Artículos periodísticos y de investigación

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20 de abril de 2016

Libro: EL APRISMO SEGÚN HAYA DE LA TORRE

II

EL APRISMO ES UN PARTIDO REVOLUCIONARIO

Para el Aprismo, la realidad económico-social de Indoamérica es el punto de partida de su acción política. Consecuentemente, descubrir esa realidad ha sido y es su primera misión revolucionaria. (11)

Porque no debemos olvidar que en el Perú culminó la revolución emancipadora en 1924. De aquí que el Aprismo sea el anunciador del Nuevo Ayacucho. (12)

El Aprismo significa, fundamentalmente, una fuerza revolucionaria capaz de llegar a las más extremas realizaciones pero de acuerdo en todo instante con la realidad de cada país indoamericano, a fin de no provocar a la reacción y dar origen, por tácticas falsas, a movimientos como el fascismo italiano, chileno y el que encubiertamente representa la tiranía actual en el Perú. En el caso peruano, el Aprismo significa, consecuentemente, la fuerza revolucionaria capaz de imponer la revolución del campesino y obrero, y de establecer la lucha organizada de esa revolución contra el imperialismo, que es el capitalismo, opresor del obrero, y contra el latifundismo, que es la explotación del campesino. (13)

En ese sentido, sin eludir la posibilidad de que toda revolución pueda explicar o no violencia en un sentido físico o moral, el Aprismo es revolucionario. Pero negamos el absurdo principio de la violencia por la violencia o el simplismo de la revolución sólo para tener el poder. Contrariamente, el Aprismo proclama la necesidad de llegar al Poder para operar desde él la revolución, en un sentido de transformación, de evolución, de renovación, pero sujeta siempre a los imperativos y limitaciones de la realidad. (14)

Nuestra actitud revolucionaria - revolucionaria de acción y no de palabrería - se mantiene. (15)

Sin embargo, compañeros, nos queda, a nosotros los apristas peruanos, que estamos dentro y fuera del país, la responsabilidad histórica de conducir la verdadera revolución social al triunfo. (16)

El Apra, consecuentemente, quiere guiar a las masas trabajadoras hacia el Poder. Pero el Poder no puede conquistarse sin lucha, sin guerra. Toda lucha y toda guerra - a medida que el enemigo es más poderoso - necesita su táctica y su estrategia. Táctica y estrategia primero, para conseguir el Poder, después para mantener la revolución en el Poder y hacer la revolución desde el Poder. Revolución como mera toma de Poder, es cuartelazo o montonera de éxito. Revolución como transformación fundamental en el orden económico y social es la obra que nosotros queremos resaltar, obra difícil antes y después de la toma del Poder. (17)

Lo que interesa al Apra es que la revolución se cumpla, tanto más amplia, tanto más radical, tanto más izquierdista, tanto más roja cuanto la realidad lo permita. (18)

Nuestro sentido de la palabra revolución, vale decir, transformación sin la catastrófica y primitiva acepción que le dan los que cada vez que leen la palabra «revolución» en este documento se olvidan de que está presentada como sinónimo del vocablo «transformación», que sí expresa claramente cómo diferenciamos nuestro concepto de «revolución» del de «cuartelazo» y del de «montonera», y, lo que es más interesante, que considera que esa transformación debe realizarse antes y después de la toma del Poder. (19)

Revolución no es caos; es más bien disciplina en la acción dirigida certeramente hacia nuevos caminos. La lucha renovadora impone, más que ninguna otra, convicciones arraigadas capaces de afirmar energías tenaces. (20)

No hay que confundir revolución con simple alboroto o demagogia; yo creo que el Partido Aprista ha realizado en el Perú una profunda revolución. La está realizando: la revolución de convertir un país, primera en una entidad política con un Programa y de convertir a un pueblo en un grupo social capaz de entender ese programa, de renovarlo, de sentirlo y de llevarlo adelante. Esta es la obra del Aprismo. (21)

Pero yo digo que un Partido revolucionario es un Partido que realmente realiza una revolución profunda en la conciencia de un pueblo, que lo prepara y lo predispone a cambios trascendentes y permanentes. Eso es la verdadera revolución, porque como decía, cuando yo era alumno o miembro de la Universidad Popular, un amigo obrero de Vitarte, muy gracioso, no hay que confundir manifestación con pelotera.(22)
III

EL APRISMO ES UN PARTIDO DE INTEGRACION LATINOAMERICANA

El Aprismo es una entidad moral, y política, con un Ideario adelantado de los problemas nacionales y continentales. (23)

Nosotros los apristas hemos padecido nuestro ideal de integración continentalista, pero precisamente por haber logrado la victoria de su confirmación, es que nos sentimos libres de resentimientos, de enconos o de recriminaciones. (24)

La palabra de orden del A.P.R.A. sintetiza, sin duda, la aspiración de veinte pueblos en peligro: «Contra el imperialismo yanqui, por la unidad política de América Latina para la realización de la Justicia Social. (25)

La fuerza o alianza de pueblos que lleve a la victoria la causa de la libertad de América, eso aspira a ser el A.P.R.A.

