Artículos periodísticos y de investigación

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1 de febrero de 2023

La muerte como problema existencial del hombre (IX)

 LA MUERTE COMO PROBLEMA EXISTENCIAL DEL HOMBRE

Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete


IX.             ENFOQUE MULTIDISCIPLINARIO DE LA MUERTE

En las siguientes líneas presentamos un enfoque multidisciplinario sobre la muerte, desde el punto de vista de la antropología social, de la biología, de la psicología, de la sociología, del derecho y de la religión.

“Desde el punto de vista de la antropología social, el fenómeno inevitable de la muerte es enfocado con vista a sus representaciones en diferentes sociedades. Se trata de verificar, por medio de la comparación sistemática, cómo las varias sociedades humanas clasifican y absorben el hecho de que, periódicamente, algunos de sus miembros desaparecen. Tal como ocurrió con la filosofía, en que la muerte fue tomada por algunos como inspiradora de la reflexión sobre el hombre y la existencia, en la antropología social la disciplina toma forma. En el final del siglo XIX, con tratados que buscaban interpretar las teorías primitivas respecto de la religión. Tanto Spencer como Taylor y Frazer utilizaron la muerte como fin conductor, para desenvolver sus teorías sobre la naturaleza del pensamiento primitivo. Además, Taylor y Spencer postularon una dualidad existencial, donde el hombre tendría doble universo, cuando soñaba, entraba en trance, tenía visiones y moría. Teniendo conciencia del sueño el hombre primitivo postulaba la existencia del alma, que sobreviviría después de la muerte4, y, como en los sueños, sería capaz de aparecer a sus parientes y compañeros de aldea. La creencia en el alma, además, sirvió para que Taylor formulase, en su famoso e importante Primitive Culture (1871, Cultura primitiva) una definición mínima de religión, según el cual la creencia en el alma era su componente crítico”[1].

Biológicamente la muerte es el término del ciclo de la vida y de la vida misma en un viaje al más allá y sin retorno, es el cese completo, definitivo e irreversible de las funciones y actividades vitales del hombre (cardiaca, respiratoria y cerebral).  Hay quienes piensan que la muerte es el paso de la materia sensible a la insensible.

Psicológicamente, ante la muerte de un ser querido las personas vivientes experimentan diferentes estados y síntomas emocionales y físicos: desesperación, ansiedad, miedo, culpa, confusión, negación, depresión, tristeza, desmayos, alteraciones de la conciencia, shock emocional, entre otros.

Sociológicamente, la muerte viene a ser el estudio de las interacciones del morir de los individuos, de las causas y consecuencias de la muerte de los integrantes de los grupos sociales y el significado del duelo en una sociedad, las circunstancias del fallecimiento, los ritos funerarios, etc.

Jurídicamente, con el fallecimiento de la persona se genera una serie de efectos en los ámbitos del Derecho, se extingue sus derechos y obligaciones (ya no puede contraer obligaciones), ya no es centro de imputación jurídica, se extingue ciertos contratos como el de sociedad o mandato y se disuelve el matrimonio y se extingue la patria potestad. Asimismo, la transmisión de los bienes del fallecido, se extinguen los derechos personalísimos como el derecho de alimentos, el derecho de uso, de habitación, etc.

Religiosamente o en sentido religioso la muerte es la separación del cuerpo y del alma humana. Para los cristianos, la muerte en el cuerpo del hombre es parte de un ciclo continuo de nacimiento, muerte y resurrección (o reencarnación), marcando la separación del cuerpo y el alma inmortal. El cuerpo muere y el espíritu trasciende al encuentro con Cristo. Según el Nuevo Diccionario de Filosofía OCÉANO: “la muerte puede ser concebida como parte de un ciclo continuo de nacimiento, muerte y resurrección o reencarnación (como sucede en el hinduismo y el budismo). Para el islam y el cristianismo, la muerte marca la separación del cuerpo y el alma inmortal, que espera el día del juicio final para ser enviada al cielo o al infierno. El judaísmo no hace énfasis en la vida después de la muerte sino en la supervivencia a través de una descendencia que honre la tradición”[2]

El fenómeno de la muerte está asociado en la Biblia con el vocablo “corrupción”. “Casi todas las religiones del mundo nos hacen concebir la muerte como el momento del juicio final. Algunos p0asajes del Apocalipsis precisan que ese juicio final marcará la desaparición de la humanidad; es el momento en que se podrá juzgar de una manera definitiva las consecuencias últimas de nuestras acciones, las cuales, de hecho, se nos escapan y siempre son mutables. En la religión cristiana la muerte del cuerpo se interpreta como el momento del renacimiento del espíritu en Dios. Se conciben dos tipos de inmortalidad: la del alma individual (Platón, doctrina cristiana) y aquella en que el alma individual se resuelve en una totalidad universal (inmortalidad impersonal, sostenida, por ejemplo, por Spinoza). Sin embargo, de hecho, es necesario reconocer con Sócrates que no se puede pensar nada concreto acerca de la muerte. “Mientras que uno esté aquí, la muerte aún no llega; y cuando ella sobreviene, uno ya no está aquí”. Por consiguiente, es más útil derivar la enseñanza que pueda ofrecer el sentimiento de la muerte para la vida humana”[3]



[1] Enciclopédia Mirador Internacional. Encyclopedia Britanica do Brasil Publicacoes Ltda. Sao Paulo+Río de Janeiro, Brasil, 1976, Tomo 14, p.7886.

[2] Nuevo Diccionario de Filosofía OCÉANO, Barcelona (España), 2001, p.162.

[3] Julia Didier, Diccionario de Filosofía, Editorial DIANA, México, 2ª. Impresión, 1987, p.210.

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