Artículos periodísticos y de investigación

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19 de febrero de 2023

La corruptela política del nepotismo en el Perú del Bicentenario

 

LA CORRUPTELA POLÍTICA DEL NEPOTISMO

EN EL PERÚ DEL BICENTENARIO[1]


Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete

 

MARCO CONCEPTUAL

Unos creen que el concepto de nepotismo deriva de la palabra griega nepos que significa “sobrino”; otros consideran que proviene del nombre del emperador romano Julio Nepote. Lo cierto es que en política nepotismo quiere decir todo abuso desde las esferas pequeñas, medianas o altas del poder político que permite designar a parientes, familiares, amigos o a personas -con las que mantienen vínculos afectivos o indirectos-, en cargos de responsabilidad o de confianza, como expresión de favor y que atenta a la buena administración pública, olvidando de manera interesada que el ingreso de un trabajador o empleado al Estado es meritocrático y previo concurso público.

El jurista Guillermo Cabanellas, en su Diccionario de Derecho Usual (Argentina, 1996), define el nepotismo como “una corruptela política” y que se caracteriza “por el favoritismo familiar, por la dispensa de honores, dignidades, cargos y prebendas a los parientes y amigos”.

«El nepotismo es la preferencia que tienen algunos funcionarios públicos para dar empleos a familiares o amigos, sin importar el mérito para ocupar el cargo, sino su lealtad o alianza».(es.wikipedia.org).

 Para Julio Ríos Figueroa el nepotismo es “la práctica de apoyos o concesiones a individuos relacionados con bienes o empleos públicos sobre la base de relaciones de parentesco y no de mérito” (2018).

Nelson López Jácome, en su obra El Procedimiento Previo a la Destitución de Empleados Públicos, cita a Francisco Tinajero Villamar quien señala “que el nepotismo es simplemente una modalidad de corrupción política en la designación para los cargos o puestos públicos a miembros de su familia, por parte de la autoridad nominadora que tienen potestad para nombrar o contratar personal en la administración pública, aprovechándose de esta condición para favorecer ilegalmente con la expedición de estos actos administrativos a su parientes más cercanos”

En opinión de Juan José Díaz Guevara: “Para la legislación peruana el nepotismo es una infracción administrativa o un cumplimiento deficiente de una obligación contractual laboral cometida por un funcionario de dirección o confianza con potestad de nombrar o contratar personal que puede dar tanto una responsabilidad administrativa como civil.”

En gobiernos totalitarios el nepotismo es un acto permitido, no es perseguido ni sancionado, no es un acto de corrupción; se accede a un puesto público o a un ascenso en función de la cercanía y la lealtad a la autoridad o al funcionario, por cuestiones de simpatía política, afecto, amistad o de familia y no por mérito propio o capacidad para el cargo.

En cambio, en los gobiernos meritocráticos el acto nepótico constituye un acto de corrupción y es sancionado drásticamente por las leyes y sus reglamentos en muchos Estados del mundo.

Galo Espinosa Merino en su Diccionario Enciclopedia Jurídica indica que servidor público es: “Todo ciudadano legamente nombrado para prestar servicios remunerados en instituciones fiscales o en otras instituciones de derecho público y en instituciones de derecho privado con finalidad social o pública”

Conflicto de intereses: “Es cuando un interés laboral, personal, profesional, familiar o de negocios de la persona servidora pública pueda afectar el desempeño imparcial, objetivo de sus funciones.”

CASOS HISTÓRICOS DE NEPOTISMO

Pisístrato, que gobernó Atenas durante el siglo VI a.C mediante una tiranía, ofreció los máximos cargos políticos a miembros de su familia y a sus amigos de absoluta confianza. En la época romana, Pompeyo otorgó responsabilidades a su yerno Metelo Escipión, sin capacidad en el ámbito militar y fue denunciado por Marco Antonio ante el Senado.

En Francia, Napoleón Bonaparte confirió a su familia puestos de responsabilidad e importancia, otorgándole a su hermano José Bonaparte - más conocido como Pepe Botella por su afición al alcohol-, al que lo nombró rey de España.

En Paraguay, al Presidente Federico Franco se alzaron voces acusándolo que durante su mandato ha colocado a 27 familiares en puestos públicos de gran responsabilidad.

En la Edad Media, algunos papas y obispos católicos criaban a sus hijos naturales como “sobrinos” y les daban preferencia. Algunos papas son conocidos por haber elevado a sus parientes a cardenales de la iglesia. Tales técnicas se usaban a menudo, como una forma de continuar una dinastía papal. Así, el papa Calixto III, de la familia Borja, convirtió a dos de sus sobrinos en cardenales; uno de los cuales, Rodrigo, usó esta posición para finalmente llegar a ser pontífice (Alejandro VI).

El mismo Alejandro VI promovió al joven Alejandro Farnesio, hermano de su amante Julia Farnesio, como cardenal que llegaría a ser papa con el nombre de Paulo III. Paulo III también practicó el nepotismo al promover como cardenales, a sus dos nietos (de catorce y dieciséis años).

Recientemente el papa Francisco al abordar el problema del nepotismo en los gobiernos como forma de corrupción política dijo: “A veces la corrupción en los gobiernos vienen realmente porque el amor por la parentela es más grande que el amor por la patria y ponen en el cargo a sus parientes” (28/junio/2020).

BASE LEGAL CONTRA EL NEPOTISMO EN EL PERÚ

De acuerdo con el numeral 2 del artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948: “Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de equidad, a las funciones públicas de su país”. El artículo 39° de la Constitución Política del Perú de 1993 establece que todos los funcionarios y trabajadores públicos están al servicio de la Nación. El Presidente de la República tiene la más alta jerarquía en el servicio a la Nación y, en ese orden los representantes al Congreso, ministros de Estado, miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo de la Magistratura, los magistrados supremos, el Fiscal de la Nación y el Defensor del Pueblo, en igual categoría; y los representantes de organismos descentralizados y alcaldes, de acuerdo a ley.

El artículo 425° del Código Penal considera como funcionarios o servidores públicos a: 1. Los que están comprendidos en la carrera administrativa. 2. Los que desempeñan cargos políticos o de confianza, incluso si emanan de elección popular. 3. Todo aquel que independientemente del régimen laboral en que se encuentre, mantiene vínculo laboral o contractual de cualquier naturaleza con entidades u organismos del Estado y que a virtud de ello ejerce funciones en dichas entidades u organismos. 4. Los administradores y depositarios de caudales embargados o depositados por autoridad competente, aunque pertenezcan a particulares. 5. Los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. 6. Los demás indicados por la Constitución Política y la ley.

