Estudiantes de la Universidad Jaime Bausate y Meza publican obra:
REFLEXIONES DE LOS ESTUDIANTES SOBRE ÉTICA PERIODÍSTICA
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
Desde
que el ser humano se agrupó en sociedades, no cabe duda que tuvo necesidad de
contar con normas, disposiciones, reglas, principios y valores éticos que le
permitiera regular su conducta frente a los demás miembros de la comunidad, con
el fin de vivir bien y en armonía social, haciendo uso de su libertad con
responsabilidad.
El
ser humano, desde que nace hasta que muere, es un ser en permanente acción e
interacción social; es un ser que suscita y soluciona deudas éticas, dilemas,
déficits y problemas éticos, dentro del contexto de su antropine physei
(naturaleza humana) y ethos (naturaleza
moral).
Dentro
de este contexto hay una disciplina de la filosofía que estudia la conducta
moral, la conciencia moral y la experiencia moral del hombre: se llama
Ética. Esta disciplina es la moral
pensada o la teoría de la moral de las personas; es la ciencia del deber ser y
del deber hacer, es la ciencia del buen obrar y del buen vivir de las personas.
En
la actual sociedad del conocimiento -con todos los goces de la educación, la
cultura, la ciencia y la tecnología- las personas en general, entre ellos los
periodistas o los comunicadores sociales, requieren vivir en comunión axiológica,
deontológica y ética, premunidos de
conocimientos válidos y útiles que les permitan transitar libremente, con
credibilidad y seguridad, por las anchas e interminables avenidas del bien
común.
Por
lo expuesto, interesa y preocupa a la humanidad que las libertades de ser, de
creer, de discernir, de pensar y de expresarse libremente estén siendo
desplazadas por las libertades de consumir, de producir, de ganar dinero y más
dinero, con el objeto de materializar la vida humana, olvidando “El hombre como
ser racional existe como un fin en sí y no sólo como un medio que esta o
aquella voluntad pueda utilizar a su capricho” como lo afirma el filósofo Kant en
su obra “La fundamentación de la metafísica de las costumbres”.
La ética, uno de los grandes
retos de la profesión periodística.
No
debe olvidarse que la ética es uno de los grandes retos o desafíos de la
profesión periodística. El periodismo, sin principios ni valores éticos
resultaría siendo tierra de nadie, o morada de plumíferos, sicofantes, mercenarios
de la noticia y falseadores de la realidad.
Respecto
a la ética debemos manifestar que es la base fundamental y la razón de ser del
buen periodismo y del buen periodista; es la fuente primigenia y la mejor
garantía para el ejercicio correcto de la profesión en aras del interés social.
El
grado de salud moral de los profesionales de la información y la comunicación,
de las instituciones y sociedades democráticas se mide por el sentido ético, la
autonomía individual (no ser ciudadano-vasallo, ni ciudadano-súbdito), la conciencia
ética de sus derechos, la capacidad para enfrentar los problemas de la vida con
idoneidad y fuerza moral.
Consideramos
que la vida democrática, las libertades plenas, los derechos humanos
fundamentales, el progreso de los pueblos y la justicia social sólo serán
posibles en la medida que la educación mejore en todos sus niveles y
modalidades, que los ciudadanos ejerciten sus derechos civiles, políticos y
sociales con ética dialógica y
responsabilidad comunitaria, y los periodistas y medios de comunicación cumplan
estrictamente y a plenitud sus funciones y rol social.
“Han
mostrado muy bien Apel y Habermas, al formular la Ética del discurso, que todo mandato moral para que tenga verdadera
validez práctica en la vida de los miembros de una comunidad no debe dárselo
cada uno por separado sino acordarlo entre todos como fruto de un diálogo en el
que participen en condiciones de igualdad y expongan los argumentos o razones
que la sustenten” refiere el filósofo colombiano Camilo García Giraldo en su
obra “Escritos sobre ética” (2011).
Recordemos
siempre que lo ético y lo moral sólo corresponde a la persona humana. Con las
expresiones de George H. Mead diríamos: “Somos seres morales en cuanto seres
sociales” y de Esperanza Guisán: “El hombre es un animal moral no programado,
al menos no totalmente programado, condenado a elegir o, al menos, a tomar
algunas decisiones”.
