Artículos periodísticos y de investigación

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30 de septiembre de 2008

Congreso aprobaría el proyecto de ley: Universidad Jaime Bausate y Meza

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

La Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza se fundó el 23 de agosto de 1958 y este año acaba de cumplir sus Bodas de Oro. Escaló diferentes niveles educativos: Instituto Libre de Periodismo (1958), Instituto Superior de Periodismo (1968), Escuela Superior de Educación Profesional No Estatal (1980), Escuela Superior de Periodismo (1984), y Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza con categoría universitaria (1990).

El 28 de setiembre de 1965 se promulga la ley Nº 15630, promovida por el Dr. Luis Alberto Sánchez, que reconoce en el Perú la profesión de Periodista y dispone que “las universidades nacionales y particulares, a través de sus facultades o escuelas de periodismo, extenderán los títulos correspondientes a los periodistas, que a la fecha de la dación de la presente ley, tengan por lo menos seis años en la función periodística, y acompañen el carné de miembro activo de alguna de las instituciones que agremia a los hombres de prensa”.

En virtud de esta ley y su reglamento, la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza, al igual que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Pontificia Universidad Católica del Perú, fue facultada para otorgar el título profesional a los periodistas de entonces.

Posteriormente se aprobaron dos leyes a favor de esta institución educativa superior. Una de ellas, en 1990, la ley 25167, a iniciativa de los diputados Eudoro Terrones Negrete y Norman Arellano Lozano; y en el 2003, la última ley N° 27981, a propuesta de la congresista Mercedes Cabanillas Bustamante. Estas leyes confieren a la Escuela los deberes y derechos que tienen las universidades en concordancia con lo establecido por la Ley N ª 23733-Ley Universitaria.

Por Resolución Nº 274-2007-ANR, del 19 de abril de 2007, la Asamblea Nacional de Rectores, resuelve en artículo único: “Declarar que la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza, en mérito a lo previsto por las leyes Nº 25167 y Nº 27981, tiene los deberes y derechos que establece la Ley Universitaria Nº 23733 y está facultada para otorgar el Grado Académico de Bachiller y el Título Profesional de Licenciado en Periodismo, válidos para acceder a los estudios de posgrado y ejercer la docencia universitaria, respectivamente, los mismos que se inscriben en el Registro Nacional de Grados y Títulos de la Asamblea Nacional de Rectores”.

DICTAMEN APROBADO POR LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN

La Comisión de Educación del Congreso de la República , con fecha Lima, 21 de mayo de 2008, aprobó, multipartidariamente, el proyecto de ley con el texto sustitutorio siguiente: Artículo 1º. Denomínase Universidad Jaime Bausate y Meza, a la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza, con arreglo a la Ley N º 23733-Ley Universitaria y las Leyes Nº 25167 y Nº 27981, respectivamente.- Artículo 2º. La Universidad Jaime Bausate y Meza adecuará su estatuto y órganos de gobierno conforme a lo dispuesto por la Ley N º 23733. Artículo 3º. El CONAFU evaluará el funcionamiento de la Universidad Jaime Bausate y Meza de acuerdo a la Ley y a sus atribuciones. Artículo 4º. La Universidad Jaime Bausate y Meza continuará confiriendo el grado académico de Bachiller en Periodismo y el título profesional de Licenciado en Periodismo, previsto por las leyes Nº 25167 y Nº 27981 a los egresados de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza, los mismos que serán inscritos en el Registro Nacional de Grados y Títulos de la Asamblea Nacional de Rectores. Artículo 5º. La ley entra en vigencia a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial El Peruano”.

OPINIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL DE RECTORES

Para eliminar toda clase de dudas, porque se puede decir que los abogados tienen un criterio y la ley dice otra cosa distinta, la Asamblea Nacional de Rectores emitió dos opiniones en los términos siguientes:
a) “Esta Escuela de Periodismo cuenta con un cuadro de docentes ordinarios que le ha permitido organizar sus órganos de gobierno, asimismo cuenta con una infraestructura adecuada para el cumplimiento de sus fines educativos; situación que amerita nuestra opinión favorable respecto al proyecto de universidad” manifiesta el Dr. Iván Rodríguez Chávez, Presidente de la ANR ( Oficio Nº 212-2007-P/DGDAG, Surco 27 de setiembre de 2007).
b) “…con respecto a su solicitud con Registro 60462 de mesa de partes de la institución, debo señalarle que siendo su entidad privada que presta servicios educativos de formación universitaria creada en su oportunidad, corresponde al Congreso de la República emitir la Ley como universidad teniendo como fundamento legal las leyes 25167 y 27981” , expresa el doctor Iván Rodríguez Chávez, presidente de la ANR (Lima, 4 de diciembre de 2007).

OPINI0N DE JURISTAS

Expertos en Derecho, manifestaron su opinión a favor de la denominación de Universidad Jaime Bausate y Meza a la actual Escuela de Periodismo, como es el caso del Estudio Echecopar, suscrito por el Dr. Jorge Danós Ordóñez (Lima, 23 de noviembre de 2007) y de los distinguidos juristas Flavio Miguel Núñez Ízaga, José Eulalio Oña, Manuel Bazul Torero, César Castillo Meza, Erick Casiano Valdivieso y Guillermo Iturrizaga Urbina, quienes coincidieron en manifestar que no se trata de la creación de una universidad, pues la Escuela ya es una institución de nivel universitario, desde 1991 hasta la fecha, sino de la denominación de Universidad, toda vez que reúne los requisitos legales, académicos y de organización y viene funcionando con una estructura organizativa similar a la de cualquier Universidad.

