Artículos periodísticos y de investigación

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12 de julio de 2009

ALAN GARCÍA:
EL PAÍS ESPERA ORDEN E INCLUSIÓN SOCIAL


Escribe:
Dr. Eudoro Terrones Negrete

En una ágil y significativa ceremonia de juramentación de nuevos ministros desarrollada en Palacio de Gobierno, el 12 de julio último, el Presidente Alan García expresó su confianza en el nuevo gabinete ministerial que preside Javier Velásquez Quesquén.

En sus palabras iniciales expresó su agradecimiento por el esfuerzo que realizaron los dos anteriores jefes de gabinete, Jorge Del Castillo y Yehude Simon Munaro, y destacó la labor positiva efectuada en bien de la mayoría nacional, en una época muy difícil, en que la población mundial atraviesa por una crisis económica y financiera sin precedente.

“Ahora el país espera orden e inclusión social y que ningún preso quede sin sentencia. Estoy convencido de que el Gabinete que presidirá Velásquez Quesquén cumplirá esos objetivos, devolviéndole al país confianza y optimismo”, dijo Alan García.

Más adelante, convencido por cierto, advirtió a los ministros: “Para afrontar la difícil obra que es la política, no esperemos ni reconocimiento ni gratitud, porque esto sólo lo dirá el tiempo y la historia. Queremos servir al Perú y hacerlo cada vez más grande”.

El presidente García, en sus palabras finales, convocó a la reflexión crítica, serena y responsable de los peruanos y de los nuevos ministros, respecto a los peligros que ya se presentan en el Perú y en el mundo: “El conflicto ideológico sudamericano que en la actualidad es mayor y más activo; la agitación que crece perturbando la tranquilidad, el orden y la seguridad nacional y los espíritus electorales que ya se asoman y que siempre complican a los gobiernos”.

Juramentaron al cargo: Javier Velásquez Quesquén, Primer Ministro; José Antonio García Belaunde, Ministro de Relaciones Exteriores; Luis Carranza Ugarte, Ministro de Economía y Finanzas; Martín Pérez Monteverde, Ministro de Comercio Exterior y Turismo; José Antonio Chang Escobedo, Ministro de Educación; Rafael Rey Rey, Ministro de Defensa; Octavio Edilberto Salazar Miranda, Ministro del Interior; y Aurelio Pastor Valdivieso, Ministro de Justicia.

También, Oscar Raúl Ugarte Ubillús, Ministro de Salud; Enrique J. Cornejo Ramírez, Ministro de Transportes y Comunicaciones; Dante Adolfo De Córdova Vélez, Ministro de Agricultura; Manuela Esperanza García Cochagne, Ministro de Trabajo; Mercedes R. Araoz Fernández, Ministra de la Producción; Francis Allison Oyague, Ministro de Vivienda; Pedro E. Sánchez Gamarra, Ministro de Energía y Minas; Antonio Brack, Ministro de Ambiente; y Nidia Vílchez Yucra, Ministra de la Mujer y Desarrollo Social.

La ardua labor que cumplirán los ministros deberá ser decisiva y efectiva para erradicar la inseguridad ciudadana, la violencia política y los problemas sociales embalsados por anteriores gobiernos. Todo esto les demandará tiempo, diálogo persuasivo, creativo y constructivo, mucha coordinación entre ministros y presidentes de gobiernos regionales y gobiernos locales.

Pero también, como decía el presidente García, el país espera inclusión social, programas generadores de empleo masivo en los sectores con mayor porcentaje de pobreza, incorporación a la vida del Estado de campesinos y nativos que tradicionalmente fueron olvidados, marginados o exclusivos y que ahora reclaman sus derechos y exigen justicia.

Muchos éxitos en sus gestiones, señores ministros. Que Dios ilumine vuestras decisiones y acciones, que la inmensa mayoría nacional ponga el hombro y asuma la corresponsabilidad en la construcción de su propio destino y del futuro de todos los peruanos.
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EL NUEVO GABINETE:
RETOS Y RESPUESTAS

Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete


Después de los lamentables sucesos de Bagua, de la frustrada censura al gabinete por el Congreso al no alcanzar el bloque de oposición conjunta los votos mínimos requeridos y luego de la fracasada huelga de transportistas, del paro sindical de la facción comunista CGTP, la renovación del gabinete era el clamor popular.

El presidente Alan García, nominó y juramentó en Palacio de Gobierno a los nuevos ministros, el 11 de julio del presente año. Y lo hizo con amplitud de criterio, pluralismo político, serenidad y responsabilidad.
El nuevo gabinete, presidido por Javier Velásquez Quesquén, parlamentario aprista por la región de Lambayeque y ex presidente del Congreso de la República, promete ser un gabinete funcional, operativo, dinámico dialogante, conciliador e identificado con las justas aspiraciones de desarrollo y progreso del Perú.

Ojalá que así sea, y que del dicho al hecho no haya mucho trecho, para la felicidad de más de veintinueve millones de peruanos.

FUNCIONES DEL PREMIER

Según la Constitución política, el Presidente del Consejo de Ministros es, luego del Presidente de la República, el portavoz autorizado del Gobierno y tiene la obligación de coordinar las políticas, acciones y funciones de todos los ministros y de refrendar los decretos legislativos, los decretos de urgencia y demás decretos y resoluciones que expide el Poder Ejecutivo

El Presidente del Consejo de Ministros tiene por funciones fundamentales realizar el monitoreo de las políticas y programas de carácter multisectorial del Poder Ejecutivo; coordinar acciones con el Poder Legislativo, con los organismos constitucionales autónomos y con las entidades y comisiones del Poder Ejecutivo, conciliando prioridades para asegurar el cumplimiento de los objetivos de interés nacional.

