Artículos periodísticos y de investigación

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29 de noviembre de 2008

Corrientes éticas contemporáneas del siglo XX

CORRIENTES ÉTICAS CONTEMPORÁNEAS
Escribe: Eudoro Terrones Negrete

Entre las corrientes éticas contemporáneas del siglo XX se consideran el voluntarismo, el existencialismo, el anarquismo, el pragmatismo, el marxismo, el neopositivismo, la liberación, el emotivismo y el relativismo.

ÉTICA VOLUNTARISTA

Según la ética voluntarista la voluntad viene a ser el fundamento básico del mundo, es el último constituyente de la realidad, el elemento primario del universo. Niega que la voluntad humana esté condicionada por el medio circundante.

La voluntad humana es básica en todos los problemas morales y superior a todos los demás criterios morales, como la conciencia o el poder del razonamiento.

Según esta teoría subjetiva la elección de la voluntad determina el bien. Es equivalente a indeterminismo y libertad.

FEDERICO NIETZSCHE (1844-1900). Filósofo alemán, creador e impulsos de la denominada “Filosofía de la vida”, o “voluntarismo”. Según su filosofía, la voluntad auténtica de vivir es “voluntad de poder”.
Ante las preguntas, ¿qué es lo bueno?, ¿qué es lo malo?, responde el filósofo :

Lo bueno es todo cuanto eleva en el hombre el sentimiento de poderío, es el poderío mismo. Y, todo cuanto nace de la debilidad es lo malo. Para Nietzsche, los débiles y los fracasados deben sucumbir, no tienen el derecho de vivir, por el contrario se les debe ayudar a perecer.

Los que menosprecian la vida, son los malos. Los que la afirman y fomentan, son los buenos. “El bueno, dice Nietzsche, es el poderoso y el fuerte”.

Precisa que sólo es digno de ser vivida aquella vida que desarrolla la fuerza e integridad, a pesar de los sufrimientos y las peripecias que tiene la existencia y sin caer en un mundo utópico. Todo valor se mide por su incremento de fuerza, por su voluntad de poderío. Se da valor a la tendencia, a la aspiración, al esfuerzo, a la voluntad.

Decía : “Vida, eres mala, pero te adoro porque eres bella”.
La filosofía nietzschiana es conocida con el nombre de “voluntarismo” precisamente porque contrapone a la razón la voluntad.

La fuerza motriz del desarrollo y progreso del hombre y la sociedad es la voluntad de vivir, y la voluntad de poder. Identifica dos tipos de moral : la moral de los señores y la moral de los esclavos.

LA MORAL DE LOS SEÑORES. Consiste en rendir culto a la fuerza y al dominio : Todos los instintos afirmativos y fomentadores de la vida, la voluntad de poderío, son para ellos buenos y sanos.

Aquí se aprecia y valora al hombre fuerte, al astuto, al capaz, al individuo que se supera y triunfa, al hombre que lucha por la existencia superada de sus limitaciones y peripecias. Es la moral de la clase de los señores, de la clase dominante, de la clase dotada de suficientes recursos económicos y financieros (clase capitalista).

La tabla de los valores es transmutada : la objetividad es sustituida por la personalidad creadora, la bondad, la virtud, la humildad y el orgullo, por la satisfacción, el riesgo, la piedad, la crueldad, el amor al prójimo y el amor a lo lejano. A este tipo de moral pertenece la clase de los “Superhombres”.

LA MORAL DE LO ESCLAVOS. Es la moral de la clase dominada, oprimida y explotada o de cuantos no pueden imponer su voluntad a los demás (los débiles y esclavos). Aquí se practica las leyes de la moral común : el amor al prójimo, la hermandad; el perdón, la piedad, la sumisión, la humildad y la satisfacción. A este tipo de moral pertenece el Judaísmo y el Cristianismo.
Nietzsche denominó “Inmoralismo” a la nueva concepción de la ética del Superhombre.

ÉTICA EXISTENCIALISTA

Para el existencialismo la existencia está antes o por encima de la esencia. Coloca en el centro de la reflexión el hecho concreto de la existencia. Representantes : Sóren Kierkegaard, Unamuno y Jean Paul Sastre.

