Artículos periodísticos y de investigación

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27 de marzo de 2020

PROBLEMÁTICA DE LA BIOÉTICA EN LA SOCIEDAD GLOBAL


PROBLEMÁTICA DE LA BIOÉTICA EN LA SOCIEDAD GLOBAL

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

La bioética es un asunto de constante debate académico, político, filosófico, teológico y científico  entre quienes consideran a la tecnología como un fin en sí mismo y no sujeto a regulaciones por las leyes  y aquellos que piensan que la tecnología debe estar al servicio de las personas bajo el control de criterios éticos y regulable por las leyes de los países.
A fines del siglo XX  se descubre el ácido nucleico, la composición química de las vitaminas, hormonas y antibióticos, se desarrolla la neurofisiología, se lucha contra la pobreza crítica y crónica, la mortalidad infantil, el control de la natalidad, pero lo que preocupa más a la humanidad es la aparición de nuevas técnicas como la manipulación genética, la fertilización asistida y el de órganos  por cuanto con ellos y a través de ellos surgen nuevos dilemas morales en una sociedad cambiante y compleja.

En los últimos años se ha asistido a un intenso debate en torno a la ética de la investigación en seres humanos y en particular en relación con los consensos internacionales que la regulan. Podemos identificar como punto de inflexión la versión del año 2000 de la Declaración de Helsinki. Esta polémica en torno a aspectos centrales en la ética de la investigación, como son el uso del placebo cuando existe un tratamiento probado, la obligación de brindar beneficios posinvestigación, o la diferenciación entre ensayos terapéuticos y no terapéuticos debe ser tomada en cuenta para la reflexión[1]

Los inusitados adelantos científicos, humanísticos y tecnológicos están generando profundos cambios en la vida de las personas y las sociedades. Cada día ocurre y se descubre algo nuevo e impactante, nuevas formas de nacer y de morir, el Proyecto Genoma Humano, la biología molecular, los derechos de los pacientes, etc., que generan problemas y dilemas, que levanta polémica en lo social, político, económico, geográfico, histórico, educativo, cultural, moral y ecológico e inclusive que altera el comportamiento de las personas, sus formas de ser, de pensar, de percibir, de imaginar, de producir, de consumir y de vivir en la actual sociedad global.

Miles de trillones de dólares se gastan en investigar lo que ocurre en otros planetas, pero lo de nuestro planeta Tierra queda mucho por investigar a plenitud, sobre todo lo que ocurre en la vida del hombre y la relación con su medio ambiente. El hombre sigue  ignorando mucho de cuanto ocurre en la profundidad de su ser y en su relación con antiguos y nuevos fenómenos de la sociedad global.

Los graves y complejos problemas humanos siguen en pie abriendo sendos debates en todo el mundo, tanto en países desarrollados y en vías de desarrollo, en busca de nuevas estrategias para enfrentarlos con efectividad y eficacia, evitarlos, combatirlos o erradicarlos. Problemas como los siguientes: el coronavirus COVID-19, la clonación terapéutica y reproductiva, las células madres, la reproducción asistida, la maternidad subrogada, la manipulación de los genes, los organismos transgénicos, la terapia génicas, el genoma humano, el uso de microorganismos manipulados genéticamente, la eugenesia, los xenotrasplantes, la eutanasia, la exclusión social, la infección por VIH, la inequidad en la explotación y distribución de la riqueza, las consecuencias derivadas de la aplicación de un modelo económico global regido por las leyes del mercado que afecta mayormente a los países pobres del Tercer Mundo, etc., etc.

Como todos sabemos la medicina es un saber práctico que tiene por objeto diagnosticar, prevenir y curar las enfermedades, aliviar el dolor y promover mejores condiciones de calidad de vida y de bienestar. A través del tiempo y en el proceso evolutivo de las culturas y civilizaciones la medicina siempre ha generado actitudes, posiciones, percepciones, decisiones y posturas morales críticas en lo referente a lo que está bien o no está bien hacer. Resulta ahora que en diversos países se celebran reuniones, convenciones, simposios y congresos nacionales e internacionales con el objeto de discutir sobre la biotecnología, los problemas bioéticos, sus causas y consecuencias, sobre los problemas de la fecundación, la reproducción artificial, los problemas de la inte­rrupción de la gestación y la masificación de las políticas hospi­talarias, entre otros.

“Desde la más remota Antigüedad la función del médico ha sido consi­derada a la luz de sus implicaciones éticas. Dado que el médico tiene poderes extraordinarios para conservar o para impedir la vida, por medio del trata­miento de las enfermedades, sus acciones son juzgadas como dispensadoras en última instancia de los dos extremos que atenazan las obsesiones de la existencia humana: vida y muerte”[2].

La investigación en seres humanos a la luz de los principios y valores éticos permite iluminar la acción humana, evaluar la eficacia de un nuevo fármaco o de un nuevo procedimiento terapéutico, mejorar el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades en general, enfermedades mentales y enfermedades contagiosas, y garantizar el respeto a la dignidad, la autonomía y la libertad de los sujetos en proceso de investigación y los Derechos Humanos, mejorar la calidad de vida de las poblaciones, lograr grandes beneficios para la humanidad, sin necesidad de dar un paso atrás en la aplicación de los estándares éticos consensuados internacionalmente.

La Bioética, nueva disciplina surgida para encarar estos nuevos fenómenos humanos, ha sido definida como: “el estudio sistemático de las conductas humanas en el área de las Ciencias de la vida y la atención de la salud, en tanto que dichas conductas se examinen a la luz de principios y valores morales” (Reich, W. T. Encyclopedia of Bioethics. S&S. MacMillan. The Free Press. New York, 1978.). Nueva disciplina que abarca  y aborda la salud pública, salud ocupacional e internacional, la salud mental y la ética del control de la natalidad, etc., desde tiempos de la medicina hipocrática. El hombre investiga al hombre, el hombre es investigado por el hombre a la luz de nuevos métodos, técnicas e instrumentos científicos y tecnológicos. El hombre es “objeto” y “medio” de investigación en aras del bien común y de un mundo mejor, en investigaciones con posibles menores o mayores riesgos para los participantes.

“Pero se está llegando a un punto en el que la ciencia está tocando ya los hilos de la vida, está ya capacitada para seleccionar genes, para decidir quién nace, cuando nace y con qué características e incluso cuando se tiene uno que morir, y esto es muy peligroso e inaceptable” señala María Luisa Morales Gallego en “Los nuevos avances científicos y la bioética” (2018:80).

 “La solución de problemas de conocimiento relacionados con la salud requieren del concurso de múltiples disciplinas que no son exclusivamente del campo biomédico: salud pública, sociología, antropología, ciencia política, derecho, educación, filosofía, etc. De igual forma las posturas epistemológicas y metodológicas para abordar la investigación en salud son distintas y algunas toman distancia del paradigma empírico analítico en que se fundamenta la investigación biomédica, donde la búsqueda de "la verdad" y una postura "neutral" de la ciencia son asuntos centrales de esa mirada”.[3]



[1] Kottow M. Conflictos en ética de investigación con seres humanos. Cad Saúde Pública 2005; 21(3): 862-9.

[2] Juan Ñuño. Problemas de ética. EPISTEME vol.32 no.1-2 caracas dic. 2012

 http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-43242012000100015

[3] Samuel Arias-Valencia;Fernando Peñaranda. La investigación éticamente reflexionada. Rev. Fac. Nac. Salud Pública vol.33 no.3 Medellín Sept/Dec. 2015. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-386X2015000300015


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