Hacia un Nuevo Orden Ecológico Mundial para el Desarrollo Humano Integral
Por: Dr. Eudoro Terrones Negrete[1]
Descripción del problema
El planeta Tierra atraviesa por momentos difíciles, ante los desafíos, amenazas y efectos del cambio climático mundial y que requiere de eficientes y oportunas políticas de los Estados como respuestas a corto, mediano y largo plazo.
El cambio climático que viene ocurriendo en el mundo nos coloca frente a la necesidad imperiosa y urgente de un cambio radical de hábitos y de modos de vida en todas las poblaciones del planeta.
El Papa Juan Pablo II aseveró que “El hombre, impulsado por el deseo de tener y gozar, más que de ser y de crecer, consume de manera excesiva y desordenada los recursos de la tierra y su misma vida”.
Según Edgar Morín[2], entre los problemas ecológicos mundiales actuales se encuentran: “En los países industrializados: contaminación de las aguas, incluidas las capas freáticas; envenenamiento de los suelos por el exceso de pesticidas y fertilizantes; urbanización masiva de regiones ecológicamente frágiles (como las zonas costeras); lluvias ácidas; almacenamiento de desechos nocivos. En los países no industrializados: desertización, deforestación, erosión y salinización de los suelos, inundaciones, urbanización salvaje de megalópolis envenenadas por el dióxido de azufre (que favorece el asma), el monóxido de carbono (que produce trastornos cerebrales y cardíacos) y el bióxido de nitrógeno (inmunodepresor). Los problemas globales que afectan al planeta en su conjunto: emisiones de CO2 que intensifican el efecto invernadero, envenenando los microorganismos que hacen la limpieza, alterando importantes ciclos vitales; lenta destrucción de la capa estratosférica de ozono, agujero de ozono en el Antártico, exceso de ozono en la troposfera (parte más baja de la atmósfera).
Según el análisis efectuado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el 2008 fue “uno de los años más devastadores” en materia de gastos ocasionados por diversos desastres naturales, tales como inundaciones, severas sequías, tormentas de nieve y olas, tanto de frío, como de calor. El mundo perdió alrededor de 146 mil millones de euros, cifra que duplica las pérdidas económicas de 2007 y que deja en evidencia la gravedad del cambio climático. Resulta vital encontrar una solución concreta, rápida y eficaz para ponerle fin al problema del calentamiento global.[3]
De no implementarse medidas urgentes para frenar esta situación los gastos económicos irán en aumento y el planeta se volverá cada vez más frágil o vulnerable.
Sabemos que la biodiversidad de ríos, lagos, torrentes y zonas húmedas, es el ecosistema más amenazado del planeta en los últimos 100 años.
El tema y problema ambiental ha rebasado las fronteras nacionales y continentales para convertirse en un problema mundial y ha llegado hasta las comunidades de indígenas, quienes, a la fecha, buscan nuevas alternativas ecológicas para sus cultivos y la obtención de mayor rentabilidad.
Para el Centro Latinoamericano para el Desarrollo, Integración y Cooperación (CELADIC)[4] los Estados Unidos de Norteamérica “es responsable en segundo lugar del mundo por la generación de anhídrido carbónico que destruye la capa de ozono (37,7 %)…La falta de espacios verdes, la superpoblación, el exceso de humo y calor generados por distintas máquinas, y la contaminación acústica y visual hacen de las ciudades un ambiente adverso para el hombre.”
Hay diversos organismos mundiales que velan por la conservación del medioambiente y están llamados a trabajar por un nuevo orden ecológico mundial. Entre ellos cabe mencionar a la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), creada en 1948, es una organización multicultural y multilingüe con sede central en Gland, Suiza. La UICN reúne a 85 Estados, 108 agencias gubernamentales, más de 800 Organismos No Gubernamentales y cerca de 10.000 especialistas y expertos de 147 países; tiene oficinas regionales en Europa, Oceanía, Asia, África y América Latina y la oficina para Sudamérica funciona desde 1991 en Quito, Ecuador.
Afirman los expertos que los altos índices de contaminación ambiental a nivel global y el agotamiento que sufren los combustibles fósiles, hacen imprescindibles y necesarios la búsqueda de energías alternativas que remplacen paulatinamente a los hidrocarburos.