FEDERACIÓN DE PERIODISTAS DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

La Federación de Periodistas de América Latina y El Caribe, la Federación Internacional de Periodistas y la Coordinación Regional de la Federación Internacional de Periodistas de América Latina, emitieron su pronunciamiento respaldando el dictamen de la Comisión de Educación, Ciencia, Tecnología, Cultura, Patrimonio Cultural, Juventud y Deporte del Congreso de la República del Perú, “por el cual se confiere a la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza la denominación legal de UNIVERSIDAD JAIME BAUSATE Y MEZA”.

APFACOM, FELAFACS , COORDINADORA NACIONAL DE RADIO Y COLEGIO DE PERIODISTAS DEL PERÚ

Asimismo se pronunciaron a favor del proyecto la Asociación Peruana de Facultades de Comunicación Social, LA federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social, la Coordinadora Nacional de Radio, el Colegio de Periodistas de Lima y el Colegio Profesional de Periodistas del Perú.

RESUMEN EJECUTIVO

Las razones para la aprobación del referido proyecto de ley y su conversión en ley de la República son las siguientes: La Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza se rige por las leyes 25167 y 27981 y la Ley 23733-Ley Universitaria; goza de autonomía académica, normativa, económica y administrativa; expide el grado académico de Bachiller en periodismo y el título profesional a nombre de la Nación de Licenciado en periodismo, equivalente a los otorgados por las universidades del país y válidos para el ejercicio de la docencia universitaria y la realización de estudios de maestría y doctorado. Sus graduados se inscriben en el Colegio Profesional de Periodistas del Perú; cuenta con profesores principales, asociados, auxiliares y jefes de práctica; tiene un Consejo Superior conformado por sus máximas autoridades, con representación de los docentes, egresados, estudiantes y de su entidad promotora. Al término de cada semestre académico, desde 1990 hasta la fecha, los grados de bachiller y títulos de licenciado en periodismo expedidos por la Escuela son inscritos en el Registro nacional de Grados y Títulos de la ANR. Cuenta con amplia infraestructura educativa; talleres de prensa escrita, radio, televisión e Internet, biblioteca especializada, editorial la Gaceta , Fondo de Publicaciones con más de 100 obras editadas y Cine Club Narcé, al servicio de los estudiantes y la comunidad.

VIABILIDAD DEL PROYECTO

Las opiniones referidas y las leyes específicas que tiene esta Escuela de Periodismo, justifican la viabilidad del proyecto de ley Nº 1356/2006-CR presentado por el congresista José Carrasco Távara con las firmas adherentes de los congresistas del Partido Aprista Peruano Ángel Javier Velásquez Quesquén, Luis Alberto Negreiros Criado, César Alejandro Zumaeta Flores, Hilda Elizabeth Guevara Gómez, Fabiola Salazar Leguía, Wilder Félix Calderón Castro, Jorge León Flores Torres, José Macedo Sánchez, Franklin Humberto Sánchez Ortiz, Daniel Robles López, Miguel Luis Guevara Trelles, Alfredo Tomás Cenzano Sierralta, Elías Nicolás Rodríguez Zavaleta y Luis Daniel Wilson Ugarte.

La inteligente decisión de los congresistas de la República , de todos los partidos políticos, hará posible que esta histórica Escuela de periodismo se denomine UNIVERSIDAD JAIME BAUSATE Y MEZA, en homenaje a sus Bodas de Oro y por el Día del Periodista (www.eudoroterrones.com;eudoro.terrones@yahoo.com).
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El hombre según la teoría liberal

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

En la era de la globalización, los defensores de la teoría liberal sostienen que el hombre es el único protagonista de la historia, que busca lograr la mayor libertad entre los seres humanos, la igualdad de deberes y que procura alcanzar el mayor bien para el mayor número de personas.

La teoría liberal postula la defensa de los derechos del hombre: educación libre; libertad de opinión, expresión y difusión; sufragio universal; libertad empresarial; trabajo competitivo, etc., condicionados a parámetros de una sociedad regulada por el libre mercado.

Esta teoría valoriza al hombre según lo que tiene, produce, consume o es capaz de contribuir a su propio bienestar, originando así una sociedad individualista, egoísta e injusta, en permanente lucha de ricos y pobres, de opresores y oprimidos.

Es así como se engendra y enraíza la plutocracia, el odio de clases entre los que más tienen y los que menos tienen, a la vez que se consolida y profundiza la sociedad de consumo y la división de la sociedad en función a su poder adquisitivo.

El hombre es concebido como una simple máquina que produce bienes materiales y servicios básicos para la población, los mismos que son ofertados en el libre mercado, a fin de que los propietarios del capital puedan acumular grandes utilidades. Así el hombre común y corriente deviene en un medio al servicio de los que más tienen el poder económico y el poder político. El dinero – y no el hombre- es el centro del universo; don dinero es don caballero; tanto tienes, tanto vales.