Así
como la planta sólo crece vigorosa cuando hunde fuertemente sus raíces en la
tierra, así también el hombre sólo crecerá moralmente cuando impregne de
sentido ético y sentido social su conducta cotidiana. La vida humana es base,
no cúspide. El hombre es un fin y no un medio. La base de la vida humana son
los bienes morales o espirituales fundamentalmente, y no sólo los bienes
materiales o económicos.
Crisis de valores y hambre de
ética.
A
diario se observa que principios fundamentales, considerados antaño de carácter
universal, han perdido vigencia como sistema de valores, incidiendo
negativamente en las diferentes actividades que se desarrollan en la sociedad.
Y es en el campo de las ciencias de la comunicación, particularmente en el
periodismo, que se siente con mayor
intensidad el vacío de una educación en valores.
No
exageramos al afirmar que desde varias décadas estamos viviendo una profunda
crisis de valores, crisis de la cotidianidad y del desbarajuste moral,
expresados en lamentables actos de corrupción e inmoralidad. El uso de Internet está poniendo en jaque el inmanente
y natural derecho de las personas a su privacidad, a recibir información veraz,
responsable y digna; el hombre y su libertad están en peligro, con las
posibilidades de quedar, a corto tiempo, reducido a una burla grotesca o a un
rostro deshumanizado de por vida.
La
crisis de valores es una realidad. Impera por doquier: Usura, soborno,
“mordidas”, chantaje, malversación de fondos, engaño, abuso de autoridades,
evasión tributaria, declaraciones juradas falsas, sueldos elevados paras un
puñado de funcionarios en un país pobre, nepotismo en empresas públicas y
privadas, transfuguismo político-partidario, lavado de activos,, interceptación
telefónica desde el poder con fines de desprestigio político a sectores de la
oposición, manipulación de conciencias, de informaciones y de opiniones, etc., etc.,
mientras millones de niños mueren de hambre.
Actualmente
el mundo se ha unificado tanto y sus partes están interrelacionadas
(globalización), habiendo roto fronteras espaciales, temporales y
territoriales, que los problemas morales pierden su carácter localista y se
universalizan. Al respecto sobran ejemplos. “La apartheid en Sudáfrica se
convierte en cuestión moral para todo el mundo, lo mismo que la segregación
negra en los Estados Unidos o la lucha de liberación de los campesinos de
Vietnam del Sur. Lo mismo vale para la libertad de pensamiento y de palabra,
para la libertad de información y de uso de los medios de comunicación en todo
el mundo. La postura de la Iglesia católica sobre el control de la natalidad y
el sexo y la violencia de las películas d Hollywood se convierten análogamente
en problemas éticos de interés universal” señala Howard Selsam en su obra
“Ética y progreso”.
Se
afirma categóricamente que en los países de América Latina el 58 por ciento de
los niños viven por debajo de la línea de pobreza, el 33 por ciento de los
menores de dos años están desnutridos y ni qué decir de los niños que viven en
las calles, en total desamparo, sin padres ni madres ni Estado que los
protejan. Resulta que América Latina es la región más desigual e injusta de
todo el planeta tierra.
“Frente
a los agudos problemas de pobreza y desigualdad que presenta América Latina,-
refiere Bernardo Kliksberg-, valores éticos básicos tales como la
responsabilidad de los unos por los otros, la sensibilidad frente a la pobreza,
el respeto profundo a la dignidad del pobre, la sensación de urgencia frente a
los daños irreversibles que causa la pobreza y ayudar al otro de manera tal que
no necesite más ayuda, deberían orientar el diseño de políticas y los esfuerzos
por el desarrollo”.
Ante
la crisis moral actual la comunidad académica universitaria de Perú y América
Latina fundamentalmente exige un replanteo y una redefinición axiológica en
todos los niveles y modalidades educativas y a través de los medios de
comunicación. La niñez y la juventud no quieren creer en una sociedad global
que crea culpa, que materializa la vida humana, que produce malos ejemplos, que
genera actos de impunidad e inmunidad en amplios sectores de la población y de
los poderes del Estado.. Se tolera el favoritismo o se encubren irregularidades
por mantenerse en el puesto de trabajo. Hay el afán de ganar más dinero a costa
del menor esfuerzo posible y por cualquier medio.
