veces con la comparación o el contraste, suponiendo mensuración, clasificación, interpretación y evaluación”.[1]

En este nivel de investigación se utiliza el método analítico para “hacer hablar a los datos obtenidos” y las hipótesis en algunas investigaciones y en otras no.

Esta descripción responde a preguntas como las siguientes:
¿Qué es el hecho, fenómeno o problema?.......... (Correlato o identificación)
¿Cómo es el hecho, fenómeno o problema? ..........  (Propiedades)
¿Dónde está ubicado el hecho, fenómeno o problema? ..........  (Ubicación en el espacio)
¿Cuándo es? .......... (Ubicación en el tiempo)
¿De qué está constituido el hecho, fenómeno o problema? ..........  (Composición)
¿Cómo están relacionadas las partes del hecho, fenómeno o problema? ¿Están interrelacionadas o carecen de relación? .......... (Configuración)
¿Cuántos son los hechos, fenómenos o problemas o cuántas partes tienen? .......... (Cantidad)
¿Quiénes son las personas involucradas en el hecho, fenómeno o problema? .......... (Identificación)
“La investigación descriptiva, -refiere L.R. Gay[2]- comprende la colección de datos para probar hipótesis o responder a preguntas concernientes a la situación corriente de los sujetos del estudio. Un estudio descriptivo determina e informa los modos de ser de los objetos”.

Los estudios en el nivel descriptivo “nos proporcionan hechos, datos y nos preparan el camino para la configuración de nuevas teorías o investigaciones” (Fox, 1981).

Por ejemplo, efectuar una investigación sobre los hábitos de estudio de los alumnos  de una Escuela Profesional de la Universidad Nacional Gonzales Prada fuera del período académico; sobre la opinión de los docentes universitarios de Perú sobre la Ley N° 30220, Nueva Ley Universitaria o respecto a un Censo Nacional de Población y Vivienda que proporciona información sobre población y sus clases, sexo, estado civil, edad, idioma, nivel de educación, ingresos, vivienda, salud, servicios básicos, entre otros.

En ciencias sociales – refieren Susan Pick de Weiss y Ana Luisa López Velasco de Faubert- estos estudios descriptivos frecuentemente se utilizan para:
1.      Estudiar a las personas que viven dentro de una comunidad, cuando sólo nos interesan datos tales como la distribución de sus edades, su nivel educacional, su nivel socioeconómico, etc.
      Estudiar la proporción de personas que asumen determinada actitud o punto de vista, como ¿Cuántas personas creen que la guerra de Vietnam fue inútil? ¿Cuántas personas votarían por tal o cual presidente? ¿Cuántos estudiantes universitarios estarían a favor de determinada política universitaria?, etc.
3.      Predecir el comportamiento de las personas; por ejemplo: ¿Cuántas personas comprarían determinado producto? ¿Cuántas personas asistirán a un club?, etc.



[1] Best, J.W. Cómo Investigar en Educación. Ediciones Morata, S.A., Madrid, 1967, p.61.
[2] Gay, L.R. Educational Research, New Jersey, Edit. Prentice Hall, 1996, p. 249.

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NIVEL EXPLORATORIO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

NIVEL EXPLORATORIO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

Este primer nivel de la investigación científica llamado también formulativo,  consiste en efectuar un estudio superficial, preliminar, básico y de reconocimiento del aspecto externo del hecho, fenómeno o problema que será materia de investigación, o en diagnosticar la realidad, con el fin de identificar y destacar sus aspectos fundamentales, obtener una visión de conjunto, de tipo aproximativo, referente a determinado hecho, fenómeno o problema que ha sido poco explorado y conocido anteriormente, que requiere su estudio bajo un nuevo enfoque y que permitirá, profundizar en el tema, determinar los procedimientos adecuados y viables y para abrir líneas de investigación adecuadas para realizar una investigación que llegue a buen puerto.

En el nivel exploratorio, el investigador “recoge información pertinente sobre la factibilidad, posibilidad y condiciones favorables, para sus fines investigativos. En esta etapa también se debe determinar el problema, el objetivo y fines de la investigación, las personas que participarán, las instituciones de coordinación, el presupuesto, financiamiento, etc.” refiere Sergio Carrasco Díaz en su obra “Metodología de la Investigación Científica”.

El nivel exploratorio de la investigación tiene por objetivo “la formulación de un problema para posibilitar una investigación más precisa o el desarrollo de una hipótesis”. “Pero tienen otras funciones como la de aumentar la familiaridad del investigador con el fenómeno que va a investigar, aclarar conceptos, establecer preferencias para posteriores investigaciones” (Claire Selltiz et all,1965). Asimismo “el auxilio al investigador tanto para definir más concretamente el fenómeno, como en la manera en que debe realizar el estudio” (Pick de Weiss, Susan y Ana Luisa López Velasco de Faubert).