El hombre resulta siendo un objeto (materia) y no una persona (materia, espíritu y moral); un «que» y no un «quien»; «algo» y no «alguien», una cosa entre todas las cosas del universo.

Y el hombre liberal, desprendido de principios y valores éticos, con una visión superficial, estrecha, materializada y monetarizada de sí mismo, de la sociedad y del mundo, construye un tipo de sociedad deshumanizada, cosificada y dependiente de la tecnología sofisticada.

No le falta razón a Ítalo Gastaldi, cuando en su obra «El Hombre, un misterio», afirma categóricamente:«Las máquinas nos infunden una aguda conciencia de poder y una grata sensación de autosuficiencia. Nos encierran en lo inmediato, en lo presente, en el «aquí» y el «ahora», haciendo que olvidemos toda preocupación por el futuro. Nos lleva a vivir en la superficie de las cosas y no nos dejan tiempo para la reflexión y la contemplación».

Los adelantos científicos y tecnológicos plantean por ahora situaciones, temas y problemas nuevos, a la vez que generan dilemas éticos y decisiones éticas también nuevos, que afectan hondamente la vida del hombre en lo referente a sus formas de pensar, producir, trabajar, consumir, estudiar, descansar y relacionarse con las demás personas.

La sociedad del conocimiento tiene por columna vertebral a los multimedios de comunicación, al libre mercado y a las finanzas por medios electrónicos, pero se olvida sustantivamente de la persona humana, de su derecho a vivir en comunidades libres, con vivienda y empleo dignos. Así el hombre deviene en un ser excluido, en “otro” por antonomasia.

En la sociedad global se afianza el predominio del Individuo-Total-Neoliberal, es decir: anti-igualitario, competitivo en desigualdad de condiciones y oportunidades, consumista a ultranza y autoreferido. Este nuevo tipo de hombre considera al Otro como objeto o cosa (cosificación del hombre por el hombre), como ser oprimido o explotado por el propio hombre (explotación del hombre por el hombre) y como ser excluido, sobrante, descartable y sacrificable dentro del libre mercado (el hombre light).

El Estado convencional, que según las Constituciones políticas de los países es el protector, promotor y defensor de los derechos del hombre deviene en letra muerta y es sustituido por el Estado-Red que resulta siendo un Estado cibernético, insensible, indolente e inmisericorde.

Estado-Red que globaliza la desigualdad social, las tecnologías de punta, la especulación financiera, pero no globaliza la justicia social, el pleno empleo, los principios y valore éticos para una sociedad con rostro humano.

En la sociedad global todo se mide en términos de operación de función, de eficiencia, de competitividad y de rendimiento. No importa la condición de la persona humana, más importa qué producto de calidad es capaz de producir o de comprar, más importa que el hombre en su condición de trabajador cumpla a plenitud sus deberes a costa de recibir cada vez menos derechos. Y el Estado convencional así va desprendiéndose cada vez más de sus responsabilidades sociales, permitiendo o haciéndose de la vista gorda que el propietario del capital incremente sus utilidades a través de cualquier medio, inclusive medio ilícito y antiético (el fin justifica los medios).

¿Es este el tipo de hombre que la sociedad del presente y del futuro se merece? Apuesto que no. (www.eudoroterrones.com; eudoro.terrones@yahoo.com).
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28 de septiembre de 2008

El periodista de calidad

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

En la víspera del Día del Periodista, un joven lector de diarios, que aspiraba estudiar Periodismo, me preguntó: “¿Qué cree Ud., que se necesita para ser un periodista de calidad? La primera reacción fue responderle: “vocación”, “profesionalización” y espíritu de servicio a la colectividad.

Pero, meditando la respuesta más apropiada, unos minutos después, le manifesté que para mejorar su grado de competencia profesional y ser un periodista de calidad debería, matricularse en una facultad de periodismo o de ciencias de la comunicación, obtener su título universitario, actualizar sus conocimientos, incrementar su bagaje cultural, realizar permanente investigación periodística y, fundamentalmente, cultivar sólidos principios y valores éticos.

Cultivar sólidos principios y valores éticos como, por ejemplo, la independencia de criterio, la cláusula de conciencia, no revelar las fuentes de información confidencial, laborar con responsabilidad, imparcialidad, pluralismo ideológico e integridad profesional.

En el Perú, muchos periodistas del pasado, que no tuvieron título universitario por cuanto el periodismo no era una profesión, fueron autodidactas y brillantes, porque se dedicaron muchas horas al estudio, desarrollaron su vocación, mantuvieron una conducta ejemplar y se convirtieron en los precursores de la profesionalización.

El periodista de calidad actúa de conformidad con su conciencia ética y sentido social; confiere el derecho de rectificación a las personas e instituciones afectadas por sus informaciones y comentarios; da la orientación y el sentido correcto a su vida y profesión; es inflexible ante la tentación de privilegios, prerrogativas o ventajas personales o ante el clamor inmerecido y extremo de las turbas.

No confunde periodismo con publicidad y propaganda; no publica informaciones o datos que puedan dañar moralmente al público; prefiere callar o hacer dormir a la noticia antes que difundir mentiras; opta por ser segundo en la publicación de una noticia verdadera, que primero en la de una noticia falsa.

