Artículos periodísticos y de investigación

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25 de agosto de 2020

EL ENSAYO PERIODÍSTICO Y UN MODELO ESCRITO POR HAYA DE LA TORRE

EL ENSAYO PERIODÍSTICO Y UN MODELO ESCRITO POR HAYA DE LA TORRE

 

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

 

    En términos generales, para Gayol Fernández el ensayo "es un tipo de composición, generalmente breve, en prosa literaria, que expone sin rigor sistemático, pero con hondura, madurez y emotividad peculiares, una interpretación personal sobre modalidades libremente seleccionadas de temas científicos, filosóficos o artísticos".

Y se advierte en el ensayo la íntima fusión de estos tres elementos:  a) La profundidad de la monografía; b) La ponderación valorizadora de la crítica; y  c) La fuerza emocional, creadora y bella, de lo subjetivo.

El ensayo puede ser de tipo expositivo, argumentativo y crítico sobre un tema específico, relevante y trascendente.

El ensayo consta fundamentalmente de tres partes: introducción, desarrollo y conclusión. Algunos autores sugieren también consignar la sección Anexos y la bibliografía.

El ensayo periodístico aborda con intención didáctica - pero sin sujeción a un método, estilo o terminología determinada, ajeno a toda pedantería o ampulosidad -temas relacionados con problemas científicos, filosóficos, ideológicos, doctrinarios, religiosos, sociales, culturales, etc., sin pretender abarcarla con el rigor exigible en un tratado, exhaustivo y,  generalmente, los textos aparecen en las ediciones dominicales de los diarios o en revistas, aunque es más propio de las revistas que de los diarios.

El ensayo periodístico se caracteriza por su:

1 .Brevedad,

2. Síntesis,

3. Subjetividad,

4 .Hondura,

5. Madurez,

6. Fuerza emocional, creadora y bella,

7. Libertad en el tratamiento de los temas,

8. La exposición no sigue un orden lógico y rectilíneo,

9. Interpretación personal de temas filosóficos, científicos, históricos,       educativos, sociológicos, económicos, políticos o artísticos,

10. Estructura abierta,

11. Coherencia expositiva.

Entre los principales y notables ensayistas peruanos podemos señalar a Manuel Gonzáles Prada,  Víctor Raúl Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui, Antenor Orrego Espinoza, Manuel Seoane Corrales, Jorge Basadre, Luis Alberto Sánchez, Augusto Tamayo Vargas, Alberto Escobar, Antonio Cornejo Polar, Alfredo Saco Miró Quesada.

 

Modelo de ensayo

 

¿LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA FUE UN MOVIMIENTO DE EMANCIPACIÓN INTEGRAL? 


Por Víctor Raúl Haya de la Torre

Fuente: Obra:"Ideario y Acción Aprista"


DETERMINISMO ECONÓMICO

"La revolución de la Independencia estuvo determinada económicamente, don Justo Sierra escribe: "alguna vez los virreyes favorecieron la formación de grupos, no de enemigos de España que no los había y que estaba personificada en el soberano bribón don Fernando VII que en América aparecía como una víctima infortunada y digna de todo amor, sino de españoles que monopolizaban la explotación administrativa de la colonia, y que por medio de las audiencias, el alto clero y los encumbrados gremios mercantiles como el Consulado de México pretendían tutorear al virrey mismo".

Así nacen las luchas por la Independencia. En algunos países como la Argentina la lucha por la emancipación se inicia con caracteres francamente comerciales, (comercio de productos del latifundio), mientras en otros países tomaban el aspecto de simple liberación de impuestos. Ingenieros dice: "la necesidad de la emancipación económica determinó a ciertos grupos a luchar por su emancipación política para dejar de ser una clase económicamente inferior respecto de la constituida por los peninsulares. Estas necesidades fundamentales encontraron una bandera doctrinaria en las ideas difundidas por los fisiócratas y los enciclopedistas que algún camino habían hecho en España durante el reinado liberal de Carlos III".

Es así como florece la paradoja del injerto de la ideología francesa revolucionaria antifeudal, apuntalando la revolución de la independencia americana desembozadamente latifundista y feudal. Mientras en Europa, en la Francia, los revolucionarios atacaban el latifundio y la gran propiedad, en América en el mismo fraseario, se sostenía ese régimen. Los criollos aprovecharon o utilizaron la ideología importada de Francia. La ponían al servicio de sus propios intereses, contrarios al de las castas gobernantes españolas.