Coordinar con los ministerios y demás entidades del Poder Ejecutivo la atención de los requerimientos de información del Poder Legislativo, en el marco de lo dispuesto por la Constitución Política del Perú; y mantener relaciones de coordinación con los gobiernos regionales y locales, en lo que corresponda de acuerdo a ley.

Promover y participar en el diálogo y la concertación con la sociedad; normar, asesorar y supervisar a las entidades públicas en materia de simplificación administrativa, así como evaluar de manera permanente dichos procesos y actuar como ente rector del Sistema Nacional de Informática.

Asimismo, promover la mejora permanente de la gestión pública, mediante el perfeccionamiento de la organización de las entidades públicas, de la eficiencia de los procesos y sistemas administrativos y de la gestión del empleo público; supervisar el desarrollo de las políticas aprobadas por el Foro del Acuerdo Nacional; y desarrollar, en coordinación con el Poder Legislativo, el proceso de modernización de la gestión del Estado.

LA MALA SUERTE

Desde la época republicana, la población tuvo la mala suerte de contar con pocos ministros de Estado, idóneos, experimentados y de conducta moral ejemplar.

En cambio, abundaron ministros de escritorio, ministros fusibles, ministros secretarios, expertos en sonreír, experimentar emociones y satisfacciones el momento de juramentar sus cargos o posar ante las cámaras fotográficas y de televisión; hábiles en firmar papeles mojados en tinta que originan consecuencias fatales; puntuales al cobrar sus remuneraciones mensuales; pero sordos y mudos ante la prensa, cuando se trataba de dar cuenta de sus gestiones.

La mayoría de ministros culminaron sus gestiones a corto plazo, sin pena ni gloria.

NUEVOS MINISTROS Y NUEVAS IDEAS

De lo que se trata ahora es de la posibilidad de encontrar y contar con nuevos ministros, con nueva mentalidad para la acción y el cambio social profundo e irreversible que el Perú requiere, a fin de continuar en la ruta del crecimiento económico y del desarrollo social, y mantener por muchas décadas, su ubicación en el primer lugar entre los países de América Latina.

Los peruanos necesitan soluciones a sus históricos problemas; demandan ser escuchados y atendidos en sus peticiones racionales y realistas en educación, salud, vivienda, pesquería, electrificación, transporte, trabajo, alimentación, ecología, seguridad ciudadana, entre otros.

Los nuevos ministros deberían reflexionar seria, consciente y críticamente, sobre la ineficiencia, el burocratismo, la demagogia y la corrupción en cualquiera de los ministerios, en tanto y en cuanto afecta la imagen del gobierno, desprestigia a la democracia y al Estado de Derecho.

Cada ministro deberá ser un ejecutivo, un hombre de acción que, dejando el escritorio que burocratiza, se ponga en contacto con el pueblo y ayude al presidente García en la labor de pedagogía política, de solución de problemas in situ y de auténtico comunicador social respecto a las decisiones y acciones que vienen ejecutando el gobierno por el bien común.

MÁS SENTIDO PREVISOR Y DECISIONES OPORTUNAS


El nuevo equipo de ministros no debería esperar el desborde popular, las huelgas, los paros o las movilizaciones populares para recién practicar la política tradicional del bombero, de “apagador de incendios”.

El gobierno pierde mucho dinero con ministros dormilones, quedados, abúlicos, faltos de iniciativa y de capacidad de respuesta a los problemas de su sector. Haya de la Torre, decía en la Escuela de Dirigentes Apristas: “No preguntemos cuánto cuesta la obra; preguntemos y respondamos ahora, cuánto más costaría la misma obra el no hacerla en su oportunidad”.

Mal haría el nuevo equipo ministerial si se acostumbrara a seguir actuando bajo el imperio de la presión de las organizaciones, empresas y pueblos del interior del país. Seguro que correrían el riesgo de ser censurados por el Congreso o por el hombre común y corriente que transita por las calles, plazas y avenidas del Perú profundo.

En política (ciencia del buen gobierno o de posible), no hay que ser ingenuos o de muy buena fe ante la viveza de algunos dirigentes de oposición, que no pierden la oportunidad para denunciar, escandalizar, asumir actitudes hasta irrespetuosas o mostrar cartelitos en el hemiciclo del Congreso, contraviniendo su propio Reglamento.

La población aguarda con mucha expectativa un gabinete ágil, inteligente, creativo y dialogante, con voluntad e idoneidad para la acción, con nuevas ideas y respuestas para los antiguos y nuevos problemas.

De sus decisiones y acciones consecuentes y transparentes dependerá en mucho el bienestar para el mayor número de peruanos. De no ser así, la historia los juzgará con la máxima sanción, por no haber sabido responder a las necesidades y demandas de la inmensa mayoría nacional.

No interesa, por ahora, que los nuevos ministros sean independientes, apristas o no apristas, lo que importa es su eficiencia, honestidad, responsabilidad, sensibilidad social y oportunidad en la toma de decisiones ministeriales.

Lo que importa es que sepan compartir las ideas, iniciativas o sugerencias de los ciudadanos, más allá de sus posiciones políticas, religiosas, empresariales e institucionales.

Lo que importa es la capacidad de reacción y de respuesta inmediata a las demandas de los trabajadores manuales e intelectuales, a través de los medios de comunicación.