Procura que sus comentarios editoriales estén liberados de posiciones político-partidarias; utiliza medios lícitos y éticos en el acopio, el procesamiento y la difusión de las informaciones, fotografías, documentos, imágenes y declaraciones; contribuye a la formación educativa, cultural y moral de la población; abre las puertas para el debate libre de las ideas y de las protestas del pueblo, pero también propone las propuestas adecuadas y oportunas que contribuyan a la solución de los problemas de la sociedad.

El periodista de calidad es el verdadero caballero de la verdad, de la unión entre gobernantes y gobernados por una sociedad mejor. Para el efecto, acude al mayor número posible de fuentes para confirmar la verdad de un hecho informativo antes de su difusión; realiza la investigación periodística con rigurosidad científica, visión de futuro y espíritu de bien a la sociedad; da la oportunidad a los afectados negativamente por la investigación para que proporcionen su versión sobre los hechos investigados.

El periodista de calidad no puede ser aquél que ha perdido el sentido fraternal con los demás colegas y medios de comunicación o que se constituye en el destructor de honras o en el crítico mordaz sólo para defender sus ocultos intereses económicos o asumir actitudes de abierta oposición a los gobernantes de turno.

El periodista de calidad se protege de todo conflicto de interés, de toda presión de grupos de poder económico y político o de intereses subalternos; mantiene ecuanimidad en sus pensamientos, juicios de valor y decisiones éticas; acopia y difunde informaciones sobre actos violentos, de manera responsable y equilibrada.

Observa un alto nivel de moral comercial y de ética empresarial, respetando escrupulosamente la más libre competencia; no presenta hechos ficticios, irreales y rumores como si fueran noticias auténticas; piensa primero en las consecuencias sociales que ocasionaría todo aquello que escribe, antes de difundirlo o publicarlo; hace prevalecer el buen gusto en la selección, valoración y difusión de las noticias; evita los detalles mórbidos o alarmantes que no sean esenciales para la información; mantiene la credibilidad para continuar siendo testigo de la realidad.

El periodista de calidad, salvaguarda la presunción de inocencia de los acusados mientras el tribunal de justicia no haya dictado sentencia; antes de su difusión, evalúa si las fotografías e imágenes sirven para educar, complementar la información o si tienen un valor periodístico;

En la cobertura de funerales procura reflejar sensibilidad y entendimiento por los sentimientos y la privacidad de los deudos; impide la identificación de niños implicados en delitos o vicios sociales, en protección al bienestar futuro que les asiste.

El periodista de calidad cumple una función constructiva y de transformación social, sin odios ni rencores, sin bajas pasiones, sin apetitos de poder político o de poder económico, sin hacer cargamontón contra los poderes del Estado o las autoridades legítimamente elegidas por el pueblo y sin complacer a los portavoces de la antipatria y del anticambio.

En fin, mucho tendría que decir al respecto. Termino el artículo sin agotar el asunto. Nuestra palabra de saludo e identificación a los periodistas en su histórico día (www.eudoroterrones.com; eudoro.terrones@yahoo.com).
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14 de septiembre de 2008

La honestidad en la política

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

Mis lecturas sobre ética política me recuerdan que ser honesto políticamente es ser respetuoso de sí y por los demás; es ser el caballero de la verdad y de las buenas obras; es responsabilizarse de lo que se dice, se ofrece y se hace; es prometer sólo lo que se podrá cumplir; es actuar en función al bien común y no según las conveniencias personales, de grupo o de partido político; es no lastimar los sentimientos de las demás personas; es usar un lenguaje apropiado, sin recurrir a la injuria, la calumnia y la difamación; es ser leal al mandato de los electores y jamás traicionarlos; es utilizar la impunidad parlamentaria para fines de fiscalización del manejo de la cosa pública y no para la venganza, el chantaje y la represalia al adversario político; es servir a la población con espíritu de justicia y de solución oportuna a sus problemas.

Pero si en la política aplicamos una prueba del ABC de la filosofía de la honestidad, habría dirigentes políticos, sindicalistas y parlamentarios que desaprobarían la prueba de entrada, y no pasarían las demás pruebas de proceso y salida.

No quiero pecar de exagerado al afirmar que en los últimos tiempos la honestidad está por los suelos, salvo raras excepciones. Por eso es que las encuestas recogen la baja credibilidad que tienen muchos políticos, empezando por la baja calidad moral exteriorizada a través de sus actos públicos y privados.

Los comités y las comisiones de ética poco funcionan, por múltiples motivos que no vienen al caso analizar ni explicar. Las sanciones sólo llegan a la suspensión de funciones de los involucrados en casos de corrupción e inmoralidad, por un tiempo breve, pero no terminan mayormente sancionándoles con todo el peso de las leyes en el Poder Judicial.

Entonces, los casos de corrupción y de inmoralidad en el manejo de la cosa pública siguen creciendo, como las hojas que se les lleva el viento sin que haya quien las recoja.

“Odio como las puertas de la muerte al hombre que dice una cosa pero oculta otra en el corazón”, exclamaba Aquiles en la Ilíada de Homero.

