Artículos periodísticos y de investigación

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10 de julio de 2023

¿QUÉ ES EL HOMBRE?


 ¿QUÉ ES EL HOMBRE?

Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete

Artículo extraido de mi obra ¿QUÉ ES EL HOMBRE? Enfoque integral sobre la naturaleza humana. Toronto,Canadá, Primera edición, Abril de 2023.

Esta obra puede adquirirla en: Amazon.com

Desde los orígenes de la humanidad hasta nuestros días se vienen formulando multiplicidad de conceptos acerca del hombre, desde las canteras de la filosofía y de las ciencias del saber humano.

El estudio del hombre ha sido, es y seguirá siendo en todas las épocas de la historia de la humanidad preocupación fundamental de filósofos, antropólogos, psicólogos, biólogos, pedagogos, científicos e investigadores sociales. Hay una abundante bibliografía al respecto. El filósofo francés M. Foucault considera que “el hombre no es el problema más antiguo ni el más constante que se ha planteado el saber humano (…) El hombre es una invención reciente, y quizá también su fin.” En Las palabras y las cosas (1966:300), Foucault puntualiza que "antes del fin del siglo XVIII el hombre no existía", precisamente porque el concepto de Hombre, como sujeto y objeto es una invención moderna.

Desde la aparición del hombre en el planeta Tierra se sigue buscando una respuesta de validez universal acerca de lo que es el hombre, no obstante que todas las culturas cuentan con su propia concepción del ser humano.

Con los filósofos del pasado y del presente responderemos a las preguntas: ¿Qué es el hombre? ¿Cuáles son sus características multidimensionales? ¿Cuál es su razón de ser a lo largo de la existencia? ¿Cuáles son las teorías que tratan de explicar el hombre en su origen y proceso evolutivo del hombre? ¿Cuál es el fin de la vida del hombre?

Del conjunto de respuestas a estas y otras interrogantes se podrá colegir que hay todavía mucho por descubrir para saber lo que es verdaderamente el hombre en sus múltiples dimensiones, dado a su carácter problemático, enigmático y misterioso, así como a la libertad de elección o a su unidad biopsicosocial y moral.

En el frontispicio del templo de Delfos, en la Grecia antigua, estaba escrita la proposición: «Conócete a ti mismo», tratando de significar que el hombre debería descender al fondo de su Yo, al hondón de su conciencia, hasta encontrar la verdad universal que habita en él. Para conocer a los demás hay que empezar conociéndose uno mismo. El conocerse uno mismo y conocer a los demás en su entera dimensión, ha sido, es y será por siempre el contenido fundamental de la sabiduría humana de todos los tiempos y de todos los pueblos.

Etimológicamente el término hombre procede del latín homo, hominis, significa «hombre», «persona», «individuo», «género humano» o “El nacido de la tierra”, cuya indicación etimológica conduce a la esencia del hombre, ser formado con tierra, como todas las cosas terrestres.

A partir del griego «ánthropos», «homem», en el siglo XIX se creó una serie de neologismos científicos, por composición, como los siguientes: antropología, antropoide, antropomorfo, antropólatra, antroponimia, antropía, filantropía, misántropo, entre otros. En el siglo XX continúa la tradición, con las palabras: antropogeografía, antropoglosa, antropogonía y antropófilo.

La Antropología filosófica se formó en Alemania Occidental después de la segunda guerra mundial, sus ideas y orientaciones tienen que ver con los trabajos de Max Scheler (“Situación del Hombre en el Cosmos”, 1928) y de Helmuth Plessner (“Peldaños de lo Orgánico y el Hombre”, “Introducción a la Antropología Filosófica”, 1928), “El hombre. Su naturaleza y su puesto en el mundo” (1940) de Arnold Gehlen y la de Ernst Cassirer, “Un ensayo sobre el hombre. Una introducción a la filosofía de la cultura humana” (1944).