SOREN KIERKEGAARD (1813-1855). Para el hombre ético es más valioso el deber que el amor, la ley moral que la religión, la existencia social que la divinidad. La existencia humana se explica a través de tres estadios : el estadio estético, el estadio ético y el estadio religioso.

La etapa estética consiste en vivir sobre la superficie de la vida, en el plano sensible, procurando sólo el placer sin obligaciones ni compromisos.

La etapa ética constituye un salto en profundidad, en ella la persona cumple con su deber y sus compromisos, une lo singular con lo general.

En la esfera religiosa se vive lo auténtico, bajo el signo de la fe y la mirada de Dios. Aquí emergen al máximo la culpabilidad y el sentimiento de finitud y la razón resulta absurda frente a los dictámenes de la fe.

Según Kierkegaard el contenido de la verdad, considerando intelectualmente, es la verdad y la verdad hace al hombre libre. “Lo que yo digo es algo muy simple y sencillo : que la verdad sólo existe para el individuo cuando él mismo la produce actuando”.

JOSÉ MIGUEL DE UNAMUNO (1864-1935). Escritor y profesor español, manifiesta que “Sólo existe el hombre de carne y hueso, el que nace, sufre y muere, el que come y bebe, el que juega y duerme, el que piensa y quiere; el hombre que se a y a quien se oye, el hermano, el verdadero hermano”.
Para Unamuno cada hombre individual es un fin en sí mismo y no un medio. Abogó siempre por los hechos “concretos”, “experimentales” del hombre vivo individual.

JEAN PAUL SARTRE (1905-1980). “La existencia precede a la esencia”, significa que el hombre comienza por existir, se encuentra, surge en el mundo y después se define.

De tal manera que el hombre es como un proyecto que va ir determinándose a través de su existencia. El hombre no es otra cosa que lo que él se hace, dice Sastre.

Para este filósofo existencialista, la existencia es la fundamental actividad del hombre en donde se van articulando las ideas y las cosas. La existencia humana es actividad, movilidad.
Existir o vivir equivale a elegir entre diferentes propósitos y objetivos- La existencia no es un estado, sino un permanente llegar a ser.

Sastre considera que el hombre está condenado a ser libre, es decir no somos libres de dejar de ser libres. El hombre es íntegramente libre y enteramente responsable de sus actos, absolutamente incondicionado. Sólo nuestros actos nos juzgan : son irreversibles.

De hecho, somos una libertad que escoge, pero no escogemos ser libres, estamos más bien condenados a la libertad.

Yo estoy obligado a desear, al mismo tiempo que mi libertad, la libertad de los otros. El hombre es lo que él hace de sí mismo.

Por lo tanto, afirma Sastre, nuestra ética debe consistir en querer ser libres, en serlo nosotros y en querer que los demás lo sean : en obrar en todo momento para que esta libertad se realice de modo efectivo.

La angustia, proviene de que el hombre no es sino que se hace y al hacerse asume responsabilidad, porque se resuelve en actos absolutamente suyos y libres.

ÉTICA ANARQUISTA

Anarquismo, etimológicamente significa “ausencia de gobierno”. Todo lo proveniente del orden moral, todo lo que ostenta carácter legal y normativo se reduce a un conjunto de convencionalismos establecidos artificiosamente por la sociedad. El estado es el peor enemigo del hombre. Elimínese el Estado y desaparecerán los males de la vida humana.

Positivamente, el anarquismo recomienda una vida sencilla de actividad no artificiosa y placeres no complicados. Los anarquistas declaran la guerra a las normas morales, al derecho, a la religión, al Estado, a la familia. Sólo reconocen una norma : lo que proviene de la naturaleza.

Representantes del anarquismo son Max Stimer (alemán), William Godwin (inglés) y Miguel Bakunín (Ruso).

La idea de Juan Jacobo Rousseau : “El hombre nació libre y está dondequiera encadenado”, se convierte en uno de los principios básicos del anarquismo, el cual intenta romper las cadenas mediante la reorganización de la economía y la política para liberar al hombre de la opresión del Estado.