“Los
escándalos por falta de ética empresarial como los de Enron, Worldcom o Arthur
Andersen ha causado a la economía más daño que el atentado del 11 de
septiembre”, dijo a EFE la filósofa Adela Cortina, dentro del marco del I
Congreso Iberoameriano de Ética y Filosofía Política.
Para
vivir bien es necesario saber elegir bien. Elegir bien es procurar todo aquello
que es adecuado, bueno, honesto, digno y justo. La vida es un afanarse
constante por querer ser de una manera correcta, con clara conciencia de la
auténtica responsabilidad en su cuádruple dimensión: responsabilidad social,
política, jurídica y ética; conciencia plena de las posibilidades de llegar a
ser, para poner en práctica el deber ser y el deber hacer bien de las cosas,
con el fin de alcanzar lo que uno se propone ser en el transcurso de su
existencia.
Por
eso que consideramos importante y trascendente para los periodistas el
ejercicio de la profesión sobre la base de sólidos principios y valores éticos.
Un conocimiento razonado de la moral
ilustraría sus conciencias, facilitaría la práctica del deber
profesional y resultaría siendo un auxiliar poderoso en el manejo de sus
conductas. Les facilitaría así disipar ilusiones, sofismas, dilemas éticos,
prejuicios, animadversiones, bajas pasiones, presiones y egoísmos. Si la
conciencia de los periodistas entra en contacto con los valores éticos, los
actos de los periodistas se efectuarían
mediante el dictado de sus propias conciencias y estarían orientados a
escoger el camino del bien común, por el bien común y para el bien común. Con
las palabras de José Ingenieros diríamos: “El hombre que atesora las fuerzas
morales adquiere valor, recto sentimiento del deber que condiciona su dignidad.
Piensa como debe, dice como siente, obra como quiere…Acepta las
responsabilidades de sus propios yerros y rehúsa su complicidad a los errores
ajenos”.
Si
Enrique V. Iglesias, en su condición de presidente del Banco Interamericano de
Desarrollo, dijo alguna vez que “¡Hay
hambre de ética en el mundo!”, por nuestra parte agregamos que hay también
necesidad de trabajo digno con salario justo, necesidad de mayores grados
de libertad y de justicia social, de
explotación y distribución equitativa de la riqueza mundial, de globalización económica pero con rostro humano.
“El
mundo futuro será ético y espiritual o no será”, es una profecía que se
atribuye al escritor André Malraux.
Reflexiones de los estudiantes
sobre ética periodística.
Preocupados
por el problema que origina la falta de ética en el periodismo, los estudiantes
del noveno ciclo, sección B, de
la Escuela Profesional de Periodismo/Facultad de Ciencias de la Comunicación
Social, de la Universidad Jaime Bausate y Meza, decidieron
publicar los artículos que escribieron como tarea académica en la asignatura de
“Ética Periodística”, bajo el título Reflexiones de los estudiantes sobre ética
periodística.
La obra contiene
temas de palpitante actualidad, pueden ser leídos de principio a fin con el
mismo entusiasmo e interés, a sabiendas que los seres humanos somos seres
imperfectos, pero, a la vez, perfectibles sobre la base del cultivo de las
diversas ciencias y la práctica de los principios y valores éticos. Pero al mismo tiempo la obra está orientada a
suministrar la información necesaria para el logro de una conducta moral del
periodista con compromiso ético en sus pensamientos y acciones, con el fin de vivir
el periodismo desde una experiencia axiológica, ética y deontológica.
No
cabe duda que el actuar ético supone hacer lo que es moralmente bueno, digno,
honesto, responsable y justo. A través de la conciencia moral se puede evitar
las malas prácticas en procura de la calidad de la vida, con un mínimo de
normas morales compartidas por los ciudadanos y la praxis dialógico-comunicativa
de la racionalidad que conduzca al bien pensar para el vivir bien.