Por lo expuesto, sería recomendable que nuestros políticos y parlamentarios meditaran seriamente sobre sus bajos niveles de honestidad y trataran de recuperar lo necesario para un mejor desempeño de sus funciones al servicio de la colectividad. De no ser así, peligraría la estabilidad democrática, situación ésta que nadie lo quiere ni espera (www.eudoroterrones.com; eudoro.terrones@yahoo.com).
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Haya y la Revolución Social

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

El término revolución social en la concepción de Haya de la Torre significa cambio de estructuras de una nación por la vía pacífica, constructiva y democrática, con autonomía doctrinaria surgida de la realidad y que tiene por función servir a los intereses, necesidades y aspiraciones de libertad y de justicia de la colectividad, sin ser colonos de ningún dogma extranjero y de ningún dictado extraño.

“Para el aprismo, la realidad económica y social de Indoamérica es el punto de partida de su acción política. Consecuentemente, descubrir esa realidad ha sido y es su primera misión revolucionaria” señala Haya de la Torre en su “Obras completas” (Tomo 4).

La revolución social deviene en un proceso gradual e integral de transformaciones, de evolución, de renovación en el orden económico, político, social, cultural-.educativo, jurídico y moral, en el que participan de manera organizada, disciplinada, inteligente y creativa los trabajadores manuales e intelectuales del Frente Único de Clases explotados por el imperialismo, retroalimentado por la conciencia objetiva y subjetiva de las organizaciones populares.

Haya de la Torre niega el simplismo de la revolución social “sólo para tener el poder” (cuartelazo o montonera); recusa el principio de “la violencia por la violencia” por considerarla a ésta la “sepulturera de la historia”. Rechaza toda confusión de revolución con simple alboroto o demagogia, y manifestación con pelotera. Proclama la necesidad de una táctica y estrategia propia para llegar al Poder, mantener la revolución en el Poder, hacer la revolución desde el Poder y operar la revolución social desde el Poder, “con ciencia” y desde la conciencia del pueblo. Concibe la revolución social sin recolecciones residuales de personas o de ideas de realidades ajenas a la realidad peruana o indoamericana.

“Revolución –decía Haya- no es caos; es más bien disciplina en la acción dirigida certeramente hacia nuevos rumbos. La lucha renovadora impone, más que ninguna otra, convicciones arraigadas capaces de afirmar energías tenaces” (Op.cit., Tomo 5).

Puntualiza que “El hombre moderno y el revolucionario auténtico, deben entregarse abiertamente a su obra sin permitir jamás en el seno de las entidades a que pertenezcan, actos de indisciplina interior, que son siempre manifestaciones histéricas y contraproducentes”, por lo que la tarea de un revolucionario debe ser “ante todo y sobre todo, la acción y la lucha efectiva” y si no se hace esto “todo se adormece, se apaga, se prostituye y la revolución se limita a discusiones metafísicas, a fantasías, a masturbaciones mentales”.

Haya de la Torre explica que el nuevo Estado aprista para ser revolucionario tiene que ser totalizador de las aspiraciones y necesidades de la población, alcanzar la victoria de las clases oprimidas sobre las clases opresoras. No debe sacrificar la libertad del hombre, no debe mantener prisionero el espíritu del ser humano; no debe posponer la atención de los problemas humanos por la preferencia en la administración de las cosas (www.eudoroterrones.com; eudoro.terrones@yahoo.com).
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Comentario a la obra: Hacia una nueva educación universitaria en el Perú


Artículo del Dr. Víctor Raúl Diaz Chávez, Viceministro de Gestión Institucional del Ministerio de Educación.


Comentario de la obra

HACIA UNA NUEVA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA EN EL PERÚ

Dr. Víctor Raúl Díaz Chávez (*)

Las urgentes y exigentes demandas para la revisión, la reformulación y la reestructuración de los objetivos, fines y funciones que debe lograr la universidad peruana, para librarse de su ineficiencia y abulia e insertarse en la Sociedad del Conocimiento, son tratadas con abundantes argumentos y gran talento por el doctor Eudoro Terrones Negrete, en su libro “Hacia una nueva educación universitaria en el Perú”.

El autor es periodista, maestro universitario, político y ex parlamentario, actual coordinador académico de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza.

Sin embargo la Universidad peruana se enfrenta con un viejo problema lleno de vicios e inconvenientes y al parecer la solución es sólo una “fantasía”. El autor no pierde el optimismo y con entusiasmo recurre a Miguel de Unamuno y repite “No fue un contemplativo tan solo, sino que pasó del soñar a poner en obra lo soñado”.

Para dar respuesta a la crisis universitaria postula la necesidad de cambios profundos en su concepción, organización y desarrollo académico, para ubicarla en mejores niveles de competitividad con las demás universidades del mundo.

Un cambio de época y una época de grandes cambios

El autor en el capítulo 1, analizar en “un cambio de época” y con rigor histórico describe las características del siglo XXI, luego en “Una época de grandes cambios” detalla cambios en lo tecnológico, lo gnoseológico, lo social, lo cultural, lo profesional, lo empresarial, lo económico, lo político, lo ético; cambio en las comunicaciones, en lo jurídico, cambios del mundo polar al mundo unipolar y cambios en las relaciones hombre-cosas-instituciones. Este es el nuevo escenario global donde nos ubica.