El historiador y economista argentino Echeverría, reafirmando esta tesis, escribe: "La sociedad americana estaba dividida en tres clases opuestas en intereses sin vínculo alguno de sociabilidad moral y política. 1o. el clero, los togados y mandones; 2o. los enriquecidos por el monopolio y el capricho de la fortuna; 3o. los villanos llamados gauchos y compadritos en el Río de la Plata, cholos en el Perú, rotos en Chile, léperos en México. Las castas indígenas y africanas eran esclavas y tenían una existencia extrasocial. La primera gozaba sin producir y tenía fueros de hidalgo. Era la aristocracia compuesta en su mayor parte por españoles y muy pocos americanos. la segunda gozaba ejerciendo tranquilamente su industria y comercio, era la clase media que se sentaba en los cabildos. La tercera única productora por el trabajo manual se componía de artesanos y proletarios de todo género. Los descendientes de las dos primeras clases que recibían alguna educación en América o en la Península fueron los que levantaron el estandarte de la Revolución".

Para significar las limitaciones de la Revolución de la Independencia y concretar su significado a la liberación de una clase social fuerte económicamente, pero políticamente oprimida, veamos lo que decía la representación de los hacendados de las campiñas del Río de la Plata al Virrey don Baltazar Hidalgo de Cisneros en septiembre de 1809, en el expediente formado para proporcionar ingresos al erario por medio de un franco comercio con la nación inglesa. Decía la representación:

"Hay verdades tan evidentes que se injuria a la razón con pretender demostrarlas. Tal es la proposición de que conviene al país la importación franca de efectos que no producen ni tiene y la exportación de los frutos que abundan hasta perderse por falta de salida".

"Estas regiones producen un millón de cueros sin las demás pieles, granos y sebo que son tan apreciables al comercio extranjero, llenan todas nuestras barracas en oportunidad para una activa exportación..."

"A la libertad de exportar -continúa- sucederá un giro rápido que poniendo en movimiento los frutos estancados hará entrar en valor los frutos de los nuevos productos".

Estos son los votos de veinte mil propietarios que represento, terminaba el memorial, firmado por Moreno, gran propietario, prócer de la Independencia Argentina, cuyas cenizas fueron arrojadas años después por los agentes de España al Océano Atlántico.

En las comarcas argentinas que se encontraban en una situación deplorable, debido a que la metrópoli no permitía ninguna influencia extraña, se observa claramente las causas económicas que precipitaron la Independencia.

Molinari piensa que en las colonias españolas las guerras de la emancipación tuvieron por promotores a los aspirantes a los puestos civiles y militares que querían expulsar a los funcionarios metropolitanos para ocupar sus puestos.

LA SIGNIFICACIÓN DEL HÉROE

Dentro de este determinismo económico, se preguntarán muchos, ¿qué papel juegan los héroes? - al significar la influencia del factor económico no he querido regatear la importancia del héroe en la Historia, del héroe en el sentido de Carlyle, ni menos la de los héroes de la primera emancipación. Bolívar, San Martín, Hidalgo, cobran un inusitado valor aplicándoles la concepción de Plejanov. El héroe, según el socialismo ruso, no hace sino interpretar, intuir, dirigir los anhelos vagos e imprecisos de la multitud, pero está siempre determinado por la clase social revolucionaria a quien representa. Precisa limitar el radio de acción del héroe y al par exaltar la necesidad del héroe. Los héroes de la Independencia recogieron y expresaron victoriosamente la necesidad de su clase. La mayoría de los héroes venían de la clase dominante e ilustrada, militares, clérigos, intelectuales. Su acción se concreta a las aspiraciones de esa clase, por eso la independencia no ha sido un movimiento de emancipación integral. Pero, en cada movimiento de clase, la clase que se libera encarna o pretende encarnar en un momento dado, el anhelo total del pueblo. Ahí están los ejemplos históricos de las Revoluciones Francesa, Inglesa y Norteamericana.