En mi condición de profesor de
la asignatura de ética me permito recomendar la lectura de esta obra primordialmente
a los estudiantes de las facultades de ciencias de la comunicación de las
universidades del país, sabiendo que con mejores periodistas y comunicadores
éticos será posible edificar una sociedad mejor.
En las líneas que siguen se
inscriben los autores de esta obra con el adelanto de un párrafo significativo
de sus pensamientos sobre la ética periodística.
Keila
Elena Caicedo De la Cruz:
“Si se va emitir una
mala información o de manera incompleta, es mejor no decirla. Es mejor callar
antes de deformar y desinformar a la sociedad…Es gracias a la ética que los
periodistas podemos regular nuestra labor y ser mejores profesionales”.
Víctor Hugo Criado Zúñiga:
“Como se ve, el derecho a la rectificación ahora
significa una gran herramienta para que no se vulnere los derechos de los
ciudadanos ni se dañe su imagen y reputación mediante contenidos difundidos en
los medios de comunicación”.
Juan Pablo Sánchez Pérez:
“El
tema del interés social contra el interés empresarial en los medios de
comunicación sigue siendo aquella asignatura pendiente que no hemos podido solucionar. La idea
soñadora de esperar que los medios se auto-regulen, busquen abarcar temas de
cultura o que abran sus espacios para que los ciudadanos puedan expresar sus
opiniones sigue siendo eso, una idea soñadora.
El dinero de estos malos empresarios que lucra con un derecho humano
sigue teniendo más peso que los valores o el sentimiento de apoyo al
crecimiento de la sociedad”.
Jordan
Aníbal Ponce Cancino:
“Un periodismo que basa su calidad en la
medición del rating, en las ventas por tiraje y que se subordina a las
decisiones de los dueños del medio y autoridades gubernamentales, es un
periodismo que no genera información de valor, que emite contenido superfluo,
que no demanda mayor análisis en las noticias y que pierde credibilidad ante
sus lectores, televidentes, radioescuchas y usuarios”.
Fresia
Flor Flores Herrera:
“Propiciar una
cultura informativa con veracidad y responsabilidad, para que prevalezca la
verdad, debe ser la misión de los periodistas y medios de comunicación,
alejados de todo intento de manipulación de los contenidos”.
Nancy
Antonia Gutiérrez Mesía:
“El periodista debe
saber que tiene la obligación de tratar la información con extrema
confidencialidad, todo esto por una cuestión de garantía, seguridad y
protección a la fuente informante”.
Junior
Rodolfo Goyzueta Plasencia:
“La ética no debe
concebirse como un interés personal sino como una necesidad colectiva para el
desenvolvimiento armónico de la sociedad democrática, ética y civilizada, con
plenos Derechos Humanos”.
Greysi
Cruz Cruz:
“La prensa y la
ética parecen haberse divorciado y la credibilidad es una característica que
muy pocos presentan en la profesión”.
Anthony
Andre Caballero Ávila:
“La ética
periodística contribuye a tener una sociedad mejor informada para que tenga una
mejor opinión sobre lo que ocurre en el día a día en la sociedad y pueda
contribuir con fundamento y conocimiento de causa a la solución de los
problemas que le interesan y preocupan. Periodismo ético sí, sociedad ética
también”.
Yngrid
Lucero Corrales Rivas:
“Entendemos que la
ética en la radio debemos aplicarla en su extensión e inclusive a través de las
nuevas tecnologías que nos da la Internet donde no existen entes reguladores
que controlen los contenidos, donde tenemos más libertad para expresarnos y por
ende tenemos mucho más obligación de ser nosotros nuestros propios reguladores
de manera responsable. Es cierto que se necesita y se deben generar nuevos
códigos de ética para esta nueva era multimedia, pero sí la ética debe
permanecer por siempre”.
Paola
Rosa Astucuri Alarcón:
“Insisto que la
ciberpornografía es algo que necesita la atención de todos, porque si no cesa o
disminuye este problema en un par de décadas, ya no existirán ni tendrán el
mismo significado ético y moral los valores del respeto, la dignidad humana o
la autoestima”.
