Artículos periodísticos y de investigación

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12 de abril de 2012

DESCENTRALIZACIÓN Y REGIONALIZACIÓN PARA LA TRANSFORMACIÓN DEL PERÚ

DESCENTRALIZACIÓN Y REGIONALIZACIÓN PARA LA TRANSFORMACIÓN DEL PERÚ

Por: Eudoro Terrones Negrete


Después de ciento noventa años de vida republicana (1821-2011) en el que se dieron la mano la explotación del hombre por el hombre y la explotación del hombre por el Estado, los peruanos aún no hemos sido lo suficientemente solidarios y cooperadores en la tarea común de poner fin a tantos años de coloniaje, explotación y opresión imperialista, años de dominación y dependencia capitalista, años de miseria, exclusión e injusticia social. La brecha social entre ricos y pobres continúa.

El absurdo y rapaz centralismo económico, administrativo, político, educacional y cultural originó gobiernos oligárquicos, conservadores, antipopulares, que expoliaron la sangre de los obreros y campesinos, de las clases medias y del proletariado industrial para enriquecer a determinadas elites, castas y grupos de poder, sin importarles las justas aspiraciones de bienestar de las mayorías nacionales.

Los gobiernos de extracción plutocrática, conspiraron contra el futuro de los peruanos. Avalaron el enriquecimiento ilícito de familias y grupos de poder económico, abusaron de las libertades de expresión y de empresa, desprotegieron el mercado interno al favorecer la libre importación de mercancías extranjeras, incrementaron irresponsablemente la deuda externa, reforzaron la aplicación de políticas centralistas, hipotecaron las riquezas del Perú principalmente ante el imperialismo norteamericano, revivieron y retroalimentaron prácticas y métodos sinuosos de lucha política para mantenerse en el poder. En una palabra, fueron típicos representantes de los intereses extranacionales en defensa de los que más tienen. Sin conciencia política ni de clase, no escatimaron esfuerzo alguno para coaligarse en defensa de los monopolios y oligopolios, de las grandes empresas transnacionales y en su afán desmedido de hacer dinero y más dinero.

ANTECEDENTES LEGALES

A pesar de lo expuesto, históricamente hubo intentos de descentralización, con aplicaciones temporales, suspensiones, restablecimientos y cambios de nombre de las instituciones ejecutoras del proceso: juntas departamentales, consejos departamentales, congresos regionales, corporaciones de desarrollo, organismos de desarrollo, comités departamentales de desarrollo, gobiernos regionales (integración de varios departamentos), para concluir hasta la actualidad (2012) en la denominación de gobiernos regionales a los simples ámbitos territoriales de los departamentos.

1823: Juntas departamentales;1828: Juntas departamentales (restablecimiento); 1856: Juntas departamentales (restablecimiento); 1873: Consejos departamentales; 1886: Juntas departamentales; 1896: Juntas departamentales;1919: Congresos regionales; 1933: Consejos departamentales; 1942: Juntas departamentales de obras públicas; 1961: Corporaciones de desarrollo; 1977: Organismos de desarrollo; 1978: Comités departamentales de desarrollo; 1979: Corporaciones departamentales de desarrollo; 1988: Gobiernos regionales (integración de varios departamentos) y 2004: Los departamentos son denominados gobiernos regionales.

MARCO TEÓRICO

Se entiende por descentralización la delegación de autoridad con capacidad de decisión, la organización institucional descentralizada de los órganos del Poder Central y/o la transferencia del poder regional a las instancias intermedias.

La descentralización se efectúa a través de la regionalización, sin romper la unidad del Gobierno nacional, toda vez que “La República del Perú es democrática, social, independiente y soberana. El Estado es uno e indivisible. Su gobierno es unitario, representativo y descentralizado, y se organiza según el principio de la separación de poderes” (art. 43 de la Constitución política de 1993).

La regionalización es un movimiento histórico y democrático de largo aliento, gestado de abajo hacia arriba, con fines de redistribución y transferencia de recursos humanos, económicos y financieros hacia el interior del país; desconcentración y desburocratización administrativa; y transferencia democrática del poder de decisión y gestión. Es todo un proceso flexible, dinámico y horizontal de creación de regiones, de establecimiento de gobiernos regionales con autonomía económica, política y administrativa dentro de la ley, con delegación de facultades y funciones por parte de los poderes del Estado.

El gobierno central al poner en marcha los gobiernos regionales tuvo que transferir a los gobiernos regionales: funciones, personal, recursos, materiales y presupuesto, acervo documental de órganos y dependencias de los Ministerios, organismos centrales e instituciones públicas descentralizadas. También proyectos especiales, títulos, valores (acciones y bonos), unidades de producción y distribución de energía de empresas publicas. Esta transferencia se llevó a cabo a través de niveles o instancias, delegaciones, ámbitos y tipos de decisiones.

No cabe duda que una efectiva política descentralista de los gobiernos regionales se sustenta en la delegación de autoridad desde el centro (capital de la República y/o capital de departamento) hacia el interior de las regiones (provincias y distritos) en cuanto a la administración de acciones de desarrollo y su programación así como también en la toma de decisiones específicas dentro del contexto de la política nacional-regional y la programación global formulados por el gobierno central.

Las políticas de los gobiernos regionales deben mantener coherencia y relación directa con la política nacional con el fin de lograr el desarrollo armónico e integral de la comunidad peruana.

Somos conscientes que la constitución de un nuevo Estado descentralista en el Perú demanda buen tiempo, mucho trabajo popular e institucional concertado. Más aún si se tiene en cuenta que la administración pública a través del tiempo ha demostrado ser envilecida y vacilante, discontinua e inestable en sus esfuerzos, objetivos, fines y metas; se ha mantenido adormecida por el servilismo político, refugiada en la envejecida y obsoleta estructura centralista y burocratizada, hundida sus raíces en el soberbial conservadorismo tradicional.

Parasitismo, transfuguismo político, indecisión, corrupción, incapacidad y exigencia de más derechos a costa del cumplimiento de menos deberes, podrían ser las características clásicas de la empleocracia pública tradicional. Es así cómo llegaron a formar un desarticulado e inservible andamiaje de dorada organización burocrática, ajena a los grandes objetivos de desarrollo y progreso nacional.

En materia de política económica los gobiernos regionales no descartan el aporte del capital, de la tecnología o la capacidad empresarial extranjera, siempre y cuando se adecuen a las necesidades de las regiones y a las leyes del país, sea para complementar el esfuerzo regional y nacional o para que su participación no devenga hegemónica en ningún sector de las economías regionales. Recordemos que el movimiento regional nace en el Perú proclamando la ejecución de políticas nacionalistas de las clases productoras contra las clases parasitarias y convocando a la integración de los pueblos en defensa de sus necesidades y derechos comunes.

PRINCIPIOS

Son principios de los gobiernos descentralizados y regionales: principio económico, principio político, principio social, principio cultural, principio educativo y principio ecológico.

Principio económico. Procuran realizar una mejor, equitativa y oportuna distribución de la riqueza regional entre la mayoría de la población, sin privilegios ni exclusiones sociales.

Principio político. Fomentan la participación horizontal, voluntaria, organizada y disciplinada de la población, de las instituciones públicas y sociales, del comercio, la banca, la industria y de los empresarios privados en torno a la elección, toma de decisiones y conducción de su propio destino y el desarrollo sostenible en democracia y libertad.

Principio social. Fomentan y desarrollan la solidaridad y sensibilidad social, despiertan la conciencia histórica para el cambio social, fomentan los principios y valores éticos en la población para el austero y transparente manejo de los bienes y fondos públicos, prestación de servicio en aras del bien común.