TRABAJO EN EQUIPO

Ahora, los nuevos ministros tienen el reto de efectuar un trabajo conjunto por la pacificación del país, por la afirmación política de la democracia social y hacer que los obreros, campesinos e indígenas sean copartícipes en la vida del Estado y no simples electores cada tres o cinco años, ante el aluvión de nuevos e improvisados partidos políticos y que compiten por llegar a la presidencia de la República o al Parlamento nacional.

Hacer menos pobres a los pobres; salvar al Perú del analfabetismo tecnológico y de la tiranía de la ignorancia; decir al pueblo toda la verdad sobre sus reales problemas; y acometer los problemas sociales y económicos con un sentido social, constructivo y visión global.

ESTADO DE INSTITUCIONES ORGÁNICAS

Los nuevos ministros deberán tener presente que la política es arte, técnica y ciencia, requiere de mucha preparación y práctica en el libre debate de las ideas, en el uso de la hermenéutica parlamentaria y del método dialéctico, para no dejarse arrastrar por la fácil palabrería de los catones de cartón o por el infantilismo mental de movimientos chauvinistas o nacionalismos atómicos y parroquiales que intentan hacer creer a los otros lo que pretenden ser, pero que, en realidad, no lo son todavía.

“El Perú no es un país de caciques, -decía Haya de la Torre-, sino un Estado de instituciones orgánicas en las cuales los individuos pierden importancia para darle paso a los equipos”, a fin de contribuir a la descaudillización del poder en el Perú.

MAYOR Y PERMANENTE DIÁLOGO

En sus diálogos con el pueblo, no olviden señores ministros que la verdadera política es por excelencia la ciencia y el arte de lo posible y de la terrenidad, por tanto tiene que ser realista y concreta.

Y como diría el filósofo peruano, Antenor Orrego, en su obra “Pueblo-Continente”: “La política tiene que manejar las fuerzas del nadir, y prenderse a las necesidades y anhelos de la multitud para que ésta pueda alzarse hacia el Espíritu. Toda política inteligente tiene que ser económica, debe fincarse en las relaciones de producción y de cambio, debe estructurar en su acción las necesidades primarias de la masa”.

RETOS Y RESPUESTAS URGENTES

Son grandes retos que esperan respuestas urgentes del nuevo gabinete profundizar y culminar la reforma estructural del Estado; garantizar la seguridad ciudadana, atender con mayores recursos económicos y control administrativo las peticiones de los pueblos olvidados del interior del país; ejecutar un plan de guerra contra la corrupción, inmoralidad e impunidad en los diferentes poderes del Estado.

Mejorar sustantivamente las remuneraciones de los trabajadores manuales e intelectuales, empleados y funcionarios del sector público que se mantienen congelados por más de una década. El crecimiento y desarrollo económico debe ir parejo al crecimiento y desarrollo social, para que el pueblo perciba, sienta y disfruta de mejores niveles de vida y de bienestar.

Mantener y profundizar las buenas relaciones internacionales con los países vecinos y del mundo desarrollado, sin “picarse” ni responder a las opiniones desatinadas de algunos gobernantes incultos y autoritarios que no ven con buenos ojos y se resisten a aceptar que el Perú sea el primer país que crece y avanza entre todos los países de América Latina, a pesar de la crisis financiera mundial.

Generar las mejores iniciativas y propuestas en sus sesiones de trabajo, para que la producción y el mercado interno se mantengan ágiles, fuertes, en movimiento y con capacidad de respuesta oportuna a la coyuntura económica actual.

Cumplir con los pactos y convenios internacionales, con los compromisos suscritos por anteriores ministros, sin esperar las movilizaciones o el desborde popular. Desactivar anticipadamente las denominadas “bombas de tiempo”.

Poner en marcha un Plan Integral de Desarrollo Nacional (PIDEN) para impulsar y garantizar el mejoramiento de la calidad educativa en todos los niveles y modalidades, en concordancia con los adelantos científicos y tecnológicos en información, comunicación y educación.

Finalmente, es urgente que el gobierno aplique una política efectiva, eficaz y eficiente de comunicación de todo cuanto realizan lis diferentes ministerios y sectores descentralizados, para que la población esté bien y oportunamente informado, cueste lo que cueste. Sólo así podrán contrarrestar a los bulistas informativos, a tránsfugas políticos y a malos representantes del pueblo que tratan de aprovecharse de las circunstancias, de la pobreza y del desempleo, a fin de jalar agua para sus molinos.(http://www.eudoroterrones.com/; e-mail: eudoro.terrones@yahoo.com; http://eudoroterrones.blogspot.com).lima,11/ de julio de 2009.
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9 de julio de 2009


LOS 9 MESES DEL PRESIDENTE DEL CONSEJO DE MINISTROS

Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete

Analistas políticos improvisados, parlamentarios de diversos partidos y todos aquellos que creían que Yehude Simon Munaro iba a entornillarse en el cargo de jefe del Gabinete Ministerial del gobierno peruano y utilizarlo para su campaña política como posible próximo candidato a la presidencia de la República del 2011, se equivocaron por completo.

Su reciente carta de renuncia irrevocable presentada al Presidente Alan García Pérez, demuestra, a propios y extraños, ser un político cuajado de principios y valores éticos, que asume su responsabilidad en las buenas y en las malas, con alto sentido social y espíritu de lucha por el bien común, allá de intereses personales y cálculos políticos electoreros.