Eduardo
Alejandro Sosa Llontop:
“Los periodistas
deportivos contraen gran responsabilidad a la hora de informar, ya que son los
más seguidos y ejercen gran influencia en los hábitos de conducta y modos de
expresión de la ciudadanía. Por eso, bale la pena detenerse en las funciones
que desempeña el periodismo deportivo como uno de los grandes vehículos
actuales de la ética, entendida ésta como un compromiso del profesional con la
sociedad a la que se dirige, con la que se identifica y a la que presta un
servicio público”.
Luis
Eduardo Zegarra Zavaleta:
“Si antiguamente la
prioridad del periodismo escrito había sido ser la conquista de la libertad de
prensa o adquirir una tecnología suficiente para responder a las exigencias de
una información adecuada a nuestra sociedad, hoy ocupa el puesto prioritario la
preocupación ética”.
Juan
Alberto Falcón Velorio:
“Los periodistas en
general y en especial los de investigación, manejan una valiosa información de
todo tipo: general, especializada, confidencial y privilegiada, que son muy
requeridos por los grupos de poder económico y políticos. Hechos sucedidos al
margen de la ley y que son guardados en los cajones de oficinas y otras
desaparecidas a la fuerza, son casos prioritarios que todo periodista con buen
olfato debe investigar en procura del interés colectivo”.
Mayra
Alejandra Malásquez Huapaya:
“Si en este momento
la prensa nacional no cumple con la objetividad que el periodismo ético
requiere, es deber de nosotros los estudiantes de periodismo, futuros
profesionales de la comunicación, limpiar la mala imagen que se tiene sobre la
profesión y los periodistas peruanos”.
Wilder Amós Pantoja López:
“Muchos de los
espacios radiales representan una amenaza para la pérdida de valores ya que se
extralimitan en el mal uso del lenguaje y en el tratamiento de temas serios y
delicados como el sexual, teniendo en cuenta que no puede controlar que menores
de edad escuchen este tipo de programación”.
Guillermo Jean Marcell Loro Lizzetti:
“Nosotros construimos el honor en cada día de nuestras vidas y con los
valores que adquirimos en el transcurso del tiempo. Y no es justo que nos
escudemos en nuestra libertad de expresión para destruirla en un abrir y cerrar
de ojos”.
Vanessa Andrea Barreda Montoya:
“Son métodos antiéticos que utilizan algunos
medios de comunicación: el uso de cámaras escondidas, donde se graba a la
persona informante sin que esté enterada de que la están filmando y sin su
consentimiento; la transmisión de noticias sin hacer la pesquisa respectiva; la
utilización de calificativos despectivos sin haber comprobado que lo que se
especula es cierto; presentar noticias sensacionalistas; y publicar fotos
trucadas, entre otros”.
Martha Augusta Ruiz Balarezo:
“Los grandes dueños de las
distintas empresas de comunicación no son periodistas, por ende exigen de los
profesionales la venta de las noticias, el sesgo de la información, el
sensacionalismo, la manipulación informativa, para su conveniencia de
rentabilidad empresarial, que no es el interés de la colectividad. Esto deriva
en una mala reputación de los periodistas y los medios, cuando se acepta la
inmoralidad, la frivolidad, que vemos en la televisión y prensa escrita”.
María Milagritos Sifuentes Vásquez:
“Con el pasar de los años, la
ética se vuelve parte fundamental de la vida de las personas, tanto de los
profesionales y periodistas como de los que no lo son. Creemos que todas las
personas deberían cultivar y practicar valores desde pequeños para que las
futuras generaciones no crezcan en una sociedad infestada de personas que no
los tengan”.
Gladys Isabel Espinoza Rivas:
“En la actualidad, la
televisión tiene mucho poder. Y la cámara oculta es un elemento esencial,
aunque utilizada sin ética es peligrosa, porque es una justicia sin apelación.
El espectador lo ve, lo condena y lo toma como cosa juzgada. Se emplea, como un
medio para develar unos hechos ocultos o buscar unas pruebas que confirmen una
investigación periodística. En otras ocasiones, funciona como un cebo que
engancha a la audiencia. El Periodismo, debe indagar en fuentes, no caer en el
espionaje. Es preferible tener paciencia y solicitar la información completa
antes de estar usando métodos que no están apegados a la ética periodística”.
