UN LLAMADO A LA CONCIENCIA DE LOS PERUANOS
El Perú atraviesa una de las crisis más profundas de su historia republicana. Con una presidenta, Dina Boluarte, que registra apenas un 3% de aprobación, un Congreso que genera vergüenza al 85 % de los ciudadanos, y más de 195 conflictos sociales, nuestro Perú se encuentra en una encrucijada histórica que demanda urgentemente despertar la conciencia nacional.Es lamentable que en menos de una década, el Perú haya tenido seis presidentes y tres congresos, evidenciando una crisis de gobernabilidad que no tiene paralelo en nuestra historia.
El crimen organizado crece de manera exponencial, convirtiendo al Perú en escenario de extorsiones, sicariato y violencia que paraliza sectores de la economía. Los transportistas, blanco constante de extorsiones, convocan paros nacionales ante la incapacidad del Estado de garantizar su seguridad. Más del 45% de la población identifica la delincuencia como uno de los principales problemas del país, mientras que el 92% desconfía del Congreso y el 83% del Ministerio del Interior en la lucha contra el crimen.
Nos interesa y preocupa que la corrupción sea un fenómeno sistémico. Todos los expresidentes electos vivos están en prisión o investigados por corrupción, y 67 de los 130 congresistas actuales enfrentan investigaciones penales.
Miles de jóvenes han salido a las calles bajo el lema “Que se vayan todos” y exigen un nuevo gobierno que efectúe profundas reformas en el Estado, que defienda la dignidad del pueblo peruano y haga realidad oportunidades reales para el Frente Único de Trabajadores Manuales e Intelectuales y concreten respuestas viables que unifiquen al país en objetivos comunes.
El modelo económico, basado en la exportación de materias primas, ha generado crecimiento sin desarrollo inclusivo. El "corredor minero" del sur andino, donde se concentran los principales proyectos extractivos, coincide geográficamente con las regiones de mayor conflictividad social. Este modelo perpetúa el centralismo que convierte a Lima en el centro del poder político y económico, relegando al resto del país.
La mayoría de los partidos políticos, con excepción del Partido Aprista Peruano, han perdido legitimidad y capacidad de representación y de movilización. Con más de 40 agrupaciones inscritas para las elecciones de 2026, el panorama electoral muestra una fragmentación extrema que dificulta la construcción de consensos y la estabilidad gubernamental. Esta atomización política refleja la desconexión entre las élites y las demandas ciudadanas.
Ante esta lamentable situación no podemos permitir que las mismas élites corruptas que nos trajeron hasta este punto se reciclen nuevamente en el poder. La fragmentación partidaria actual y la crisis integral del Perú exigen la participación constructiva y transformadora del Partido Aprista Peruano, participación con propuestas genuinamente transformadoras a fin de llegar al gobierno en primera vuelta, poner las cosas en su sitio correcto y realizar la gran transformación que el país requiere y que los peruanos demandan.
La Urgencia de Reformas Estructurales. La crisis demanda reformas profundas que aborden las causas estructurales de nuestros problemas. Entre las más urgentes se encuentran:
· Reforma política integral: Fortalecimiento de partidos políticos, transparencia en el financiamiento, eliminación de la inmunidad para delitos graves, máximos y rigurosos filtros anticorrupción para seleccionar a sus candidatos a diputados, senadores y para autoridades locales y regionales.
· Reforma del sistema de justicia: Independencia del Ministerio Público y Poder Judicial, mecanismos efectivos de lucha contra la corrupción.Erradicación de la politización de la justicia y de la judicialización de la política.
· Descentralización efectiva: Redistribución real, justa y oportuna del poder y de los recursos hacia las regiones del país.
· Reforma tributaria redistributiva: Efectivas y oportunas políticas fiscales que reduzcan la desigualdad.
· Fortalecimiento del Estado: Profesionalización de la administración pública y mejora de la capacidad estatal, aplicación imparcial de la meritocracia.
Un Llamado a la juventud peruana para la Acción Consciente: A los jóvenes que han demostrado con valentía que otra forma de hacer política es posible, les decimos: su voz es fundamental pero no suficiente. Su indignación debe traducirse en propuestas concretas y participación sostenida más allá de las coyunturas. El país necesita su energía, creatividad e idealismo para construir las alternativas que las generaciones anteriores no supieron crear.
