LA CREDIBILIDAD EN EL PERIODISMO Escribe: Eudoro Terrones Negrete
Uno de los principales problemas que afronta la profesión periodística y los medios se consideran la falta de credibilidad. Con o poca razón los expertos en comunicaciones sostienen que el periodismo está atravesando por una crisis profunda expresada en la caída en el número de lectores, radioescuchas y telespectadores; baja en los ingresos de publicidad; aparición de nuevas modalidades de comunicación humana como Internet o la prensa gratuita; segmentación creciente del mercado de la información, las mermas significativas en las ventas y la publicidad, la fusión de grandes medios para asegurar la rentabilidad económica y la vigencia en el mercado, la ostensible disminución de la credibilidad de los periodistas y los medios de comunicación. La credibilidad es el bien más valioso y trascendente de todo periodista y medio de comunicación en una sociedad etocrática, progresista y con futuro. A mayor credibilidad el periodista ostenta buena reputación y el medio atesora buena imagen, aceptación de su público y éxito empresarial. El término credibilidad procede del vocablo latino credibilis, y según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) significa “la calidad de creíble” o “que puede o merece ser creído”. En otras palabras, credibilidad quiere decir: digno de crédito o de confianza, creíble, verosímil o fidedigno. El filósofo griego Aristóteles en su obra “Retórica” entiende por credibilidad una disposición favorable hacia la fuente por parte del receptor, fundada en tres motivos éticos: la prudencia (sentido común), la virtud (conducta ética) y las benevolencia (buena voluntad). La credibilidad va de la mano con la verdad, la objetividad, la independencia de criterio y la integridad profesional, toda vez que si el periodista o el medio poseen credibilidad quiere decir que jamás estuvieron involucrados o fueron juzgados por alguna mentira en la difusión y el comentario de las noticias. La credibilidad hace referencia a los componentes objetivos y subjetivos de una información, una crítica o un comentario y que hace que el público crea en dichos contenidos. Componentes como: verdad, objetividad, libertad, sentido de justicia, imparcialidad, pluralismo informativo, honestidad, sinceridad, responsabilidad (social, jurídica y ética), lealtad, equidad, independencia de criterio, respeto a la dignidad de las personas, control interno al manejo informativo, defensa de las libertades ciudadanas y de los intereses nacionales, apertura de espacios de participación ciudadana, entre otros. En la Declaración de Chapultepec o Declaración Hemisférica sobre la Libertad de Expresión (México, 1994) se manifiesta lo siguiente: “La credibilidad de la prensa está ligada al compromiso con la verdad, a la búsqueda de precisión, imparcialidad e igualdad, y a la clara diferenciación entre los mensajes periodísticos y los comerciales. La conquista de estos fines y la observancia de estos valores éticos y profesionales, no deben ser impuestas. Son responsabilidades exclusivas de los periodistas y de los medios de comunicación. En una sociedad libre, la opinión pública premia o castiga”. Para el ensayista mexicano, Carlos Monsiváis, “La credibilidad informativa no la construyen las fuentes que cubren los periodistas, sino el deseo de objetividad con que se cuenten los hechos sociales por parte de ellos". Para que la credibilidad en la comunicación se produzca se debe conjugar sus tres elementos básicos y necesarios: el contenido, lo que veo y lo que oigo, tal como ocurre en la realidad. Una información es creíble cuando no tiene ningún rasgo de falsedad o mentira y los falta ninguno de los elementos referidos. El periodismo, en muchos países democráticos, no tiene una buena reputación porque es ejercida, frecuentemente, por personas sin principios ni valores éticos. Peor aún cuando es ejercido por los denominados intrusistas. En muchos países del mundo, lamentablemente, para ejercer el periodismo no es necesario tener el título