Principio cultural. Procuran afirmar y rescatar la identidad cultural regional y nacional, dentro de la heterogeneidad social, respetando los usos, las tradiciones, costumbres y formas de vida de los pueblos, liberándolas de todo intento de colonialismo mental o de distorsión de sus valores culturales.

Principio educativo. Capacitan y educan de manera permanente a la población, a los sectores sociales más vulnerables con el fin de garantizar una mejor comprensión y explicación de la filosofía del fenómeno y proceso de la descentralización y regionalización.

Principio ecológico. Contribuyen a mantener un medio ambiente saludable a través de la participación organizada de la población y formulan propuestas de solución progresiva a los graves problemas ambientales de las regiones y del país. Y son problemas ambientales: el calentamiento global de la atmósfera, el agotamiento de la capa de ozono de la estratosfera, la contaminación del agua y los suelos, el agotamiento de la cubierta forestal, la pérdida de especies, la depredación del suelo y la erosión genética, entre otros.

FUNCIONES

Son funciones de los gobiernos regionales revertir la tendencia centralista; superar las desigualdades, contradicciones, discriminaciones y desequilibrios internos, distribuir de manera racional y equitativa las actividades económicas e infraestructura, usar racionalmente y en forma transparente los recursos naturales y fondos públicos.

También, promover la especialización productiva, elevar el nivel de vida de la población, incrementar la riqueza y distribuirla con espíritu de equidad y justicia, ocupar el territorio con racionalidad, dotar de infraestructura económica y social a las regiones, procurar una sociedad regional y nacional digna, unida, libre, soberana y justa.

LA AUTONOMÍA REGIONAL

La autonomía regional es entendida como la potestad que tienen los gobiernos regionales para regir los intereses peculiares de su vida interior, dentro de la Constitución política y las leyes de la República.

Autonomía regional significa delegación de poder para una adecuada toma de decisiones en la solución de los problemas de la región. Esto implica el ejercicio de la capacidad de organización y estructuración, reorganización y reestructuración de todo cuanto sea necesario con el fin de lograr un desarrollo sostenible, es decir la satisfacción de las necesidades humanas del presente sin comprometer la capacidad de satisfacer las necesidades de las futuras generaciones.

La autonomía descentralista regional está orientada a la búsqueda de espacios geográficos más amplios e integrados,, búsqueda de zonas productivas contiguas que tuvieran articulación y sean prometedoras de la complementariedad, en la búsqueda de regiones que tuvieran más poder de planificación, de decisión, elección y selección, con mayores recursos y atribuciones capaces de liquidar ataduras de toda especie, subordinaciones perjudiciales y servidumbre política.

La autonomía no puede entenderse en su dimensión absoluta, pero sí relativa, toda vez que existe un gobierno central o nacional, gobiernos regionales, gobiernos municipales o locales y gobiernos comunales, todos ellos sujetos al gobierno nacional que constitucionalmente es un gobierno unitario, representativo y descentralizado.

En el Perú, el artículo 138 de la Constitución política establece que “la administración económica y financiera del gobierno Central se rige por el presupuesto que anualmente aprueba el Congreso. Las instituciones y personas de derecho público así como los gobiernos locales y regionales se rigen por los respectivos presupuestos que ellos aprueban. La Ley determina la preparación, aprobación, consolidación, publicación, ejecución y rendición de cuentas de los presupuestos del Sector Público así como la responsabilidad de quienes intervienen en su administración”.

Los gobiernos regionales tienen autonomía económica y administrativa. Son competentes dentro de su territorio, en materia de salubridad, vivienda, obra pública, vialidad, agricultura, minería, industria, comercio, energía, previsión social, trabajo, educación primaria, educación secundaria y técnica y las demás que les son delegadas conforme a ley.

La delegación de competencia que acuerda el Poder Legislativo a la región, supone siempre la subordinación a la legislación nacional. Y no pueden ser objeto de delegación las materias que alteran el carácter unitario de la República o el ordenamiento jurídico del Estado o que pueden ser opuestas al interés nacional o a la de otras regiones.

Autonomía económica

En función a su autonomía económica los gobiernos regionales programan y ejecutan su presupuesto regional, aprueban su presupuesto regional proveniente de ingresos propios, celebran operaciones de crédito interno y crédito externo, programan y aprueban el subpliego de recursos de libre disposición, reciben y ejecutan las facultades delegadas por ley expresa aprobada por el Congreso de la República para crear, modificar, exonerar o suprimir tributos; y generar ingresos o rentas propias mediante la explotación de sus recursos naturales, mediante utilidades de empresas productivas que constituyan en su ámbito regional, mediante la ampliación y aplicación de capitales con fines de inversión y mediante la especialización de sus funciones empresariales.

Autonomía administrativa

Cada región tiene autonomía, entre otros, para organización institucional descentralizada de los órganos de Poder central; desconcentración y desburocratización administrativa; creación y ampliación de sucursales y agencias, empresas filiales regionales; organización de la producción de bienes y servicios regionales; participación en el directorio de organismos financieros descentralizados y en las empresas publicas y mixtas; cumplir funciones sectoriales; celebrar convenios y contratos; modificar sus políticas, planes y programas de acción; armonizar y coordinar planes de desarrollo regional.

RESPONSABILIDAD HISTÓRICA

Los gobiernos descentralizados y regionales tienen la delicada responsabilidad histórica de sacar adelante a sus respectivas jurisdicciones para alcanzar un crecimiento económico y desarrollo humano integral, sostenido y sustentable.

Esto implica la aplicación de políticas de reducción de la burocracia; dar prioridad en los créditos e incentivos a la producción a los sectores sociales más vulnerables, universalizar el acceso de los pobres a los alimentos (seguridad alimentaria), incrementar la disponibilidad y la oferta de productos y la autosuficiencia en el abastecimiento, estimular la participación de la población en el proceso productivo, social, educativo y cultural.

Los gobiernos de cada una de las regiones deberían vincular las políticas de crecimiento y desarrollo económico a la política social, implementar políticas y acciones de flexibilización administrativa y legal para las pequeñas y medianas empresas, realizar inversiones públicas de corto proceso de maduración con fines de incrementar las fuentes trabajo interno. Asimismo deberían contener la contaminación ambiental y de los recursos naturales e hídricos, contener la ruralización en las ciudades y la proletarización violentista, erradicar la violencia estructural, el narcotráfico, el terrorismo y toda pretensión de golpe de estado; cerrar el paso a políticas neoliberales salvajes e inhumanas, garantizar la convivencia social pacífica con efectiva defensa y respeto a los derechos humanos.

PRINCIPALES DESAFÍOS

Entre los principales y permanentes desafíos que deberán enfrentar los gobiernos regionales para arribar a un desarrollo sostenido y sustentable de sus regiones, se consideran los siguientes :

- Consolidar y profundizar el Estado de derecho, la democracia y la soberanía regional.

- Mejorar la calidad de vida y el nivel de bienestar de amplios sectores secularmente marginados, olvidados y desvalidos.

- Desarrollar proyectos agroindustriales, mineros, turísticos y artesanales para generar empleo digno y con salario justo para la clase trabajadora.

- Hacer viable un mercado común interregional.

Impulsar la ejecución de programas de cooperación técnica y científica, de producción de bienes culturales y de intercambio cultural-educativo a nivel de las regiones del país.