La realidad peruana y su caracterización

El escenario nacional es estudiado en el capítulo 2, con el título “La realidad peruana y su caracterización”, en él presenta un dramático relato, sustentado con datos, gráficos y cifras (especialmente en el subtítulo: Situación educativa) y de cuya lectura se extraen categorías conceptuales significativas, como: El estado peruano es semifeudal, inmerso en el sistema neoliberal, sociedad estratificada en clases sociales y con muy baja capacidad económica y elevado índice de desocupación, con régimen centralista concentrada básicamente en Lima. Rica en Biodiversidad, no explotada, pues... “los peruanos tuvimos por desgracia un tipo de Estado sujeto a los nefastos y voraces intereses de una clase social privilegiada y dominante, entreguista e inepta...” y a pesar de todo, el doctor Eudoro Terrones tiene fe en el Perú y en los peruanos, para reafirmar su esperanza cita a Francisco García Calderón “El Perú es un país de energía y de esperanza, es un país de porvenir (“El Perú contemporáneo”).

El análisis del tema educativo en el Perú, es aún más dramático, tanto en calidad educativa como en analfabetismo, infraestructura, presupuestos, modelos y en filosofía y doctrinas orientadoras; frente a tan complicado problema, el autor convoca a la totalidad de actores de la sociedad para buscar soluciones, en el libro recoge la cita del presidente de la Cámara de Comercio de Lima, Gleiser Katz: “El problema de la educación en el Perú es muy grave hoy, por lo que la solución ya no le corresponde al estado, sino a la sociedad en su conjunto”.

Evolución histórica de la educación universitaria en el Perú

“Evolución histórica de la educación universitaria en el Perú”, es el título del tercer capítulo, que de inicio, hace una relación de las deficiencias universitarias en la multiplicidad de dimensiones: Académica, administrativa, jurídica, económica, laboral, presupuestal, profesional, pedagógica, metodológica y epistemológica. Estudia también la desigualdad entre universidades para luego realizar un estudio cronológico de las universidades latinoamericanas y peruanas.

La educación universitaria en el Perú visto por políticos y profesionales

El capítulo 4 “La educación universitaria en el Perú visto por políticos y profesionales”, es el complemento histórico del capítulo 3, con total imparcialidad ideológica el autor selecciona a los más ilustres ciudadanos que tuvieron o aún tienen influencia intelectual y ética en la construcción del pensamiento universitario peruano durante el siglo XX y a comienzos del siglo XXI.

El sustento teórico de la obra está plasmado en el capítulo 5. Diez teorías sobre la educación son descritas con alta capacidad de síntesis.

Diagnóstico y crisis de la educación universitaria en el Perú

“Diagnóstico y crisis de la educación universitaria en el Perú”, es el título del capítulo 6, utilizando la metodología de investigación científica como instrumento y analizando las variables, tales como: importación de cultura extra nacional, privatización y proliferación de universidades, masificación de la enseñanza, recorte de la gratuidad, crecimiento de la demanda, fuga de talentos, presupuestos y carencia de fonos, entre otros. Y empleando tablas estadísticas, gráficos, índices e indicadores, se discuten los temas y se presentan los resultados.

Hacia una nueva educación universitaria en el Perú

El capítulo VII del libro, “Hacia una nueva educación universitaria en el Perú”, tema central, se sustenta en un amplio marco referencial, desde las bases legales, la visión y misión de la universidad, la misión que propone la UNESCO , las funciones, los modelos y las teorías educativas, perfiles, diseños curriculares, planes, etc., etc. Hasta las propuestas para salir de la crisis y los fundamentos antropológicos de la nueva educación universitaria.

Hacia la excelencia en la educación peruana

El capítulo VIII, “Hacia la excelencia en la educación peruana”, recoge todas las inquietudes cognitivas del investigador y plasma el nuevo enfoque “Universidad-Sociedad”, para lo cual sustenta los principios fundamentales de la excelencia educativa, el nuevo estudiante, el nuevo egresado, el nuevo docente, las nuevas profesiones. Todas ellas listas a aprender a aprender en la nueva universidad para insertarse en la sociedad del conocimiento.

El mensaje amplio, claro y desafiante del libro está abierto. Es hora de poner en práctica en las universidades públicas y privadas por el desarrollo integral del Perú.

Concluyo este comentario expresando mis felicitaciones a tan distinguido educador por el excelente trabajo de investigación realizado en bien de la educación peruana.

(*) Viceministro de Gestión Institucional del Ministerio de Educación.

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El Poder Judicial bajo la lupa

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

La opinión pública no tiene el mejor de los conceptos sobre la administración de justicia en el Perú, precisamente por el servicio de baja calidad que reciben los litigantes y la expedición de sentencias no del todo justas, oportunas e imparciales.

Los problemas del Poder Judicial son bien conocidos por la población: acumulación de expedientes no procesados, acciones de control superficiales e inconclusas, poca atención a los expedientes de quejas, reducida cobertura judicial y demora en la ventilación de las causas.

