Artículos periodísticos y de investigación

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4 de septiembre de 2025

Prólogo de la obra PERIODISMO ACADÉMICO UNIVERSITARIO / Escribe: Dr. Roberto Mejía Alarcón

Prólogo de la obra 


PERIODISMO ACADÉMICO UNIVERSITARIO

Dr. Roberto Mejía Alarcón


Rector de la Universidad Jaime Bausate y Meza




 

En los viejos claustros de esta casa de estudios superiores escuché, en más de una oportunidad, una expresión cautivante e inolvidable, que advertía y con mucha razón que una sociedad sin Universidad es como un cuerpo sin alma. Efectivamente y parafraseando, resulta difícil pensar que pueda existir un colectivo ciudadano si el mismo no cuenta con lo esencial que es la persona humana. Pero con el agregado que esta debe estar preparada, precisamente, para hacer de la sociedad un mundo en donde se respeta la dignidad de cada uno. 

La reciente obra  del doctor Eudoro Terrones Negrete, bajo el título “Periodismo Académico Universitario”, aborda tácitamente esta problemática y nos dice  la trascendencia que tiene el periodismo en su función social, para encontrar un punto de equilibrio entre la necesidad de una sociedad bien informada en la medida en que cuente con elementos de juicio para discernir sobre todos aquéllos asuntos que son de interés público y que, del mismo modo,  sirven para fortalecer la convivencia de la ciudadanía. 

Está claro que el autor, educador y periodista tiene en propiedad conocimiento y experiencia sobre tan delicada materia y no resulta extraño que, al desarrollar cada capítulo en su magnífico libro, deje sentado el precedente que la sociedad es consecuencia inmediata de la condición del ser humano como ser sociable, la que, a su vez, se funda en la finitud del ente inteligente. Más aún se advierte en cada línea de su magistral obra que expresa preocupación respecto a la sociedad como lugar espiritual, en el que las personas humanas –que son sus miembros-ejercen su libertad interior en vista del progresivo alcance de un mayor “quantum” de libertad y de independencia, que son las condiciones de la mayor perfección. 

A eso apunta e insiste mediante la exposición de lo que es el periodismo académico, que el hecho social, entendido como el resultado fáctico de la sociabilidad humana, se caracteriza por ser: racional, mediado, objetivo y eficaz. Agregamos que el hecho social es racional porque es el producto de un acto humano. Es decir, acto moral, en el cual el hombre actúa según como ser inteligente y libre, que tiene pleno dominio sobre su voluntad y que, por lo tanto, es responsable por sus consecuencias. 

El Dr. Eudoro Terrones Negrete, autor de la obra "Periodismo Académico Universitario".


El autor desarrolla en esta obra, igualmente, que el hecho social es mediado. Es decir, nos permite interpretar que tal característica se da porque en cada conciencia individual, la relación con el todo social no se produce sino a través de la mediación de otros seres humanos. La experiencia que cada ser humano tiene del mundo social se realiza gracias al conocimiento de aquellos semejantes que en el recinto espaciotemporal comparten una misma circunstancia. Hay quien expone que es solo por este tipo de mediaciones como toma conocimiento y conciencia de una realidad humana más extensa, constituida por seres humanos a quienes no conoce, pero de quienes infiere la existencia, generalizando ciertos rasgos y características comunes que les atribuye apriorísticamente. Sobre todo, la relación con la sociedad, en tanto organismo diferenciado de sus miembros, es también mediada, aún en el caso de pequeñas asociaciones en las cuales todos los miembros se encuentran y se conocen entre ellos. 

Lo expuesto está expresado, con otras palabras, por el doctor Terrones Negrete, en los primeros capítulos donde hace una reseña histórica del periodismo, que incluye aspectos generales del periodismo, el periodismo digital y el ombudsman de la prensa y el lenguaje, el estilo y la redacción periodística. 

De cara a lo versado, el autor también se refiere al “periodismo en la sociedad actual; modalidades de publicaciones; el periodista profesional y la libertad de prensa”. Y aquí asume que el hecho social en términos periodísticos tiene existencia propia y separada de las conciencias individuales de la persona humana, sea esta o no miembro del cuerpo social correspondiente. El criterio vigente es que la realidad objetiva se experimenta constantemente en la vida cotidiana y se manifiesta a través de diversas normas de comportamiento, costumbres, aspiraciones e ideales que no son propiamente “de uno” o algunos de los integrantes del cuerpo social, sino que le corresponden a este como atribuibles en tanto que realidad autónoma respecto a la conciencia cognoscente.

En “Periodismo Académico Universitario” que hoy prologamos, encontramos un capítulo que merece ser subrayado. El autor ha puesto énfasis en la “ética en el periodismo” y en el siguiente capítulo, que también es de notable interés escribe sobre, “la verdad, sus teorías y tipología. La posverdad y la opinión pública”. 

