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18 de abril de 2021

Economista peruano Gustavo Saberbein responde: ¿POR QUÉ EL PERÚ NO SE INDUSTRIALIZÓ?


Economista peruano Gustavo Saberbein responde:

¿POR QUÉ EL PERÚ NO SE INDUSTRIALIZÓ?

Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete


                          ...viene circulando con éxito en los países de Perú,                                                     América Latina, Estados Unidos y Europa.

En esta importante obra, “Nuestro tiempo: Entre los siglos XX y XXI. El Perú no está perdido”, del doctor Gustavo Saberbein Chevalier, se descubre los hilos que formaron la urdimbre de toda una vida al servicio del país, como economista y político de espíritu rebelde y de ideas de izquierda democrática, en lucha  frontal contra las lacras sociales, la violencia estructural, la corrupción, la pobreza y las injusticias, arriesgando inclusive su propia vida ante las amenazas de Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).


Dr. Gustavo Saberbein Chevalier

La obra, concebida y escrita  en un lenguaje que invita al lector a seguir leyendo sin prisa y sin pausa, viene circulando con éxito en los países de América Latina, Estados Unidos y Europa.

En sus 542 páginas, el autor desarrolla y explica aspectos fundamentales de la vida política y económica del Perú durante el siglo XX e inicios del siglo XXI, por ejemplo: el Perú pospandemia covid-19, el milagro económico peruano, un ataque con armas de fuego para acallarnos, el costo de la reelección, el MRTA en la residencia del embajador del Japón, Sendero Luminoso ataca al Pabellón de Caza, Montesinos maniobra para tomar el poder en 1990, enfrentando a la dictadura fujimontesinista y el fujishock multiplica la pobreza.

De igual manera la banca de grupo y el proyecto de estatización, el Partido Aprista asume el poder con el Perú en su peor crisis, CONAPLAN y el plan de gobierno aprista, la CIEPA y el grupo empresarial Vulcano, análisis y previsión económica en el Instituto Nacional de Planificación, de regreso al Perú por EUA y Sudamérica, por qué el Perú no se industrializó, el Obama demócrata y el Trump republicano, la crisis financiera y gran recesión 2008-2009, El Perú no está perdido, etc.

Gustavo Saberbein denuncia la gran corrupción en el gobierno de Fernando Belaunde Terry, las tropelías de Alberto Fujimori y Montesinos, el prurito re-reeleccionista, el fracaso del gobierno corrupto de Fujimori y una evaluación de los dos gobiernos de Alan García.

Después de haber realizado investigaciones de carácter histórico, social, económico y político, el doctor Gustavo Saberbein trata de responder a la interrogante ¿Por qué el Perú no se industrializó?

Para enmarcarse en un enfoque globalizador del problema y del proceso evolutivo de la industrialización en el mundo, Saberbein Chevalier empieza manifestando: “La primera nación que empezó a industrializarse fue Inglaterra, a mediados del siglo XVIII. Varias décadas después, le siguieron otras naciones de Europa continental y Estados Unidos de América, lo que llevó a Occidente a un desarrollo económico y social superior al de Oriente, donde Japón comenzó su industrialización en el siglo XIX, a partir de 1866”.

Luego pasa revista a los principales inventos creados en el mundo durante los siglos XVIII y XIX,  que facilitaron el uso de la mano de obra urbana proveniente del campo y dieron lugar a la primera revolución industrial, con un conjunto de inventos, descubrimientos y transformaciones económicas, sociales y tecnológicas que ha marcado la historia de la humanidad.

Saberbein menciona los inventos en el siglo XVIII: la máquina de vapor atmosférica del inglés Thomas Newcomen (1712), para bombear agua fuera de las minas de carbón y estaño en Cornualles, Inglaterra; la lanzadera volante del inglés John Kay (1733); el condensador eléctrico del alemán Ewald Georg von Kleist (1745); el primer automóvil o carreta a vapor del francés Nicolás-Joseph Gugnot (1769): y la primera máquina de vapor práctica del escocés James Watt (1782).