También, superposición de funciones jurisdiccionales y administrativas, falta de incremento del ratio Juez/Fiscal por habitante, crecimiento del número de inculpados, ineficaz sistematización de los procesos judiciales y a todo ello se agrega la carencia de una cultura ética sólida en la población peruana.

Frente a esta problemática, el país reclama un Poder Judicial que expida sentencias con las pruebas instrumentales suficientes y a su debido tiempo, que pare en seco la prescripción de los delitos, que imponga drásticas medidas disciplinarias de apercibimiento, multa, suspensión, separación y destitución a los malos administradores de justicia.


Toda justicia retardataria es injusticia. Los procesos judiciales deberían acelerarse lo máximo posible para garantizar una justicia a su debido tiempo y evitar costos onerosos a los litigantes por el excesivo tiempo que dura la atención de las causas.

Basta ya de seguir escuchando que en el Perú hay dos clases de litigantes: los que manifiestan ser me recedores de una sentencia favorable por su argumentación persuasiva, y aquellos que demuestran tener mucho dinero e influencias para ganar un juicio.

El éxito en la gestión j udicial pasa por la prestación de un servicio integrado, transparente, óptimo y descentralizado, por la protección y defensa de los derechos humanos, por la seguridad ciudadana y al menor costo posible, por la sanción a los actos de evasión tributaria, corrupción e inmoralidad, narcotráfico, terrorismo y contaminación ambiental, entre otros.

El Poder Judicial cumpliría mejor sus fines y alcanzaría sus metas si aplicara una reforma estructural, si el gobierno lo asignara anualmente el presupuesto suficiente, si realizara la promoción interna en función a la meritocracia rigurosa, si lograra destituir a quienes atentan contra su propia imagen y contra la correcta administración de justicia. (www.eudoroterrones.com; eudoro.terrones@yahoo.com).
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12 de septiembre de 2008

Aprismo y Globalización


Escribe: Eudoro Terrones Negrete

El movimiento aprista coincide con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuando reclama por los cuatro vientos una reforma del actual orden económico mundial y una reforma del sistema multilateral de comercio más humano, cuyos beneficios sean distribuidos equitativamente, dentro de un marco de políticas más balanceado y en la que los países en desarrollo no permanezcan más en la defensiva en las conversaciones comerciales de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

“La globalización es un proceso real, pero sus leyes y tendencias no son el único medio de acción. Este gran proceso de fondo, cuyo motor último está en la información y la comunicación, debe ser complementado con políticas sociales concretas por parte del Estado para incluir en la justicia y el bienestar a la mayor parte de los ciudadanos”, señala Alan García Pérez, en su reciente obra “La revolución constructiva del aprismo / Teorí@ y pr@ctic@ de l@ Modernid@d” (Lima, 2008).

Siguiendo el pensamiento de Haya de la Torre , el Perú y los países en vía de desarrollo tienen un compromiso y destino histórico de luchar mancomunadamente por su independencia económica, política y cultural, dentro de un régimen político democrático. En este sentido, deberán realizar sumos esfuerzos por concertar políticas generadoras de más empleo, más inclusión social y bienestar, pero al mismo tiempo que protejan el medio ambiente, erradiquen la carrera armamentista, superen la pobreza, el narcoterrorismo, la corrupción y la violencia estructural, entre otros.

En la actual sociedad global, los gobiernos latinoamericanos no tienen otro camino que desarrollar acciones conjuntas contra los enemigos de fuera y de dentro, defender sus identidades culturales, afirmar sus soberanías nacionales, proteger el mercado interno, saber tratar con los inversionistas extranjeros en términos de equidad y de justicia social, alentar la inversión extranjera directa, suscribir tratados de libre comercio con Japón, China, la Unión Europea , Canadá, Estados Unidos, etc., lograr espacios de integración económica hacia adentro y hacia fuera con objetivo social, garantizar el crecimiento continuo y descentralizado, suspender las leyes antidumping que son usadas como medidas proteccionistas encubiertas y desarrollar un sistema de comercio multilateral.

El aprismo está por una globalización en su concepción ambivalente y con rostro humano, que tenga por eje central al hombre, con deberes, derechos y oportunidades de vivir como verdaderos seres humanos dentro de una sociedad abierta y una democracia funcional.

Ante una época de grandes transformaciones, de insólitos cambios y de marchas aceleradas en todo orden de cosas, tiene razón nuestro Presidente de la República , Alan García, cuando manifiesta que debemos utilizar “el mercado global y la inversión pero con un objetivo social, con un sentido aprista. Esa es la diferencia. Se fomenta la inversión no con el interés de aumentar las ganancias de un grupo social sino con el propósito de acumular máquinas, tecnología e infraestructura dentro del país para potenciar su presencia en el mundo y generar más empleo y bienestar. Con más inversión y mayor demanda por trabajadores y técnicos de empleo la tendencia a mejorar el salario y la calidad de las relaciones laborales será indetenible…” (www.eudoroterrones.com; eudoro.terrones@yahoo.com).

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8 de septiembre de 2008

El nuevo rostro del Perú

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

El gran filósofo griego, Aristóteles, tuvo razón al manifestar que “El Estado fue formado para hacer la vida posible y sólo puede existir para hacer la vida buena”.