- Erradicar la pobreza, el narcotráfico, la contaminación ambiental y la violencia estructural en sus respectivas circunscripciones territoriales.

- Proteger y fortalecer el mercado interno regional y la banca comercial y financiera.

- Desarrollar políticas sociales para sectores más vulnerables.

- Fortalecer y consolidar las comunidades campesinas, comunidades nativas y las empresas cooperativas.

- Respetar los principios de no intervención y libre determinación de cada gobierno regional.

- Promover y estimular la participación de la ciudadanía, de las instituciones y organizaciones sociales, políticas, educativas y culturales y de todos los agentes económicos y sociales en el proceso de la cooperación e integración nacional e integración regional para el desarrollo humano integral.

- Afirmar y profundizar el rescate de la identidad cultural de la región y potenciar el uso de los recursos naturales.

REPLANTEAMIENTO DEL PROCESO DE REGIONALIZACIÓN

Domingo García Belaunde, en su artículo “La descentralización en el Perú actual (antecedentes, desarrollo y perspectivas)”, señala lo siguiente:“Veamos ahora cómo se desarrolla el Perú desde 1821, momento en que declara su independencia. Y es que el Virreinato del Perú estaba dividido, a ese momento, en siete (7) Intendencias, como unidades políticas. De ellas, San Martín hizo la conversión a Departamentos, que fueron los siguientes: Arequipa, Ayacucho, Cuzco, Junín, Lima, La Libertad y Puno. Y lo hizo siguiendo el modelo francés. El Perú republicano nació, pues, como país unitario, dividido en siete departamentos. A su vez, cada departamento se dividía en provincias y éstas en municipios. Y esta distribución política es la que permanece hasta ahora, con la salvedad que han aumentado en número (hoy en día son 24 los departamentos) y se ha añadido un nuevo espacio político: la región (sobre lo que volveremos más adelante)” (http://www.garciabelaunde.com/articulos/DescentralizacionEnElPeruActual.pdf)

Desde los inicios de la vida republicana de Perú, en Lima se mantuvo la mayor concentración de la población, la producción, los servicios básicos del Estado, y los recursos económicos.

Lima concentra aún fábricas, empresas bancarias y financieras, tecnología, y planificación, dando lugar al reforzamiento de grupos de poder interno ligados a agentes de dominación del extranjero.

En el primer gobierno de Alan García (1985-1990) se dio el audaz y original proceso de regionalización con toda la legislación adecuada, creándose once regiones con sus leyes propias. Este proceso fue truncado por el siguiente gobierno, criticándola de ser asambleísta o poco funcional. Yo diría, no por ello, todo por mezquindad política. Venció el odio de la mediocridad, la demagogia política y perdió el futuro de las provincias.

En el año 2002 se aprobó la ley que creó el nuevo proceso de regionalización. El 17 de julio de este año se promulgó la ley Nº 27783 que estableció las bases del proceso. Y el 19 de noviembre del mismo año se promulgó la Ley orgánica de “Gobiernos regionales”, que definió la creación de una región en cada departamento, olvidando que el departamento “sobre todo, es una convención que no corresponde sino a una necesidad o un criterio funcional del centralismo”.

Al respecto, José Carlos Mariátegui precisa que “El departamento es un término político que no designa una realidad y menos aún una unidad económica e histórica. El departamento, sobre todo, es una convención que no corresponde sino a una necesidad o un criterio funcional del centralismo. Y no concibo un regionalismo que condene abstractamente el régimen centralista sin objetar concretamente su peculiar división territorial”.

Estos mal denominados gobiernos regionales, – con propiedad no son más que “gobiernos departamentales”-, no responden a las justas expectativas y aspiraciones de crecimiento, desarrollo y progreso de las provincias y distritos del interior del Perú.

De esta manera, el histórico centralismo que se mantuvo en la capital de la República (Lima), no hizo más que trasladarse a las capitales de departamento, con más burocracia, más derroche presupuestal, menos eficacia en la atención a los problemas de las provincias. Una vez más primó el chauvinismo parroquiano, en contra de los reales intereses y justas aspiraciones de progreso y futuro de los pueblos.

Entre algunos problemas de los gobiernos regionales podemos mencionar que carecen de personal técnico competente, no disponen oportunamente de estudios de factibilidad concluidos o de proyectos de desarrollo integral, no tienen la suficiente capacidad de gasto. Hay gobiernos en las que sus líderes empiezan a convertirse en caudillos de grupos de poder económico y político, sean de derecha o de ultra-izquierda.

Ocurre que ahora mientras las capitales de departamento luchan contra el centralismo de la capital de la República, en busca de un futuro mejor; las provincias y distritos, a su vez, luchan por hacer sentir su voz de protesta contra el centralismo en las capitales de departamento. Esta situación no debería continuar en el futuro en aras del bien común.

Es bueno puntualizar que la división política del territorio peruano surgió sobre la base de la división político-administrativa realizada en la Colonia. Las intendencias coloniales fueron “el punto de partida de los primeros departamentos republicanos” (Alfredo Stecher Shauer).

Remontándonos un poco a la historia de la división política del Perú, encontramos que en 1821 existían cuatro departamentos, en 182 once, en 1825 siete, en 1834 ocho, 11 en 1850, 14 en 1857 y 13 en 1862. A partir de 1876, en cien años de existencia, casi se duplica el número de departamentos en el Perú: 18 en 1876, 21 en 1904, 22 en 1906, 23 en 1912, 23 en 1932, 20 en 1934, 21 en 1936, 22 en 1942, 23 en 1944, 24 en 1980 y 24 en 1989.

Desde 1821 se concentró en las capitales de departamento la potestad normativa en la burocracia: el aparato productivo, las inversiones, los servicios básicos, las fuentes de trabajo, la infraestructura física y vial, los medios de transportes y las obras públicas.

Y ahora se enraízan los egoísmos y personalismos de dirigentes, se acentúa las posiciones localistas y de terruño, las viejas ambiciones de poder político y de poder económico. Se viene germinando una concepción estrecha de desarrollo y de crecimiento, de tipo comarcano y aislacionista, desligado del verdadero desarrollo y con perjuicio a las provincias y los distritos. Y de esto tienen parte de su responsabilidad los congresistas de la República que aprobaron las leyes de descentralización y de gobiernos regionales. Razón por el cual hay “gobiernos regionales” o gobiernos departamentos que crecen en mayor grado y nivel que otros, desarticulados y heterogéneamente. Y algunos presidentes de gobiernos regionales, desconociendo que el Perú es un Estado unitario, representativo y descentralizado, quieren ir más allá de sus funciones, se enfrentan legalmente al Estado nacional.

Por el futuro del Perú hay necesidad de un replanteo integral del actual proceso de regionalización, dentro de un nuevo Estado unitario y descentralizado, que se conforme los gobiernos regionales sobre la base de la integración de varios departamentos como debería ser.

El nuevo Estado descentralista y regionalizado tendría que ser el instrumento de defensa y de reivindicación de la colectividad, por un nuevo orden social, libre, digno y justo, que democratice el poder político y el poder económico, que extienda los servicios públicos en opción preferente por los que más necesitan y ponga fin el viejo e interesado manejo de las economías del pueblo.

Finalmente, el nuevo Estado haría realidad la compensación económica entre los recursos de las regiones que más tienen con aquellas más pobres, que poco o nada tienen, a fin de alcanzar una justa distribución y uso racional de la riqueza del país, devolviendo íntegramente a los pueblos provincianos las rentas que producen para ser invertidos en procura de su crecimiento, desarrollo y progreso.