La Antropología filosófica es la ciencia que estudia el origen, la naturaleza, la esencia, la estructura, las funciones corpóreas, los rasgos y propiedades auténticas del hombre, la personalidad, el sentido de la vida y la existencia del hombre sobre la faz de la Tierra, como obra superior y más perfecta de la naturaleza. Interpreta los resultados científicos sobre el hombre y explica la imagen unitaria del ser humano.

El hombre se distingue en su conducta por el lenguaje, la civilización y el empleo de utensilios.

El hombre es definido como el género de animales que pertenece a la clase de los primates, subgrupo de los vertebrados y de los mamíferos. Dentro de los primates se identifican dos subórdenes: el antropoide, que incluye al hombre y a los monos; y el presomiano, que incluye al tarsio, el lémur y la tupaya (los más primitivos dentro del desarrollo de los primates). Dentro del suborden de los antropoides existen dos infraórdenes: los catarrinos (del griego kata, hacia abajo y rhis, rhinos, nariz), el hombre es un catarrino; y los platirrinos (del griego platys, ancho y rhis, rhinos, nariz). Los catarrinos se dividen en dos suprafamilias: los hominoideos (el hombre y los monos superiores) y los cercopitecoideos (del griego kerkos, con cola, y pithekos, sintio) que incluyen a los babuinos, macacos, mandriles y langures. Los hominoides incluyen tres familias: los homínidos, en la que está el hombre; los póngidos o antropomorfo. Finalmente, la familia de los homínidos comprende un solo género superviviente: Homo. Existen dos géneros vivientes: Pan, que comprende a dos especies: a los chimpancés y a los gorilas; y Pongo, que incluye sólo a los orangutanes.

Huesos desenterrados, armas toscas de piedra, trozos de cuerno y de marfil tallados, dibujos y pinturas de animales desaparecidos hace miles de años y descubiertos en los muros de las cavernas, etc., son los materiales-testimonio de que ha dispuesto la ciencia para fundamentar sus estudios acerca de la primitiva existencia del hombre. Investigaciones científicas realizadas evidencian que el hombre prehistórico poseía, en su estado primitivo, una cultura rudimentaria.

Las diversas definiciones sobre el hombre sufren variaciones a través del tiempo, en la medida en que se produce el progreso y adelanto de la ciencia y la filosofía, pues aparecen nuevos elementos de juicios de valor que convalidan o refutan la apreciación que tiene el hombre de sí mismo. Hay valiosos estudios sobre el tema y el problema del hombre, que han llamado y llaman la atención desde la antigüedad hasta nuestros días. La reflexión sobre el hombre se ha nutrido de teorías científicas, antropológicas, sociológicas, psicológicas y filosóficas. De la Antropología filosófica surgen teorías que conciben diferentes rasgos esenciales del hombre.

José Gaos considera que “Ser hombre consiste en vivir un conjunto de actos como los de percibir el mundo circundante, sentir amor o aversión por las cosas y las personas convivientes en él, etc., es decir, en actos que tienen por su propia naturaleza estos objetos, y que por tanto no pueden darse sin ellos. En este conjunto de actos en que la vida y el ser del hombre consisten, ocupan aquellos cuyo objeto son nuestros prójimos un término primero, fundamental, por respecto a aquellos otros que tienen por objeto cosas, no personas. La convivencia entre nosotros es condición de nuestra convivencia con todo lo demás, que es en un sentido mucho menos propio con-vivencia. El hombre necesita, pues, de los demás seres humanos, no sólo como de la causa o el medio biológico que son también los animales padres o los alimentos que unas especies suministran a otras, sino como objetos de los actos en que consiste su vida, esto es, su ser específicamente humano. Ahora bien, estas relaciones de actualidad y objetividad son esencialmente distintas de toda relación aun de finalidad meramente biológica, no se diga de causalidad física. El individuo humano no es, pues, real sino en su convivencia con los demás, esto es, como realidad social.” (31)

Para el filósofo Kant hay ciencias que tratan de dar respuesta a las interrogantes: ¿Qué puedo conocer? (la Metafísica), ¿Qué debo hacer? (la Moral), ¿Qué puedo esperar? (la Religión), y ¿Qué es el hombre? (la Antropología filosófica).