Para que la vida en el Perú sea posible y buena el gobierno aprista está desarrollando una política responsable, realista y perfectible, para cumplir al 2011 sus metas trazadas, es decir, disminuir sustantivamente los índices de pobreza, de desnutrición infantil, de subempleo y desempleo, de contaminación ambiental y de corrupción. Pero también erradicar el analfabetismo, combatir el narcotráfico, generar más puestos de trabajo, incrementar el poder adquisitivo per cápita, mejorar la calidad de la educación y el nivel de vida de la población.

El presidente Alan García y su equipo técnico de gobierno están realizando todos los esfuerzos posibles para impulsar la descentralización del Estado, universalizar la seguridad social y el servicio de agua potable, construir más viviendas populares; mejorar y ampliar las vías de comunicación nacional; desarrollar la agricultura y la agroindustria, superar los problemas de contaminación ambiental, garantizar la seguridad ciudadana y controlar la inflación.

El Perú continúa en crecimiento económico récord y es uno de los países preferidos por los inversionistas extranjeros. Esta preferencia singular está siendo bien recibida. En su tratamiento a la inversión extranjera el gobierno está garantizando reglas claras, seguridad jurídica y estabilidad política para que continúen invirtiendo, en el entendido que ellos necesitan tanto de nosotros como nosotros de ellos.

Y este relativo éxito en la política económica y social que viene alcanzando el gobierno, en sus dos primeros años, está quitándole el sueño a más de un dirigente político o líder sindical extremista.

Que hay mucho por hacer, corregir o perfeccionar en materia de políticas sectoriales, nadie lo duda, pero no hay que perder la paciencia. Seamos conscientes que el nuevo rostro del Perú que todos anhelamos va más allá de posiciones recalcitrantes, irresponsables y orfandades electorales que exhiben algunos grupos políticos divididos por dentro por su precariedad de liderazgo y ambición desmedida de poder.

El país requiere del concurso de sus mejores profesionales y técnicos, con propuestas realistas y viables, que contribuyan a solucionar los problemas estructurales e históricos.

El nuevo rostro del Perú, debe ser el resultado de una mayor acción e inversión social del Estado, de una Reforma integral del Estado, de una permanente disciplina en la política fiscal, de una permanente calidad en el uso de los recursos, de una rigurosa evaluación de las partidas presupuestales de los sectores públicos, de una descentralización y regionalización efectiva y de la solución oportuna a los conflictos laborales (eudoro.terrones@yahoo.com;www.eudoroterrones.com)
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5 de septiembre de 2008

151 Aniversario Celebró Asociación de Exalumnos del Colegio San Ramón de Tarma

En un marco impresionante, de entusiasmo y camaradería, cientos de egresados de distintas promociones del Colegio San Ramón de Tarma, se reunieron en La Molina, en Lima, para participar en la ceremonia conmemorativa del 151º Aniversario de la creación del histórico plantel de la Perla de Los Andes.

El acto fue organizado por la Asociación de Exalumnos del Colegio Nacional San Ramón de Tarma–sede Lima, y en la que se incorporaron tres distinguido maestros de esta centenaria institución educativa. Se trata de los ex docentes, doctores Eudoro Terrones Negrete, Carlos Hugo Suárez Chávez y Pedro Martínez Feijóo, éste último representado por su esposa.

En la ceremonia que se inició al promediar la una de la tarde del domingo 31 de agosto, en el local central del Club Tarma, tomó juramento el flamante Consejo Directivo de la Asociación de Exalumnos, presidido por Jesús Armando Paredes Caro, quien a su vez hizo lo propio con su directiva.

Paredes Caro destacó los esfuerzos logrados por los directivos para llevar adelante la asociación e hizo votos por una mayor integración de todos los exalumnos de distintas promociones.

Acompañan en la directiva, los exalumnos Percy Gallardo Rivera, Julio Llaque Moreno, Luis Rodríguez Márquez, Javier Paredes García, José Espinoza Oscanoa, Alfredo Amaro Leyva, Juan Gómez Sánchez, Luis Taxa Rojas, Francisco Arellano Gómez y Luis Tejeda Callirgos.
Seguidamente, fueron incorporados los ex docentes sanramoninos doctores Eudoro Terrones Negrete, Carlos Hugo Suárez Chávez y el recordado profesor Pedro Martínez Feijóo, quien formó una generación de deportistas que levantaron la imagen del plantel.

Los exprofesores recibieron medalla y diploma que los acredita como socios honorarios de la Asociación de Exalumnos. La viuda de Pedro Martínez, hizo lo propio en representación de su esposo.
Luego de la ceremonia se sirvió una sabrosa pachamanca amenizada por una orquesta típica de Tarma, en la que se recordaron hermosos tiempos y se distribuyó el boletín 11 de la Asociación, bajo la dirección de José Ayala Torres.

Entre los artículos periodísticos del boletín destacan: Enrique H. Díaz (Joaquín Ferrer Broncazo), A 100 años de ser proclamado “El Poeta de la Juventud” José Gálvez Barrenechea (Eudoro Terrones Negrete), La cultura en nuestra institución (Rolando Basurto A.), El sabio Antonio Raimondi en Tarma (Alejandro Palomino Vega), La Perla de los Andes (César Ochoa Chávez)
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