En el Perú mediante la Ley Nº 26771 del 15/04/1997 y la Ley 30294 del 28/12/2004 se prohíbe ejercer la facultad de nombrar y contratar personal en el sector público, hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad (cónyuges, convivientes, hermanos, cuñados, abuelos, padres, hijos, nietos, tíos y primos hermanos) en casos de parentesco y por razón de matrimonio, unión de hecho o convivencia, inducir a otro a hacerlo en su entidad respecto a sus parientes y suscribir contratos de locación de servicios, contratos de consultoría y otros de naturaleza similar. La ley 2671 ha sido reglamentada a través del Decreto Supremo Nº 021- 2000-PCM.

El artículo 1°. de la Ley 2671 a la letra dice: “Los funcionarios de dirección y/o personal de confianza de las entidades y reparticiones públicas conformantes del Sector Público Nacional, así como de las empresas del Estado, que gozan de la facultad de nombramiento y contratación de personal, o tengan injerencia directa o indirecta en el proceso de selección se encuentran prohibidos de ejercer dicha facultad en su entidad respecto a sus parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad y por razón de matrimonio”. En el segundo artículo se dispone que se encargan de velar el cumplimiento de lo dispuesto en el artículo primero los Órganos de Control Interno de las entidades públicas, bajo responsabilidad, y sin perjuicio de acciones de control de la Contraloría General de la República.

En la parte considerativa del Decreto Supremo Nº 021-2000-PCM, que es el Reglamento de la ley 2671, se manifiesta: “Que, el nepotismo constituye una práctica inadecuada que propicia el conflicto de intereses entre el interés personal y el servicio público; restringe el acceso en condiciones de igualdad a las funciones públicas y dificulta que las entidades públicas puedan cumplir objetivamente con la funciones para las que fueron creadas; debilita un ambiente saludable para el control interno y para la evaluación; e incluso perturba la disciplina laboral debido a la falta de imparcialidad del superior para ejercer su potestad de mando en un plano de igualdad sobre los servidores vinculados familiarmente con los funcionarios con poder de decisión”.

En el artículo 2 del Reglamento se precisa que se configura el acto de nepotismo cuando los funcionarios de dirección y/o personal de confianza de la Entidad hayan ejercido su facultad de nombrar o contratar, o hayan realizado injerencia de manera directa (cuando el acto se produce dentro de la unidad o dependencia administrativa) o indirecta (cuando es ejercida sin formar parte de la unidad administrativa tiene injerencia en quienes toman o adoptan la decisión de contratar o nombrar), en el nombramiento de personal, contratación de servicios no personales o en los respectivos procesos de selección.

Asimismo en el artículo 7 del Reglamento se establece las sanciones a los que contravengan la ley: De comprobarse la comisión de un acto de nepotismo, la sanción para el funcionario y/o personal de confianza que contrata o realiza alguna injerencia, será la suspensión sin goce de remuneraciones. El período de suspensión dependerá de la gravedad de la falta y no podrá ser menor a treinta (30) días calendario. En caso de reiterancia, la sanción será la destitución o resolución del contrato.

En el artículo 8 del Reglamento se dispone para los que contravienen la ley y el reglamento quedarán inhabilitados para trabajar en cualquiera de las entidades señaladas hasta dos años después de resuelto el contrato laboral o de servicios. Según el artículo 11 de la ley 30225 vigente desde el 9 de enero de 2016,

LEY DE CONTRATACIONES CON EL ESTADO

Están impedidos o prohibidos de contratar con el Estado los familiares de funcionarios hasta el cuarto grado de consanguineidad y segundo de afinidad. En este caso la responsabilidad es del impedido de contratar [el familiar del funcionario] y del órgano administrativo que lo contrata sin haber verificado los impedimentos fijados por la ley.

La Ley de Contrataciones del Estado aplica solo para las contrataciones de proveedores reguladas por esta norma, mas no a otras modalidades de contratos laborales. Los familiares del presidente de la República, vicepresidentes, ministros, viceministros, vocales de la Corte Suprema, titulares y miembros del órgano colegiado de los Organismos Constitucionales Autónomos y congresistas, el impedimento rige para todo proceso de contratación pública a nivel nacional. Sus familiares no pueden constituirse como proveedores de ninguna entidad del Estado, ya sea a nivel nacional, regional o local.

La Contraloría General de la República en su portal recuerda a los funcionarios o servidores públicos: “Nepotismo es una práctica inadecuada que restringe el acceso de las personas en igualdad de condiciones a la función pública, dificulta a las entidades cumplir objetivamente con sus funciones e incluso perturba la disciplina laboral debido a la falta de imparcialidad del superior con los demás servidores”.

Debemos recordar asimismo que la prohibición de nepotismo sobre parientes consanguíneos alcanza: 1º grado: los padres y los hijos;2º grado: los abuelos, los nietos y los hermanos;3º grado: bisabuelos, bisnietos, tíos y sobrinos; 4º grado: tatarabuelos, tataranietos, y primos hermanos. El parentesco por afinidad (por matrimonio, unión de hecho o convivencia) prohíbe hasta:1º grado: los suegros e hijos del cónyuge o conviviente (hijastro, a); 2º grado: los cuñados (as), y los abuelos (paterno y materno) del cónyuge o conviviente.

CONSECUENCIAS DEL NEPOTISMO

El nepotismo es una práctica indebida, ilícita y corrupta en la que prevalece el amiguismo o el parentesco familiar y que origina nefastas consecuencias para los Estados como las siguientes:

a) Afecta el acceso de las personas a la función pública en igualdad de condiciones y oportunidades;

b) Afecta la objetividad y la neutralidad de los funcionarios para la mejor y oportuna toma de decisiones;

c) Bloquea la aplicación correcta y transparente del servicio civil de carrera en el sector público;

d) Dificulta el control interno en las instituciones del Estado de manera imparcial y transparente;

e) Debilita la moral, la motivación, la autoestima y el compromiso de los trabajadores y empleados para alcanzar objetivos, fines y metas trazadas por la institución;

f) Dificulta que las entidades públicas puedan cumplir de manera imparcial, justa y eficiente sus funciones;

g) Distorsiona el sentido y objetivo básico de las empresas del Estado que es la prestación eficiente del servicio público para centrarse en la atención de intereses particulares de grupos de amigos y familiares;

h) Genera resistencia a la competencia leal y a la innovación en el personal jerárquico, administrativo y de servicios de las empresas e instituciones del Estado;

i) Origina baja calidad de desempeño laboral, deficiente prestación del servicio público y relativas pérdidas económicas en las empresas públicas a corto, mediano y largo plazo;

j) Procura el intercambio de favores personales con la captura de poder político, de puestos de trabajo, contratos, concesiones y presupuestos;

k) Promueve un clima de indisciplina laboral, permanentes fricciones, enfrentamientos, resentimientos, marginaciones, favoritismo e injusticias del superior con el personal jerárquico;

l) Propicia el conflicto de intereses entre el interés personal y el servicio público; m) Repercute en la eficiencia y en la transparencia de promociones, nombramientos y ascensos en la actividad de la Administración Pública.

n) Socava la credibilidad en el Estado, la administración pública y el régimen político democrático.