Sus nueve meses de labor, en contacto con las mayorías nacionales, se tradujeron en acciones positivas y resolutivas de problemas, en lucha a pie firme a favor de la descentralización, de los gobiernos regionales y contra los signos de corrupción e inmoralidad, la pobreza crítica, el analfabetismo, etc., que se enraizó en los diversos poderes del Estado, como producto de la herencia de gobiernos anteriores.

En su misiva Simon reveló el privilegio que tuvo “al tratar con los empresarios que apuestan por el Perú, y sin duda lo hacen con la confianza que el Gobierno genera”. Reconoció que el Perú se encuentra “entre los pocos países que, pese a la crisis económica internacional, continúa creciendo en su economía, aunque a menor ritmo”.

Asumió el costo político de los sucesos de Bagua, por el respeto que tiene al país y la lealtad al gobierno de Alan García. “Lamentablemente, los sucesos de Bagua, donde primaron la desinformación, los mensajes de enfrentamiento y los odios e intereses políticos, terminaron con la vida de 34 personas, de las cuales 24 pertenecían a la Policía, quienes se inmolaron por la democracia y el orden; y nueve hermanos nativos, que defendían lo que ellos suponían les sería arrebatado: sus tierras y el agua. Además del mayor de la Policía Nacional, Felipe Bazán, desaparecido”.

Denunció la “nefasta campaña, que pretendía manchar su gestión” a través de algunos medios de comunicación y políticos irresponsables, a la vez que hizo público su agradecimiento a la dirección política del Partido Aprista Peruano y a su militancia, por el apoyo y las muestras de simpatía recibido durante su gestión.

Finalmente, reconoció en el Presidente García “a una persona comprometida con el desarrollo, la reducción de la pobreza y la elevación de los niveles de vida, que pese a cualquier crítica su pensamiento está siempre en el Perú, en un Perú en paz y justo”.
Como pocos jefes de Gabinete Ministerial, Simon Munaro cumplió sus funciones con dignidad, dedicación, vocación dialogante, pluralismo político y trabajo en equipo, por un Perú que avanza y crece, pese a quien le pese. La posteridad y las nuevas generaciones sabrán juzgar su labor con mayor objetividad y espíritu de justicia. (eudoro.terrones@yahoo.com).
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8 de julio de 2009

A MAYOR ÉTICA, MAYOR DESARROLLO HUMANO

A MAYOR ÉTICA, MAYOR DESARROLLO HUMANO
Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete (*)

En el presente siglo asistimos a una vorágine de transformaciones sociales, económicas, políticas, educativas, culturales, ecológicas, científicas y tecnológicas, de dimensiones y alcances múltiples, como producto del nuevo fenómeno de la globalización, que insta a los seres humanos a fortalecer y consolidar una visión ética de los problemas del desarrollo, para contrarrestar sus insólitos e impredecibles efectos y alcanzar mejores condiciones y niveles de vida.
Desde el siglo pasado e inicios del tercer milenio, excelentes pensadores, filósofos e investigadores sociales vienen abordando el tema del desarrollo desde la ética: Mahatma Gandhi, Raúl Prébisch, L. J. Lebret, Franz Fanon y Gunnar Myrdal., Denis Goulet, Paul Streeten, Amartya Sen, Joseph Stiglitz, David A. Crocker, Peter Singer, Edgar Morin y Bernardo KliKsberg, con el objeto de encontrar alternativas viables frente al modelo económico neoliberal, modelo que concentra la riqueza en pocas manos, que genera alarmante exclusión social y vulnera elementales derechos humanos.
El hombre aún es concebido como un objeto o una cosa y no como una persona. El hombre es valorado no por sus conocimientos, no por su condición de persona, sino por ser un instrumento del capital al servicio del enriquecimiento económico y egoísta de unos cuantos privilegiados de dichos recursos. El hombre más vale por su capacidad de producción de bienes y servicios, por los recursos económicos que dispone para adquirir un producto en el libre mercado.
En opinión de Martín Luther King, Jr. “estamos acostumbrados a medir el éxito sobre la base de nuestros salarios o al tamaño de nuestros carros, y no según la calidad de nuestras relaciones humanitarias”, es decir desde una posición netamente economicista, de cuantificación monetaria. Pero de lo que se trata es medir el éxito desde una óptica interactiva, de relaciones interpersonales, de cualificación ética, a fin de impulsar la construcción de un Estado transparente, libertario, responsable, justo y un gobierno dialogante, con vocación propositiva y resolutiva de los problemas de la sociedad.
Los gobiernos y las grandes inversiones de capital deberían estar al servicio del desarrollo integral del hombre, dentro de una acción solidaria, responsable, transparente y de plena sensibilidad social y una inter-relación ética-economía y ética-desarrollo.
COMPETENCIA, CRECIMIENTO Y DESARROLLO
El crecimiento y desarrollo económico requieren de la competencia en los mercados para producir bienes y servicios a más bajo coste posible que los competidores y que estén al alcance de la economía del mayor número de clientes.
Este reto conlleva a los empresarios, en la mayoría de los casos, a utilizar métodos ilícitos y antiéticos y a realizar patrones de conducta que colisionan con las buenas costumbres y la dignidad de las personas, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo.
Como producto de la competencia sin fronteras dentro de un libre mercado, donde hay de todo y para todos, se genera interminables actos de corrupción, doble facturación, exageración de las bondades del producto o del bien, pago disminuido de impuestos, subvaluación, sobrefacturación, pago de coimas para la obtención de licencias en el menor tiempo posible, manipulación contable, desnivel excesivo de sueldos y salarios entre ejecutivos y trabajadores, prácticas deshonestas para evitar que una empresa sea comprada por otra, delitos informáticos, entre otros.
TENER MÁS O SER MÁS
El Profesor de Mérito de la Universidad de Notre Dame en EE.UU., Denis Goulet, en su obra “Ética del desarrollo. Guía teórica y práctica” (Madrid, 1999), explica que cuando el estudio del desarrollo se propone la búsqueda de una economía más humana “Las expresiones “más humano” y “menos humano” deben entenderse a la luz de una distinción vital entre plus avoir (“tener más) y plus éter (“ser más”). Las sociedades son más humanas o más desarrolladas no cuando los hombres y las mujeres “tienen más”, sino cuando son capaces de “ser más”. Y agrega: “el criterio principal de desarrollo no es el incremento de la producción o del bienestar material, sino el enriquecimiento humano cualitativo”.
SED DE ÉTICA
KliKsberg señala que “hay una sed de ética” en toda América Latina y que se está extendiendo mundialmente, para luchar contra la injusticia histórica, la dominación, la dependencia y el subdesarrollo.

