Artículos periodísticos y de investigación

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21 de junio de 2021

Concepto de resiliencia y las personas resilientes

 CONCEPTO DE RESILIENCIA Y LAS  PERSONAS RESILIENTES

Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete


CONCEPTO DE RESILIENCIA

En el transcurso de la existencia humana hay problemas, situaciones traumáticas, circunstancias y dificultades  que producen incertidumbre, frustración, ansiedad, depresión, estrés, tristeza, preocupación, temor, cólera y que deben ser resueltos por las personas para lograr sus objetivos y metas como son la paz, el bienestar, la felicidad y el éxito personal, laboral o profesional. Para ello es necesario que las personas evalúen, potencien, utilicen y pongan en acción todos los recursos físicos, psicológicos y éticos de lo que disponen. Pero también es fundamental el desarrollo de la resiliencia como una gran cualidad, virtud, competencia y capacidad necesaria en todos los aspectos, retos, desafíos, conflictos, adversidades y problemas de la vida humana.

El término resiliencia se incorpora en el campo de la psicología en la década de los ochenta a partir de los estudios de Emily E. Werner y R.S. Smith (1982), llegando a ser analizado científicamente.

Forés y Grané (2012) refieren que el término resiliencia es muy poco conocido en el idioma español, por tal motivo las primeras publicaciones la evitaban reemplazándola por “superación de adversidades”. Inicialmente fue traducido del inglés como “resistencia”, pero al no traducir ni transmitir la fuerza de su riqueza y complejidad conceptual no fue aceptado.

John Bowlby es el creador de la teoría del apego y es el primer autor que empleó el término resiliencia.

El término resiliencia deriva del verbo latino resilioresilire, que significa "saltar hacia atrás”, “volver a saltar”, “volver al estado inicial”, “rebotar”, “replegarse”, “recomenzar”, “reanimarse", “resurgir”, es decir volver a la normalidad o recuperarse después de alguna situación crítica o dificultad inusual.

El Diccionario usual de la Real Academia de la Lengua (RAE) lo define actualmente así: 1. f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.  2. f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.

La resiliencia se define como la capacidad del ser humano de afrontar, asumir, asimilar y positivizar con flexibilidad una serie de “situaciones límite” y sobreponerse a ellas. La resiliencia es la capacidad humana de extraer algo positivo de los malos eventos; es la capacidad humana de superar algo y salir optimista, fortalecido, renovado y transformado; es la inmanente capacidad de las personas de adaptarse y sobreponerse exitosamente a situaciones traumáticas o de alto riesgo personal  en los diversos campos de la actividad humana.

Diversos autores califican a la resiliencia como capacidad, habilidad, virtud, saber, acto reflejo, proceso social, mental o intrapsíquico y la definen de la manera siguiente:

a)       Habilidad para resurgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva (ICCB, Institute on Child Resilience and Family, 1994).

b) Enfrentamiento efectivo de circunstancias y eventos de la vida severamente estresantes y acumulativos (Lösel, Blieneser y Koferl, 1989).

c)     Capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e, inclusive, ser transformado por ellas (Grotberg, 1995).

d)    Resiliencia es saber afrontar la adversidad de forma constructiva. Saber adaptarse con flexibilidad y salir fortalecido del suceso traumático. Dra. Santos. (2000).

e)   La resiliencia significa una combinación de factores que permiten a un niño, a un ser humano, afrontar y superar los problemas y adversidades de la vida, y construir sobre ellos (Suárez Ojeda, 1995).

f)  Concepto genérico que se refiere a una amplia gama de factores de riesgo y su relación con los resultados de la competencia. Puede ser producto de una conjunción entre los factores ambientales y el temperamento, y un tipo de habilidad cognitiva que tienen algunos niños aun cuando sean muy pequeños (Osborn, 1996).

g) La resiliencia se ha caracterizado como un conjunto de procesos sociales e intrapsíquicos que posibilitan tener una vida “sana” en un medio insano. Estos procesos se realizan a través del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre los atributos del niño y su ambiente familiar, social y cultural. Así la resiliencia no puede ser pensada como un atributo con que los niños nacen o que los niños adquieren durante su desarrollo, sino que se trata de un proceso que caracteriza un complejo sistema social, en un momento determinado del tiempo (Rutter, 1992).