CÓMO PREVENIR EL NEPOTISMO EN EL PERÚ

La práctica del nepotismo en las empresas del Estado peruano podría prevenirse efectuándose las recomendaciones siguientes:

a) La búsqueda e incorporación de nuevos talentos en puestos estratégicos de las empresas públicas deberá realizarse de manera objetiva, rigurosa, imparcial y transparente, definiendo claramente qué se quiere, qué se necesita, qué tipo de recursos humanos es fundamental y prioritario dentro de las empresas públicas;

b) Los ejecutivos, directivos y líderes de las empresas públicas deberán contratar al nuevo personal por sus calidades meritocráticas, idoneidad, experiencia, competencias profesionales y no por razones de ser un familiar, pariente o amigo;

c) Aplicar rigurosas pruebas de aptitudes y psicométricas;

d) Incorporar nuevos trabajadores, empleados y funcionarios que conozcan previamente la visión, misión y los valores de la empresa pública, sus estatutos, reglamentos y manuales de organización y funcionamiento (MOF), normas de control interno, los proyectos, planes y programas en ejecución;

e) Recabar del nuevo personal que ingresa su declaración jurada, en la que consigne el nombre completo, grado de parentesco o vínculo conyugal y la oficina en la que eventualmente presten servicios sus parientes o su cónyuge, en la misma entidad;

f) Aplicar con rigurosidad e imparcialidad al personal de las empresas del Estado el Código de Ética de las Empresas Públicas.

 

 



[1] Artículo del Dr. Eudoro Terrones Negrete publicado en la Revista EMPRESARIO/CONSTRUYENDO UN PERÚ MEJOR, Lima-Perú, 17 edición, Año 2022, Director: Carlos Orbegoso Viera, e-mail: revistaempresario@hotmail.com http://www.revistaempresario.org

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1 de febrero de 2023

La muerte como problema existencial del hombre (XIV)

 LA MUERTE COMO PROBLEMA EXISTENCIAL DEL HOMBRE

Escribe. Dr. Eudoro Terrones Negrete


XIV. LOS ÚLTIMOS DÍAS DE LA MUERTE

Yuval Noah Harari, en su importante y trascendental obra titulada “Homo Deus. Breve historia del mañana” (México, 2016) refiere lo siguiente:

“En el siglo XXI es probable que los humanos hagan una apuesta seria por la inmortalidad. Luchar contra la vejez y la muerte no será más que la continuación de la consagrada lucha contra el hambre y la enfermedad, y manifestará el valor supremo de la cultura contemporánea: el mérito de la vida humana. Se nos recuerda constantemente que la vida humana es lo más sagrado del universo. Todo el mundo lo dice: los profesores en las escuelas, los políticos en los parlamentos, los abogados en los tribunales y los actores en los escenarios. La Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por las Naciones Unidas después de la Segunda Guerra Mundial (que es lo más cercano que tenemos a una constitución global) afirma categóricamente que “el derecho a la vida” es el valor fundamental. Puesto que la muerte viola a todas luces este derecho, la muerte es un crimen contra la humanidad y deberíamos declararle la guerra total”. (2016:32-33)

“A lo largo de la historial las religiones y las ideologías no sacralizaron la vida. Siempre sacralizaron algo situado por encima o más allá de la existencia terrenal y, en consecuencia, fueron muy tolerantes con la muerte. De hecho, algunas de ellas directamente profesaron afecto a la Parca. Debido a que el cristianismo, el islamismo y el hinduismo insistían en que el sentido de nuestra existencia dependía de nuestro destino en la otra vida, consideraban la muerte una parte vital y positiva del mundo. Los humanos morían porque Dios así lo decretaba, y el momento de la muerte era una experiencia metafísica sagrada que rebosaba de sentido. Cuando un humano estaba a punto de exhalar su último aliento, había llegado la hora de avisar a sacerdotes, rabinos y chamanes, hacer el balance de la vida y aceptar el verdadero papel de uno en el universo. Intente siquiera el lector imaginar el cristianismo, el islamismo o el hinduismo en un mundo sin la muerte…que es también un mundo sin cielo, infierno o reencarnación”.(2016:33)

“La ciencia y la cultura modernas difieren totalmente en su opinión sobre la vida y la muerte. No piensan en la muerte como un misterio metafísico, y desde luego no consideran que sea el origen del sentido de la vida. Más bien, para las personas modernas, la muerte es un problema técnico que podemos y deberíamos resolver”.(2016:33)

“…Los humanos siempre mueren debido a algún fallo técnico. El corazón deja de bombear sangre. La arteria principal se obtura con depósitos grados. Células cancerosas se extienden por el hígado. Gérmenes se multiplican en los pulmones, ¿Y qué es responsable de todos estos problemas técnicos? Otros problemas técnicos. El corazón deja de bombear sangre porque no llega suficiente oxígeno al músculo cardíaco. Las células cancerosas se extienden porque alguien estornudó en el metro. No hay nada metafísico en esto. Todo son problemas técnicos”. (2016:34)

“Y cada problema técnico tiene una solución técnica. No hemos de aguardar el Segundo Advenimiento para vencer a la muerte. Un par de frikis en un laboratorio pueden hacerlo. Si tradicionalmente la muerte era la especialidad de sacerdotes y teólogos, ahora los ingenieros están tomando el relevo. Podemos matar las células cancerosas con quimioterapia o nanorrobots. Podemos exterminar los gérmenes de los pulmones con antibióticos. Si el corazón deja de bombear, podemos revigorizarlo con medicamentos y descargas eléctricas… y si esto no funciona, podemos implantar un nuevo corazón. Cierto: en la actualidad no tenemos soluciones para todos los problemas técnicos, pero esta es precisamente la razón por la que invertimos tanto tiempo y dinero en la investigación del cáncer, de los gérmenes, de la genética y de la nanotecnología”. (2016:34-35)

“En consecuencia, hoy en día existe una minoría creciente de científicos y pensadores que hablan más abiertamente y afirman que la principal empresa de la ciencia moderna es derrotar a la muerte y garantizar a los humanos la eterna juventud…En una entrevista de enero de 2015, Bill Maris dijo: “Si usted me pregunta hoy: ¿Es posible vivir hasta los quinientos años?, la respuesta es “Sí”…” (2016:36)