Me pregunto si tales temas son nuevos y la respuesta que encuentro es un no rotundo, en la medida en que entendemos que el periodismo es una profesión de servicio social y los medios son tales porque se encargan de plasmar la hermosa dimensión de esa tarea social. Un repaso a través de las páginas de la historia nos permite redescubrir que tanto ayer como hoy, hay quienes se han equivocado por intereses mezquinos y hasta perversos, que son de fácil comprobación, esa función social que tanto espera la ciudadanía.

University students reading Periodismo Académico Universitario book

El fenómeno, por decirlo menos de lo que se conoce como la posverdad es repetitivo. En estos tiempos se muestra más agresiva.  Es evidente que la posverdad se refiere a una realidad en la que las emociones y creencias personales tienen más peso que los hechos objetivos en la formación de la opinión pública. Es una situación en la que se distorsiona la realidad para influir en las creencias y emociones de las personas. Otro tanto podemos decir de otro fenómeno. En este caso sobre los “Fake news” que constituyen información falsa o engaños (desinformación, propaganda y engañosque reclama la estética y la legitimidad de las noticias  Las noticias falsas a menudo tienen el objetivo de dañar la reputación de una persona o entidad o ganar dinero a través de los ingresos publicitarios.

Sobre este particular es menester que se entienda que el hecho social es eficaz, cuando consigue -en este caso la información periodística- o se orienta efectivamente hacia el logro de su fin. Esa eficacia, define su utilidad, la cual es correlativa del objeto de la sociedad. Tratándose, por otra parte, de una sociedad compuesta de personas, el logro del fin social es inseparable del alcance del fin propio de cada uno de los miembros, valga decir, de la propia realización personal de cada cual. 

En los últimos capítulos de esta magnífica obra se trata con minuciosidad académica asuntos relacionados al secreto profesional y la cláusula de conciencia como derecho fundamental del periodista. La trascendencia de este capítulo nos conduce a formularnos una serie de interrogantes: ¿Qué es la libertad de expresión?, ¿por qué las Cartas Políticas la prescriben con relieve como derecho fundamental de la persona? Y si es así, ¿por qué hay quienes tratan de coartarla, mientras otros la definen hasta con la vida? La respuesta la repetimos tal cual lo hicimos hace años: “Los juicios más certeros indican que la libertad de expresión es la libertad de palabra, de prensa y de diálogo abierto, cualquiera sea el tiempo y el espacio que se requiera. John Stuart Mill, cuyo pensamiento se podrá leer en las enciclopedias, nos dice que cuando hablamos de libertad de expresión queremos significar la libertad para explorar, descubrir, formular y difundir qué es lo que sabemos, pensamos o sentimos. El maestro inglés y pionero de la economía del bienestar, dijo que la libertad de expresión implica libertad de pensamiento y discusión. 

La invitación a leer lo que el conocimiento y la experiencia ha permitido la realización de esta obra académica, está abierta. Docentes y dicentes, público en general tienen la oportunidad de aprovechar su contenido intelectual. Por eso, al cerrar este prólogo con temas como géneros periodísticos, el derecho a la información en un Estado democrático, solo nos queda decir lo siguiente: “el punto de partida necesario para comprender la regulación concreta se afirma en el artículo 20 de la Constitución española. Los juristas debemos primero comprender que pasa, cuál es la base: ubicarnos, luego interpretar las normas. El artículo 20 de la Constitución es un precepto de estructura compleja que intenta en España resumir todos los derechos que afectan a la libertad de expresión: el derecho a expresar y difundir el pensamiento, el derecho a comunicar y recibir libremente la información; pero además, hay una garantía  del  derecho de la cláusula de conciencia de los periodistas (que ya está regulada por ley), la garantía del secreto profesional (que todavía no se ha desarrollado por ley, pero se ejerce), la prohibición de  censura previa, la interdicción de cualquier censura administrativa (precisamente porque veníamos de una dictadura donde la censura previa y el depósito de los ejemplares existía); y en cambio sí se permite el secuestro judicial, secuestro mediante resolución judicial (recuerda el caso de la máquina de la verdad)”.

Al concluir estas líneas debo reiterar que ya ha pasado el tiempo, por lo menos así lo esperamos, en que sería necesaria una defensa de la “libertad de prensa”, como una de las garantías contra los gobiernos corruptos o tiránicos. Suponemos que ya no puede requerirse ningún argumento contra la posibilidad de permitir que una legislatura o un poder ejecutivo no identificados con el interés del pueblo le prescriban opiniones y determinen qué doctrinas y qué argumentos se le permitirá oír.

Y al cerrar queremos felicitar al autor porque con su obra académica, nos hace pensar en Pedro Ferrer, quien dijo “Sin universidad la entropía social iría en aumento, lo que supondría el uniformismo y la muerte, con la universidad surgen nuevas instituciones, aumentan las interrelaciones humanas, la vida brota por doquier. Por esto, ninguna universidad puede estar ajena a los afanes del mundo; ella debe ser el fenómeno innovador de la sociedad.”

 

Lima, 6 de junio de 2025.

 

 


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