GLOBALIZACIÓN Y PROBLEMAS ÉTICOS
Por: Eudoro Terrones Negrete
La globalización tiene un carácter ambivalente en su concepción y praxis. Genera crecimiento, desarrollo y progreso, pero también es responsable de la pobreza moral, de agudos problemas éticos en las naciones.
En la sociedad global hay una serie de problemas éticos como, por ejemplo, la indiferencia del hombre consigo mismo, la clonación de seres humanos; la demanda de legalización del matrimonio entre seres del mismo sexo, del narcotráfico y del aborto; la contaminación del medio ambiente y el narcoterrorismo.
Asimismo, la cleptocracia, la carrera armamentista, la manipulación de conciencias, la eutanasia, la exclusión social, el autoritarismo de las empresas transnacionales y de los organismos internacionales (FMI, BM, OMC), la rivalidad entre los infoexcluidos e inforricos, y la ciberpornografía infantil.
Además, el narcoanálisis, los padres de familia Testigos de Jehová que no aceptan que a sus hijos se les practique la transfusión de sangre, la perpetuidad del caciquismo en los partidos políticos con sus mañas y artimañas del siglo pasado.
No menos importantes son el tráfico de influencias para la obtención de posiciones privilegiadas en el mercado, el uso de la ingeniería genética para alterar la capacidad de procreación de las personas y los nacionalismos xenófobos.
Los grupos religiosos intolerantes amenazan la paz; la instrumentación de impuestos sobre las transnacionales financieras especulativas; la predominancia de estructuras oligopólicas en el mercado mundial; los delitos informáticos, el robo electrónico, el libertinaje informático y la denunciología en Internet.
Vivimos en una sociedad hiperconsumista y permisiva de antivalores, que aísla al hombre de su contexto social y le permite actuar sólo en términos de rentabilidad económica; la alteridad del Ser es sustituida por la alteridad del Tener; más vale la persona con recursos económicos, sin importar de dónde y cómo lo consiguió y en qué lo invierte.
Constituyen problemas éticos la mala distribución y el mal uso del capital, la predominancia de intereses individuales, la viveza criolla de los gobernantes que se aprovechan de la buena fe o de la ignorancia de la población, haciéndoles promesas que a sabiendas nunca las cumplirán.
Interesa y preocupa a la población la inequidad de sueldos de la inmensa mayoría; la fetichización de la economía, la atribución al dinero de poderes mágicos y omnímodos, creyendo que todo lo puede y que es el único medio para solucionar los males de la humanidad.
Finalmente, son problemas éticos la deshumanización de las relaciones sociales, la cultura de la muerte (esterilización, anticoncepción, aborto, eutanasia, violencia sádica), los escandalosos emolumentos de los Congresistas y el incremento de sus gastos operativos (caso Perú), los sueldos en planillas secretas y la ley del embudo (ancho para los que tienen el poder y angosto para sus opositores).
Para dar solución progresiva a estos y otros problemas éticos se requiere cambiar el modelo neoliberal por otro con “rostro humano” y la aplicación de políticas de Estado en materia de educación de calidad total, en todos los niveles y modalidades educativas públicas y privadas.