ÉTICA PARA EL DESARROLLO HUMANO
Y para que el capital no continúe devorando al hombre en sus justas aspiraciones de una vida digna, es necesario la aplicación de una ética de desarrollo, ética en la política, ética en la economía y la práctica de principios y valores éticos con sentido social, orientada hacia la humanización del capital.
En virtud a la ética del desarrollo, los actores económicos y sociales tienen la responsabilidad de considerar las causas y consecuencias de sus actividades a fin de distribuir la riqueza en la sociedad con el máximo de equidad y espíritu de justicia para el mayor número de personas.
Según Kjell Magne Bondevik, existen una serie de valores comunes, entre los cuales tres de ellos son esenciales para el desarrollo: 1 Respeto a la vida y a la dignidad humana, reflejado en la protección y promoción de los derechos humanos; 2. Protección del medio ambiente proyectado en el desarrollo sustentable, y, 3 Compasión y solidaridad, base para la promoción de la justicia, el desarrollo económico y social, tanto a nivel nacional como internacional.
Lograr el desarrollo integral del ser humano no es tarea fácil, pero sí es posible. Los gobiernos deberían efectuar profundos cambios en sus políticas educativas, programas sociales, legislación tributaria, legislación laboral, etc. que conlleven a la universalización de los servicios en educación, cultura, salud, seguridad social, transportes, vivienda, energía eléctrica, etc., para que los individuos estén en condiciones suficientes de satisfacer sus necesidades fundamentales.
La ética, la inteligencia emocional y la inteligencia colectiva permitirían potenciar el conocimiento de los seres humanos, la toma de conciencia y la valoración de sus aptitudes, destrezas, habilidades, potencialidades y diferencias individuales, con fiel respeto “al otro” y participación “del otro” dentro de la multiculturalidad y la aceptación con respeto de la validez de las opciones “de los otros”, aun cuando éstos tengan maneras de pensar, de actuar y de vivir diferentes a la de uno mismo.
Sólo la práctica de la ética en las actitudes, acciones y decisiones de los individuos, de gobernantes y gobernados, puede ser la respuesta a la postmodernidad, tiempo caracterizado por una permanente inestabilidad , complejidad, incertidumbre, desterritorialización de las personas, exclusión social, inestabilidad laboral, comunicación global en todos los sentidos, ciudadanía global y pretensiones de pensamiento único.

CIUDADANOS ÉTICOS
El crecimiento y desarrollo económico deberá ir paralelo al crecimiento y desarrollo humano.
Para combatir la pobreza, la desigualdad, la exclusión e injusticia social y lograr un desarrollo nacional sostenible y permanente, no sólo se requiere de normas legales drásticas y de magistrados incorruptibles y competentes, se necesita además de ciudadanos con conciencia ética , con responsabilidad social, con sólida educación axiológica y ética.
Se requiere de empresas públicas y privadas con altos estándares de gerencia social, la concepción y praxis de una economía con rostro humano, ejecutivos con responsabilidad social, jurídica y ética, la existencia de un voluntariado participativo y solidario.
Kliksberg, en su libro “Más ética, más desarrollo”, particularmente en su parte final “Propuestas para una economía orientada por la ética”, señala que hay tres cosas que deben ser superadas en la aplicación de políticas sociales: a) el reduccionismo economicista, para construir políticas socioeconómicas, b) el asistencialismo, para concebir una política social que genere realmente oportunidades, y c) su verticalidad, para dar paso a la participación y a las relaciones horizontales entre todos los sectores de la sociedad.
Y concluye: “Una economía orientada por la ética no aparece como un simple sueño, sino como una exigencia histórica para lograr que la paradoja de la pobreza en medio de la riqueza pueda realmente superarse y construir un desarrollo pujante, sustentable y equitativo”.

(*) Doctor en Educación, periodista, escritor y catedrático de Ética Periodística en la Universidad Jaime Bausate y Meza (www.eudoroterrones.com; eudoro.terrones@yahoo.com; eudoroterrones.blogspot.com)
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7 de julio de 2009

Reflexiones acerca del Aprismo

REFLEXIONES ACERCA DEL APRISMO

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

De las Obras Completas de Víctor Raúl Haya de la Torre, se puede extraer algunas precisiones conceptuales sobre el significado del aprismo dentro del escenario político, a fin de facilitar una mejor comprensión y valoración de su filosofía, doctrina e ideología.