profesional de periodista o de licenciado en ciencias de la comunicación o de la información. El periodismo es un oficio y no una carrera profesional universitaria. Asimismo, no es necesario estar inscrito en el Colegio Profesional de Periodistas y no se requiere tener título universitario, porque el periodista o comunicador social se hace directamente en los medios de comunicación. La credibilidad, en cuanto a valor ético, se manifiesta en la conducta profesional del periodista basado en: a) El análisis riguroso y la comprobación de los datos, hechos noticiosos y mensajes recibidos antes de su difusión o publicación; b) La consulta de más de una fuente informativa en cada caso. “Entendemos como fuente informativa toda persona que, a título personal o como representante de una entidad pública o privada, tenga en su poder o conozca directamente una información y que se vea en situación de comunicarla a quien está en posición de buscar dicha información”, refiere Miguel González Pino en la obra “La ética periodística en el nuevo mileno. Estudio de casos en una perspectiva latinoamericana”. c) La vinculación imparcial y transparente con los protagonistas y los agentes de los hechos informativos que deberán ser difundidos o publicados. d) La independencia respecto de intereses ajenos a la finalidad de divulgar la verdad. Una fuente informativa es creíble o confiable cuando tiene conocimiento y experiencia en el tema que se investiga. Cabe advertir que no todas las fuentes son creíbles o confiables, determinadas fuentes son más confiables que otras; hay fuentes que son poco creíbles y otras que sí son creíbles permanentemente. No todo lo que informan los testigos es necesariamente verdadero; hay testigos que no dicen todo lo que deberían decir, dado a los intereses que persiguen, especialmente cuando condicionan el decir la verdad o piden algo a cambio de decir toda la verdad (dinero, trabajo, bolsa de viaje, etc.). Hay casos en que “los testigos sólo cuentan a los reporteros lo que ellos opinan basándose en su propio interés, y pueden mentir o adornar una historia con un propósito particular sin arriesgar ningún castigo legal”, señala Karol Wojtyla, en Persona y Acción (BAC, Madrid, 1980). Por eso es que el periodista deberá mantener buenas relaciones con las fuentes informativas para no ser receptor ni emisor de medias verdades o de primicias falsas, para no convertirse en simple negociante de los hechos noticiosos. El periodista es un profesional de la información que actúa con independencia de criterio frente a las presiones interiores de los medios y presiones exteriores de los grupos de poder económico y político o de los grupos de presión. Independencia frente a todo tipo de presiones: presiones morales, sociales, religiosas, políticas, económicas, familiares, sindicales, etc.
LA CREDIBILIDAD Y SUS NIVELES La credibilidad del periodista puede ser abordada y expresada en diferentes niveles o instancias: - Credibilidad ante su empresa o medio; - Credibilidad ante sus fuentes informativas (públicas, privadas, oficiales, confidenciales, etc.); - Credibilidad ante las autoridades públicas o judiciales; - Credibilidad ante su público-objetivo; - Credibilidad ante la sociedad. LA FALTA DE CREDIBILIDAD DE LA INFORMACIÓN Una información periodística carece de credibilidad ante el público cuando: a. Es obtenida a través de medios ilícitos y medios antiéticos. b. No se divulga el acontecimiento tal como es y tal como se ha producido en su ambiente o realidad. c. Pertenece a la serie “documentos robados”. d. Es redactada con malevolencia, mala fe o falta de respeto hacia las personas. e. Ha sido inventada para servir a intereses creados de grupos de poder político o económico o de grupos de presión. f. No ha sido contrastada o verificada su autenticidad con las fuentes mismas. g. Es obtenida de fuentes no confiables, no dignas de crédito o de fuentes de dudosa reputación. h. Carece de datos básicos y contiene imprecisiones y exageraciones que suscitan las sospechas y la falta de credibilidad.