PROPUESTA

Los nuevos gobiernos regionales no tienen por qué continuar arrastrando consigo la carga del pasado vergonzante como un lastre hereditario. Sus expectativas de futuro deben descansar sobre acciones solidarias y transparentes y firmes pilares moralizadores. La moralidad es el prerrequisito de todo buen gobierno.

Los intereses creados, los conflictos de intereses, las gollerías y prerrogativas no deben tener cabida en los gobiernos regionales. Del discurso y de la proclama deberían pasar a la acción moralizadora en el aparato administrativo.

Con el fin de revertir las tendencias concentradoras y centralizadoras en la capital de la República y en las capitales de departamento, por una efectiva descentralización y regionalización del Perú es necesario, cuando menos, lo siguiente:

1. La reforma de la estructura del Estado se hace necesaria y urgente, para adscribirse en un nuevo estilo de desarrollo sostenido, dinámico e integrado, flexible y desburocratizado sobre la base sólida de una concepción científica de la planificación para el desarrollo regional y nacional, que sea capaz de corregir los desequilibrios estructurales y de funcionamiento irregular de la economía peruana.

2. Incorporación y desarrollo de la filosofía de la descentralización y la regionalización en los planes de estudios de todas las carreras profesionales de las universidades.

3. Creación de Bancos Regionales como fuente financiera de desarrollo.

4. Implementación de mecanismos efectivos para la distribución de las inversiones públicas, que privilegie a las provincias, distritos y caseríos del interior del país.

5. Organización de los gobiernos regionales con una conciencia nueva favorable a la transformación estructural del Perú, con conciencia de responsabilidad histórica y moralidad, con conciencia social concertada para el mejor uso y distribución equitativa de los recursos naturales y recursos productivos.

6. Afianzar el cambio de estructuras que procuren la cohesión social y el desarrollo armónico de los gobiernos regionales, tras la aplicación de una política de moralización en los diversos estamentos y sectores públicos de las regiones.

7. Formar gobiernos regionales con la integración de varios departamentos.





















































































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20 de febrero de 2012

HAYA DE LA TORRE: “TU CUMPLEAÑOS DEBE UNIRNOS PARA SIEMPRE, EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS”


A los 117 años de su nacimiento

HAYA DE LA TORRE:
“TU CUMPLEAÑOS DEBE UNIRNOS PARA SIEMPRE,  EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS”

Escribe: Eudoro Terrones Negrete
EL DÍA DE LA FRATERNIDAD
En el Perú, el Día de la Fraternidad Aprista se festeja el 22 de febrero de cada año, con motivo del nacimiento del fundador, del Partido del Pueblo, Víctor Raúl Haya de la Torre, después que el líder Manuel Seoane Corrales lo oficializara en 1946,  en su histórico discurso titulado "Un Recado del Corazón del Pueblo".
Manuel Seoane Corrales, henchido de emoción, con el pañuelo blanco y la mano izquierda en alto, le dijo a Haya de la Torre: "Tu cumpleaños debe unirnos para siempre, en las buenas y en las malas".