“Otras celebridades de Silicon Valley comparten sueños semejantes. Peter Thiel, cofundador de PayPal, ha confesado recientemente que pretende vivir para siempre. “Creo que, probablemente, hay tres manera principales de afrontar ¨[la muerte] – explicaba-: puedes aceptarla, puedes negarla o puedes luchar contra ella. Pienso que nuestra sociedad está dominada por personas que están por la negación o por la aceptación, y yo prefiero luchar contra ella]”. Es probable que mucha gente descarte dichas afirmaciones como fantasías de adolescente. Pero Thiel es alguien a quien hay que tomar muy en serio. Es uno de los emprendedores de más éxito e influencia de Silicon Valley, con una fortuna que se estima en 2,200 millones de dólares. Es algo ineludible: la igualdad sale, entra la inmortalidad,” (2006:36)

Jorge Manrique en sus famosas Coplas a la muerte de su padre escribe:

“Nuestras vidas son los ríos

que van a dar en la mar,

que es el morir,

allí van los señoríos

derechos a se acabar

y consumir;

allí los ríos caudales,

allí los otros medianos

y más chicos,

y llegados, son iguales

los que viven por sus manos

y los ricos”.

Del escritor y poeta peruano Manuel González Prada, he aquí un extracto de su poema:

Para verme con los muertos,

ya no voy al camposanto.

Busco plazas, no desiertos,

para verme con los muertos.

¡Corazones hay tan yertos!

¡Almas hay que hieden tanto!

Para verme con los muertos

ya no voy al camposanto.

O estas Rimas inmortales, para el álbum del recuerdo, del gran poeta y narrador español Gustavo Adolfo Becquer:

Cerraron sus ojos

que aún tenía abiertos,

taparon su cara

con un blanco lienzo,

y unos sollozando,

otros en silencio,

de la triste alcoba

todos se salieron.


La luz, que en un vaso

ardía en el suelo,

al muro arrojaba

la sombra del lecho,

y entre aquella sombra

veíase a intérvalos

dibujarse rígida

la forma del cuerpo.


Despertaba el día,

y a su albor primero

con sus mil ruidos,

despertaba el pueblo.

Ante aquel contraste

de vida y misterio,

de luz y tinieblas,

yo pensé un momento:

-¡Dios mío, qué solos

se quedan los muertos!


Cerramos el presente artículo “Enfoque multidisciplinario de la muerte como problema fundamental de la existencia del hombre” con el verso inmortal de la mística y escritora española Santa Teresa de Jesús:

Vivo sin vivir en mí

y tan alta vida espero

que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,

después que muero de amor,

porque vivo en el Señor,

que me quiso para sí.

Cuando el corazón le di

puso en él este letrero:

que muero porque no muero.


Lima, febrero, 2023.

Dr. Eudoro Terrones Negrete




BIBLIOGRAFÍA 

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Bernat JK, Culver G. On the definition and criterion of death. Ann Intern Med 1981.

Bloch, E., “Das Prinzip Hoffnung”, Frankfurt A. M., 1959.

Buhr, M y Kosing, A., Diccionario Filosófico del marxismo-leninismo”, Berlín, 1974.

Didier, Julia. Diccionario de Filosofía, Editorial DIANA, México, 2ª. Impresión, 1987.

Elguera Cabrera, Julio César Vladimir. El concepto de alma en la doctrina filosófica de Sócrates (Ensayo filosófico).Empresa Periodística Perú, Talleres de Gráfica “N”, Huánuco, 18 de abril de l989.

Enciclopedia Ilustrada Cumbre, Tomo VIII, Editorial Cumbre, S.A., México, D.F, Tercera Edición, 1962.

Enciclopédia Mirador Internacional. Encyclopedia Britanica do Brasil Publicacoes Ltda. Sao Paulo+Río de Janeiro, Brasil, 1976, Tomo 14.

González Díaz, José Luis. Dichos y Proverbios Populares. EDIMAT LIBROS S.A., Madrid-España, 1998.

Hoebel, E. Adamson. “Antropología: El estudio del hombre”. Ediciones Omega, S.A., Barcelona, Segunda edición, 1973

Klineberg, Otto. Psicología Social.  Fondo de Cultura Económica, Biblioteca de Psicología y Psicoanálisis dirigida por Erich Fromm, México, Primera edición en español, 1963.

Jankélévitch, V. (2002:35). La muerte. Pre-textos, Valencia.

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Mijail Málishev, El sentido de la muerte. https://www.redalyc.org/pdf/104/10410106.pdf

Mosterín, Jesús. Filosofía y Ciencia. Un continuo. Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Fondo Editorial. Lima, Primera Edición, setiembre de 2011.

Mosterín, Jesús. La Naturaleza Humana. Espasa Libros S.L.U, Madrid (España), agosto de 2011

Noah Harari, Yuval. Homo Deus. Breve historia del mañana, México, primera edición, diciembre, 2016.

Platón. Diálogos: Apología de Sócrates. Critón. Fedón. Menón. Editorial Mantaro, Primera edición: julio de 1997.

Ramón y Cajal, Santiago, Obras Literarias Completas. Charlas de Café.  Aguilar, S.A. de Ediciones, Madrid (España), 1950.

Sartre, Jean-Paul. “El ser y la nada”, trad.Valmar, Bs.As., 1966, especialmente pp.656-660.

Schaff, A., “Marxismo e individuo humano”, México, 1967.

Terrones Negrete, Eudoro. El filósofo según los filósofos. Centro de Investigaciones y Publicaciones Educativos-Culturales, Primera Edición, Lima, 2005.

Terrones Negrete, Eudoro. SÓCRATES: El maestro, el filósofo y el mártir de la filosofía. Centro Regional de Ediciones Culturales y Educativas /CRECE, Segunda Edición, 2022, Toronto, Canadá.

Vuillemin, “Essai sur la signification de la mort”, París, 1948.

Wilson, Emily. La muerte de Sócrates. Héroe, villano, charlatán, santo. Biblioteca Buridán, 2008.


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La muerte como problema existencial del hombre (XIII)

LA MUERTE COMO PROBLEMA EXISTENCIAL DEL HOMBRE

Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete 


 

XIII.           LA MUERTE DE SÓCRATES[1]

Uno de los discípulos más queridos de Sócrates, Fedón, estuvo cerca de la cama de Sócrates el día que bebió la cicuta en la prisión y sentado a su derecha en un asiento bajo, y Sócrates en otro más alto. Sócrates, luego de pasar su mano por la cabeza de Fedón, cogerle el cabello que caía sobre sus espaldas y con el cual tenía la costumbre de jugar, le dijo: “Fedón: Mañana te harás cortar estos hermosos cabellos”, en clara recordación a los griegos que se hacían cortar los cabellos a la muerte de sus amigos y los colocaban sobre su tumba.