RAZONES DE LA FALTA DE CREDIBILIDAD DEL PÚBLICO EN LOS PERIODISTAS Y LOS MEDIOS La falta de credibilidad del público en los periodistas y en los medios de comunicación se atribuye entre otras causas a las siguientes: a) Los errores en los hechos informativos; b) Las faltas gramaticales; c) La parcialidad en los comentarios; d) Los escándalos de plagio y fabricación; e) El sensacionalismo; f) La ciberpornografía; g) Los intereses en conflicto; h) La sumisión a grupos de poder económico, político y grupos de presión. “El profesor Charles Self (1988, 17) de la Universidad A&M de Texas examinó las razones de la falta de confianza del público en los medios publicitarios y en los periodistas que trabajan para ellos. Encontró cuatro razones principales de esa falta de credibilidad: 1. Falta de sensibilidad, arrogancia y, por lo general, mala conducta por parte de los periodistas. 2. Inexactitud, informaciones incompletas y, por lo general, procedimientos profesionales dudosos. 3. Desacuerdos sobre el tipo de noticias empleadas y la evaluación de las noticias. 4. Desacuerdos sobre la función de las noticias en la vida de los lectores” (En: “La ética del periodismo / Fundamentos filosóficos de los nuevos medios de información” de John Calhoun Merril. Universidad Técnica Particular de Loja. Traducido del inglés por Porfirio Barroso Asenjo, Madrid, 2007, p.34). Según Javier Darío Restrepo, profesor universitario, uno de los más notables exponentes de la ética periodística en América Latina y director de un consultorio ético en Internet de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, hay una crisis de credibilidad en la prensa latinoamericana, por cuanto ésta va perdiendo distancia de los hechos y los protagonistas que son y hacen la noticia: “al tomar partido por intereses buenos o malos, la prensa está perdiendo esa garantía llamada credibilidad. Dejó de observar los hechos con cierta distancia. Es una prensa que está mirando la historia desde el poder, en muchos casos, desde arriba. Los medios y los periodistas están perdiendo la perspectiva, les hace falta mirar el mundo desde abajo… Si el periodista toma partido tiene la distorsión de visión de quien ve desde un solo lado y el periodista tiene que ver desde todos los lados”. Restrepo afirma que en Estados Unidos eso pasó “tan abiertamente que se ha venido acentuando después de los atentados del 11 de septiembre del 2001, pues los medios condicionaron su información a los intereses gubernamentales, tomaron partido porque ya no pudieron mantener la distancia” Entre todos los medios de comunicación, Internet es el menos creíble para la opinión pública, debido a la existencia de webs, confidenciales y blogs que difunden informaciones sin contrastar y que devienen en falsedades interesadas. FACTORES PARA QUE LOS PERIODISTAS Y LOS MEDIOS TENGAN CREDIBILIDAD La credibilidad a los periodistas y a los medios de comunicación se debe a una serie de factores: - Informaciones objetivas, veraces, claras y precisas. - Eliminación de prejuicios en las informaciones, comentarios, entrevistas y reportajes. - Habilidad para rectificar errores de oficio o a petición de la parte interesada. - Imparcialidad en las informaciones, el comentario, la crítica, la entrevista y el reportaje. - Vocación de servicio a los intereses de la comunidad. - Editoriales que enfoquen los reales problemas de la sociedad y postulen propuestas de solución. - Dar prioridad a temas de fondo sobre los triviales y frívolos. - Total independencia en la labor informativa: independencia respecto al gobierno, a los poderes del Estado, a los partidos políticos y sindicatos, a los grupos de poder económico y políticos y a los grupos de presión. - Autoridad moral y profesional de los propietarios de los medios para cuestiones y sancionar a quienes infringen las normas morales y jurídicas en su labor periodística. - No considerar a la información como simple mercancía. - No difundir programas que contengan violencia gratuita, sancionen, promuevan o glamorice la violencia, entiendo por violencia gratuita el material que no tiene un rol integral en el desarrollo de un tema o de un programa. “PRUEBA ÉTICA PRAGMÁTICA” Francisco Vásquez Fernández, en su obra “Ética y deontología informativas” (Paraninfo, España, 1991:182 y 183), explica que “a la credibilidad del comunicador se la denomina “prueba ética pragmática”, porque consiste en enviar mensajes con atribuciones éticas, por parte del emisor, y que le son asignadas por el receptor. En su sentido plenario, se refiere a la conducta ética del emisor del mensaje –credibilidad de la fuente-, que consiste en un “conjunto de actitudes y creencias que un auditorio tiene respecto a la fuente, basadas en tres rasgos esenciales: buena intención, confiabilidad y competencia o experiencia” (R. Ross). Credibilidad de la fuente se traduce en actitudes de fe, de confianza en el buen propósito del emisor, en su posición social, en su autoridad profesional y en su sinceridad”. Para Vásquez Fernández, la credibilidad responde a elementos explicativos: a) La credibilidad como “prueba ética pragmática” consiste en la credibilidad reforzada en su mensaje por los atributos y conducta éticos del emisor, tales atributos éticos se cifran en la honestidad, sagacidad intelectual y buena voluntad; b) La prueba ética pragmática de la credibilidad se refuerza, a su vez, con: la similitud percibida por el receptor respecto de la fuente; con la utilización de la voz y del lenguaje; con el empleo del humor y de pruebas sólidas. El común de las personas consideran que los medios de comunicación modulan la información en pro de sus intereses empresariales, olvidándose del interés social y logran intercambiar favores con los grupos de poder político y económico sometiéndose a la voluntad de los lobbies en lugar del interés de la audiencia. Así los medios de comunicación dejan de ser entes representativos de los intereses de la sociedad o de su público-objetivo.