El A.P.R.A. organiza el Gran Frente Único Antimperialista y trabaja por unir en ese Frente a todas las fuerzas que en una forma u otra han luchado o están luchando contra el peligro de la conquista que amenaza a nuestra América. (26)

Sólo unidos los Estados latinoamericanos podrán reglamentar y controlar eficazmente las inversiones extranjeras que aún necesitan para impulsar su industrialización y conseguir, de veras, su segunda independencia. Sólo unidos podrán garantizarla y asegurar su autonomía frente a los riesgos intervencionistas de los más fuertes. Y sólo unidos, también, podrán acrecentar su poderío económico, explotar sus riquezas naturales plenamente y realizar la aspiración de una democracia social justa y estable, que es la que enarbola el postulado de «libertad con paz» (27)
  
IV
EL APRISMO ES UN PARTIDO CON DOCTRINA ORIGINAL Y DE EMANCIPACION MENTAL Y POLITICA

El Aprismo representa una doctrina completa y un método de acción realista, vale decir, un programa integral económico-político y social para asegurar la independencia económica de la América Latina. (28)

El movimiento aprista es un movimiento que tiende fundamentalmente a rescatar para la organización económica del país el equilibrio. El Aprismo es una concepción económica, es igualmente una tesis política y una ideología. (29)

«Sólo el Aprismo Salvará al Perú», debo declarar que no es en nuestra opinión el Aprismo solo, como Partido que excluye toda otra colaboración, sino el Aprismo como doctrina, como programa, como línea directriz, en el que caben todas las colaboraciones y todas las ideas sujetas a un plan constructivo y realista.(30)
  
El Aprismo, como doctrina política supone fundamentalmente estos principios: defensa de la riqueza nacional porque la riqueza de un pueblo es el respaldo de su soberanía; defensa que supone desarrollo y progreso nacional de esa riqueza, como base de la felicidad y bienestar del pueblo que debe conservarla e impulsarla para beneficio de su mejoramiento material y cultural. En segundo término: sobre la base de este concepto económico de la seguridad y desarrollo nacionales, la organización del Estado, teniendo en cuenta al ciudadano como participante manual e intelectual en la producción de la riqueza, base de la economía, principio que responde al concepto de la Democracia Funcional. En estos dos grandes enunciados se basa todo el Programa de acción política del Aprismo. (3l)

Por esto es que nosotros nos cuidamos tanto de que al intentar, un movimiento de reforma social y económica en el Perú, nuestro movimiento fuera original. Que no debiera imitar a nadie, ni que fuera un nuevo colonialismo de izquierda o de seudo izquierda. (32)

Así nos emancipamos también del coloniaje mental europeo, iniciando un movimiento que, al mismo tiempo que significaba y contenía la independencia económico-social de nuestros pueblos, significaba y contenía asimismo la emancipación de los dictados mentales que venían de Europa pretendiendo enseñarnos cómo se consigue la justicia. El movimiento aprista surgió, entonces en su autenticidad, en su originalidad, como algo nuevo. Como una atrevida concepción de independencia mental y política. Pero recogió al mismo tiempo la tradición hereditaria de nuestro afán popular indoamericano de libertad: Nosotros con la fundación del APRA mantuvimos el principio de que la justicia puede alcanzarse sin sacrificar la libertad del hombre. (33)

El APRA insurgió declarando que era un movimiento sin ninguna influencia ni intervención extranjera y que queríamos encontrar nuestros propios caminos para realizar en nosotros mismos, con nuestros propios medios y con nuestras propias ideas la transformación social de nuestros pueblos. (34)

Desde el primer momento, el Apra apareció como «un movimiento autónomo latinoamericano, sin ninguna intervención e influencia extranjera», como se dice claramente en el artículo. Esta declaración significaba, sin lugar a dudas, que la nueva organización no estaba sometida ni iba a someterse nunca a la Tercera o Segunda o a cualquier otra Inernacional política con sede en Europa; y definía así su fisonomía de movimiento nacionalista y antimperialista indoamericano. (35)

El Apra mantiene el principio de la acción autónoma de nuestros pueblos en su lucha contra el imperialismo. Aprovecha las experiencias de la historia, las verifica en nuestro suelo, y desechando críticas absurdas se afirma realistamente en la dialéctica de los hechos. Por eso, el Partido Antimperialista de Frente Único que propugna el Apra crea un vasto movimiento nacional indoamericano que afronta realistamente la obra de nuestra emancipación del imperialismo. (36)

Somos un gran movimiento nuevo, auténticamente peruano,  por su ideario, por su organización, por su origen indoamericano, popular, criollo y mestizo. Porque a nosotros no nos dirige nadie que no sea la voluntad soberana del pueblo peruano, cuyas necesidades y cuyos derechos defendemos. Ni nos financia nadie, desde Rusia, desde Italia o desde Inglaterra o desde las arcas de la plutocracia limeña tan bien ayudada por otro dinero extranjero. ¡Nuestro mejor oro es la voluntad y el sacrificio que ponen todos los integrantes de este gran movimiento popular y juvenil para enfrentarse al porvenir a fin de transformar al Perú en una patria justiciera que sea la de las generaciones futuras!.
¡Nuestro oro, repito, es la fe insobornable en un Perú justo, libre y culto con la que nos presentamos a nuestros adversarios civilistas de la derecha y los comunistas de la falsa izquierda y que ellos seguramente no pueden exhibir! (37)

Formamos un Partido de doctrina, el primero definitivamente organizado del país, y pedimos que se nos combatiera doctrinariamente. (38)

El Aprismo es hoy el verdadero Credo civil de nuestra América.(39)

Como el Aprismo es ya una doctrina por la que se batalla con gallardía y por la que se muere con heroicidad en el Perú. (40)




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