h)  Vinaccia, Quiceno y Moreno (2007) definen a la resiliencia como “el conjunto de habilidades innatas para afrontar los diferentes problemas o situaciones adversas que se le presentan a una persona permitiéndole además, salir exitosa y fortalecida de dichas amenazas”.

i)     López (2010), dice que la resiliencia es “el conjunto de atributos y habilidades innatas para afrontar adecuadamente situaciones adversas, como factores estresantes y situaciones riesgosas” [1].

j)      Boris Cyrulnik, preguntado sobre el concepto de resiliencia respondió: “La definición de la resiliencia no puede ser más sencilla: es iniciar un desarrollo después de un trauma. No puede haber una definición más simple. Lo complicado es descubrir qué condiciones la permiten, es decir, la segurización, la recuperación, las relaciones y la cultura. Hay que unir todo esto para responder a esa pregunta”.

k)    “La resiliencia es un acto reflejo, una forma de afrontar y entender el mundo, que está profundamente grabado en la mente y el alma de una persona” (Diane L. Coutu).

l)  Fraser, Richman y Galinsky (1999) consideran: “La resiliencia implica: 1) sobreponerse a las dificultades y tener éxito a pesar de estar expuestos a situaciones de alto riesgo; 2) mantener la competencia bajo presión, saber adaptarse con éxito al alto riesgo; y 3) recuperarse de un trauma ajustándose de forma exitosa a los acontecimientos negativos de la vida.

m)  “La resiliencia es un conjunto de procesos sociales y mentales que posibilitan tener una vida “sana” en un medio “insano”. O dicho de otra manera, saber aprender de la derrota y transformarla en una oportunidad de desarrollo personal” (DAMAR- Centro de Bienestar Integral. https://www.centrodamar.com/que-es-la-resiliencia/).


LAS PERSONAS RESILIENTES

Las personas se hacen resilientes, no nacen resilientes, aunque algunas personas son más o menos resilientes que otras.

La resiliencia de las personas están integradas por conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas en el transcurso del tiempo y cuyas decisiones se sustentan en un sistema de valores muy fuertes, incambiables y perdurables.

Las personas se hacen resilientes sobre la base de constante sacrificio, esfuerzo, dedicación y perseverancia, a la vez que redescubriendo su mundo psíquico, tomando consciencia de sus potencialidades, fortalezas, debilidades  y limitaciones, encarando con decisión oportuna y coraje las adversidades de la vida diaria.

En virtud de la resiliencia las personas son capaces de afrontar momentos difíciles, de sobreponerse a todo tipo de crisis, dificultades, circunstancias de gran adversidad o a situaciones traumáticas  como la muerte de un ser querido, la enfermedad crónica, el accidente, el despido intempestivo del trabajo, la pérdida de cualquier parte del cuerpo, la pandemia  del COVID-19, la bancarrota económica, la traición en el amor, las consecuencias del divorcio, la soledad, los ataques terroristas, llegando a salir victoriosos y fortalecidos y desarrollando óptimamente sus potencialidades físicas, espirituales, intelectuales y morales.

Las personas resilientes son personas con buena salud mental; son personas positivas, optimistas, sociables y flexibles en sus pensamientos; son personas con alta autoestima, sentido del humor, gran fortaleza y resistencia en tiempos y situaciones desfavorables; son personas que no ceden a las presiones interiores de su ser y  convierten sus dolores, tristezas o amarguras en una virtud dentro de su entorno social y medioambiental.

Las personas resilientes disponen de adecuadas competencias sociales y de un mayor equilibrio emocional que les permiten afrontar con éxito y rápidamente situaciones de estrés, amenazas o conflictos.

Las personas resilientes están convencidas que la vida tiene un sentido prometedor y esperanzador. Las personas resilientes tienen habilidades para improvisar soluciones de la nada, afrontar la realidad con decisión y firmeza,  dar significado a las adversidades y demostrar rapidez para recuperarse de aflicciones.