El aprismo es el primer partido político que aparece en el Perú y América Latina del siglo XX, sin caudillo ni nombres propios, sin ninguna intervención o influencia extranjera pero sí con una filosofía original, un programa Máximo y Mínimo de gobierno que responde a un anhelo de renovación y de justicia social con Pan y Libertad.

El APRA no nació como movimiento político moderno para repartir puestos públicos, hacer falsas promesas y servirse del Estado. Nació para ser ejemplo de organización y de liderazgo político. Nació para servir al Estado, no para servirse del Estado; nació para exigirle al pueblo sus deberes y defender sus derechos; nació para rescatar lo perdido moral y materialmente para la Nación; nació para levantar la bandera del gobierno científico, basado en la economía, en el método, en la investigación y en la moralización.

Históricamente, ha buscado en su propia realidad el verdadero camino: la respuesta de las masas, en lucha frontal contra todo tipo de dictaduras, injusticias e imperialismos, incluyendo con absoluto desinterés personal a todos los que estén listos al servicio sacrificado, inteligente, honesto y altruista del país.

Siendo un movimiento con fuerza juvenil, con ciudadanos en afán constante de superación intelectual, profesional y moral, el Apra busca revolucionar en un sentido científico, elevado e integral la vida del Estado para tornarlo en fuente de alegría, bienestar y felicidad para todos los peruanos, sin diferencia de clases ni de razas ni de otro tipo de discriminaciones.

Haya de la Torre enseñó a las jóvenes generaciones que no puede haber revolución económica y social, si no hay ante todo y con ella una profunda revolución científica, tecnológica, educativa, cultural y moral. Y ningún país subdesarrollado podrá salir de su retraso sin la ayuda económica y tecnológica de los países desarrollados.

A través del tiempo, el camino de su marcha tiene las huellas de su sangre, porque es el camino de los fuertes. El aprismo supo responder con creces a su fe e hizo de ella la enseña promisoria del Perú nuevo, redimido y justo.

Lo que el aprismo exige de sus militantes y dirigentes es honestidad permanente, desinterés personal, tolerancia, respeto mutuo, sensibilidad social, responsabilidad, cooperación, solidaridad, espíritu de igualdad y de justicia social, firme propósito de sacrificio individual en aras del bien común.
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4 de julio de 2009

EL BULO INFORMATIVO Y EL PERIODISTA


EL BULO INFORMATIVO Y EL PERIODISTA
Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete
El bulo informativo o noticia falsa (en inglés: hoax), consiste en afectar la ingenuidad de alguna persona para hacer aceptable o creíble lo que es tácitamente falso y muchas veces insensato.
En el idioma español el término se popularizó para referirse a engaños o falsedades que se difunden de manera masiva a través de los medios electrónicos, especialmente Internet.
El bulo informático es un mensaje que se difunde por Internet, pero sin fines lucrativos. Su contenido impactante da la impresión de provenir de una fuente confiable y seria, pero que en realidad es falso o engañoso.
San Agustín, entiende por mentira “una declaración falsa hecha con el propósito de engañar”. Para él, la mentira debe contener tres elementos: 1. La falsedad de la declaración, 2. La voluntad de decir la falsedad, y, 3.La intención de engañar. Algunos autores, agregan un cuarto elemento: dicha a alguien que tiene el derecho de saber la verdad.
Las personas bulistas tienen por objetivos: captar direcciones de correos electrónicos para remitir spam, virus, mensajes con phising o más noticia falsa; engañar al destinatario para que revele su contraseña o acepte un archivo de malware; confundir a la opinión pública; satisfacer su amor propio; hacer una broma para avergonzar a las personas o burlarse de éstas; alcanzar fines no lucrativos; obtener cambios en los comportamientos sociales mediante la mentira y, finalmente, demostrar la credulidad de las personas.
Según Wikipedia, los bulos se dividen en varias categorías: Alertar sobre un supuesto fin de messenger, hotmail o algún otro servicio (si no se reenvía dicho correo a xxx cantidad de personas… “Bulo” existente desde que existe Internet); alertas sobre virus incurables; mensajes de temática religiosa (demoniacos o apocalípticos); cadenas de solidaridad; cadenas de la suerte; métodos para hacerse millonario, y hacen pedir deseos a quienes los reciben y al final del mensaje avisan que si no es reenviado no se cumplirán” (http://es.wikipedia.org/wiki/Bulo).
En opinión de Joseph Folliet, se puede errar o mentir tergiversando una información; se puede errar o mentir por omisión suprimiendo una noticia o por falta de proporción, no dándole el lugar y espacio convenientes.
Para Folliet, “El verdadero periodista es el caballero de la verdad”. Es decir, el periodista no deberá mentir, por el contrario siempre deberá decir toda la verdad y nada más que la verdad, cueste lo que cueste.
El periodismo es una sagrada profesión de servicio social y de gran responsabilidad social, jurídica y ética. Por eso es que su público invoca, reclama y exige al periodista veracidad en la información, en el comentario, en la crítica, en la página editorial, en las entrevistas y en los reportajes.
Precisamente el deber de informar con veracidad que tiene el periodista conlleva el derecho del público a recibir la verdad completa, no las medias verdades.
En la concepción del filósofo griego Platón la verdad se entiende “como las cosas que son de la manera en que son”; y según Descartes “el arte de creer en proposiciones de verdad, de la que no se tiene suficiente evidencia es inmoral”.
La verdad es la esencia de la información. Sin verdad no hay información, y lo que hay es desinformación. Y desinformación es falsedad, medias verdades, distorsión o mutilación de la verdad. La información no verdadera es una corrupción de la información y el que desinforma vulnera el derecho del público a la información.
Cuando los medios de comunicación difunden falsedades, medias verdades, a la vez que manipulan las noticias, informaciones y declaraciones que reciben todo el descrédito va para la profesión y para los periodistas profesionales, a tal punto que en algún momento de la historia fueron calificados de sofistas de la pluma, posiblemente tratando de compararlos con el rol que cumplían los sofistas en la Grecia antigua. Calificativo que el autor del presente artículo lo rechaza en toda su dimensión por no corresponder al rol que cumple el periodista ético.
Como sabemos, los sofistas de la Grecia antigua utilizaron sofismas o argumentos falsos con la intención de inducir al error; a ellos no les importaba el fondo de la verdad, por eso devinieron en hombres falaces, en comerciantes de la cultura, en embaucadores profesionales. Los sofistas no aceptaron ninguna verdad absoluta, pues sólo creían en verdades relativas y se dedicaban a enseñar ganando jugosas remuneraciones mensuales, a enseñar el arte de la retórica y de la dialéctica para ganar al adversario.
En alguna fuente del conocimiento debo haber leído que el sabio ya posee la verdad, el filósofo busca permanentemente la verdad, el profeta prevé y anuncia la verdad, el héroe realiza la verdad en el orden de la acción histórica, en cambio el periodista es el que difunde la verdad a través de los diversos medios de comunicación.
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28 de junio de 2009

