LA CRISIS INTEGRAL DEL HOMBRE
Y DE LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA
Países de latinoamérica envueltos y sacudidos por graves casos de corrupción política y económica
Escribe:
Eudoro Terrones Negrete
DESCRIPCIÓN
DEL PROBLEMA
En los últimos cuarenta años los países del continente latinoamericano están siendo envueltos y sacudidos por graves casos de corrupción política y económica, que socavan profundamente los cimientos del
Estado de derecho, la democracia y afectan los derechos fundamentales de los
trabajadores manuales e intelectuales y de la ciudadanía en general.
El filósofo y periodista francés Jean Francois Revel afirma
que “ser corrupto es utilizar, de forma directa o indirecta, el poder político
o administrativo fuera de su campo legítimo para procurarse ventajas, en dinero
o en especie o para distribuirlas a amigos, servidores parientes o partidarios".
Ser corrupto es hacer del poder y de la política gran negocio
ilícito, entreguismo, hipoteca, prebenda y campo propicio para la supervivencia de organizaciones criminales; es abusar
del poder público para obtener ilícitamente beneficio personal, familiar o
grupal.
La problemática referida se resume en una crisis de orden social, político, económico,
educativo, cultural, comunicacional, ecológico y moral.
En las sociedades latinoamericanas
infectadas por el cáncer de la corrupción e inmoralidad es notoria la falta de
respeto a la dignidad de las personas; la manipulación de conciencias con favores
políticos; el recorte o la supresión de los fundamentales derechos humanos; la existencia de algunos
“partidos políticos” convertidos en “vientres de alquiler” que reclutan a sus militantes
prometiéndoles trabajo o ciertas sumas de dinero; la proliferación de
conflictos de intereses creados; la asignación de publicidad del Estado sólo a medios de comunicación que son sumisos y complacientes con los actos corruptos del gobernante
de turno; la vacancia de presidentes de la República por flagrantes actos de
corrupción; las interrupciones periódicas del orden constitucional de los países latinoamericanos; la realización de procesos electorales nacionales salpicados de irregularidades, presuntos fraudes e inaceptables resultados.
La moral es el conjunto de reglas o normas que rigen y orientan correctamente el pensamiento, la consciencia y la conducta del ser humano en concordancia consigo mismo y las necesidades de crecimiento, desarrollo y progreso de la sociedad.
La moral es el cartabón que mide el bien y el mal en las sociedades. Hombres éticos, sociedades etocráticas progresistas. El hombre sin principios morales, sin sentido ético y sin sentido social es como una pluma que se lo lleva el viento, sin que haya quien lo recoja y muy poco podrá contribuir a consolidar la democracia y sus derechos fundamentales al buen vivir dentro de una sociedad civilizada.
CAUSAS
La crisis moral del hombre y de la sociedad latinoamericana se debe en gran parte al deterioro de la escala de los valores de gobernantes y de gobernados, como producto de los actos de corrupción y de inmoralidad perpetrados por algunos empleados, funcionarios, congresistas, alcaldes, regidores, gobernadores y hasta presidentes de la República; autoridades que son vistos por la población como malos ejemplos para una sociedad con ansias de crecimiento, desarrollo y progreso.
Además cabe mencionar algunas causas que generan la existencia y proliferación de actos de corrupción en los países latinoamericanos: la percepción ciudadana de manera sesgada acerca del grado de corrupción imperante en sus países; las sanciones legales débiles y no ejemplares contra los casos de corrupción; la carencia de una sólida conciencia social, de ética ciudadana, de ética política y de ética profesional en los trabajadores, empleados y funcionarios públicos; los bajos salarios; la existencia de empresas extranjeras corruptas como ODEBRECHT que sembraron el germen de la corrupción en los funcionarios públicos latinoamericanos. Finalmente, la actuación poco eficaz y retardatoria del Ministerio Público y del Poder Judicial para perseguir el delito, combatir y erradicar los actos de corrupción oportunamente.
CONSECUENCIAS
Como consecuencia del fenómeno de la corrupción la convivencia armónica y pacífica se dificulta y hasta deviene en inaplicable; se incrementa la miseria, el hambre, el desempleo, el subempleo, la explotación, la violencia e inseguridad ciudadana, el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo, las tensiones entre los sexos y las generaciones; sale a
relucir la ineficiencia de los poderes del Estado en la prestación de los servicios a la población
y la incapacidad de los gobiernos en la solución de los problemas.
Los actos de corrupción retrasan el crecimiento, desarrollo y progreso de los países; impiden alcanzar la visión, la misión y los objetivos a corto, mediano y largo plazo de los gobiernos de turno; activan la falta de respeto del pueblo a sus autoridades elegidas, a las que consideran “no nos representan”, “son incapaces, ineficientes, inútiles, corruptos y corruptores y deben renunciar”; generan inestabilidad en las instituciones y en los gobiernos democráticos; espantan a las inversiones extranjeras; desestimulan el trabajo responsable, honesto, transparente y productivo; encarecen el costo de los servicios públicos y dificultan su prestación oportuna; contribuyen a incrementar el déficit fiscal y la deuda externa de los países; bloquean la meritocracia para el ascenso en los cargos públicos.
CÓMO SALIR DE LA CRISIS
Ante la problemática expuesta y como
salida de la crisis integral del hombre y de los países latinoamericanos urge lo siguiente:
a) Verdaderas políticas
de moralización a fondo, efectiva, imparcial, frontal, inflexible y
ejemplarizadora, para sancionar y erradicar a pillos de cuello y corbata, a
pandillas de malhechores, a defraudadores, malversadores, corruptos y corruptores, a
prevaricadores enquistados en los poderes del Estado, que utilizan la caja
fiscal con el fin de obtener ventajas pecuniarias, sinecuras y privilegios;
b) Educación de
calidad y conciencia moral permanente que despierte en los ciudadanos, trabajadores,
empleados y funcionarios públicos la conciencia de la responsabilidad (pedagogía
de la responsabilidad) y generar el elevado espíritu de lucha por la transformación
estructural del país (pedagogía sociopolítica para el cambio), en el
entendido que el engrandecimiento de una sociedad o de un país depende del
engrandecimiento moral de sus ciudadanos;
c) Incorporar en las reformas de las Constituciones y en las nuevas
Constituciones el nuevo régimen político denominado ETOCRACIA;
d) Fortalecer y desarrollar las virtudes individuales y
familiares; aplicar reglas y obligaciones precisas para las buenas prácticas y la
armónica convivencia entre los miembros de la sociedad;
e) Generalizar la aplicación de códigos de ética en todos los niveles y modalidades del sistema educativo nacional e internacional y a través de profesores calificados.
REFLEXIÓN
FINAL
En un
gobierno con mucha autoridad moral y con una política efectiva contra la corrupción todos salen ganando, los
más pobres, los que tienen menos y la inmensa mayoría nacional.
Concordamos con las expresiones de Rushworth Kidder: “No sobreviviremos en el siglo XXI con la ética del siglo XX. Pienso que a medida que la situación se haga peor, nos vamos a dar cuenta de la necesidad de tomar aún más en serio el tema de la ética”.
En los nuevos
tiempos de la globalización, se ha incorporado una nueva forma de gobierno: etocracia.
El término etocracia, etimológicamente
procede de las voces griegas ethos,
costumbre, y kratos, poder. La
etocracia es un sistema de gobierno basado en la moralidad de los gobernantes y
gobernados, para el buen manejo de la cosa pública y el aseguramiento de la
calidad en la prestación de los servicios del Estado dentro de
un país democrático, inclusivo, participativo y ético.