Las aguas residuales, el incremento de la concentración de dióxido de carbono, el “efecto invernadero”, las prácticas agrícolas contaminantes, la tala indiscriminada y sin planificación de los bosques, la producción y el uso de fertilizantes nocivos, la escasez de agua en los países para el consumo humano (el 40 % de la población mundial sufren de escasez de agua y más de mil quinientos millones de personas no tienen acceso al agua potable), la desaparición del 20 % de los peces de agua dulce, la explotación minera indiscriminada con químicos contaminantes, la carencia de legislación mundial adecuada para la preservación del medio ambiente, la contaminación del aire, el agotamiento de la capa de ozono estratosférico y el proceso de cambio climático son algunos de los principales problemas ecológicos que motivan la preocupación de todos los seres humanos del mundo y que esperamos soluciones en el presente para evitar en el futuro serias consecuencias para la vida del hombre.
La destrucción de los bosques, la erosión de la tierra, la extensión de los desiertos, la reducción de la capa de ozono, la polución del aire y de las aguas constituyen serias amenazas al planeta Tierra y que requieren de una respuesta mundial con un modelo económico global con responsabilidad social y ecológica.
Y en estas situaciones resulta dificultoso que podamos hablar de un desarrollo humano integral.
Informe del Club de Roma
En 1972 se aprobó el Informe del Club de Roma sobre “Los límites del crecimiento”, elaborado por Donella Meadows, Dennos Meadows y Jorgen Randers.
La tesis principal del informe es el siguiente: “en un planeta limitado, las dinámicas de crecimiento exponencial (población y producto per cápita) no son sostenibles. Así, el planeta pone límites al crecimiento, como los recursos naturales no renovables, la tierra cultivable finita, y la capacidad del ecosistema para absorber la polución producto del quehacer humano, entre otros”.
En 1992, se actualiza y publica una nueva versión del informe con el título “Más allá de los límites del crecimiento”, en el que se afirma que la humanidad ya había superado la capacidad de carga del planeta para sostener su población.
Informe de la Comisión Brandt
El presidente del Banco Mundial, McNamara, a principios de 1977 propuso la creación de la Comisión Brandt.
El 12 de febrero de 1980, la Comisión Independiente para Problemas de Desarrollo Internacional, más conocida con el nombre de "Comisión Brandt", entregó su Informe al Secretario General de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim.
En 1983 la Comisión publica el informe sobre “El estado del planeta”, en el que se expone la política de desarrollo con mayor profundidad y amplitud, las cuestiones de ayuda, comercio y monetarias, las áreas de energía, materias primas y ecología, el desarme y el desarrollo, el crecimiento demográfico y el problema de los refugiados.
Informe Brundtland
En 1984 se reunió por primera vez la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo. La Comisión partió de la convicción de que es posible para la humanidad construir un futuro más próspero, más justo y más seguro.
En 1987 se publica el Informe Brundtland, con el título “Nuestro Futuro Común”, presentado por la Comisión Mundial Para el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU , dirigida por la doctora noruega Gro Harlem Brundtland.
El fin del informe era eliminar la confrontación entre desarrollo y sostenibilidad. Se demostró que el camino elegido por la sociedad global estaba destruyendo el ambiente y dejando cada vez a más gente en la pobreza y la vulnerabilidad. Por tanto se buscaba revertir los problemas ambientales y de desarrollo del mundo. Y para lograrlo destinaron tres años a audiencias públicas y recibieron más de 500 comentarios escritos, que fueron analizados por científicos y políticos provenientes de 21 países y distintas ideologías.
El informe concluyó que la protección ambiental había dejado de ser una tarea nacional o regional para convertirse en un problema global. Asimismo propuso que la población mundial debía trabajar para revertir la degradación actual y ver al desarrollo y al ambiente como un solo problema y dentro de un nuevo estilo de desarrollo (el desarrollo sustentable), mediante una reorientación de las relaciones Norte-Sur.
El informe exhorta a los gobiernos a actuar con mucha responsabilidad, en el sentido de apoyar un nuevo tipo de desarrollo que sea sostenible económica y ecológicamente.
La Cumbre de la Tierra
Desde que en junio de 1992 se desarrolló la CUMBRE DE LA TIERRA , en la que participaron más de 100 jefes de Estado y de Gobierno en Río de Janeiro, con el fin de asegurar el futuro del planeta, ante el grave deterioro del medio ambiente que origina graves problemas ecológicos y que afecta la vida misma del ser humano, el debate académico continúa en el mundo.
En dicha cita cumbre se reconoció que el problema de la contaminación ambiental es estructural o global y por tanto las soluciones tienen que ser también globales, sin que éstas se resuelvan afectando a los países del Sur pobre o a sectores mayoritarios de la población mundial.
