Artículos periodísticos y de investigación

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9 de abril de 2021

Gustavo Saberbein y la necesidad de una nueva Constitución en el Perú

GUSTAVO SABERBEIN Y LA NECESIDAD DE UNA NUEVA 

CONSTITUCIÓN EN EL PERÚ


                                                     Dr. Gustavo Saberbein Chevalier


Escribe: 

Dr. Eudoro Terrones Negrete

A pocos meses de iniciarse el primer quinquenio del Bicentenario de la Independencia, el consultor económico internacional y exministro aprista de Economía y Finanzas de Perú, Dr. Gustavo Saberbein Chevalier, en su reciente obra, Nuestro Tiempo: Entre los siglos XX y XXI. El Perú no está perdido (Chicago, enero 2021), en una de sus interesantes propuestas plantea que los peruanos debemos ir a una nueva Constitución, rescatando los principios económicos, sociales y políticos consagrados en la Constitución de 1979, firmada por Víctor Raúl Haya de la Torre, para construir desde sus bases un moderno Estado ágil, eficiente e incorruptible y lograr un Perú grande, unido, culto, digno, libre y justo.


A raíz de las elecciones generales del 11 de abril de 2021 en el Perú, algunos candidatos presidenciales de los partidos políticos han insistido en su propuesta de cambio de la Constitución política de 1993.

No debe olvidarse que la Constitución política de 1979, según los expertos constitucionalistas fue una de las mejores constituciones que tuvo el Perú, llamada por algunos “La Constitución política del siglo XXI”.

La Constitución de 1993, -que derogó a la de 1979-, fue aprobada por un Congreso Constituyente Democrático, producto de un golpe de Estado y subordinado a un gobierno autoritario y corrupto  de Alberto Fujimori Fujimori, el mismo que ahora viene cumpliendo condena en la cárcel por sus delitos cometidos.

Cabe precisar y enfatizar que la Constitución de 1993 se elaboró de manera apresurada, sin cuidadoso estudio y debate, por un Congreso Constituyente hecho a la medida para la reelección de Alberto Fujimori. Además es una Constitución neoliberal en el campo económico; le falta mayor sentido social; mantiene un régimen unicameral con todos sus vicios, defectos, mañas y artimañas. Una sola cámara en el poder legislativo ha resultado ser ineficaz para la democracia y el país, por cuanto permite la aprobación de leyes sin mayor estudio, “entre gallos y medianoche” y a poco tiempo de aprobadas muchas leyes son nuevamente revisadas, corregidas, aumentadas o derogadas, originando todo esto relativa desconfianza al inversionista nacional o extranjero y parte de la inseguridad jurídica e inestabilidad política del Perú.

 Gustavo Saberbein justifica la necesidad de una nueva Constitución política  con razones válidas que pasamos a referir: “La vigente Constitución de 1993 ha sido promulgada por una dictadura, tras un referéndum cuestionado y que ha traído como consecuencia que más del 70 % del trabajo del país sea ilegal o informal y que apenas el 20 % de la población económicamente activa labore bajo contrato y que ha llevado a un deficiente régimen tributario, el mismo que es evadido frecuentemente por los adinerados del Perú. Por lo que es necesario cambiar el régimen subsidiario del Estado que está al servicio de los monopolios y los oligopolios, por otro social y democrático que propicie una economía competitiva y diversificada”.

“El Perú necesita una nueva Constitución, que tome en cuenta la evolución de la sociedad peruana y la economía internacional, así como las ausencias o indefiniciones mostradas por la Constitución de 1993, comenzando con la necesidad de incluir en ella el fomento de un sistema político peruano afianzado, con partidos políticos debidamente organizados y con políticos aptos e íntegros”.

Abonando en razones, precisa Saberbein Chevalier: “Es fundamental que la nueva Constitución esté provista de las debidas salvaguardas para evitar la elección de candidatos con conflictos de intereses y antecedentes penales, y exija una preparación mínima necesaria a todos los candidatos que postulen a cargos públicos en el Ejecutivo –a nivel nacional, regional y local-, y a los candidatos que postulen para ser congresistas. Por otro lado, debe contener los cambios necesarios para evitar que un gobierno sin mayoría en el Congreso carezca de gobernabilidad, tal como sucedió con el primer gobierno de Belaunde Terry, el de Fujimori y el de PPK”.

“La nueva Constitución – refiere Saberbein- debería propiciar el desarrollo de una economía social de mercado, que combine la libertad económica con la justicia social, que sintetiza las ventajas de la economía de mercado e incluye la participación y regulación con eficiencia del Estado –con el propósito de evitar que los monopolios, carteles u oligopolios abusen de su posición de mercado-, tal como lo hacen, de manera exitosa y desde hace largo tiempo, Alemania y otros países del mundo”.

Finalmente asevera que es necesario que la nueva Constitución “fomente el desarrollo y afianzamiento de nuestra identidad nacional, libre de todo complejo o minusvalía, porque tenemos suficiente base para esto, y a la vez propicie la recuperación de los valores humanistas y las buenas costumbres que favorecen la vida en sociedad y el desarrollo de nuestro país, mediante la educación y la difusión de libros y textos de historia que no recojan la fobia antihispánica desarrollada por Francia, Países Bajos e Inglaterra, entre otros países, desde el siglo XVIII hasta hoy, ni el menosprecio de nuestras culturas precolombinas, ni del peruano indígena, negro ni mestizo, porque no existe razón para ello”.

La propuesta del economista Gustavo Saberbein me parece interesante, válida y pertinente, muy bien podría ser reajustada y completada a la luz de los nuevos aportes del gran debate nacional.

Subrayo estar a favor del restablecimiento de la Constitución de 1979, con las modificaciones que se consideren pertinentes en los campos social, económico, político, educativo, ecológico, científico, tecnológico y moral en bien del país, así como la incorporación de modernas instituciones para mejorar el funcionamiento del Estado en el siglo XXI y prestar un servicio eficiente a la colectividad nacional.

Lima, 09 de abril de 2021.

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