Las personas resilientes  saben convertir la crisis en oportunidades, son capaces de desarrollar  el sentido del humor, tienen una actitud positiva, son de naturaleza optimista y de visión serena, de férrea disciplina, serenidad y calma para afrontar la realidad, los retos o desafíos antes de que se presenten. Son capaces de improvisar soluciones de la nada, de aprender de las situaciones inesperadas y difíciles, de tender puentes con firmeza sobre las catástrofes o dificultades del presente y del futuro.

Entre las cualidades fundamentales de las personas resilientes figuran las siguientes: el autoconocimiento, la autoestima, el equilibrio emocional, la empatía, la autonomía, el afrontamiento positivo de la adversidad, la conciencia de la realidad presente, el optimismo, la flexibilidad, la perseverancia, la sociabilidad, la sensibilidad, el sentido del humor, la tolerancia a la frustración y a la incertidumbre.

El doctor Boris Cyrulnik, neurólogo, psiquiatra, etólogo, especialista en la teoría del apego y referente en el campo de la resiliencia, preguntado sobre cuáles serían las características de una persona resiliente, respondió así: “Depende de la manera en que se construya la personalidad. Si alguien desde el nacimiento e incluso antes ha recibido improntas biológicas que lo fortalezcan, se desarrollará y, si le ocurre una desgracia, sabrá enfrentarse mejor a ella. Ahí hablaríamos de “resistencia”. Si alguien está traumatizado, y, después de la desgracia es capaz de iniciar un nuevo desarrollo, entonces hablamos de “resiliencia”, Es decir, depende un poco de la persona y mucho de su entorno: de su entorno antes del trauma y de su entorno después del trauma”[2]

Diane L. Coutu, antigua editora senior de Harvard Business Review, especializada en psicología y negocios, señala: “La mayoría de teorías sobre la resiliencia con las que me he encontrado durante mi investigación se basan en el sentido común. Pero también he observado que casi todas ellas coinciden en afirmar que las personas resilientes reúnen tres características: una aceptación obstinada de la realidad, la profunda convicción de que la vida tiene un sentido (una creencia que se sustenta sobre valores muy arraigados) y una habilidad increíble para improvisar. Puedes conseguir recuperarse de un revés con una o dos de esta cualidades, pero solo serás verdaderamente resiliente con las tres. Estas características se consideran también aplicables a las organizaciones resilientes”[3].

En la vida de las personas, la resiliencia tiene una trascendencia teórica, formativa, metodológica y práctica y cumple un rol fundamental e imprescindible en la adquisición y el desarrollo de los aprendizajes durante toda la vida de las personas.

Una persona resiliente es capaz de desarrollar conductas positivas, tomar decisiones firmes y efectivas ante el estrés o algún conflicto, adaptarse con éxito ante tragedias, amenazas, dolores emocionales, traumas y adversidades de la vida y premunirse de una visión y actitud positiva y optimista de sí mismo para evitar las crisis, superar problemas graves, salir fortalecido en su salud mental y emocional y fortalecido de experiencias negativas.

El desarrollo de la resiliencia en las personas es de suma utilidad por cuanto permite identificar la confianza, el optimismo, la autoestima, el FODA  (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas), y desarrollar la capacidad de superación ante las adversidades o dificultades de la vida.

EJEMPLO DE PERSONAS RESILIENTES

 

Son ejemplos de personas resilientes:

STEPHEN HAWKING, notable científico que a pesar de su enfermedad degenerativa incurable de Esclerosis Laterial Amiotrófica (ELA), y que le hizo perder gran parte del control muscular de su cuerpo ha continuado investigando y generando contenido relevante acerca del universo.