Informe del Consejo Consultivo Alemán
Un informe del Consejo Consultivo Alemán sobre el Cambio Global advierte que una guerra civil global estallará en las próximas décadas motivada por el cambio climático, si desde ahora no se toman medidas para impedirlo. El informe señala que la guerra del clima comenzará en el sur de África y reducirá a cenizas los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados por la ONU. El informe calcula que después de 2050 habría más de 500 millones de refugiados ambientales obligados a abandonar sus hogares debido a las inundaciones, la sequía y el aumento del nivel del mar. Lagos, la primera ciudad más habitada de Nigeria y la segunda de medio ambiente.
El Protocolo de Kyoto
El Protocolo de Kyoto compromete y alienta a los países industrializados “bajo responsabilidad común pero diferenciada” a reducir y estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero. Establece metas vinculantes de reducción de las emisiones para 37 países industrializados y la Unión Europea , reconociendo que son los principales responsables de los elevados niveles de emisiones de GEI que hay actualmente en la atmósfera, resultantes de quemar fósiles combustibles durante más de 150 años.
Esto ha llevado a los países y a los gobiernos a establecer leyes y políticas para cumplir los compromisos asumidos, teniendo en cuenta el medio ambiente a la hora de tomar decisiones sobre sus inversiones. También ha propiciado la creación del mercado del carbono.
El primer período de compromiso del Protocolo de Kyoto se cumplirá en 2012, año en que debe haber quedado decidido y ratificado un nuevo marco internacional que permita aportar las drásticas reducciones de las emisiones que son necesarias según lo indicado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Esto conlleva a observar un fiel respeto al Protocolo de Kioto o los programas de cooperación ambiental, incorporación y aplicación de tecnologías limpias y ecológicas.
Consecuencias de la contaminación ambiental
El matemático francés Jean B. J. Fourier dijo que la tierra es un planeta azul debido a su atmósfera y que sería un planeta negro si careciera de ella y que se congelaría el agua si no tuviera la mezcla de gases que forman su atmósfera.
En 1896, el químico sueco Svante A. Arrhenius, reveló que la concentración de anhídrido carbónico se está incrementando continuamente debido a la quema de carbón, petróleo y leña, lo cual hace que la temperatura promedio de la tierra sea cada vez mayor. Señaló que en caso de duplicarse la concentración del anhídrido carbónico de la atmósfera, la temperatura promedio del planeta tierra aumentaría entre 5º y 6º centígrados.
El uso indiscriminado de los recursos naturales y el incremento permanente de las actividades transformadoras e industriales desencadenan serias consecuencias para la vida del ser humano: deforestación del planeta originado por la actividad maderera, agrícola o urbanística; contaminación de ríos y mares, desertización progresiva del planeta; extinción de especies vivas, agujero en la capa de ozono, lluvia ácida y el efecto invernadero, desastres nucleares, aparición de nuevas enfermedades, entre otros.
De las prácticas de deforestación, procede el 20 por ciento de las emisiones totales de los gases que causan el efecto invernadero.
Diversos huracanes, tsunamis, inundaciones y terremotos de cuando en cuando siguen devastado varias zonas del planeta.
Mediante la globalización, se eliminan las barreras comerciales entre los países, se origina un mercado internacional a escala mundial y se incrementa el consumo de recursos energéticos, principalmente de combustibles fósiles, como producto del transporte entre los países de materias primas o de productos manufacturados, lo que a su vez aumenta la emisión de sustancias contaminantes, produce el cambio climático y el calentamiento global del planeta.
La globalización tiene efectos perjudiciales sobre el medio ambiente. Por el fenómeno de la globalización se eliminan las barreras comerciales entre los países y se abre paso a un mercado internacional a escala mundial. Se incrementa el consumo de recursos energéticos, principalmente de combustibles fósiles, como producto del transporte entre los países de materias primas o de productos manufacturados, lo que a su vez aumenta la emisión de sustancias contaminantes, se produce el cambio climático y el calentamiento global del planeta.
Las grandes empresas transnacionales colocan sus fábricas en países donde la mano de obra es más barata y la legislación ambiental les resulta más beneficiosa, menos severa, más flexible y permisiva, que les permite reducir costes, de modo que las empresas pueden fabricar productos más baratos, más competitivos y obtener mayores utilidades netas.
El Ozono a nivel del suelo
“A altas alturas en la estratosfera, el ozono forma una capa protectiva para los dañinos rayos ultravioletas del sol; pero cuando la polución causa que el ozono se forme en exceso a nivel de la tierra, puede causar problemas de salud severos. El ozono a nivel del suelo se forma cuando el nitrógeno se oxida y otros contaminantes emitidos por coches, camiones, autobuses, plantas de energía de carbón y otros quemadores de combustibles fósiles reaccionan con la luz del sol para formar el ingrediente principal en el smog.”[5]
La lluvia ácida
“La lluvia ácida[6] se forma cuando la humedad en el aire se combina con los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida. Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, trasladándolos los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve, niebla o neblina. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el ambiente.”