WILLIAM GODWIN (1756-1836). Godwin asignaba prioridad al influjo que sobre el hombre ejercen la moral colectiva y el medio social. Veía como ideal la sociedad de pequeños productores independientes organizados en pequeñas comunidades.

MAX STIRNER (1806-1856). Filósofo alemán, publica su libro “El único y su propiedad”, en el que desarrolla el sistema del anarquismo. Para Stirner la única realidad es el “Yo”, y todo el mundo es su propiedad. El ideal social de Stirner se cifra en la “unión de los egoístas”, en la cual cada uno ve en otro tan sólo un medio para alcanzar sus objetivos.

BAKUNIN (1814-1876). En su obra “Catecismo revolucionario” pide la abolición de la sociedad burguesa, “el revolucionario, dice, desprecia la moral, la religión, el derecho. Entre él y la sociedad hay una lucha a muerte, un odio irreconciliable”. La religión “es una locura colectiva”. La Iglesia es “una especie de taberna celestial”. El Estado es el “principal opresor de la humanidad”.

En el aspecto ético, Bakunin piensa que “la moral no tiene otro origen, otro estímulo, otra causa, otro objeto que la libertad. La moral misma no es otra cosa que la libertad.

Por eso, todas las restricciones que se le han hecho a la libertad con el fin de proteger a la moral siempre han resultado en detrimento de ésta. El ideal ético se encuentra en la libertad individual y para ello es necesario la destrucción de todo sistema normativo que la impida.

ÉTICA MARXISTA

Según A. F. Shiskin, en su obra “Ética marxista”, la ética marxista considera la moral como reflejo de las relaciones sociales en desarrollo, como expresión de los intereses de las distintas clases que afirman su comprensión del bien y el mal, del deber y la conciencia, del bien social y la felicidad individual.

La ética marxista, al expresar los intereses de la clase más progresista de la historia, el proletariado, fundamenta teóricamente los principios de la moral comunista, de la moral de la ayuda recíproca, de la camaradería y el colectivismo.

CARLOS MARX (1818-1883). Carlos Marx es el fundador del comunismo. Según él, en la historia se encuentra una estructura formada por las relaciones económicas y sociales, y una superestructura que es el resultado de una estructura económica dada.

La superestructura está constituida por la religión, el arte, la filosofía, la ideología, la moral, etc.

En Marx se encuentra una auténtica filosofía de la historia, toda vez que pretende encontrar la ley que explique la historia humana.

Esta ley implica sostener que el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general.

La historia se explica por las contradicciones de su vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. En la historia, se advierten así, por su modo de producción, sociedades como la asiática, la antigua, la feudal y la moderna burguesa.

Marx crítica la sociedad burguesa, por cuanto esta representa la más avanzada etapa de explotación del hombre por el hombre.

“El trabajador en la sociedad capitalista, la explotación del hombre por el hombre llega a su máximo, porque el capital es la forma de una riqueza acumulada a base de la utilización del trabajo de los proletarios”, explica Marx.

La ganancia que enriquece al capitalista proviene, según Marx, de la explotación del trabajador, que es la plusvalía. El obrero crea en seis horas (tiempo de trabajo necesario) un producto que basta para su mantenimiento, durante las seis horas restantes (tiempo de trabajo suplementario o adicional) engendra un PLUSPRODUCTO, que es la denominada PLUSVALÍA.

ÉTICA PRAGMATISTA

Representantes de la ética pragmática son Charles Peirce, Wiliam James y John Dewey.

La tesis central del pragmatismo radica en la Acción y la Utilidad.
La verdad consiste en la utilidad. La veracidad, por ejemplo, de las ideas o de una conducta ética determinada, consiste en el BUEN ÉXITO que puedan tener.
Así, el criterio de verdad es el éxito práctico tenido en el mundo. El pragmatismo altera o cambia el sentido de verdad tradicional y lo hace relativo a una casuística de la producción y de la utilidad.
El pragmatismo está basado en el principio de que toda concepción abstracta tiene sentido sólo y en cuanto influye en la experiencia concreta.