Magníficas e informadas disquisiciones nos ofrece la filosofía Emily Wilson[2], autora de la polémica obra La muerte de Sócrates. Héroe, villano, charlatán, santo: “Varios estudiosos de finales del siglo XX han sostenido que el relato que hace Platón de la muerte de Sócrates no es fiel, es demasiado bueno y bello para ser verdad. La ingestión de cicuta produce babas, hace que sudes profundamente, provoca dolor de estómago y de cabeza, vómitos, aceleración del ritmo cardiaco, convulsiones, sequedad bucal y estremecimientos. El cuadro no se asemeja en absoluto a la descripción de la muerte que hace Platón en el Fedón. La visión platónica, tan alejada de los verdaderos síntomas, tan puesta en escena, sugiere que su versión es netamente ficcional si bien basada en un hecho real. Ergo…”.

“No hay, no debería haber consecuencias precipitadas. Enid Bloch ha puesto en entredicho esa visión más realista, menos ficcional, muy antiplatónica. Bloch -acaso el nombre no sea casual en este caso- ha probado que Platón nos ofrece una descripción fiel de los p0robables síntomas médicos de Sócrates durante los últimos instantes de su vida: la cicuta venenosa, una de las tres variantes de la cicuta, no afecta al sistema nervioso central, sino sólo al sistema periférico, de ahí que los que la ingieren se vean afectados exactamente en la forma descrita por Platón: su cuerpo se agarrota poco a poco hasta que mueren indoloramente una vez que la parálisis afecta al sistema respiratorio o al corazón”[3].

Coincido con Emily Wilson cuando en la introducción de su obra referida señala que Sócrates “no sólo fue condenado a muerte por sus ideas sino por las personas con las que se relacionó” y que para poder entender bien la muerte de Sócrates, “hemos de conocer la historia de su tiempo, a sus amigos, su familia, sus enemigos y sus amantes”.

Y precisamente esto es lo que he tratado de hacer desde los inicios de las páginas del ensayo: “Sócrates: el filósofo, el maestro y el mártir de la filosofía” para una mejor comprensión integral de la vida y del pensamiento de este “pensador extraño y radical”, aun cuando sobre las fuentes “no tenemos forma de acceder directamente a los hechos”, toda vez que lo poco que sabemos sobre Sócrates proviene de las versiones de sus discípulos Platón, Jenofonte, Aristófanes y Aristóteles.

No cabe duda alguna que los dirigentes demócratas fueron los que derrocaron a los tiranos de Atenas y los encargados de ejecutar a Sócrates en el año 399 antes de Cristo. Por entonces, su discípulo Platón tenía 28 años de edad.

Sócrates murió con firmeza y lealtad a sus principios, a sus creencias, a su filosofía de la vida. Murió con dignidad, sin claudicación alguna y seguro que ha actuado con fiel respeto a las leyes de la ciudad, después de vivir entregado de entero a la filosofía y a la educación del pueblo ateniense, sin percibir remuneración alguna. “Se sentó al borde de la cama, puso los pies en tierra, y habló en esta postura todo el resto del día”.

Y esta tranquilidad de espíritu y de conformidad de conciencia sobre su destino se justifica cuando Sócrates[4] en el diálogo Fedón, manifiesta lo siguiente: “Todo hombre, que durante su vida ha renunciado a los placeres y a los bienes del cuerpo y los ha mirado como extraños y maléficos, que sólo se ha entregado a los placeres de la ciencia, y ha puesto en su alma, no adornos extraños, sino adornos que le son propios, como la templanza, la justicia, la fortaleza, la libertad, la verdad; semejante hombre debe esperar tranquilamente la hora de su partida para el Hades, estando siempre dispuesto para este viaje cuando quiera que el destino le llame. Respeto a vosotros, Simmias y Cebes y los demás aquí presentes, haréis este viaje cuando os llegue vuestro turno. Con respecto a mí, la muerte me llama hoy, como diría un poeta trágico, y ya es tiempo de que me vaya al baño, porque me parece que es mejor no beber el veneno hasta después de haberme bañado, y ahorraré así a las mujeres el trabajo de lavar mi cadáver”.

El filósofo murió en fiel acatamiento de “una orden formal para morir” que dice le enviaba Dios y que en su condición de filósofo se prestaba gustoso a la muerte. Y feneció pensando encontrar en el otro mundo dioses tan buenos y tan sabios, hombres mejores que los que dejaba y poder reunirse allí con hombres justos. Murió confiando que hay algo reservado para los hombres después de esta vida: la de gozar bien infinitos, y que, según la antigua máxima, los buenos serían mejor tratados que los malos.

“Los hombres ignoran – dice Sócrates en el diálogo Fedón- que los verdaderos filósofos no trabajan durante su vida sino para prepararse a la muerte; y siendo esto así, sería ridículo que después de haber proseguido sin tregua este único fin, recelasen y temiesen, cuando se les presenta la muerte… Lo propio y peculiar del filósofo es trabajar más particularmente que los demás hombres, en desprender su alma del comercio del cuerpo”.[5]

Al filosofar sobre la muerte, Sócrates estuvo convencido que por medio del razonamiento el alma descubre la verdad. A la separación del alma y del cuerpo lo denominó “la muerte”. Reflexionó sobre la esencia de las cosas, sobre lo que son las cosas en sí mismas. No se cansó de repetir que por medio del pensamiento (alma) y no por los sentidos del cuerpo es como se llega a conocer mejor la realidad de los objetos o la esencia pura de las cosas del mundo, sentenciando que el cuerpo nunca nos conduce a la sabiduría.

“Por consiguiente, dice Sócrates en el Fedón, siempre que veas a un hombre estremecerse y retroceder cuando está a punto de morir, es una prueba segura de que tal hombre ama no la sabiduría, sino su cuerpo, y con el cuerpo los honores y riquezas, o ambas cosas a la vez”.[6]

Con el brazo en alto, explicó a sus discípulos que el filósofo debe estar dispuesto a enfrentarse valientemente y con fortaleza espiritual y moral a cualquier circunstancia de la vida, entre ellas, la propia muerte.