Mónica
Margarita Fuertes Altamirano:
“Los
seres humanos aprendemos y así como aprendemos, también podemos desaprender los
malos hábitos. Por ejemplo podemos promover a través de la comunicación entre
familiares, amistades, conocidos y en las redes sociales a utilizar palabras
adecuadas para expresarnos sobre un tema en particular, sin lastimar
susceptibilidades ni herir sentimientos ajenos. Así la ética que tenemos se
verá reflejada en los demás. Solo respetándonos a nosotros mismos, seremos
capaces de respetar a los demás”.
María Luisa Saavedra Núñez:
“¿Son
realmente las redes sociales medios de expresión masiva? Sí y no. La plataforma
web es tan amplia que está lista y preparada para el tráfico de información
masiva, sin embargo la falta de comportamiento ético de sus participantes opaca
esta manera de difusión. El cuidado de nuestra privacidad, el evitar compartir
información personal que pueda ser utilizada en nuestra contra, así como
respetar los datos personales de otros usuarios contribuye a la armonía en
estos medios en línea”.
Susana Araceli Valdivia Domínguez:
“Sin
embargo, hoy en día los medios impresos presentan una excesiva difusión de
imágenes producto de la tecnología fotográfica digital, que ha provocado que el
lector se sature de información visual, la cual no puede ser entendida ya que
no está generando ningún impacto, restándole valor a la importancia del
fotoperiodismo, pues no se está difundiendo sus cualidades y mucho menos se
está incentivando “la reflexión y el estudio de la foto como fenómeno
sociopolítico de comunicación”.
Evelyn Mirella Ubillus
Ruiz:
“Frente
a esto, el Colegio de Periodistas intentó establecer mecanismos de
autorregulación en nuestro país, en el caso de Puno, por ejemplo se logró hacer
un pacto ético entre los diarios y canales de televisión en la zona
construyendo su propio código de ética debido a que los pobladores consideran
que la educación es muy baja en esa región y necesitan apoyo educativo con
programas y noticieros que culturicen al público”.
Maribel Shirley Carrasco Llavilla:
“Hay preocupación permanente de los medios por contar con muchos
lectores o gran sintonía que les permita autofinanciarse o ganar influencia y
respeto. Para lograrlo tienen que practicar un periodismo de gran impacto e
interés, pero, sobre todo, que tenga credibilidad. Es decir, que todo lo que
informen corresponda a la verdad de los hechos. Y, cuando se equivoquen, tener
la entereza de reconocer el error y pedir las disculpas del caso. La
credibilidad se logra cuando los medios respetan los principios éticos
periodísticos”.
Angie de Gladys Gómez Acosta:
“Y así para cada persona, grupo, forma de pensar, sexo, o
edad, siempre encontraremos un estereotipo televisivo para ellos. Un buen
periodista no puede estar informando estos sucesos, si estudias para realizar
un buen periodismo, ejércelo. La televisión es un medio de comunicación
completo que logra llegar casi a todo el
mundo que lo ve, con mayor razón para emitir programas con sólidos principios y
valores éticos en bien de la sociedad”.
Pedro Walter
Bustamante Cruces:
“Finalmente
podemos coincidir en manifestar que la opinión pública es manipulada por los medios de comunicación,
por múltiples motivos e intereses. Pero para que tal cosa no ocurra es
necesario contar con mejores periodistas y medios formados en la escuela de
vida con sólidos valores morales”.
Katiuska Esthefanie Alcalá Luján:
“Para
ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos y
ciudadanos, no solo serlo sino parecerlo. Pero no dejan de existir las malas
personas con antivalores, que en la mayoría de los casos son extorsionadores,
chantajistas, delincuentes a sueldo que
viven sembrando discordia, vendiendo mentiras y alimentándose de la carroña a
cambio de unos miles de soles y que, definitivamente, no pueden llegar a ser
jamás buenos comunicadores sociales”.