YUXTAPOSICIÓN DE RAZAS Y DE SISTEMAS POLÍTICOS. COEXISTENCIA DE ETAPAS SOCIALES

De la síntesis de la colonia surge su negación: la república, otra tesis que alimenta también su antítesis. El sistema republicano representa la autonomía de los terratenientes de la corona española, de los gamonales como se les llama en el Perú, subsistiendo en el fondo, como hemos visto, el régimen feudal heredado de España. Lo único que cambia son los nombres, las denominaciones. la esencia de las instituciones no varía. Se prolonga la gran paradoja de la ideología francesa antilatifundista, en organizaciones feudales. Se yuxtaponen sistemas políticos, así como la raza blanca se yuxtapone a la india sin conseguir amalgamarse con ella profundamente. Y sin darnos cuenta de la ironía que encierra superponer el gorro frígido de la democracia francesa al indio con sarape o con poncho, símbolos de su atraso y explotación, nos ufanamos de haber alcanzado la igualdad, la fraternidad, la libertad...

La América Latina agrícola íntegramente y con pequeñas industrias típicas, incapaces de abastecer las crecientes necesidades del pueblo deviene campo propicio para la colocación de mercaderías extranjeras. El régimen capitalista que en Europa y Estados Unidos ha evolucionado hacia un Imperialismo franco concurre a fortalecer a la clase dominante porque necesita facilidades y ventajas, propicias a sus industrias. Es así como se acentúa el desequilibrio de nuestra vida social. En América Latina no ha ocurrido una evolución lógica y normal, al igual que en las sociedades europeas, o en los Estados Unidos. Las diversas sucesiones de sistemas no han creado entre nosotros una evolución orgánica. Antes bien, hay una superposición de diversas etapas sociales. Las sociedades primitivas representadas por tribus salvajes muchas veces antropófagas; las sociedades bárbaras, etapa en que se encuentran los indígenas que tuvieran antaño comienzos de civilización -truncada por la conquista y por su propia decadencia; la clase de los terratenientes con mentalidad del siglo XV y por último gentes de las ciudades y de las grandes capitales, núcleos industriales - México, Buenos Aires, Río de Janeiro, Santiago, Lima- que piensan a la moderna, muchas veces en francés y en inglés. Todos estos estratos sociales coexisten en abigarrada mezcla. Ninguno ha desaparecido para sustituirlo al otro, antes bien, guardan su autonomía y hacen su vida apenas, rozándose. Este es el más trágico y tremendo problema de nuestra América.

En los Estados Unidos del Norte no ocurre parejo suceso. La sociedad norteamericana ha evolucionado normalmente, eliminando los residuos de anteriores períodos prehistóricos. Los llamados aborígenes, que se les viste espectacularmente con plumas y trajes primitivos en los tablados y ferias burguesas, muchas veces para estrechar la mano de Mr. Coolidge, son hombres incorporados ya a la civilización yanqui.

El Estado en América Latina, representa esta indefinida fluctuante realidad social. Si en Europa el Estado es el producto de una clase, en América Latina no lo es. El Estado si bien es órgano de las clases ricas entre nosotros, vacila entre la clase latifundista o la clase de los agentes del Imperialismo, semi-industrializante. Por eso se presenta encarnándose en un hombre o en una camarilla.

NUESTRA AMÉRICA DEMOCRÁTICA O ANTIDEMOCRÁTICA

La Independencia no destruyó el latifundio; lo afirmó. Las ideas de los liberales o radicales franceses, perdieron su valor subversivo, instaurada la república. Los esclavos no se libertan inmediatamente pese al afán democrático. La esclavitud de los negros subsiste en el Brasil hasta 1880, en los Estados Unidos y en Perú hasta 1860. Malgrado el grito inicial de emancipación, la esclavitud del indio continúa. El aislamiento, caro al terrateniente, única clase triunfante de la Revolución, determina la división y subdivisión de los antiguos virreinatos españoles, en muchas repúblicas. Todo esto sucede porque las bases económicas sobre las que descansa la sociedad son feudales. El feudalismo necesita del siervo, de la gleba y América con instituciones medievales, antidemocráticas, tenía que recurrir al esclavo indio o negro.

El problema de América Latina se presenta único, típico. En América Latina no existe democracia porque la realidad es feudal. Nuestros países agrícolas, con castas explotadoras, aliadas del imperialismo, están muy distantes de la democracia europea y mucho más lejos aún de la democracia formal.

Precisa, pues, buscar y descubrir la realidad de América; no inventarla. El fracaso de dos importaciones europeas: la Conquista y la República nos dan la gran lección histórica de buscarnos a nosotros mismos."

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