NELSON ROLIHLAHLA MANDELA, abogado, filántropo sudafricano, después de 27 injustos años de cárcel en condiciones deplorables, postuló como presidente de su país (1994-1999), Sudáfrica, ganó las elecciones y sacó a Sudáfrica del Apartheid y abrió el camino hacia la igualdad de todos los ciudadanos. El Apartheid es un sistema de segregación racial en Sudáfrica que desde 1948 había relegado a las poblaciones negras a marginarse a los sectores más pobres y sufrir racismo sistemático y estructural, privando de derechos políticos a la población negra.

VICTOR FRANKL, nacido en Viena, es autor de teorías existencialistas, del libro "El hombre en busca de sentido" y fundador de la Logoterapia es ejemplo de resiliencia mediante su testimonio escrito sobre la vida en un campo de concentración, teórico superviviente del Holocausto; en 1942 él y sus padres han sido deportados a un campo de concentración cercano a Praga.

MARK INGLIS. Este guía de alpinismo neozelandés quedó atrapado en medio de una tormenta de nieve junto a su mejor amigo en pleno ascenso del Monte Cook, en Nueva Zelanda. Los fríos eran tan intensos durante los 14 días en que esperaron por el rescate, que sus piernas se congelaron y debieron serle amputadas. Lejos de renunciar a su pasión y su oficio, Inglis recibió piernas prostéticas de metal y se empeñó en dominarlas a punto tal, que retomó el alpinismo y logró en 2002 subir hasta la cima de la montaña en donde perdió sus piernas.

MARÍA CALLAS, su nombre original María Anna Sofia Cecilia Kalogeropoulos, soprano estadounidense de origen griego, la mejor cantante de ópera del siglo XX, nació en Nueva York 1n 923 y murió en París en 1977. Sufrió mucho por el divorcio de sus padres, por la traición del amor de su vida el magnate griego Aristóteles Onasis, de quien perdió un hijo a las pocas horas de nacer, y quien después de nueve años de relaciones amorosas la abandonó para casarse con la viuda de Kennedy, bajó de 110 a 53 kilos en cuestión de meses. Llegó a decir “Primero perdí mi voz, luego mi figura y por último a Onasis”. Su primer marido, el empresario acaudalado Giovanni Menenghini, matrimonio que se rompió al cabo de diez años. Callas murió de un ataque cardíaco.

MARILYN MONROE, cuyo verdadero nombre es  Norma Jean Baker (Mortenson, es el apellido de su padrastro), contrajo matrimonio con James Dougherty, el 19 de junio de 1942 y de quien se divorciaría cuatro años después en 1946. El 14 de enero de 1954 M. Monroe contrajo matrimonio con el mítico jugador de béisbol Joe DiMaggio, uno de los primeros deportistas estadounidenses cuya popularidad era comparable a la de una estrella del cine, pero sólo unos meses después, el 27 de octubre de 1954, DiMaggio y Marilyn se divorciaron. Además del reciente fracaso sentimental con DiMaggio, no cesaba de luchar para demostrar que era algo más que una cara y una figura bonitas. Contantemente era acosada por parte de los directivos de las productoras. Tomaba períodos de descanso en clínicas por las constantes depresiones en que se veía sumida. El 29 de junio de 1956 se casó con el escritor y dramaturgo Arthur Miller y en 1961 sin divorciarse, se distanciaron de manera irremediable y vinieron nuevas depresiones, nuevas estancias en sanatorios o clínicas de descanso, consumo de alcohol, píldoras barbitúricos. Falleció el 5 de agosto de 1962 a causa de una sobredosis de barbitúricos en su casa de Brentwood, California, el médico certificó que se trataba de un suicidio. La americana People Magazine la consideraba la mujer más sexy del siglo XX.



[1] López, M. (2010). La resiliencia y su relación con la educación. Recuperado el 23 de mayo del 2011 desde: http://es.scribd.com/doc/36370583/aproximacion-alconcepto-de-resiliencia-y-su-relacion-con-la-educación.

[2] https://www.youtube.com/watch?v=_IugzPwpsyY

[3] Diane Coutu, “1.Cómo funciona la resiliencia”, en “Inteligencia Emocional. RESILIENCIA”. Harvard Business Review Press. Barcelona-España, 3ª. Reimpresión, abril 2019, p.11.

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