El mismo Haya de la Torre confirmó sobre la paternidad de la iniciativa de creación del Día de la Fraternidad al expresar que “Manuel Seoane es el creador del término Fiesta de la Fraternidad. Al comienzo, en la época de la persecución del aprismo, era un poco la fecha de mi cumpleaños, el 22 de febrero. Esta fecha daba lugar a cohetones en las calles, a muchos presos políticos. Cuando vino la legalidad, le dimos el carácter de una semana de fraternidad y allí quedó sumergida la fecha de mi cumpleaños”[1]
Señala Pablo Silva Villacorta[2] que el Día de la Fraternidad “surgió como obra espontánea del pueblo aprista. Al principio como protesta por la prisión de Haya de la Torre en la Penitenciaría en 1933; luego como afirmación de la presencia del Apra en los períodos negros de las tiranías y en las épocas que vivimos como expresión de unidad partidaria y reafirmación principista”.
Y el inmortal vate peruano, César Vallejo, ya había profetizado que el fundador del aprismo sería un líder fuera de serie en Perú y América Latina, cuando escribió: “ Yo poeta César Vallejo, brindo mi copa por este pichón de cóndor Víctor Raúl Haya de la Torre / Yo profeta...anuncio que volará alto, y será grande... grande..."
Movidos por el espíritu revolucionario de una causa noble, justa y humana, el pueblo aprista del Perú celebra el  cumpleaños de Víctor Raúl Haya de la Torre y lo hace con singular regocijo, respeto y admiración, en sus locales partidarios y en manifestaciones públicas.
Todos los comités ejecutivos regionales, provinciales, distritales, estamentos funcionales, delegaciones de sindicatos, federaciones y asociaciones de profesionales del Partido del Pueblo realizan, obligatoriamente, actos internos y públicos por el Día de la Fraternidad,  con sendas movilizaciones, mítines, romerías a los mártires del aprismo, actos litúrgicos en honor de Haya de la Torre, para culminar con una gran chocolatada de confraternidad.
En esta histórica fecha, los apristas honran a sus mártires caídos en la lucha; con el brazo izquierdo en alto ratifican el juramento de luchar sin vacilaciones por el bienestar de la patria; rinden su homenaje a Víctor Raúl, el guía y  conductor indiscutible de la Gran Transformación del Perú y de Indoamerica.
EL APRISMO SEGÚN HAYA DE LA TORRE
A continuación presentamos algunos pasajes de los discursos y escritos de Víctor Raúl, extraído de sus obras “Política Aprista” y “Cartas de Haya de la Torre a los prisioneros apristas”, que constituyen guiones de orientación para las jornadas de lucha por un Perú digno de mejor destino.
FUERZA POPULAR
 “En este país de vicios, corrupción y peculados; en este país de crímenes y de vergüenza ha aparecido una fuerza empujada por el pueblo, que es todo pureza, todo espíritu de justicia, todo sentido de realidad. Los miopes no supieron comprenderla. Esto ha pasado siempre en la Historia… ¿Y por qué no pueden comprendernos? Porque no saben sentirnos…”
“Nosotros no somos una fuerza política para repartir puestos públicos”.  “Nosotros no somos una fuerza política que haga falsas promesas; nosotros estamos lejos de la demagogia”.
APRISMO ES EL PERÚ NUEVO
“El aprismo, pues, no es sólo una bandera política; el aprismo, todos lo sentimos, es una fuerza que responde a un anhelo nacional. Es una fuerza que responde a un viejo dolor del Perú. El aprismo significa el Perú nuevo que insurge, que quiere tomar su puesto, que quiere peruanizarse, según reza nuestro apotegma”.
“Vamos a hacer un Perú sin odios, vamos a hacer un Perú revolucionario. Pero no un Perú de vandalismos y destrucciones”.
“El aprismo significa la movilización de todos aquellos que permanecieron a espaldas de los asuntos del Estado y que hoy quieren exigir su derecho y quieren que su derecho se respete”.
MISIÓN DEL APRISMO ES LLEGAR A LA CONCIENCIA DEL PUEBLO
“La misión del aprismo es llegar a la conciencia del pueblo antes que llegar a Palacio. Y a la conciencia del pueblo no se llega ni con oro ni con fusiles. A la conciencia del pueblo se llega, como hemos llegado nosotros, con la luz de una doctrina, con el profundo amor de una causa de justicia, con el ejemplo glorioso del sacrificio. ¡Sólo cuando se llega al pueblo se gobierna: desde abajo o desde arriba! Y el aprismo ha arraigado en la conciencia del pueblo”.
“Nosotros queremos ciudadanos en afán constante de superación. No queremos ni aventureros, ni oportunistas, ni claudicantes, ni cobardes. No queremos tampoco la demagogia fácil que, como siempre, perturba la razón y la dirección realista de los pueblos. Queremos, compañeros, “revolucionar” en un sentido científico, en un sentido elevado, en un sentido integral, la vida del Estado peruano”.
LA CAUSA DEL PUEBLO VENCERÁ
Somos el Partido del Pueblo y la causa del pueblo vencerá…Porque el aprismo, que es justicia, que es redención, que es pureza y es sacrificio, rechaza a los claudicantes y a los oportunistas, a los que en las horas de buena expectativa nos brindaron su ayuda para abandonarnos después. Ahora más que nunca defendamos la unidad del Partido y ahora más que nunca seamos severos con nosotros mismos”.
SIN PACTOS NI ALIANZAS
“El aprismo no tiene compromisos ni vinculaciones, ni pactos inconfesables con nadie. El aprismo jamás ha traicionado a sus ideales, a sus principios, a sus programas y a sus doctrinas”.
REVOLUCIÓN SOCIAL EN DEMOCRACIA Y LIBERTAD
Nosotros somos revolucionarios, pero no queremos una revolución que destruya, sino una revolución que cree, que organice, que construya”.
“Nosotros enseñamos que es posible alcanzar la justicia por los caminos de la democracia y de la libertad…”·“Nosotros somos y seguiremos siendo los portaestandartes de la revolución progresista, social y económica del Perú. No abdicamos ni abdicaremos jamás de esta posición”.
 “Queremos que la Reforma Social se cumpla sin que haya desigualdad, con civilidad; y por eso queremos mantener sobre todas las cosas el derecho de los peruanos a ser libres. Hemos sufrido muchas tiranías. El Perú está sobrecargado de vergüenza de ellas…Redimámoslo de todo lo que signifique despotismo y opresión y erijamos una democracia nueva, esa democracia que nosotros llamamos democracia con Pan y Libertad”.
“El aprismo ha enarbolado siempre la bandera de paz, de reconciliación, de reconstrucción del Perú y ha dado lecciones patentes, inequívocas de cómo sabe reconsiderar sus actitudes, sus criterios, sus puntos de vista respecto del adversario”.
“El aprismo y sus grandes principios constituyen la verdadera defensa del Pueblo y la mejor garantía de un Perú democrático, libre y justo”.
JUSTICIA Y NO VENGANZA
“En las banderas del aprismo no está escrita la palabra venganza, sino la palabra justicia”.
“El aprismo ha sido el primer partido de los trabajadores en América Latina que en su programa confirió personería de productor de riqueza al trabajador intelectual, al lado del manual. En esta concepción y planteamiento se adelantó en tres decenios al nuevo significado social-económico y, sobre todo, técnico del trabajador intelectual de la Edad Atómica”.
PERÚ: UN PAÍS PILOTO EN LA AMÉRICA LATINA
 “…Creo que el aprismo ya está logrando en el Perú un intento que fue mi sueño de muchacho: Que fuéramos un país piloto en la América Latina; un país piloto en el esfuerzo de una democracia nueva; en el empeño de una gran reivindicación lejana. Y que aquí en este Perú, donde la justicia social fue una verdad antes de que lo fuera en cualquier parte de Asia o Europa con el Imperio de los Incas, nosotros lograremos el rescate feliz de volver a ser el Perú que fue, tierra de justicia, de libertad y de trabajo. Ese ha sido el único norte que me guió al fundar el APRA; esa ha sido la única voluntad directora que me hizo resistir todos los embates y todas las contrariedades. He querido que el Perú sea el país piloto en una América Latina democrática, unida, justiciera, culta y libre, por obra de sus hijos”.
FE, UNIÓN, DISCIPLINA Y ACCIÓN
“Mientras nuestro Partido sepa mantener vigente su Fe, su Unión, su Disciplina y su Tenacidad para el trabajo, el Aprismo no hará sino crecer e imponerse. Por eso, cada aprista debe ser un sostenedor infatigable de esas cuatro columnas morales que amparan nuestra fortaleza política”.
 “El Aprismo necesita de muchos hombres fuertes, libres de vicios, libres de ignorancia, libres de egoísmos, que se entreguen totalmente a la obra de redimir y de salvar a sus hermanos”.
DEL MILITANTE Y DIRIGENTE
“En nuestras filas cada militante, cada dirigente, cada aprista debe asumir sin vacilaciones su responsabilidad de luchar por la justicia y de saber valerse de su libertad”.
“Lo que sí el aprismo exige de sus miembros es honestidad, sinceridad y firme propósito de sacrificio”.
“Compañeros apristas: La unión es necesaria. La unión es el secreto de nuestro gran Partido. La unión no pudo ser rota por la tiranía que empujó contra nosotros toda su saña. La unión ha sido nuestra salvación. La unión ha sido la mejor fuerza del partido y ha de ser la mejor garantía del Perú. Nosotros salvaremos al Perú, manteniendo un Partido un partido unido, haciéndolo así invencible. Por eso, la unión, la organización y la disciplina son las consignas que los apristas deben mantener en todo momento”.
“La virtud fundamental de todo aprista es la de saber persistir. Los obstáculos, los fracasos, los largos periodos de espera, deben ser siempre mirados con optimismo. El Aprismo es una Escuela de educación de la voluntad y un gran corrector para los versátiles”.
Nuestra tenacidad, nuestra firmeza ha desconcertado a nuestros adversarios. Todos hemos cooperado a ello. Por eso, ahora, hasta los más encarnizados enemigos del Aprismo tienen una actitud de respeto, si no de temor, ante la imponente unidad, disciplina, decisión, y fervor de nuestras masas”.
Debemos aprovechar nuestros sufrimientos y no amargarnos jamás; debemos fortalecernos espiritualmente, tanto, que alcancemos el frío y sereno dominio de las más difíciles situaciones. No debemos olvidar que el Aprista debe sufrir para ser fuerte”.
Tengan al libro útil como el mejor compañero, y al Aprismo santo y mártir como el supremo ideal de vida”.
Nosotros, los apristas, debemos seguir en esta dura empresa de ofrecer al Perú y a Indoamérica una lección varonil de entereza y lealtad. Este es el mejor y más alto heroísmo. Porque no consiste la grandeza y el valor de la lucha en las precarias explosiones entusiastas. Lo verdaderamente egregio y superior en una guerra como la nuestra está en persistir, en no acobardarse, en no amilanarse ni amargarse, en mantener siempre en planos superiores por la serenidad enérgica y por la persistencia indeclinable”.
“Nuestro deber y nuestro orgullo aprista nos imponen hacernos respetables dondequiera que estemos. Ninguna debilidad, ninguna desesperanza, ninguna flaqueza debe doblegarnos. En un país donde el valor y la tenacidad no son frecuentes, los apristas debemos mantener y demostrar una entereza indeclinable”.
“Pero nosotros los apristas debemos convertir en tribuna, trinchera y crisol cada circunstancia y cada lugar en que nos hallemos. La soledad de un refugio, la cima de una montaña, el exilio, el trabajo, la vida toda y la muerte misma deben ser para nosotros sitios y momentos de ejemplarización, de autoeducación y de fortalecimiento”.
“Piensen que el Aprismo necesita de muchos hombres cultos, capaces, instruidos, preparados. El Aprismo es el partido del Pueblo y el Aprismo anhela que el pueblo alcance su máxima dignidad por la justicia, por la cultura, por la disciplina y por la fe. Yo fundé el Aprismo para redimir a mi pueblo. Pero, yo deseo que cada hijo del pueblo se prepare bien para que haga buen uso de su vida redimida”.
“Cada aprista debe ser un infatigable propagador de nuestros ideales y un tenaz organizador de nuestras filas, dondequiera que se halle y dondequiera que tenga frente a sí una conciencia por conquistar o un adversario por desarmar”.
“Todos nosotros sabemos que quien es aprista tiene y debe tener, ante todo y sobre todo, por ideal la justicia para un Perú mejor. Todo aprista debe saber que nuestra fortaleza reposa sobre la tremenda responsabilidad de ser los directores de una tremenda renovación en el país, que consiga los ideales que todos deseamos. Pero queremos que al mismo tiempo se cumplan con sentido constructivo y realizador”.
Nuestro Partido no excluye de sus rangos a nadie que esté listo al servicio sacrificado y altruista del país. Sólo no caben en él los egoísmos y los traficantes, los fariseos de la democracia y los sórdidos servidores del despotismo y la injusticia”.
SÍ ES POSIBLE SALVAR A NUESTRA PATRIA
“Juré dedicar mi vida al servicio de mi pueblo, y lo estoy cumpliendo. Juré ser leal, ser puro, ser siempre un desinteresado defensor de lo que yo creo que son los ideales salvadores del Perú y he cumplido. Ningún halago, ninguna promesa, ninguna amenaza me ha doblegado. Mi lucha es y ha sido dura porque soy pobre y he mantenido limpia la dignidad de mi pobreza. Mi única aspiración, desinteresada y legítima, ha sido y es demostrar al Pueblo y a la juventud peruanos que SÍ es posible salvar a nuestra patria por un camino de auténtica renovación moral, en el más elevado y constructivo sentido del concepto”.