Un llamado a los Trabajadores y Gremios.A los transportistas que arriesgan sus vidas diariamente, a los comerciantes asfixiados por las extorsiones, a los profesionales que ven cómo el país se desangra: su organización y movilización son esenciales, pero deben trascender las reivindicaciones sectoriales para sumarse a un proyecto nacional de la gran transformación. Solo unidos podremos derrotar a las mafias que se han apoderado del Estado y derrotar a los corruptos y corruptores, a los narcotraficantes y a los que financian y apoyan a los violentistas.
A la Clase Media Profesional.A quienes tienen educación, recursos y capacidad de influencia: el silencio cómplice o la indiferencia son formas de complicidad con el statu quo. Su responsabilidad histórica es mayor porque tienen más herramientas para contribuir al cambio. No pueden seguir viendo desde la barrera mientras el país se desangra y se desploma.
A los Empresarios y Sectores Productivos.El modelo actual no es sostenible ni para ustedes. La inseguridad, la corrupción y la inestabilidad política terminan afectando la inversión y el crecimiento económico. Es tiempo de apostar por un nuevo pacto social que genere desarrollo inclusivo y sostenible, no solo crecimiento concentrado en unos pocos.
A los Líderes de Opinión y Medios de Comunicación.Su responsabilidad es enorme en la formación de conciencia ciudadana. Deben ir más allá de la denuncia para contribuir a la construcción de alternativas. El país necesita un periodismo y liderazgo intelectual que eduque, oriente y inspire a la ciudadanía hacia horizontes superiores.
El Perú Que Necesitamos Construir:Un Nuevo Estado al Servicio de los Ciudadanos.Necesitamos refundar el Estado peruano sobre bases democráticas sólidas, donde las instituciones sirvan al bien común y no a intereses particulares. Un Estado que garantice seguridad, justicia, educación de calidad, salud universal y oportunidades reales para todos los peruanos, independientemente de su origen, región o condición social.
Una Economía Inclusiva y Sostenible.El modelo extractivista debe evolucionar hacia una economía diversificada, moderna y ambientalmente sostenible que genere empleo digno y distribuya mejor la riqueza. Necesitamos una economía que potencie nuestras ventajas comparativas en agricultura, turismo, manufactura y servicios, no solo en minería e hidrocarburos.
Una Sociedad Igualitaria y Plural.La construcción de una sociedad verdaderamente inclusiva requiere reconocer y valorar nuestra diversidad cultural. Debemos superar los patrones históricos de exclusión y discriminación que marginan a los pueblos indígenas, las mujeres, los jóvenes y los sectores populares. Solo una sociedad que integre a todos sus miembros puede alcanzar su pleno potencial.
Una Democracia Participativa y Transparente.Necesitamos profundizar la democracia más allá del voto cada cinco años. Requerimos mecanismos permanentes de participación ciudadana, transparencia en la gestión pública, rendición de cuentas efectiva y tolerancia zero con la corrupción. La democracia debe ser un sistema que empodere a los ciudadanos, no que los excluya.
El momento es HOY.La historia nos juzgará por lo que hagamos en este momento crucial. Las crisis también son oportunidades, y la nuestra puede ser la generación que finalmente rompa los círculos viciosos que han impedido que el Perú realice su enorme potencial.
No podemos seguir esperando que otros resuelvan nuestros problemas. No podemos seguir delegando nuestro destino a políticos corruptos e incapaces. No podemos seguir siendo espectadores pasivos de la destrucción de nuestro país.
El cambio comienza con cada uno de nosotros. Comienza con rechazar la cultura de la resignación y la corrupción. Comienza con participar activamente en la vida pública de nuestras comunidades. Comienza con exigir más de nuestros líderes y más de nosotros mismos.
El Perú que merecemos no llegará por arte de magia. Tenemos que construirlo juntos, con conciencia, organización y determinación inquebrantable.
Las próximas elecciones de abril de 2026 son solo el primer paso. La verdadera transformación requiere de un compromiso de largo plazo con valores democráticos, justicia social y desarrollo sostenible.
Es hora de despertar. Es hora de actuar. Es hora de demostrar que somos dignos herederos de quienes forjaron nuestra independencia y de quienes lucharon por la justicia a lo largo de nuestra historia.
El futuro del Perú está en nuestras manos. No lo defraudemos. La confluencia de múltiples crisis nos obliga a decidir entre la transformación consciente o la continuidad de la decadencia. La responsabilidad histórica y elección es nuestra.Tenemos que votar por el Partido del Pueblo, votar por el APRA para que el Perú vuelva a crecer, a desarrollar y a progresar, similar o más que el segundo gobierno de Alan García Pérez.