Luego que Sócrates terminó de hablar pasó a darse un baño, luego llegaron sus hijos y las mujeres de su casa, habló con ellos en presencia de Critón -quien le propuso la huida-, les impartió algunas órdenes y se despidió para siempre. Cerca de la puesta del sol, Sócrates se sentó, llega el servidor de las once y, de pie junto a él, le dijo estas palabras: “De ti ya he conocido este tiempo en todo lo que eres el hombre más noble, paciente y bueno de cuantos jamás vivieron aquí, y ahora sé bien que no te enojas contra mí, sino contra los culpables, que ya los conoces. Ahora, pues, como sabes, lo que vengo a comunicarte, adiós, y procura soportar sencillamente lo inevitable”.[7]

Y, llorando, dio la vuelta y se marchó. Sócrates mirándole, respondió: “Salud también a ti, y yo haré lo que me dices”. Las últimas palabras de Sócrates fueron las siguientes: “Critón, debemos un gallo a Asclepio; no te olvides de pagar esta deuda”.[8]

 



[1] Terrones Negrete, Eudoro. SÓCRATES: El maestro, el filósofo y el mártir de la filosofía. Centro Regional de Ediciones Culturales y Educativas /CRECE, Segunda Edición, 2022, Toronto, Canadá, pp.212 y 216.

[2] Emily Wilson, La muerte de Sócrates. Héroe, villano, charlatán, santo. Biblioteca Buridán, 2008. E. Wilson es una destacada filósofa por el Balliol College de Oxford, doctora en Literatura Inglesa del Renacimiento por el Corpus Christi College de Oxford y doctora en Literatura Clásica y Comparativa por la Universidad de Yale.

[3] http://zettelfilosofia.zoomblog.com/archivo/2009/04/23/la-muerte-de-Socrates.html

[4] Platón. Diálogos: Apología de Sócrates. Critón. Fedón. Menón. Editorial Mantaro, Primera edición: julio de 1997, pp.101 y 102.

[5] Platón. Diálogos: Apología de Sócrates. Critón. Fedón. Menón. Editorial Mantaro, Primera edición, julio de 1997, p.51.

[6] Platón. Op.cit. p.55

[7] Platón. Ibidem.

[8] Era un sacrificio en acción de gracias al dios de la medicina, que le libraba por la muerte de todos los males de la vida.


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La muerte como problema existencial del hombre (XII)

 LA MUERTE COMO PROBLEMA EXISTENCIAL DEL HOMBRE

Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete


XII.          EXPRESIONES CON EL TÉRMINO MUERTE

En la vida diaria escuchamos frecuentemente expresiones que incluyen los términos de muerte o morir.

De la voluminosa obra “Dichos y Proverbios Populares”, cuyo autor es José Luis González Díaz[1], previa selección minuciosa se ha extraído una serie de expresiones y cuyo significado están consignados entre los paréntesis.

A Dios va quien muere (réplica de broma que se da al que se despide con un adiós).

A la vejez y a la juventud espera el ataúd (indica que no hay edad especial para morirse).

¡A malas lanzadas muero! (imprecación contra la persona objeto de nuestro odio).

A muerte (hasta morir uno de los dos contendientes).

A muerte, o a vida (hacer algo arriesgado, dudando de la eficacia del medio elegido).

A rey muerto, rey puesto (indicando que debe continuar la vida, cuando una persona querida ha muerto).

A suerte o a muerte (hacer una cosa a la aventura, salga lo que saliere).

A vida o muerte (expresión familiar, para indicar que se va a tomar una comida o bebida, después de haber estado haciéndolo con anterioridad. Riesgo grande al ejecutar una cosa).

Aborrecer, perseguir, etc., de muerte (con toda saña y crueldad).

Achantarse como un muerto (permanecer totalmente callado).

Al muerto, tierra encima (expresión para indicar que las cosas desagradables, incómodas, hay que hacer todo lo posible por que desaparezcan).

¡Anda y que la casque tu madre, o un muerto! (frase obscena con que se despide a una persona).

Ángulo muerto (llámase al espacio en que p0or el espejo retrovisor de un coche no se divisa lo que viene detrás).

Antes morir que perder la vida (dicho jocoso y burlesco, cuando lo que acontece no tiene mucha importancia).

Arroz y gallo muerto (con que se pondera la esplendidez de una comida o banquete).

Ataúdes blancos (forma de indicar que en un atentado hay niños fallecidos).

Bicho malo nunca muere y si muere, muere tarde (indica que lo malo por lo general suele durar mucho).

Bueno… bueno estaba y se murió (forma de indicar que no se manifiesten quejas por lo que no tiene solución).

Callar como un muerto (no hablar absolutamente nada).

Cargar con el muerto (asumir una responsabilidad que no corresponde).

Cerrado como pie de muerto (de genio duro y obstinado, que no atiende a razones).

Colgarle el muerto (echar la culpa a una persona injustamente).

Come bien, bebe mejor, mea claro, pee fuerte y cágate en la muerte (dicho del vulgo indicando cómo se debe estar sano).

Como se vive se muere (indicando que los vicios, modales, etc., pocas veces se dejan, pero duran hasta la muerte).

Contarlo con los muertos (perder la esperanza de volver a ver a una persona).

Dan ganas de morirse (por los acontecimientos nefastos).

Dar el último suspiro (morir).

Dar matarili (asesinar, matar).

Dar perro muerto (hacer burlas o engaños pesados).

Darse por muerto (rendirse al paso de los años).

De mala muerte (muy malo, de baja calidad, de poco valor).

De muerte (implacablemente, con ferocidad).

Dejemos a los muertos que entierren sus muertos (invita a olvidar los defectos de las personas fallecidas).

Después de muerto, ni viña ni huerto (ya que sobra todo).

Disgusto de muerte (haber recibido un gran disgusto).

Echar el muerto a casa, o a puerta ajena, o al vecino (atribuirle culpa ajena).

Echar a uno el muerto (atribuirle la culpa de algo).

Estar uno muerto (estar muy cansado).

Estar muerto por alguien o algo (amarlo, desearlo con vehemencia).

Estar uno a la muerte (encontrarse en riesgo o peligro inminente de morir);

El muerto al hoyo, y el vivo al bollo (expresa que la vida debe continuar a pesar del dolor por el fallecimiento de los seres queridos).

¿En qué estás pensando? En que me he de morir y no sé cuándo (dícese a la persona que está callada y ensimismada, a la cual contesta sin descubrir su pensamiento).

En vía muerta (se dice cuando una cosa está estancada).

En vida no me quisiste y en la muerte me plañiste (llamada también la hora de las alabanzas, la de la muerte; dícese de las personas que llora la muerte de un ser querido y que en la vida no había sido muy amado o apreciado).

Engordar para morir (se aplica cuando en el juego dejan ganar a uno para quitarle todo después).

Entre la vida y la muerte (en peligro inminente de muerte).

Entre todos la mataron y ella sola se murió (cuando cooperan varias personas a la consecución de un fin).

Es mejor morir de pie que vivir de rodillas (ensalzamiento a la dignidad humana, que está por encima de todo).