Cuidado con los cleptócratas

CUIDADO CON LOS CLEPTÓCRATAS
Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete

El término cleptócrata proviene del griego Kleptein, sinónimo de ladrón, y kratos, gobierno.

La cleptocracia es un sistema en el que, organizaciones y movimientos políticos, grupos económicos y sociales, surgidos de la noche a la mañana, de manera explícita o secreta, precisamente cuando en los países democráticos se avecinan elecciones nacionales, cual bandas de ladrones, delincuentes y subversivos tratan de capturar por cualquier medio el poder político, aprovechándose de la excesiva tolerancia de los gobiernos democráticos, a fin de continuar con su enriquecimiento personal, familiar y de sus grupos vinculados.

Los cleptócratas son personas que, por su naturaleza delincuencial e irracionalidad en sus demandas, promueven la creación de nuevas organizaciones de manera subrepticia, ilegal y sin transparencia, para luego, haciendo uso de las jugosas subvenciones económicas y ayudas materiales que reciben del extranjero, manipular los procesos políticos y económicos, en frontal oposición al sistema democrático.

Estas organizaciones cleptocráticas se infiltran en sectores de la sociedad demcorática, forman parte de sistemas globales, nacionales y locales y se comunican e interrelacionan por Internet, páginas web, chats, videoconferencias y blogspots.

Los cleptócratas, pronto tratan de integrar a los “sectores marginados y necesitados” en la lucha frontal contra el sistema democrático y el Estado de Derecho, para derrocar a presidentes de la República, apoyar económicamente a la lucha armada, fomentar la convocatoria a referéndum, a asambleas constituyentes, a fin de cambiar la Constitución para incluir la reelección presidencial consecutiva y de por vida, garantizar la impunidad de su ilícito accionar y la vigencia de ideologías radicales, violentistas y antisistema.

Hoy en día, el cleptócrata resulta siendo un ciudadano que pone en práctica sus vicios, defectos y artes para robar todo lo que encuentra al alcance de su mano, por cualquier medio y sin el menor respeto a las autoridades, a la Constitución política, a los derechos humanos y a las leyes de la república.

Amigo(a) lector(a), si por ahí, logra identificar a algún cleptócrata y cuenta con las pruebas instrumentales que el caso requiere, denúncielos públicamente. No permita que sigan avanzando en el país. Ya es tiempo que limpiemos el territorio nacional de estos malos y antipatrióticos elementos convertidos ahora en los sepultureros de la historia.
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LA CORRUPCIÓN: El nuevo opio de los pueblos

LA CORRUPCIÓN: El nuevo opio de los pueblos

Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete


La corrupción es una epidemia y lacra social sin fronteras, con raíces profundas, de consecuencias incalculables y que no respeta a nadie.

Fue el ideólogo Carlos Max, quien calificó a la Religión con la frase “el opio de los pueblos”. Otros pensadores dirían que el opio de los pueblos es la ignorancia, la pobreza, el armamentismo, el imperialismo y el pensamiento único.

Para el autor del presente artículo, el nuevo opio de los pueblos es la corrupción e inmoralidad.

El mundo civilizado, no obstante haber avanzado mucho en adelantos científicos y tecnológicos para interpretar y explicar los fenómenos que ocurren en el mundo e investigar lo que hay en otros planetas, sin embargo los problemas del propio ser humano se mantienen en pie esperando tiempos mejores.

Por ejemplo, el hambre, la subocupación y el desempleo, la contaminación ambiental, la drogadicción, el armamentismo, el narcotráfico, el terrorismo, la violencia política, la inseguridad ciudadana, la desintegración familiar, la crisis económica, el analfabetismo tecnológico, la proliferación de religiones y la corrupción.

Según el Catecismo de la Iglesia Católica Nº 2409, el término corrupción significa “toda forma de tomar o retener injustamente el bien ajeno, aunque no contradiga las disposiciones de la ley civil, retener deliberadamente bienes prestados u objetos perdidos, defraudar en el ejercicio del comercio, pagar salarios injustos, elevar los precios especulando con la ignorancia o la necesidad ajenas”.

