LAS
TECNOLOGÍAS Y LA ADQUISICIÓN DE SABERES
EN EL SIGLO XXI
Escribe:
Eudoro Terrones Negrete
Los niños, adolescentes, jóvenes
y adultos del siglo XXI tienen mayores y mejores recursos tecnológicos para
adquirir más y variados e ilimitados saberes, construir conocimientos,
incorporar nuevos aprendizajes, informarse al instante, construir su identidad,
comunicarse con sus amigos, escuchar música, ensanchar su bagaje cultural, comprender,
describir y explicar el mundo., aun
cuando la velocidad de Internet es un punto de partida para serios conflictos
éticos y la aparición de un nuevo ejemplar humano que Devereux denomina “los esquizoides” y que esperan ulterior solución
global.
La variedad de recursos
tecnológicos: multimedia, walkman, discman, iPod, MP4, Facebook, Youtube, Twitter,
Chat, Messenger, Blog, Linkedin, Sky, videocaseteras, iPad, iPhone 7, Tablets, laptops, celulares,
e-books, etc.). La juventud vive atrapado por la tecnología y en un mundo visual
que están transformando sus formas de conocer, de aprender, de trabajar, de
producir, de consumir y de divertirse. Leen más, ya no en los libros
tradicionales, sino en las pantallas, en el libro digital, la bilbioteca
virtual, con sus búsquedas de información y de respuestas a sus interrogantes,
en las páginas web.
El ahora vivir en un mundo
de pantallas -que incluyen palabras, imágenes, música e hipertextos-, están
cambiando radicalmente los modos de leer y de aprender de la nueva generación
multimediática. Los usos de las pantallas se dan en simultáneo, en lectura no
lineal, con visión fragmentada, en mosaico y en permanente inteactividad, que
permite convertir a la nueva generación multimediática en prosumidores
(productores y consumidores de información , contenido, cometario y crítica al
mismo tiempo).
A esta nueva generación
multimediática, sugiere Roxana Morduchowicz, como la mejor manera de acercarse
a ellos e identificar sus inquietudes se les debería consultar, pregunta,
entrevistar y encuestar regularmente “para saber más sobre cómo buscan su
información y que información buscan, cómo se entretienen y qué disfrutan, cómo
leen y qué leen, qué música escuchan, qué películas prefieren, cuáles son sus
consumos culturales y por qué los eligen”.
Y en materia de Internet es
preocupante la aparición de un nuevo ejemplar humano que George Devereux
denomina “los esquizoides” y los describe de la manera siguiente: “Seres
impersonales en sus relaciones humanas, de fría objetividad, como ideal
científico, indiferentes en lo afectivo y aislados en las grandes ciudades,
fragmentados en sus comportamientos diarios, sin sentimientos ni compromisos en
el mundo social, incapaces de tener una verdadera personalidad”.
Al respecto considero que
mientras los usuarios de Internet, pertenecientes a la nueva generación
multimediática, asuman el compromiso de responsabilidad social compartida,
premunidos de una educación con alta conciencia moral y alta dosis de sentido
social y sentido ético humanizante, con una sólida cultura de valores
axiológicos, no caerán en el indeseable
y repudiable comportamiento de los “esquizoides”.