Los Escolapios reciben a los niños al nacer, y los Paúles se encargan de los hombres al morir (ocupación preferente de cada una de estas órdenes religiosas).

Eso es como meneársela a un muerto (trabajo inútil).

Eso es como tocarle la tripa a un muerto (no servir para nada).

Espantóse la muerta de la degollada (con que se reprende al que nota los defectos de otro, teniéndolos él mayores).

Estar a la muerte (en peligro inminente de morir).

Estar a las puertas de la muerte (próximo a morir).

Estar de arroz y gallo muerto (convidado a un banquete).

Estar en vía muerta (interrumpido un asunto, sin vías de solucionarse).

Estar más callado que un muerto (no abrir para nada la boca).

Estar más muerto que vivo (con mucho miedo).

Estar medio muerto (muy cansado, o en esa situación).

Estar muerto de risa (hacerte el fuerte para no reír).

Estar muerto por alguna cosa o persona (amarla o desearla).

Estar, o quedarse, más muerto que vivo (dícese del que tiene gran temor o espanto y está sobrecogido).

Gallina muerta no cacarea (cuando se quita la causa, desaparece el efecto).

Hacer el muerto (flotar de espaldas en el agua).

Hacer la muerte de un ángel (tener apacibles los últimos instantes de la vida).

Hacerse cuenta de que se ha muerto y se ha vuelto a resucitar (haber salido con bien de algún peligro o enfermedad grave).

Hacerse el muerto (quedar inactivo o en silencio para no ser advertido; desentenderse por completo).

Hacerse la gata muerta (fingir una humilde hipocresía, también fingir enfermedad).

Hallarse entre la vida y la muerte (a punto de morir).

Hasta el morir todo es vida (no se acaba la existencia hasta la muerte, debiendo haber siempre esperanza).

Hasta la muerte (firme resolución de permanecer en una idea, o hacer algo afrontando todos los riesgos y dificultades).

Hasta la muerte todo es vida (enseña a no desconfiar de conseguir una cosa, mientras haya vida).

Herradura de la muerte (ojeras lívidas que aparecen en el rostro de un moribundo).

Hierba mala nunca muere (ya que lo que es dañino tarda más en desaparecer).

Hora suprema (la de la muerte).

Horas muertas (las perdidas o las que pasan en espera de algo).

In articulo mortis (poco antes de morir).

Jóvenes o viejos, la muerte no respeta (dichos de pésame).

La muerte andando (persona extremadamente delgada).

La muerte es sorda (ya que llega sin que se la llame y cuando ella quiere).

La muerte todas las cosas iguala (al fin de la vida todos calvos, o iguales).

La otra vida (la que creemos y esperamos los cristianos después de las muerte).

Lengua muerta (lengua que ya no se habla, como el latín y el griego antiguo).

Levantar un muerto (en el juego, cobrar una apuesta que no se ha hecho).

Llevarse Dios a alguien (morir una persona).

Lo último que hay que hacer es morirse (frase para animar a los que están compungidos o muy enfermos).

Luchar uno con la muerte (estar mucho tiempo en agonía).

Madre, ni cenamos ni se muere padre (cuando se demora una cosa más de lo preciso y que no se realiza una cosa por estar pendiente de la consecución de otra).

Mal de muerte, a mi marido le caiga en suerte (contra las mujeres egoístas, que estiman en poco a sus maridos).

Mal largo, muerte al cabo (forma de terminar las enfermedades).

Mala yerba nunca muere (bicho malo nunca muere).

Manos muertas (los poseedores de bienes enajenables).

Más muerto que vivo (quedarse con temor, gran susto o espanto).

Matar al mensajero (echar culpas al que no tiene culpa o nada que ver en el asunto).

Matar con cuchillo de palo (matar a otro lenta y porfiadamente).

Matar de hambre (dar poco de comer).

Matar dos pájaros de un tiro, o de una pedrada (hacer o lograr dos cosas con una sola diligencia).

Matar el gusanillo (desayunarse con un trago de aguardiente o de otro licor).

Matar el tiempo, el rato (entretenerse).

Matar la araña (perder el tiempo, haciendo como que se trabaja).

Matar la gallina de los huevos de oro (hacer una cosa para conseguir otra de menor importancia).

Matar moscas a cañonazos (indicando que hay que buscar los remedios o soluciones proporcionalmente al mal o daño, no con medios desmedidos).

Matarlas callando (persona que con maña y secreto procura conseguir su intento).

Matarlas en el aire (contestar con salidas inesperadas a lo que se habla, con respuestas agudas, prontas y fáciles. ]Atreverse con toda clase de empresas).

Matarse como chinches (gran mortandad).

Matarse con alguno (pelearse con él).

Matarse de hambre (comer poco por penitencia o cicatería).

Matarse por alguna cosa (hacer vivas diligencias para conseguirla).

Mearse, o morirse de risa (reír con vehemencia y movimientos descompasados).

Mejoría de la muerte (estado de bienestar que suele producirse en una grave enfermedad antes de la muerte del paciente).

Mientras hay vida hay esperanza (forma de indicar que nunca se debe perder la esperanza de que las cosas sucedan favorablemente).

Morir al mundo (apartarse del enteramente, renunciando a sus bienes y placeres).

Morir al palo (consumirse algo según lo previsto).

Morir al pie del cañón (luchar hasta el último instante, defendiendo con tesón alguna cosa).

Morir civilmente (quedar alejado del trato humano, o imposibilitado para obtenerlo).

Morir, como buen artillero, al pie del cañón (luchar hasta el último instante, defendiendo con tesón alguna cosa; morir siendo víctima del cumplimiento de su deber).

Morir como chinches, o moscas (morir en gran cantidad).

Morir como un perro (morir sin dar señales de arrepentimiento. Morir en soledad sin ninguna compañía).

Morir con las botas puestas (morir en acto de servicio).

Morir de un berrinche, como los gorriones (morir por causa de haberse dejado llevar impetuosamente de la ira).

Morir en olor de santidad (dícese de la persona que ha fallecido, y que se tenía por santo en este mundo por su bondad y buenos méritos).

Morir habemos. Ya lo sabemos (dicho de los monjes cartujos).

Morir, o morirse, por una persona (amarla apasionadamente),

Morir por Dios y por España (frase con que se invitaba a los combatientes a ser valientes y luchar por dichas causas).

Morir sin sol, sin luz y sin moscas (morir abandonado de todos).

Morir vestido (morir violentamente).

Morirse con todas las de la ley (fallecer a pesar de haber puesto todos los medios para evitarlo).

Morirse de amor (padecer por él).

Morirse de asco (abandonado de todos).

Morirse de miedo (tener gran temor o recelo de algo adverso, ser pusilánime).