CHARLES SANDERS PEIRCE (1839-1914). Filósofo americano, sostiene que “toda la función del pensamiento es producir hábitos de acción”.
Para el pragmatismo el valor de las ideas deriva de un sentido práctico. Todo pensamiento es un instrumento para resolver problemas inmediatos.
Es el autor del principio ético según el cual la limitada duración de todas las cosas finitas exige lógicamente la identificación de los propios intereses subjetivos con los de una comunidad ilimitada de personas y cosas.

JOHN DEWEY (1859-1952). Filósofo americano, define la idea como “una indicación de algo para ser hecho”, es decir como un aguijón para la acción. El hombre, dice, es el “homo faber”. Los hombres están constituidos más para actuar que para teorizar. Toda la actividad del hombres es moral. La moral es todo el ser humano puesto en acción.

Para Dewey, “Es mejor para la filosofía el error participando activamente en las luchas y problemas actuales de su propia época y tiempo, que el mantener una unánime imposibilidad monástica sin relieve y sin influjo en las ideas generadoras de su presente contemporáneo”.

Dewey considera que la vida moral no está en las costumbres o en los hábitos, sino en que apliquemos el juicio correctamente para decidir cuáles son los valores que debemos hacer permanecer en nuestra cultura, rechazar lo que sea una contraposición a éstos y actuar en consecuencia.

ÉTICA NEOPOSITIVISTA

El neopositivismo centra su interés en el análisis del lenguaje moral. La moral consiste en un análisis de las proposiciones morales o del lenguaje sobre la conducta moral.
La ética se reduce a un examen de términos como los siguientes : bueno deber, recto, justo, obligación, etc, así como a una investigación sobre cuestiones lógico-lingüísticas, por ejemplo :
¿Cuál es el significado de los términos evaluativos?
¿Es un juicio de valor susceptible de verdad?
¿Cabe inferir legítimamente una prescripción (o un juicio de valor) de un juicio de hecho?

El neopositivismo concluye que los términos morales no pueden ser definidos, sino sólo aprehendidos de un modo directo e inmediato, o sea intuitivamente, tesis ésta sostenida por los intuicionistas George Edgard Moore, Prichard y Roos.

La ética, según el neopositivismo, no es ciencia. Los juicios éticos no pertenecen ni a la matemática, ni a las ciencias positivas. Por consiguiente no puede decirse que sean verdaderos o falsos, porque carecen de sentido. ¿Qué expresan, entonces, los juicios éticos? Expresan sólo estados anímicos, deseos traducidos en imperativos, mandatos o simples exclamaciones.

GEORGE EDWARD MOORE (1873-1958). Este filósofo inglés distingue lo bueno por medio de la intuición (intuicionismo) por medio de una facultad que nos permite percibir las acciones buenas y malas, concebidas como valores intrínsecos, pero no las podemos definir.

La doctrina ética de Moore tiene dos partes. Primeramente es una averiguación de “las cosas buenas”, luego es un análisis del significado de “bueno”.
Y sostiene que bueno es un predicado básico y que corresponde a un concepto que designa algo no natural.

Los filósofos que intentaron reducir el concepto de bueno a otro concepto, o trataron de identificarlo con otro concepto, han cometido lo que desde Moore se conoce con el nombre de “falacia naturalista”. Bueno puede ser el nombre, dice, que designa una cierta “actitud” : la de aprobación.

ALFRED JULIO AYER (1910). Ayer, filósofo inglés, considera que “los conceptos éticos no describen ni representan nada, por la sencilla de que no existen tales propiedades como bueno, deber, etc; son solamente expresiones de emociones del sujeto”. Estos conceptos sólo tienen un significado emotivo, ya que no enuncian hechos y, por ello, las proposiciones morales carecen de valor científico.

ÉTICA EMOTIVISTA

Otras tendencias contemporáneas de la ética está ligada al nombre de C.L. Stevenson, pensador norteamericano, quien escribe el ensayo “El significado emotivo de los términos éticos” (1937), cuyas ideas esenciales dan lugar al surgimiento de la corriente ética denominada “emotivismo”.

