Artículos periodísticos y de investigación

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3 de agosto de 2019

LA PROBLEMÁTICA DE GÉNERO EN EL SIGLO XXI


LA PROBLEMÁTICA DE GÉNERO EN EL SIGLO XXI

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

La desigualdad de género y la discriminación ocurren en todo el mundo. En América Latina, que es la región con la mayor desigualdad de ingresos del mundo, las mujeres ganan un 84 por ciento de lo que ganan sus compañeros, según la Comisión de Estudios para América Latina (CEPAL).

En los países de América Latina y el Caribe, “En general, hay un progreso sostenido en las reformas institucionales orientadas a lograr la igualdad de género, en consonancia con la plataforma de Beijing y la firma de los convenios internacionales como la CEDAW, en la mayoría de los países de la región. Si bien, en algunos países ha habido retrocesos y se presentan barreras generalizadas para la efectiva implementación de las leyes (así como la impunidad y la falta de financiación, evaluación y cumplimiento), estas reformas representan una oportunidad para fortalecer los derechos de las mujeres. Principalmente, estas reformas incluyen cambios constitucionales, aprobación de leyes para proteger a las mujeres, creación de ministerios o institutos para los asuntos de las mujeres, modificaciones al código civil, y la adopción de políticas que apuntan a la equidad de género”[1].

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en 1992 abordó explícitamente aspectos relativos al género en la Agenda 21, Plataforma de la Cumbre de la Tierra para futuras acciones. También en la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos, Viena, 1993, se lograron importantes adelantos en el reconocimiento de los derechos de la mujer. Se reafirmó el principio que los derechos de las mujeres y las niñas son parte integral, inalienable e indivisible de los derechos humanos universales. Este principio fue asimismo uno de los objetivos básicos de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, celebrada en El Cairo en 1994. La temática relativa al género se colocó en el centro del debate y la Conferencia reconoció la importancia de fortalecer el poder de la mujer para alcanzar el desarrollo. A este propósito se declaró que "el objetivo es promover la igualdad de género y alentar -y permitir- que los hombres asuman sus responsabilidades respecto a su comportamiento sexual y reproductivo, así como en sus funciones sociales y familiares"[2].

En la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de Copenhague en 1995, la problemática relativa al género fue el eje de todas las estrategias para lograr el desarrollo social, económico y la conservación del medio ambiente. Por último, La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en 1995 en Beijing, reforzó estos nuevos enfoques y estableció una agenda que tuvo por objetivo fortalecer la posición de la mujer. Allí se adoptó la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing en materia de eliminación de todos los obstáculos para lograr la igualdad entre mujeres y hombres y asegurar la participación activa de la mujer en todas las esferas de la vida. En la conferencia se instó a los gobiernos, a la comunidad internacional y a la sociedad civil, incluyendo a las organizaciones no gubernamentales (las ONG) y al sector privado a participar en las soluciones a las siguientes problemáticas críticas[3]:
  • Persistente y creciente carga de la pobreza sobre la mujer;
  • Acceso desigual e inadecuado a la educación y capacitación;
  • Acceso desigual e inapropiado a los servicios de sanitarios y afines;
  • Violencia contra las mujeres;
  • Efectos de los conflictos armados y de otra clase sobre las mujeres;
  • Desigualdad en las estructuras políticas y económicas, en todas las formas de actividad productiva y en el acceso a los recursos;
  • Disparidad entre mujeres y hombres en el ejercicio del poder y la toma de decisiones en todos los niveles de autoridad;
  • Mecanismos insuficientes para promover la superación de la mujer;
  • Inadecuada promoción y protección de los derechos humanos de la mujer;
  • Estereotipos sobre la mujer y desigualdad en su acceso y participación en todos los sistemas de información, en especial los medios masivos de comunicación;
  • Desigualdades en materia de género, en el manejo de los recursos naturales y la protección del medio ambiente;
  • Persistente discriminación y violación de los derechos de las niñas.
De igual manera, se planteó la urgencia de que gobiernos y organismos internacionales promuevan la búsqueda y divulgación de información sobre los principales aspectos de interés con relación a la problemática de género, así como la generación y difusión de estadísticas con perspectiva de género para la planificación y evaluación de programas.

La igualdad de género y el respeto a los derechos humanos de las mujeres deben ser de  obligatoria aplicación de políticas  de desarrollo en los diferentes países del mundo.

La igualdad de género es un pilar básico, esencial y prioritario para lograr el crecimiento, desarrollo y progreso, la paz, la seguridad ciudadana y los derechos humanos en las naciones del mundo.

“El porcentaje de mujeres en los Parlamentos en América Latina es tan sólo del 22%. Porcentaje que es incluso menor, cuando se habla de gobiernos locales”[4].

Son algunos problemas fundamentales en materia de género los siguientes:
a.       El limitado acceso de la mujer a los factores de producción que por prejuicios existentes se dificultan su acceso a la tierra y al crédito.
b.  Las discriminaciones sociales y culturales imperantes en el reparto desigual de responsabilidades y oportunidades entre mujeres y hombres en la vida familiar y vida política, los bajos niveles de educación de la mujer, limitada capacidad de negociación, carga de trabajo diario más pesado, bajos niveles de productividad, etc.
c.       La discriminación de la mujer con respecto al hombree en las oportunidades de empleo para una misma función y categoría y con remuneración diferente.
d.      El acceso restringido de la mujer a los recursos productivos, al ejercicio del poder político, entre otros.
e.       Las mujeres tienen oportunidades de promoción más escasas en los cargos jerárquicos.


[1] Desigualdad y género en América Latina y el Caribe. http://saludpublica.bvsp.org.bo/cc/bo40.1/documentos/690.pdf
[2] Género en la agenda internacional. http://www.fao.org/3/x2919s/x2919s04.htm#TopOfPage
[3] Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre las Mujeres, Beijing, 4-15 de septiembre 1995; Cap III: Áreas críticas, punto 44, pag 23, Naciones Unidas, A/conf 177/20.
[4] Desigualdad y género en América Latina y el Caribe. http://saludpublica.bvsp.org.bo/cc/bo40.1/documentos/690.pdf

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