Morirse de risa (expresión exagerativa que indica padecerla en extremo).

Morirse mirando al rincón, o cara a la pared (se dice de los ariscos o poco comunicativos).

Morirse por sus pedazos (persona muy apasionada por otra).

Mortis causa (transmisión de bienes después de haber fallecido una persona).

Mosquita muerta (persona que parece que nunca ha roto un plato, pero de hechos malos y desafortunados).

¡Muera! (interjección que manifiesta aversión a una persona. Emplease esta palabra en los motines).

Muérete y verás… (aconsejase al que manifiesta dudas sobre lo que ocurrirá en asuntos de familia).

Muerto de hambre (tener gran apetito y no tener que comer).

Muerto de risa (se dice de la persona o cosa que está totalmente olvidada, o inactiva);

Muerto el burro, la cebada al rabo (una vez terminada una causa, ya no existen consecuencias).

Muerto el perro, se acabó la rabia (desaparecida la causa, desaparece el enojo).

Nadie se muere de pena (por mucha que tenga).

Nadie se muere hasta que Dios quiere (expresa que sobre la voluntad de Dios no existe nada).

Ni muerto, ni vivo (cosa o persona que no aparece por más diligencias practicadas).

¡Ni qué niño muerto! (expresión con que se deniega una solicitud).

No aparecer ni muerta, ni viva (no hallarla por ninguna parte).

No encontrar ni vivo, ni muerto (no encontrar de ninguna forma lo que se está buscando).

No haber matado una mosca en su vida (ser una buena persona que no ha cometido ningún desmán en su vida).

No ser capaz de matar una mosca (ser una buena persona, inofensiva).

No tener dónde caerse muerto (ser muy pobre, no tener dinero o hallarse en suma pobreza).

No tener tiempo ni para rascarse, o para morirse (estar muy ocupado).

Odios de mortales no deben ser inmortales (aconsejando que las desavenencias no deben durar toda la vida, debiendo poner fin a ellas cuanto antes).

Pagar y morir, cuanto más tarde mejor (expresión de los que son poco amigos de pagar sus deudas).

Para poca salud, más vale morirse (cuando una cosa reporta tan poco beneficio que no merece la pena conservarla).

Parecer que se está alumbrando a un muerto (dícese donde hay poca luz artificial).

Parecerse a la muerte pelada (dícese de la persona flaca y horrorosa).

Pasar las horas muertas (dejar correr el tiempo sin hacer nada de provecho).

Pasarlo de muerte (divertirse mucho).

Paz y paciencia, y muerte con penitencia (regla de conducta para vivir y morir bien).

Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado (expresión al tergiversar maliciosamente el sentido de algún texto o proposición).

Por la verdad murió Cristo (invitando a decir la verdad siempre por dura y perjudicial que sea).

Punto muerto (momento en que no se espera ningún progreso en algo, espacio donde no se puede observar el movimiento o situación de un objeto).

¡Que me maten! (se usa para asegurar la verdad de una cosa).

Que me muera de repente (si lo dicho o hecho no es cierto).

¿Qué niño muerto, o envuelto? (expresión de desprecio por lo que otro dice).

Quedarse muerto o medio muerto (sorprenderse de noticia repentina que causa pesar).

Quedarse tieso (quedarse muerto).

Quedarse sin la novia en una boda y el muerto en un entierro (se aplica a los individuos orgullosos, que siempre quieren ser admirados y ser el atractivo de la gente).

Quien a hierro mata, a hierro muere (indicando que siempre se recibe lo que se hace o se da).

Quien deprisa vive, deprisa muere (indicando que hay que dar tiempo al tiempo).

Quien está para morir, siempre suela hablar verdades (por ser lo último que va a hacer en esta vida).

Quien nace tonto, muere tonto (se dice de las personas bobas o lelas, que con el paso de los años no mejoran, sino que empeoran).

¿Quién se ha muerto? Juan del Puerto (una de tantas evasivas que se da al que no se quiere contestar).

Quien se apura, se muere y al que se muere lo entierran (recomendándose que se tomen las adversidades con calma, no acongojándose antes de tiempo).

Quien teme la muerte no goza la vida (al pensar constantemente en el trance final, hace que se mire la vida con tristeza).

¿Quieres?, se le dice a los muertos, ya que a los vivos se les dice toma (frase que no necesita comentario).

Reír como un muerto (por ironía, estar serio).

Renovarse o morir (hay que adaptarse a los tiempos, sin esperar que los demás estén a nuestro criterio o razón).

Restos mortales (el cuerpo después de muerto; cadáver de una persona).

Rigor mortis (estado de rigidez que adquiere el cadáver).

Sacudirse el muerto de encima (eludirse de toda responsabilidad).

Sentir de muerte (explicación del sumo sentimiento o dolor de una cosa).

Ser una cosa una muerte (ser extraordinariamente molesta o insufrible) volver uno de la muerte a la vida (restablecerse de una enfermedad gravísima).

Ser capaz de levantar a la muerte de la sepultura (suele aplicarse a la persona que miente mucho y descaradamente).

Ser capaz de resucitar a un muerto (dícese de los manjares de mucha sustancia, aplicándose generalmente al caldo y al vino bueno).

Ser letra muerta (dícese de lo que no tiene valor).

Ser más feo que la muerte (no haber nada más feo).

Ser más tonto que hacerle una paja a un muerto (tonto de remate).

Ser una mosquita muerta (tener apariencia de falsa inocencia; persona que engaña con su forma de ser).

Ser un muerto de hambre (muy pobre y desgraciado).

Ser una muerte (indica lo penoso, insufrible o sumamente tardío).

Si quieres ser inmortal hazte pleito eclesiástico (por el tiempo que dura un pleito con la curia).

Siempre la muerte tiene disculpa (al ocurrir un fallecimiento nunca se deja de encontrar alguna causa que lo justifique).

Sin decir Jesús (con que se pondera lo instantáneo de la muerte de una persona).

Soltar el pellejo (morir).

Todo tiene remedio, menos la muerte (expresión de consuelo cuando ha acontecido algo que nos causa pesar).

Tomarse la muerte, o el mal, por su mano (ejecutar algo contra la vida, la salud o el bienestar sin oír consejos en contrario).

Vía muerta (camino que no conduce a ninguna parte, que tiene un fin determinado).

Vida sin amigo, muerte sin testigo (que advierte al que no se cuida de granjeares amigos; se verá desamparado en las adversidades).

Viva la verdad y muera la mentira (expresiones en defensa de la verdad).

Volver de la muerte a la vida (restablecerse de alguna enfermedad gravísima).



[1] González Díaz, José Luis. Dichos y Proverbios Populares. EDIMAT LIBROS S.A.,Madrid-España, 1998.


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