El hombre es un ser imperfecto, pero perfectible de sí mismo; es un ser ambivalente, con carga positiva y negativa; es un ser producto de un proceso de hominización, que ha experimentado profundos cambios y modificaciones en su naturaleza y conducta; es un ser multidimensional, adaptable a su entorno y que crea y transforma su hábitat para poder supervivir; es un ser que se proyecta hacia el futuro en actitud dialéctica y es capaz de cuestionar críticamente el mundo; es un ser que produce y reproduce comportamientos; es un ser con vivencias, anhelos, ilusiones, utopías y esperanzas, con sus éxitos y fracasos, con su orgullo y vanidad.

El hombre es un ser viviente que tiene un cuerpo mortal y un espíritu inmortal; es un ser que realiza actos morales, amorales e inmorales.

Francisco Romero, en su libro Teorías del hombre (1952), sostiene “que la capacidad de percibir objetivamente es el fundamento de lo humano. La percepción objetiva supone un juicio implícito de existencia –o de “presencia”-y es correlativa de la existencia del percipiente como sujeto; por tanto, puede decirse, indiferentemente, que el hombre es el ser que percibe objetos, o el ser capaz de juzgar, o el ser que es un sujeto. El espíritu es el perfeccionamiento o la radicalización de la actitud objetiva, y al constituirse y oponerse a las tendencias subjetivas, da lugar a la dualidad íntima del hombre; al lado de la dualidad, son hechos capitales humanos los fenómenos de enmascaramiento y justificación, la sociabilidad, la historicidad y el sentido”. (32)

“Lo cierto es que, aunque la meditación sobre lo Humano remonte a los orígenes del pensamiento filosófico, la denominación antropología filosófica manifiesta algo efectivamente nuevo, un interés más próximo y concreto por el ser del hombre, una interrogación que pide aclaraciones con mayor urgencia que antes y que obliga, por lo tanto, a plantear el problema en términos más precisos y concluyentes” señala Francisco Romero. (33)

Francisco Romero explica también que el agudo interés presente por el problema del hombre no nace de una crisis político-social, como la de ahora, “sino más bien intelectual, en la que entraron en juego motivaciones científicas, filosóficas y religiosas, y que se produjo a mediados del pasado siglo (XIX)” (34)

Samuel Ramos (1897-1959), filósofo mexicano, explica que el hombre es concebido como ser racional, ser volitivo, ser sentimental y ser instintivo.

Desmond Morris asevera que “a pesar de nuestros grandes adelantos tecnológicos, seguimos siendo un simple fenómeno biológico, por muy grandiosas que sean nuestras ideas y por muy orgullosos que nos sintamos de ellas, seguimos siendo humildes animales, sometidos a todas las leyes físicas del comportamiento animal”.

A continuación presentamos a diversos autores y sus obras, que en diferentes espacios y tiempos históricos se ocuparon del hombre:

·         Spinoza, Baruch de. Tratado breve de Dios, del Hombre y de su felicidad (1656)

·         Descartes, Renato. El tratado del Hombre (1664)

·         La Mettrie, J.O. de. L´homme machine (1947)

·         Rousseau, Juan Jacobo. Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres (1754)

·         Paine, Thomas. Los derechos del Hombre (1791)

·         Huxley, Thomas Henry. El puesto del Hombre en la Naturaleza (1863)

·         Vogt, Carlos. Lecciones sobre el Hombre y su puesto en la creación y en la historia de la Tierra (1863)

·         Nietzsche, Federico. Así habló Zarathustra (1883)

·         Spencer, Herbert. El Hombre contra el Estado (1884)