El calentamiento global
“El calentamiento global, lo cuál es el aumento de la temperatura de la Tierra debido al uso de combustibles fósiles y a otros procesos industriales que llevan a una acumulación de gases causantes del efecto invernadero, en la atmósfera. Un problema que cada día está afectando más a la humanidad, interviniendo gradualmente en sus condiciones de vida, afectando de una forma progresiva y en ascenso los factores que intervienen en el desarrollo y el equilibrio de los seres que rodean al ser humano incluyéndole a él como principal afectado y causante de que esta situación, que amenaza con la vida en el planeta de una manera radical y sin vuelta atrás. Esto debido a que estos gases y sustancias producidas por el hombre y que no han sido erradicadas siguen interviniendo en los cambios atmosféricos que presenta el planeta desde tiempos pasados y que actualmente están causando graves consecuencias para la estabilidad y desarrollo de las diferentes formas de vida” (http://www.monografias.com/trabajos36/calentamiento-global/calentamiento-global2.shtml).
El efecto invernadero
Un exceso de dióxido de carbono (co2) acrecienta el fenómeno denominado efecto invernadero, el cual reduce la emisión de calor al espacio y provoca un mayor calentamiento del planeta. Los seres humanos y otros animales cuando respiran, exhalan dióxido de carbón. Producen dióxido de carbón los incendios forestales, las chimeneas de las fábricas que queman carbón, los motores de los automóviles, camiones y autobuses.
Se denomina efecto invernadero el fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de la atmósfera, retienen la energía que el suelo terrestre emite y una parte de la misma la reemiten a la superficie de la tierra. Este fenómeno evita que gran parte de la energía emitida por la tierra se trasmita directamente al espacio, lo que provocaría un continuo enfriamiento de la superficie terrestre e impediría la vida.[7]
El efecto invernadero es uno de los principales factores que provocan el calentamiento global de la tierra, por la acumulación de los gases invernadero CO2 (dióxido de carbono), H2O (vapor de agua), 03 (ozono), CH4 (metano), NOx (óxidos de nitrógeno) y el clorofluorocarbono CFC´s en la atmósfera.
PROPUESTAS DE SOLUCIÓN
1. Los países pobres siguen demandando con mayor intensidad a los países ricos mayores cuotas de participación económica y mayor conciencia profesional y humana para arribar a soluciones satisfactorias a corto, mediano o largo plazo que permitan construir un mundo mejor, con el mejor porcentaje posible de exclusión social y de pobreza en las relaciones hombre-naturaleza-cosmos.
2. El Desarrollo Humano Integral, Sostenible y Sustentable
El desarrollo humano integral implica la atención y solución de las necesidades y los problemas de la vida humana. Y uno de los problemas es la contaminación del medio ambiente en el que vive, trabaja y se realiza el ser humano.
Capital humano, hábitat y desarrollo integral están íntimamente relacionados o articulados como requisitos básicos para mejorar la calidad de vida de las personas, ensanchar las oportunidades de realización de sus capacidades, destrezas y habilidades y asegurar una vida digna.
Ante el permanente deterioro medioambiental de los países surgió la necesidad de abordar en los círculos académicos y universidades sobre el desarrollo humano integral sostenible y sustentable.
El concepto de desarrollo sostenible de los países definido en 1987 por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo en su Informe “Nuestro futuro común” en los términos siguientes: “aquel que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias”.
Pero también se empezó a hablar del desarrollo sustentable. Una definición más clara y precisa sobre desarrollo sustentable nos proporciona Marta Rosa Muñoz (2003): “El desarrollo sustentable requiere la promoción de valores que estimulen patrones de consumo dentro de los límites de lo ecológicamente posible, y a los cuales todos los seres humanos puedan aspirar razonablemente, implica además que las sociedades satisfagan las necesidades humanas incrementando el potencial productivo y asegurando oportunidades equitativas para todos, y no debe poner en peligro los sistemas naturales que constituyen la base de la vida en la Tierra : la atmósfera, los suelos, las aguas y los seres vivos" .