Al respecto, Tafur Portilla manifiesta: “Al realizar esta actividad el investigador universitario crea las mejores condiciones para continuar su investigación. Afinca su propuesta de investigación sobre bases más sólidas, establece fundamentos de la investigación ulterior”.[1]

Selltiz, Jahoda, Deustch y Cook[2] señalan las siguientes funciones de este tipo de estudios: formular problemas;desarrollar hipótesis;  familiarizar al investigador con el fenómeno que desea estudiar; aclarar conceptos;  establecer preferencias para posteriores investigaciones; reunir información acerca de posibilidades prácticas para llevar a cabo investigaciones en marcos de vida actual; proporcionar un censo de problemas considerados como urgentes por personas que trabajan en un determinado campo de las ciencias sociales”

“Este nivel de investigación sirve para ejercitarse en las técnicas de documentación, familiarizarse con la literatura, bibliografía, hemerografía, tesis y fuentes electrónicas. Por ello algunos hablan de investigación bibliográfica” (Humberto Ñaupas et al, Lima, 2011:66).

El estudio de la documentación implica consultar las fuentes históricas, bibliográficas y estadísticas, los informes y estudios existentes, el material cartográfico, los archivos oficiales y privados, obras literarias, documentación personal que tiene el investigador y lo procesado y difundido por los medios escritos, radiales, televisivos y electrónicos. Y finalmente, se efectúa contactos directos con personas e instituciones que están en condiciones de proporcionar información sobre el tema de investigación a realizar.

Según Lourdes Münch y Ernesto Ángeles el nivel investigativo exploratorio “se realiza cuando no se tiene una idea específica de lo que se desea estudiar o cuando el fenómeno es poco conocido por el investigador. Su objetivo es ayudar a definir el problema, establecer hipótesis y determinar la metodología para formular un estudio de investigación definitivo. En este tipo de investigación no se llega a conclusiones definidas ni generales”.[3]

Para el maestro universitario sanmarquino Julio Mejía Navarrete, este nivel de la investigación científica cumple las funciones siguientes:
-     Aumentar la familiaridad del investigador con el fenómeno que estudia, motivando un estudio más consecuente y mejor estructurado.
-       Aclarar conceptos y teorías con los que se pretende llevar una investigación.
-          Establecer preferencias temáticas para posteriores investigaciones.
-         Resumir información acerca de posibilidades prácticas para la realización de investigaciones, en marcos de la vida actual.
-        Realización de estudios diagnósticos de carácter preliminar, en donde se delimiten los problemas más agudos y de inmediata solución práctica, en una comunidad donde no se puede esperar una investigación más sistemática.[4]

Carlos E. Méndez A., indica que para definir el carácter exploratorio del estudio han de tenerse en cuenta consideraciones importantes: el conocimiento previo que tiene el investigador sobre el problema planteado, los trabajos realizados por otros investigadores, la información no escrita que poseen personas que por su relato pueden ayudar a reunir y sintetizar sus experiencias”[5]

Este mismo autor considera como estudios exploratorios: “las monografías e investigaciones bibliográficas que buscan construir un marco teórico de referencia, o las orientadas al análisis de los modelos teóricos. Los trabajos genéricos referidos a la teoría de mercados, producción, finanzas, administración del recurso humano, moneda y banca, comercio exterior, microeconomía, macroeconomía, hacienda pública, auditoría, revisoría fiscal, costos, estados financieros, etc., son ejemplos que por su contenido, más de tipo teórico, pueden constituirse en estudios exploratorios” (Carlos E. Méndez A., 2001:135).



[1] Tafur Portilla, Raúl. La Tesis Universitaria. Editorial Mantaro, Primera edición, Lima, 1995, p.43.
[2] Selltiz, et al. Métodos de investigación en las relaciones sociales. Rialp, Madrid, 1965.
[3] Münch, Lourdes y Ernesto Ángeles. Métodos y técnicas de investigación. Editorial Trillas, Tercera edición, 2007, p.30.
[4] Mejía Navarrete, Julio. La investigación social (Introducción). Cuadernos de Teoría y Metodología. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, setiembre de 1983, p.28.
[5] Méndez A., Carlos E. Metodología, diseño y desarrollo del proceso de investigación. McGraw Hill Interamericana S.A., Impreso por Editorial Nomos S.A., Tercera edición, Colombia, 2001, p.135.
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