·         Buchner, L. El puesto del Hombre en el Universo (1903)

·         Dórs, Eugenio. La filosofía del hombre que trabaja y del hombre que juega (1914)

·         Caso, Antonio. La existencia humana como economía, como desinterés y como caridad (1919)

·         Drake, D. El espíritu y su puesto en la naturaleza (1925)

·         Chesterton, Gilbert Keith. El Hombre eterno (1925)

·         Adler, Alfred. Conocimiento del Hombre (1931)

·         Spengler, Oswald. El Hombre y la técnica (1932)

·         Compton, A.H. El puesto del Hombre en el Universo (1935)

·         Linton, Ralph. Estudio del Hombre (1936)

·         Sombart, Werner. Sobre el Hombre (1938)

·         Medina Betancort, Manuel. El Hombre, el Mundo, Dios (1938)

·         Gehlen, Arnold. El Hombre, su índole y su puesto en el mundo (1940)

·         Quiles, Ismael. La persona humana (1942)

·         Robles, Oswaldo. Esquema de antropología filosófica (1942)

·         Marías, Julián. El tema del Hombre (1943)

·         Marcel, Gabriel. Homo viator (1944)

·         Cassirer, Ernest. Antropología filosófica (1945)

·         Gaos, José. Dos exclusivas del hombre. La mano y el tiempo (1945)

·         Nicol, Eduardo. La idea del Hombre (1946)

·         Frankl, Víktor E. El hombre en busca de sentido: Conceptos básicos de Logoterapia (1946)

·         Brandenstein, B.von. El Hombre y su puesto en el todo (1947)

·         Müller, Alys. El puesto del Hombre en el Cosmos (1948)

·         Mayer, Charles. L´homme, esprit ou matiére (1949)

·         Bofill, Jaime. El Hombre y su destino (1950)

·         Nicol, Eduardo. La idea del Hombre (1950)

·         Ferrater Mora, José. El Hombre en la encrucijada (1952)

·         Dewey, John. El Hombre y sus problemas (1952), Naturaleza humana y conducta (1964)

·         Marcel, Gabriel. Los hombres contra lo humano (1952)

·         Romero, Francisco. Teoría del Hombre (1952), Ubicación del Hombre (1961)

·         Granell, Manuel. El Hombre, un falsificador (1953)

·         Carrel, Alexis. La incógnita del Hombre (1953)

·         Weyland, M. Una nueva imagen del Hombre (1953)

·         Lotz, J y J. de Vries. El mundo del Hombre (1954)

·         Pérez Ballestar, Jorge. ¿Qué es el Hombre? (1954)

·         Winnicott, Donald. La naturaleza humana (1954)

·         Fatone, Vicente. El Hombre y Dios (1955)

·         Brodrick, A. Houghton. El Hombre prehistórico (1955)

·         Marías, Julián. La imagen de la vida humana (1955)

·         Zambrano, María. El Hombre y lo divino (1955)

·         Marcel, Gabriel. El Hombre problemático (1956)

·         Teilhard De Chardin, Pierre. El fenómeno humano (1955), La aparición del Hombre (1956), El grupo zoológico humano (1956), El futuro del Hombre (1959), La energía humana (1962), El porvenir del hombre (1965), El lugar del hombre en la naturaleza (1965)

·         Garaudy, Roger. Perspectivas del Hombre (1959), El Hombre en la actualidad.