[1] Villanueva, Guely. Haya por Haya. Apuntes para sus memorias. Fondo Editorial del Congreso del Perú, Primera edición, Lima, febrero 2009, págs..442 y 443
[2] Silva Villacorta, Pablo. Adónde van las ideas de Haya de la Torre. Una nueva visión sobre las ideas que conforman la doctrina del APRA. Lima-Perú, 1966, págs.114 y 115.

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BUSCANDO EN EL PERÚ EMPLEO DIGNO Y SALARIO JUSTO PARA LOS TRABAJADORES

BUSCANDO EN EL PERÚ EMPLEO DIGNO Y SALARIO JUSTO PARA LOS TRABAJADORES[1]

Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete

I. BUSCANDO EN EL PERÚ EMPLEO DIGNO PARA TODOS LOS TRABAJADORES

Según el informe anual “Tendencias Mundiales del Empleo 2012: Prevenir una crisis mayor del empleo”, de la  O.I.T.(24 enero 2012), el mundo enfrenta el “desafío urgente” de crear 600 millones de empleos productivos durante la próxima década para generar crecimiento sostenible y mantener la cohesión social; hay 200 millones de personas desempleadas; se necesitan más de 400 millones de nuevos puestos de trabajo en la próxima década para absorber el crecimiento anual de la fuerza de trabajo estimado en 40 millones por año. A pesar de los esfuerzos que realizaron los gobiernos, la crisis del empleo no disminuye significativamente.
 
Dentro de este contexto mundial cabe analizar y reflexionar sobre los problemas del empleo y del salario en el Perú.

EMPLEO DIGNO SEGÚN LA O.I.T.

Según el concepto de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) el trabajo digno o decente  implica lo siguiente: Oportunidades de un trabajo que sea productivo y que produzca un ingreso digno; seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias mejores perspectivas de desarrollo personal e integración a la sociedad; libertad para que la gente exprese sus opiniones;
organización y participación en las decisiones que afectan sus vidas; e
igualdad de oportunidad y trato para todas las mujeres y los hombres.

El EMPLEO EN EL PERÚ AL 2007 SEGÚN ENAHO

Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAH0), la evolución de los indicadores laborales al 2007 son: Población en edad de trabajar:20´ 854, 722, Población económicamente activa:15´ 282 285, PEA Ocupada: 14´ 598 211, Tasa de actividad (PEA/PET): 73,3%, Ratio empleo / población (PEA ocupada / PET) :70,0% y Tasa de desempleo (PEA desocupada / PEA): 4,5%. Los sectores que crecieron  son: agricultura (32,7 %), servicios (30,6 %), comercio (16,9 %) e Industria (10,7 %), construcción (4,1 %), hogares (4 %) y minería (1,1 %). Se generó mayor empleo urbano a nivel nacional, incrementándose en 8,3% durante 2007 para el caso de las empresas con 10 o más trabajadores, mostrando tasas aún mayores en las principales ciudades del país (Sullana, Trujillo, Arequipa, Piura, Talara, entre otras), así como en los principales sectores productivos tales como manufactura, comercio y servicios. Este resultado, y los de otros segmentos del mercado crearon en el periodo 2006-2007, cerca de novecientos mil nuevos puestos de trabajo a nivel nacional. Esto sirvió de base para que cuatro años después, en el 2011, se lograra crear dos millones y medio de nuevos puestos de trabajo.[2]

EL EMPLEO Y EL DESEMPLEO EN EL PERÚ AL 2011 SEGÚN ENAHO Y EL INEI

Según la ENAHO[3], en el trimestre abril-junio del año 2011 la Población Económicamente Activa  (PEA) llegó a 11 millones 833 mil 400 personas y aumentó en 1,7 %, respecto a similar periodo del trimestre abril-junio 2010, significando alrededor de 195 mil 200 personas.

La PEA ocupada del país en el trimestre abril-junio de 2011 llegó a 11 millones 205 mil 500 personas ( 94,7 % de la PEA total) mayor en 1,6 % (177 mil 900 personas) respecto al mismo trimestre de 2010.

Por edad, la ocupación se incrementó más en el grupo de las personas de 45 a más años con 4,4 % (143 mil 900 personas), seguido de los trabajadores que tienen de 25 a 44 años en 1,2 % (68 mil 800 personas) y en los jóvenes de 14 a 24 años disminuyó 1,6 % (34 mil 800 personas).

Por rama de actividad, en el rubro conformado por actividades extractivas (agricultura, pesca y minería) aumentó 7,0 % (64 mil 600 personas) y en la construcción el incremento llegó a 6,7 % (50 mil 200 personas).

Por categoría de ocupación, los empleados obtuvieron un crecimiento de 8,4 % (262 mil 600 personas), y en el conjunto de trabajadores obreros se presentó un aumento de 2,4 % (55 mil 400 personas).

Por tamaño de la empresa,  el 67,5 % de la PEA ocupada del Perú se encontraba trabajando en micro y pequeñas empresas (MYPE); en las grandes empresas (de 51 a más trabajadores) el incremento fue de 6,9 % (166 mil 500 personas) y en las medianas empresas (de 11 a 50 trabajadores) el incremento del empleo fue de 6,4 % (61 mil 100 personas); en cambio, las pequeñas empresas sufrieron la reducción de 1,1 % (81 mil 900 personas).

La PEA desocupada a nivel nacional urbano llegó a 627 mil 900 personas, aumentando en 2,8 % (17 mil 300 personas) respecto al mismo trimestre de 2010; en personas de 25 a 44 años de edad disminuyó en 18,4 % (38 mil 100 personas); en personas de 14 a 24 años subió 9,5 % (30 mil 800 personas); en el grupo de personas con 45 y más años de edad el desempleo se amplió en 30,8 % (24 mil 600 personas). En resumen, en el trimestre abril-junio de 2011 la desocupación afectó al 5,3 % de la PEA total.