Johelia Enciso Gutiérrez:
“En
un estado totalitario, con medios digitados desde palacio de gobierno, con
periodistas sin independencia de juicio, con trabajadores, empleados y
funcionarios que piensan con un solo lado del cerebro, con políticos que tienen
por finalidad apoyarse en la demagogia, el engaño y en
acciones represivas, sin la mínima posibilidad de ejercitar el derecho de la
crítica y de luchar por que salga la verdad a flote, el futuro de los
ciudadanos está en permanente peligro y no hay esperanza para un futuro mejor. En
un estado totalitario los medios de comunicación constituyen la voz oficial del
gobernante. Sólo publican lo que reciben de la oficina central de informaciones
del gobierno, sin lugar a comentario alguno”.
Martha Priscilla Valencia Valles:
“Hoy en día la
ética del periodismo debe tener en cuenta el papel de la audiencia, el impacto
de la comunidad y el potencial de la tecnología de manera más completa. La Ética orienta y guía al periodista a
determinar que es correcto y que no es correcto, qué es lo permitido y qué es
lo prohibido, qué debe hacer y qué no debe hacer, tras la búsqueda de la
esencia de la moralidad y del camino correcto, digno y justo a seguir en el
ejercicio de la profesión”.
Sebastián Soto Ruiz:
“Creo que el fin de todo
periodista es aproximarse lo más que pueda a la verdad informativa. Tratar de
difundir el hecho de forma que esté menos contaminado de prejuicios, ideologías
u opiniones. Y una manera de estar más próximo a ser objetivo es siendo plural
e imparcial, ya que si el hecho es comentado por distintas fuentes, que estén a
favor o en contra, cada uno con su verdad, esto permitirá a las personas sacar
sus propias conclusiones y a los encargados de la ley, cumplir su función sin
ninguna presión mediática, solo basándose en la información de los hechos”.
Janet
Melchora Regalado Mellado:
“Son recomendaciones válidas
para todo periodista ético: el respecto a la verdad; estar abierto a la
investigación de los hechos; perseguir la objetividad por todos los medios
posibles; contrastar los datos con varias fuentes periodísticas; diferenciar con
claridad entre información y opinión; enfrentar a las corrientes opositoras con
la verdad en la información, el comentario y la crítica”.
Cinthia
Galván Jamanca:
“Finalmente, es necesaria una
reflexión sobre la situación actual del periodismo peruano. Se debe recuperar
la confianza y la valoración e la noticia, la buena imagen que siempre ha
tenido la profesión, la credibilidad plena. El país y la sociedad requieren de
periodistas ejemplares. Como dijo Bernardo Díaz Nosty, director de la cátedra
UNESCO de la UMA, “La clave será tener una mayor cercanía a la sociedad y una
cierta distancia del poder. El periodismo se regeneraría así y conseguiría de
nuevo la credibilidad entre sus audiencias”.
Jennifer
Esther Chamoli Sánchez:
“La
mejor manera de superar el periodismo sensacionalista es no consumiéndolo, de
nada vale que lo critiquemos, si cuando nos sentamos frente a nuestro televisor
son estas noticias las que más consumimos. Cada periodista y cada persona son
libres de escoger que ver, leer u oír, pero también son lo suficientemente
inteligentes para distinguir entre el bien y el mal”.
Henry Andreus Albirena Vera:
“Así como hay medios de
comunicación y profesionales de la información con compromiso y respeto a la sociedad, hay que reconocer que aún
existen muchos medios y comunicadores que en el manejo de la información
presentan diversas maneras de faltar a la ética, como por ejemplo: omitir
información; presentar la información con calificativos; hacer énfasis solo en
un aspecto de la información; manipulación en el manejo de las imágenes (encuadres y planos) para enaltecer o afectar
la imagen de las personas; omitir los antecedentes
suficientes para entender la noticia; utilizar el medio de comunicación como
tribuna para defensa o auto promoción; inducir las respuestas durante las entrevistas; ofender a terceros; aprovechar el espacio y el
medio para la extorsión, el chantaje, la mentira, la injuria, la difamación”.
Lima, 23 de junio de 2015.
Dr.
Eudoro Terrones Negrete
Profesor de la asignatura