·         Fromm, Erick. Marx y su concepto del Hombre (1961)

·         Haas, A., et al. Origen de la vida y el Hombre (1963)

·         Overhage, Paul. El problema del origen del Hombre (1963)

·         Ruso Delgado, José. El Hombre y la pregunta por el ser (1963)

·         Ylin, M. y E. Segal. Cómo el Hombre llegó a ser gigante (1963)

·         Scheler, Max. El puesto del Hombre en el Cosmos (1964)

·         Hill, W. y C. Osman. El Hombre como animal (1965)

·         Silverber, Robert. El Hombre antes de Adán (1965)

·         Barnett, Anthony. La especie humana (1966)

·         Haecker, Th. ¿Qué es el Hombre? (1966)

·         Huxley, J. La originalidad del Hombre (1967)

·         Morris, Desmond. El mono desnudo (1967), El zoo humano (1970)

·         Farré, L. El Hombre y sus problemas (1968)

·         Hulse, Frederick. La especie humana (1968)

·         Lewis, John. Hombre y evolución (1968)

·         Tagore, Rabindranath. La religión del Hombre (1968)

·         Day, M.H. El Hombre fósil (1969)

·         Herskovits, Melville. El Hombre y sus obras (1969)

·         Pinillos, José Luis. La mente humana (1969)

·         Montagu, Asheley. Homo sapiens. Dos millones de años sobre la tierra (1970)

·         Simpson, George. El Hombre en Sociedad (1970)

·         Morin, Edgar. El paradigma perdido: el pasado olvidado (1971)

·         Huizinga, Johan. Homo ludens, el juego y la cultura (1972)

·         Chauchard, Paul. El cerebro y la mano creadora (1972)

·         Sartre, Jean-Paul. El existencialismo es humanismo (1972)

·         Hoebel, E. Adamson. Antropología: El estudio del Hombre (1973)

·         Lersch, Philipp. El Hombre en la actualidad (1973)

·         Buber, Martin. ¿Qué es el Hombre? (|1975)

·         Biberson, Pierre y Emiliano Aguirre. El origen del Hombre (1975)

·         Oriol, Antonio. Psicología antropológica (1975)

·         Darwin, Charles. El origen del Hombre (1976)

·         Frondizi, Risieri. Introducción a los problemas fundamentales del Hombre (1977)

·         Radhakrishnan, S. y P.T. Raju. El concepto del Hombre (1977)

·         Sidorov, M. Cómo el Hombre llegó a pensar (1977)

·         Iriarte Brenner, Francisco E. Origen y evolución de la especie humana (1979)

·         Winnicott, Donald. Realidad y juego (1979)

·         Coreth, E. ¿Qué es el Hombre? (1980)

·         Landmann, Michael. Antropología filosófica (1981)

·         Rostand, Jean. El Hombre (1981)

·         Hanson, Donald y Meitland Edey. El primer antepasado del Hombre (1982)

·         Bridsell, J.B. Evolución humana (1986)

·         Washburn, S.L. y Ruth Moore. Del mono al Hombre (1986)

·         Lewin, Roger. Evolución humana (1987)

·         Zanabria, José Rubén. Filosofía del Hombre (1987)

·         Santisteban, Fernando. Antropología (1989)

·         Polo, Leonardo. ¿Quién es el Hombre? (1991)

·         Guyotat, Jean. Estudios de antropología psiquiátrica (1994)

·         Sartori, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida (1998)

·         Mosterín, Jesús. La naturaleza humana (2011)

·         Ramón Ayllón, José. Antropología filosófica (2011)

·         Parrinder, E. Geoffrey. El Hombre y sus dioses.

·         Wallace, Alfred Russel. El puesto del Hombre en el Universo (1903)

·         Filón de Alejandría. Todo hombre bueno es libre (1962)

·         Heracovita, M. El Hombre y sus obras. La ciencia de la antropología cultural (2017)

·         Terrones Negrete, Eudoro. ¿Qué es el hombre? Enfoque integral sobre la naturaleza humana (2023).


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(1)    Gaos, José. Filosofía de la filosofía e historia de la filosofía. Editorial Stylo, México, 1947, pp.127-128.

(2)    Romero, Francisco. Ubicación del hombre. Editorial Columba, Buenos Aires, Tercera edición, 1961, p.53.

(3)    Romero, Francisco. Op.cit. p.7.

(4)    Ibídem, p.10.

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