En el segundo gobierno del Alan García Pérez (2006-julio-2011) “se crearon aproximadamente dos millones quinientos mil empleos”[4], de los cuales el sesenta por ciento es empleo adecuado.  El empleo formal llegó el 2011 a 6.5 por ciento, en cambio en el 2010 se situó en 5,5 por ciento, respectivamente. En muchas regiones, entre ellas Arequipa, La Libertad y Tacna, el crecimiento del empleo formal de 2011 fue el más alto alcanzado en 24 meses. “El 60% del empleo lo generan las pequeñas y medianas empresas (Pymes)”[5].  Ahora el Perú es un país con empleo formal adecuado. Pero aún así la población no está plenamente satisfecha. El ex presidente García Pérez, en actitud autocrítica a su gobierno – y que el autor de esta nota lo comparte-  señala: “Por consiguiente, una parte de la población –a la cual los efectos del mercado y del consumo, la presencia de nuevas inversiones o la acumulación de obras de infraestructura no han llegado aún de manera visible y suficiente en empleo y servicios- tiene razones por las que manifestar su descontento…”[6]

Según informe del INEI, la tasa de desempleo registrada entre el trimestre noviembre 2011- enero 2012 llegó a 7,8 %, que conjuntamente a lo observado entre los meses noviembre 2010- enero 2011 (7,7 %), se constituyen en las tasas más bajas de los últimos siete meses.

En el trimestre de referencia comparado con similar periodo del año anterior, la población adecuadamente empleada se incrementó en 8,3 %, lo que equivale en cifras absolutas a 202 mil personas.

En el mismo trimestre, los subempleados visibles (por horas) decrecieron en 9,4 % (58 mil personas) y los subempleados por ingresos (invisibles) en 2,7 % (34 mil 400 personas).


EL PLAN DE GOBIERNO DE GANA PERÚ (2011-2016) Y LA ECONOMÍA NACIONAL DE MERCADO

En el Plan de gobierno de Gana Perú, para el período 2011-2016, se lee lo siguiente: “…Los gobiernos neoliberales de Fujimori, Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldos y salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, y que excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.  Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en la necesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización y desarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural, con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación”.[7]

El gobierno de Ollanta Humala Tasso (Alianza Gana Perú), se propone lograr la gran transformación del país sobre la base de un nuevo modelo denominado “modelo de economía nacional de mercado” que ponga fin a la actual modernización neoliberal por ser éste excluyente y desnacionalizadora, por generar desigualdad social, por depredar los recursos naturales, violentar la legalidad y la democracia, y no generar desarrollo.

En el Plan de Gobierno de Gana Perú se menciona que la economía nacional de mercado estará abierta a los mercados del mundo y será capaz de  articular las regiones del país, para una mejor explotación y distribución equitativa de los recursos y para  aumentar los mercados locales y regionales internos, con trabajo digno y empresas nacionales competitivas, y así terminar con la segmentación productiva y la discriminación económica y social del país”.

Este nuevo modelo de desarrollo que se viene aplicando en el Perú, según argumentan, permitirá dar valor agregado a las materias primas; es decir, se industrializará la producción y potenciará a las medianas, pequeñas y microempresas. Además, fomentará la competencia contra el monopolio e impedirá el retorno al latifundio. “Las inversiones extranjeras que respeten estándares laborales básicos, que transfieran tecnología, que protejan el medio ambiente y que tributen con justicia serán bienvenidas”. [8]

GANA PERU Y SU POLÍTICA EN PROMOCIÓN DEL EMPLEO

- Apoyo a la transformación del agro, en especial en los sistemas de riego, transformación tecnológica y modernización de la agricultura y ganadería, apoyo en infraestructura y capacitación.
- Promoción de la inversión pública en infraestructura con intensidad en el uso de mano de obra en los proyectos de vialidad y obras de ingeniería.
- Reorientación de la inversión pública en infraestructura hacia proyectos rentables y en sectores que generen una intensiva creación de empleos.
- La integración vial, energética, de comunicaciones, etc., del territorio nacional, al ampliar el mercado, creará las condiciones para el desarrollo de actividades productivas que demanden fuerza laboral.
- El Sistema Nacional de Inversión Pública debería colocar la generación de empleos como una variable de referencia de la evaluación de proyectos de inversión.
- Promover proyectos que permitan transitar de la generación de empleos temporales a empleos permanentes. Se auspiciará la constitución de conglomerados productivos que integren empresas grandes y PYMES en la elaboración de un producto final (i.e. mantenimiento sobre la base de las micro y pequeñas empresas).
- Promover un buen trato a la inversión extranjera y trato preferente a la empresa nacional que emplee fuerza de trabajo nacional.
- Organizar el mantenimiento preventivo de la infraestructura sobre la base de empresas y profesionales de ingeniería.
- Ampliar y mejorar los mecanismos de acceso de las MYPES a mercados de exportación regionales y globales.
- Corregir sesgos discriminatorios contra las MYPES en los sistemas de contratación pública, reconociendo la necesidad de su asociación competitiva y de formas legales empresariales que aprovechen la flexibilidad de la pequeña producción para diferentes mercados públicos.

GANA PERÚ Y SU POLÍTICA EN MEJORAMIENTO DE INGRESOS

- Buscar el incremento gradual de las remuneraciones.
- El salario mínimo será fijado en instancias de diálogo y concertación social en
función del costo de una Canasta Básica Individual y a la productividad laboral.
- Con apoyo público, se promoverá acuerdos de largo plazo para que las empresas convengan con los trabajadores en mejoras salariales que beneficien
a ambos actores.
- Revisar la política de remuneraciones del Estado, buscando mejorar los actuales bajos niveles de remuneraciones de maestros, personal de salud y  fuerzas policiales. Propiciar la unificación de escalas y eliminar gradualmente  los denominados contratos por servicios no personales.

CONCLUSIÓN

Aún persiste la escasez de fuentes de trabajo, el desempleo y el subempleo, particularmente para la juventud y los sectores sociales más vulnerables, el trabajo infantil (más de tres millones y medio trabajan en el Perú) y que no permite a las personas el disfrute de la calidad de vida y el buen vivir.

El machismo es otro obstáculo mayor que tienen las mujeres para asumir un puesto gerencial y mejorar sus condiciones y calidad de vida.

Para liberar al pueblo de la dependencia, exclusión, opresión, hambre y  miseria, el gobierno de Ollanta Humala Tasso deberá atraer mayores inversiones extranjeras, estimular el ahorro interno (nacional), incrementar el salario mínimo, generar más fuentes de trabajo productivo, promover una equitativa distribución de los ingresos, seguir promoviendo la organización  de pequeñas y medias empresas (Pymes), reducir o erradicar el trabajo infantil y promover el desarrollo de una educación de calidad en todos los niveles y modalidades educativas.

La nueva estrategia de Ollanta Humala (2011-julio-2016) debería abarcar preferentemente las áreas rurales y las comunidades indígenas, para promover  actividades productivas que potencien el desarrollo y generen empleo para  sectores más humildes. Resulta alentadora la noticia  (Lima, 25/octubre/2011) que el  Grupo Banco Mundial (GBM) ofreció al gobierno de Gana Perú  aproximadamente 3 mil millones de dólares para apoyar los planes y proyectos para expandir la inclusión social en el marco de un desarrollo económico sostenido.