Stevenson, por ejemplo, entre el uso descriptivo y el uso dinámico o emotivo de las palabras considera que resulta imposible definir lo bueno sin tener en cuenta el sentido emotivo que lo envuelve. El significado de “esto es bueno” equivale más o menos a l de “me gusta esto, aficiónate a ello tú también”.

ÉTICA RELATIVISTA

Según el relativismo ético las verdades éticas son relativas, que la rectitud de una acción y la bondad de un objeto depende o consiste en la actitud tomad hacia él por un individuo o grupo, y puede variar de individuo a individuo o de grupo o grupo.

El relativismo sostiene que la moralidad no es idéntica en todas las circunstancias. La moralidad se basa en “acuerdos” establecidos entre grupos sociales determinados. Los juicios morales revelan concepciones de la vida diferentes entre si y a veces incompatibles. La moralidad no es homogénea, está subordinada a grupos morales y sus intereses. Nadie puede escapar a la moral de su tiempo.

ÉTICA DE LA LIBERACIÓN

La ética de la liberación es propia de los países que sufrieron la dominación y la dependencia, aunque esta ética es válida para todo lugar y situación donde haya “opresión del hombre por el hombre” y “opresión del hombre por el Estado”.
Para el filósofo Leopoldo Zea, la dependencia se ha producido cuando nuestros pueblos pretendieron imitar modelos de sociedad (llámese liberalismo, positivismo, socialismo, etc) sin asimilar, sin reconocer plenamente su pasado histórico, cayéndose así a nuevas dependencias.

“El aceptar un modelo, decía Zea, es ya aceptar una subordinación. Lo que se debe es reconocer la libertad en los otros y hacer que esta libertad sea reconocida por los otros.

Ningún hombre, ningún pueblo puede ser modelo de libertad de los otros, por distintos o semejantes que éstos parezcan. Son los modelos los que crean los paternalismos, las dictaduras para la libertad y en nombre de la libertad. Una libertad que se niega a si misma al no reconocer en otro hombre su posibilidad”.

Antecedentes de la ética de la liberación los vamos a encontrar en aquellos pensadores que en su tiempo criticaron o se rebelaron contra las injusticias originadas por las guerras de conquista, contra el colonialismo, contra el imperialismo, contra toda suerte de servidumbres, hombres como Fray Bartolomé de las Casas, Simón Bolívar, Marx, Lenin, Haya e la Torre, José Martí, Paulo Freire, etc.

Para Enrique Dussell, la filosofía de la liberación es un discurso filosófico y ético, es un “saber científico-dialéctico que da prioridad temática a la praxis de liberación del oprimido (histórico-social como clase, geopolíticamente como nación, sexualmente como oprimido por la ideología y prácticas machistas, pedagógicamente alienado y todo encerrado en un fetichismo idolátrico”.
La ética de la liberación es una praxis porque constituye un arma de liberación de los oprimidos, de las clases dominadas, de los marginados, de los que Franz Fannen diría los “condenados de la tierra”.

En el aspecto erótico (relación amorosa) la ética de liberación se opone al “machismo”, al sometimiento de la mujer, a la concepción de la mujer como mero objeto sexual. Según Dussell, es necesario negar el discurso freudiano, reconstruirlo en forma inversa, ya que para Freud la sexualidad es lo “masculino” pero no lo femenino, “la oposición se enuncia genitalidad masculina o castración”.

Dentro del ámbito erótico Dussell plantea problemas cruciales como el del aborto y la homosexualidad. Respecto al aborto, piensa que es necesario tomar en cuenta que “la separación del feto del útero materno es un acto ético cuya responsabilidad es atribución del sujeto humano mujer, cuyo cuerpo propio es su ser”. En relación al problema del homosexualismo Dussell sotiene que “la ética erótica debe sobrepasar el sexo para llegar a la persona misma del otro…. Una relación sexual es justa si se respeta, en justicia, la persona del otro y en la relación no es imposible un tal respeto”.
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