ACTOS DE CORRUPCIÓN

Los actos de corrupción ya traspasaron las fronteras nacionales y se convertieron en un aprovechamiento indebido de la administración de un patrimonio común.

Constituyen actos de corrupción el viciar el juicio de los que deben tomar decisiones conforme a derecho, el fraude fiscal, la falsificación de cheques y facturas, los gastos excesivos en necesidades secundarias, el despilfarro de los recursos del Estado, el infligir un daño a la propiedad privada, entre otros.

La “mordida”, el embuste y el fraude parecen estar convirtiéndose en códigos de conducta cotidiana de funcionarios, administrativos, ejecutivos, jueces, magistrados, políticos. legisladores, etc., inconductas que forman parte del entramado de nuestra idiosincrasia y forma de ver y de encarar la cosa pública.

Usura, chantaje, malversación de fondos, evasión tributaria, elevados sueldos para los legisladores, nepotismo en las empresas, altas tasas de comisiones injustas, interceptación telefónica, sobrevaluaciones y subvaluaciones, erotización y genitalización de la sociedad, tráfico de madera con la deforestación de millones de hectáreas de selva y el sembrío de hojas de coca para el narcotráfico, a costa de propiciar el levantamiento de pueblos y originar el homicidio entre policías y civiles, la violencia como sepulturera de la historia impulsado por líderes políticos antiglobalizadores y extremistas con aliados mercenarios del “antisistema” en cada país, son, entre otros, fenómenos de la corrupción que devienen en el nuevo opio de los pueblos del Perú y del mundo..

PREGUNTAS QUE REQUIEREN RESPUESTAS

Hay líderes políticos, dirigentes sindicales, ejecutivos, autoridades, ministros, parlamentarios, funcionarios, empleados, etc., que desprestigian la condición de seres humanos, con sus actos diarios de corrupción e inmoralidad.

En diversos países del mundo hay organizaciones sociales y movimientos políticos que niegan la dignidad de otros seres humanos por razones religiosas, culturales o étnicas y proclaman, sin escrúpulo, que deben ser exterminados.

Los actos de corrupción perpetrados hasta la fecha han situado el beneficio privado antes del bienestar de los ciudadanos y del desarrollo económico de los países. Hay una corrupción nacional y también una corrupción supranacional.

Y al respecto cabe preguntarse: ¿Es que el mal de nuestro tiempo, como diría Krishnamurti- consiste en la “pérdida de la conciencia del mal”?

¿Es que en la crisis de nuestra era- como diría Peter A. Sorokin- “todo se permite si puedo llegar al éxito”?

¿Es que la tierra sufre hoy de cáncer, y ese cáncer, como dirían algunos pensadores, se llama “el hombre sin moral”?


CONSECUENCIAS

Los actos de corrupción y de inmoralidad gubernamental tienen una serie de consecuencias: Socavan las estructuras morales del individuo, de los gobiernos y los países; promueven la desigualdad, marginación e injusticia social; atentan contra la credibilidad e imagen de los gobiernos honestos y de las estructuras democráticas; generan la ingobernabilidad y la posible alteración, suspensión o liquidación del Estado de derecho.

Asimismo, originan la delincuencia subversiva, el terrorismo y la desobediencia civil; socavan la legitimidad de las instituciones públicas; atentan contra los derechos de cuarta generación: el crecimiento, el desarrollo integral y el progreso de los pueblos.

ALTERNATIVAS

Para la erradicación progresiva de la corrupción en los diversos países se requiere de lo siguiente:

1. Promoción y consolidación de la toma de conciencia pública y el “mea culpa” personal puede ser uno de los puntos de partida para que los valores espirituales y morales recuperen su lugar.
2. Un código de ética gubernamental y ciudadana, que regule el comportamiento de los gobernantes y gobernados, según los principios y valores éticos.
3. Un Poder Judicial eficiente, ágil e incorruptible, que sancione de manera oportuna y con las penas más drásticas a los corruptores y corrompidos, sin dejar un solo acto impune.
4. Suscribir un Pacto de Cooperación Internacional contra la Corrupción, entre los países democráticos.
5. Apoyo efectivo a Transparencia Internacional (TI), que es la única organización no gubernamental a escala mundial que se dedica a combatir la corrupción, congrega a la sociedad civil, al sector privado y a los gobiernos en una basta coalición global.
6. Los medios de comunicación deberían promover el funcionamiento de unidades de investigación para la lucha conjunta contra la corrupción.
7. En el caso del Perú, además de los seis puntos expuestos, comparto la propuesta de Héctor Huerto Milla , exdiputado nacional (1985-1990), cuando manifiesta que para institucionalizar el Estado peruano y sentar las bases que permitan combatir la corrupción debería empezarse por la modificación de algunos preceptos de la Constitución del Estado: “Dentro del marco señalado, deberían comenzar con la modificación del Art. 122 de la Constitución del Estado, a efecto de que la elección del Presidente del Consejo de Ministros sea efectuado por votación secreta de los Congresistas, tal como ocurre en otros Estados del hemisferio y, de esa manera, se habría despojado al Presidente de la Republica de toda responsabilidad que pudieran producir los Ministros; se habría cambiado el sistema “presidencialista de gobierno” y se consolidaría al Primer Poder del Estado que reposa en el Congreso. Es decir, se “recupera la fe en la Democracia” representativa y participativa” (apuntesconstitucionales.blogspot.com/2008/11/...).



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