El gobierno deberá mantener los actuales puestos de trabajo y no efectuar despidos injustificados, por razones políticas o ideológicas. Pero, a su vez, es necesario un pacto económico social (PES), un compromiso formal y responsable de los trabajadores de mejorar la productividad y a través del diálogo democrático permanente evitar reducir a su mínima expresión las paralizaciones y las huelgas.


II. BUSCANDO EN EL PERÚ SALARIO JUSTO PARA TODOS LOS TRABAJADORES

El salario[], llamado también sueldo[] []o estipendio, [es el pago que el trabajador (manual o intelectual) recibe de su empleador, de forma periódica, por cierta actividad productiva realizada en un determinado espacio y tiempo, en cumplimiento de las obligaciones principales de su relación contractual.

En este sentido, los salarios son todos aquellos pagos que compensan a los trabajadores por el tiempo y el esfuerzo dedicado a la producción de bienes y servicios.

Las gratificaciones, la compensación por tiempo de servicios y las vacaciones son costos salariales. El trabajador percibe doce remuneraciones por once meses de trabajo, más dos por gratificaciones (Fiestas patrias y Navidad) y una por compensación por tiempo de servicios. Ese conjunto de ingresos es su remuneración anual.

El salario justo depende del nivel de vida, de la posición social del trabajador, de la clase de trabajo que realiza, de la calificación y experiencia profesional, de su rendimiento en el trabajo, de sus proyectos de vida y del resultado económico anual de la empresa, entre otros.

A decir verdad, hay mucha controversia sobre el tema, por lo que a las empresas públicas o privadas les cuesta determinar lo que se considera realmente salario justo o cuánto es lo que debería pagar a sus trabajadores con el máximo de justicia económica y social.

Los trabajadores que reciben sus salarios mediante un sistema de incentivos laborales lo obtienen a través de la aplicación de una fórmula especial que relaciona el salario percibido con la producción o rendimiento alcanzado dentro de un plan anual de trabajo empresarial (público o privado), de manera que así se estimula su mayor productividad y eficiencia.
Resulta que determinados tipos de trabajadores perciben un salario elevado por hora trabajada, pero esto no significa que perciban elevados ingresos anuales cuando se produce discontinuidad en el empleo. Es el caso, por ejemplo, por los que trabajan en el sector construcción, que perciben salarios altos por hora trabajada, pero sus ingresos anuales se reducen debido a la carencia de continuidad en el empleo del sector.
El salario mínimo,  es fijada por el Ministerio de Economía y Finanzas, he aquí su evolución de 2007 al 2012:

2007
2008
2009
2010
2011
2012
500 soles (156 US$/mes)
550 soles (194 US$/mes)
550 soles (194 US$/mes)
580 soles (211 US$/mes)
675 soles (250 US$/mes)
750 soles (282 US$/mes)

Comparativamente al salario mínimo (SM) y en dólares americanos, con respecto a los demás países de América del Sur al 2011, la ubicación del Perú es el siguiente[9]:

Países
SM en $
Argentina
545
Paraguay
410
Brasil
388
Chile
388
Venezuela
360,05
Colombia
330
Uruguay
300
Ecuador
264
Perú
250
Bolivia
118.51


PROBLEMÁTICA

El salario justo no es fácil de ser alcanzado en economías que están en pleno proceso de crecimiento; pero es una meta de todo trabajador, empleado o funcionario que desea alcanzar en algún período de su existencia.

Y la complejidad para su concreción radica en el hecho que el trabajador nunca está contento con el salario que percibe, siempre cree que cobra poco por la labor que realiza, y, a su vez, el empleador público o privado piensa que paga bien  o demasiado por los resultados logrados por su personal cada año.
Más aún si se considera que en una misma empresa hay varias clases de trabajadores: directivos y ejecutivos (escalón alto, cuyos salarios los deciden entre ellos, y siempre les parecen justos), mandos intermedios (escalón intermedio) y los trabajadores de base (escalón bajo), que tienen sus propias aspiraciones de ganar un buen sueldo que cubra todas sus necesidades y piensan que el salario que perciben es injusto por cuanto en muchos casos el empleador no sabe reconocer  ni estimular sus esfuerzos, dedicación y aportes que realizan.
PROPUESTA
Pero la referida complejidad, bien podría superarse si existiera una política económica, laboral o empresarial concertada en la que también participen y se pongan de acuerdo los trabajadores con el empleador y el gobierno, en cuanto a los objetivos, fines, metas y estrategias para alcanzar lo planificado en términos de mayor rendimiento productivo y de mejores resultados anuales. Esta propuesta es aún necesaria dentro del actual mercado global muy competitivo y no sólo local o regional, para frenar o erradicar el desempleo, el subempleo y la vieja política proimperialista del “cholo barato”.

CONCLUSIÓN
Los trabajadores manuales e intelectuales en el Perú perciben bajas remuneraciones, que no los permiten solventar una vida digna y feliz. Las cifras comparativas con otros países de América Latina nos obvian de mayores comentarios.
En teoría, la propuesta de Gana Perú nos parece interesante. Ahora se trata de ver cómo lo aplicarán, y a través de qué medios, para cumplir todo el rosario de promesas adquiridas con el electorado peruano. El pueblo peruano espera que el gobierno de Ollanta Humala administre bien y con responsabilidad histórica los recursos del Estado, en aras del bien común.
La política salarial y de estímulos laborales debería ser fijada con sentido social, con participación y concertación social, con espíritu inclusivo de amplios sectores más vulnerables. En su definición deberían participar y ponerse de acuerdo los trabajadores, los partidos políticos y los sindicatos con el gobierno, en cuanto a los objetivos, fines, metas y estrategias a alcanzar cada año, y que permitan asegurar una mayor producción y productividad.

Debería optarse por la política de minimizar gastos pero también maximizar beneficios a favor de las empresas públicas o privadas y de sus trabajadores.

De lo expuesto, se puede concluir que en el Perú no hay empleo digno, menos aún salario justo que permita un desarrollo humano integral para el mayor número de trabajadores manuales e intelectuales.

Según la Constitución política del Perú: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado” (art. 1º) y  “El trabajador tiene derecho a una remuneración equitativa y suficiente, que procure, para él y su familia, el bienestar material y espiritual” (art.24º).

Por eso es que, desde las páginas del diario DEL PAÍS, solicitamos al gobierno de Ollanta Humala la aplicación de políticas sociales, económicas y laborales que permitan generar en el Perú EMPLEO DIGNO Y SALARIO JUSTO PARA LOS TRABAJADORES.









[1] Artículo periodístico publicado en el Diario DEL PAÍS, Lima-Perú, lunes 20 de febrero de 2012.
[2] Ministerio de Economía y Finanzas. Marco macroeconómico multianual 2009-2011 del crecimiento económico al bienestar social (Perú), Aprobado en sesión de consejo de ministros del 28 de mayo del año 2008. (http://www.mef.gob.pe/contenidos/pol_econ/marco_macro/MMM_2009_2011.pdf)

[3] INEI- Perú: Informe Económico Trimestral, abril-junio 2011. Lima, setiembre 2011, pág.157
[4] García Pérez, Alan. García, Alan. Contra el temor económico, creer en el Perú. Editorial Planeta, Lima-Perú, primera edición, diciembre de 2011, pág.15
[6] García Pérez, Alan. Op.cit., pág. 151.
[7] y 7 http://e.elcomercio.pe/66/doc/plandegobiernoganaperu.pdf

[9] Fuente: Wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Salario_minimo#Paraguay

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