No hay ser humano sin hábitat. Y para que el ser humano pueda vivir en óptimas condiciones deberá contar con un medio ambiente saludable y con una educación ambiental que le proporcione las orientaciones y los conocimientos adecuados para preservar el medio ambiente como heredad y patrimonio de toda la humanidad, que le garantice una vida saludable y un desarrollo humano integral con inclusión, equidad y justicia para todos.
Y la educación y comunicación ambiental deberá jugar un rol preponderante para contribuir con mejorar las condiciones de vida del hombre en el planeta Tierra.
La educación y comunicación ambiental deberá involucrar y comprometer a todos los hombres, a todos sectores públicos y privados de las sociedades, con el fin de fomentar el diálogo, la búsqueda de consenso y de opciones que permitan arribar a soluciones viables a los problemas tradicionales y nuevos de contaminación ambiental y lograr un desarrollo humano sostenible y sustentable, más allá de inadecuadas posiciones fundamentalistas y del extremismo ideológico.
La educación y comunicación ambiental contribuiría en mucho a evitar la dilapidación que a ritmo acelerado viene ocurriendo con los recursos materiales y energéticos y que comprometen seriamente el ambiente ecológico. No debemos olvidar que “el dominio confiado al hombre por el Creador no es un poder absoluto, ni se puede hablar de libertad de “usar y abusar”, o de disponer de las cosas como mejor parezca…ante la naturaleza visible, estamos sometidos a leyes no sólo biológicas, sino también morales, cuya trasgresión no queda impune” (CELADIC. Op.cit).
Y algo más: “El conocimiento de la naturaleza y de los cuidados que ella requiere deberían ser temas primordiales en los procesos educativos actuales. El sistema educativo, precisamente, debe proveer hoy información sobre ecología a todos los niveles: desde el cuidado de un animal doméstico, pasando por las charlas cotidianas de los maestros o el trabajo en huertas escolares en los niveles primario y medio, hasta las especializaciones terciarias y la concientización de los profesionales de otras áreas en institutos y universidades”, enfatiza el referido documento de Celadic.
Concluyo estas reflexiones manifestando enfáticamente que hablar de humanismo integral es hablar de los problemas del hombre y de todos los hombres y formular planteamientos de solución en la medida de las posibilidades del hombre. Y no podrá haber soluciones adecuadas si no hay ante todo educación de calidad en las diferentes áreas del saber humano y en las diversas dimensiones del ser humano: social, político, económico, ecológico, educativo, cultural y moral, entre otros.
4. Ética Ecológica
Ante el problema de la contaminación del medio ambiente ha surgido la necesidad de una ética aplicada a la ecología denominada Ética Ecológica, con todos sus valores y principios.
La ética ecológica, surgida a partir de la segunda mitad del siglo XX, está constituida por un conjunto de normas, reglas, principios o proposiciones que tienden a regular la convivencia humana en relación con su entorno ecológico y los problemas ecológicos, problemas generados por el crecimiento económico y el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, para lograr el respeto y la protección a la vida en todas sus dimensiones.
La ética ecológica tiende a elaborar códigos deontológicos de conducta para que los seres humanos reflexionemos de manera consciente, racional y crítica y contribuyamos a superar la contaminación y la degradación del medio ambiente y tratemos de protegerla.
Son principios de la ética ecológica la defensa de la riqueza y las formas de vida existentes en el planeta, evitando la extinción de cualquiera de ellas; los organismos deben considerarse como un todo mutuamente relacionado, y con idéntico valor para su conservación; y los seres humanos no tienen derecho a destruir otras formas de vida.
Otro principio es la responsabilidad solidaria de los ciudadanos con el fin de preservar la biosfera terráquea, garantizar la calidad de vida y hacer posible el buen vivir del hombre. Este principio se expresa así: “Actúa de manera que las consecuencias de tu acción sean compatibles con la permanencia de la vida genuina sobre la Tierra ”.
También el principio de la reciprocidad o mutua obligación, que conlleva el compromiso y la acción permanente de mantener limpio el hábitat de los seres humanos.
[1] Eudoro Terrones Negrete es doctor en educación, magíster en docencia universitaria, profesor de Filosofía y Ciencias Sociales, periodista colegiado, docente principal de la Universidad Jaime Bausate y Meza y joven escritor, con más de cuarenta obras publicadas.
[2] Morín, Edgar y Kern, Anne B. Trad. Foro de Economía Política-Red Vértice. LA AGONIA PLANETARIA.
[3] http://elblogverde.com/aumentan-las-perdidas-economicas-por-problemas-climaticos/
[4] CELADIC. Un modelo alternativo de desarrollo humano integral / Aportes para el Cambio, marzo de 2009.
[5] www.laondaverde.org
[7] http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_invernadero