Destaca también  los inventos durante el siglo XIX: el telar con tarjeta perforada y programable del francés Joseph Marie Jacquard (1805); la primera locomotora Rocket del inglés Robert Stephenson (1829); la segadora-trilladora agrícola de los estadounidenses Hiuram Moore y James Hascall (1835); los primeros motores eléctricos del ingeniero alemán Moritz von Jacobi (1834); los buques con caso de hierro (1840); el teléfono del italiano Antonio Meucci (1854); y el teléfono de Alexander Graham Bell (1876); el motor de combustión a gasolina de cuatro tiempos (1866); la primera lámpara eléctrica incandescente (1880); el generador de turbina de vapor moderno (1844); el primer automóvil a combustión interna (1886); el motor diésel (1893);la radio (1895) y el primer tractor usado con gasolina/petróleo (1892).

Compartiendo las expresiones de los catedráticos Bilbao y Lanza, de la Universidad Autónoma de Madrid, Saberbein afirma que entre 1870 y 1914 se produce una segunda revolución industrial, cuando el proceso de industrialización comienza a tener como fuente de energía al gas, al petróleo y a la electricidad, que mejoran el sistema de transporte, como el avión y el automóvil, y aparecen nuevos medios de comunicación, como la radio y la televisión, todo lo cual contribuye a mayores cambios económicos y sociales.

En una visión y un enfoque integrador el doctor Gustavo Saberbein puntualiza: “No será hasta la Revolución bolchevique de Lenin en Rusia, de octubre de 1917 y la Revolución china iniciada por Mao Zedong en 1949 y luego relanzada por Deng Xiaoping en 1979, que el Oriente en general comienza a industrializarse, hasta alcanzar los niveles actuales”.

“La conjunción del avance de las tecnologías de información – v.g. los computadores y las redes de computación-, las tecnologías de comunicación –que incluyen el desarrollo y uso del internet- y las energías renovables –v.g. la energía solar y la energía eólica-, ha dado lugar a lo que hoy se puede llamar la tercera revolución industrial, según Jeremy Rifkin”.

“Y, según Claus Schwab, hoy estaríamos viviendo la cuarta revolución industrial, que sería el resultado de invenciones tecnológicas recientes, tales como la robótica, la computación cuántica, la inteligencia artificial y la nanotecnología, así como la cadena de bloques (blockchain) usada por Bitcoin, la impresión 3D, el internet de las cosas y los vehículos autónomos”.

“Sin embargo, - refiere Gustavo Saberbein- el Perú, a pesar de dos siglos de historia republicana (1821-2020) no ha tenido un proceso de industrialización, razón por la que no se ha desarrollado y hoy se le considera un país de ingresos medios, según el FMI”.

Más adelante remarca: “El Perú no ha podido desencadenar un proceso global de reestructuración económica y social, basado en el uso combinado de máquinas y esfuerzo humano, capaz de dotarlo de una capacidad autónoma de producción e innovación, como lo hicieron los países de Europa, EUA y Asia antes mencionados, porque en su etapa republicana consolidó el modelo virreinal dependiente, de crecimiento económico hacia afuera, mediante la exportación de productos primarios”.

“Así, el modelo virreinal, dependiente de exportar productos primarios y metales preciosos –para abastecer las necesidades de los países más desarrollados- e importar productos acabados- para satisfacer el consumo de un sector de la población mayor que antes-, se consolidó como el modelo de crecimiento económico dependiente del Perú que perdura hasta el día de hoy”.

“Lamentablemente – precisa Gustavo Saberbein- hemos tenido cuatro presidentes outsiders o no tradicionales – Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra-, con acusaciones de corrupción, falta de capacidad para lograr un crecimiento económico alto y sostenido, incapaces de reducir de manera significativa nuestra pobreza y desigualdad, y de proyectar al Perú a niveles más altos de progreso con justicia social…”

A pesar de todas las crisis integrales, las dictaduras, los autogolpes de estado, los gobiernos corruptos, incapaces y faltos de liderazgo que obstaculizaron el proceso de industrialización del Perú, los peruanos no perdemos la esperanza de llegar a ser país industrializado durante el bicentenario de nuestra Independencia nacional. ¡El Perú sí tiene esperanza!

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