PERÚ, PAÍS AGRO-MINERO
Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete
El historiador Raúl Porras Barrenechea afirma que el término Perú proviene
de Birú que era el nombre de
un cacique del sur de Panamá y que, por lo tanto, todas esas tierras recibían
ese nombre. Otros historiadores sostienen que Perú proviene de
la palabra quechua Viru y significa
“abundancia”.
Para el historiador Luis E. Valcárcel, en su obra Ruta cultural del
Perú (México, 1945), la
denominación de Perú «vino por mera
casualidad» a servir de rubro al imperio que los españoles conquistaron. «Se
dice, agrega, que fue un cacique. Que fue una tierra más bien
colombiana. Que es el granero (pirua) o la caña de
maíz (wiru/huiru). En, fin nada concreto y definitivo. Es un
nombre que aparece de pronto, no se sabe cuándo exactamente, ni cuál fue la
boca que primero pronunció esa voz.»[1]
Dicho esto, pasamos ahora
al fondo del asunto sobre el Perú como país agro-minero y de megadiversidad.
El Perú es un país agrícola y minero, exportador de materias primas y que posee diversos paisajes, biomas, ecosistemas, gran riqueza ictiológica, forestal, cultural, arqueológica, turística, minera (petróleo, gas, hierro, oro, zinc, cobre y plata) y manufactura de productos textiles.
PAÍS AGRÍCOLA
En el Perú la actividad agrícola es la fuente principal de medios
de subsistencia para miles de hogares más pobres del país y constituye un
importante generador de fuente de empleo (uno de cada cuatro empleos urbanos
informales proviene de la agricultura) y de ingresos de exportación. Pero a la vez contribuye a diversificar la
economía, a reducir la dependencia en las industrias extractivas no renovables,
a disminuir los niveles de pobreza y a desarrollar el país.
En el país se cultiva productos agrícolas como espárragos, papas,
maíz, arroz y café, frutas y
cultivos hortícolas, cereales menores, leguminosas de grano y caña de azúcar. La agricultura familiar produce más o menos el
70 % de los alimentos que consume la población.
La
agroexportación es uno de los pilares fundamentales de la economía peruana. Son productos agrícolas de exportación: paltas, uvas,
café, arándanos y espárragos, en 2018 el Perú alcanzó US$ 7,030 millones en
exportación. También la exportación de frutas y hortalizas frescas a mercados
mundiales.
El desarrollo del sector agrícola unido a la permanente capacitación de
los agricultores posibilita que muchos productos peruanos sean competitivos en
los mercados internacionales.
Según el reporte “Tomando impulso en la agricultura peruana”, del Banco Mundial, la contribución económica de la actividad agrícola al PIB peruano es del 7,3%. Sin embargo, el mismo reporte indica que si se calculan los servicios asociados a toda la cadena alimenticia, la contribución del sector agrícola podría estimarse en un 11,3% del PIB… Según el reporte del organismo internacional, hay seis prioridades para impulsar la productividad e incrementar la competitividad: 1. Promoción de la innovación 2. Fortalecimiento de la distribución de insumos y servicios de asesoría 3. Creación de capacidades a través de la formación y capacitación 4. Mejoramiento de la conectividad y acceso al mercado 5. Promoción de mercados de tierras 6. Facilitación de la gestión de riesgos. Estos seis ejes dependen de servicios que actualmente son muy escasos en Perú.[2]
PAÍS MINERO
Los Andes, que es la cadena
montañosa tropical más larga del mundo, cruza longitudinalmente el territorio
de Perú. Se eleva a más de 6,000 metros de altitud y es la principal fuente de
depósitos minerales.
La
minería en el Perú es una actividad polimetálica, inclusiva y ambientalmente
sostenible, constituye uno de los motores de mayor importancia e impacto en la
economía del país, con una participación del 13% en el PBI nacional.
La
actividad minera representa más del 60 % del valor de las exportaciones totales
del Perú; entre 2001 y 2018 ha generado recursos por más de 111,000 millones de
soles, creó más de un millón y medio de empleos y contribuyó de manera decisiva
al desarrollo nacional. Las inversiones proyectadas para los próximos años en
exploración, explotación y ampliaciones mineras superan los US$ 57 mil millones
de dólares.
Al primer semestre de 2019 Perú es el segundo
productor de plata, cobre y zinc a nivel mundial, es el primer país en el mundo
en reservas de plata y es el primer productor
de oro, zinc, estaño, plomo y molibdeno en América Latina y es el primer
productor de diatomita en América del Sur.
Según estadísticas del Ministerio de Energía y Minas,
a junio del 2019, en el Perú se registraron 141 unidades mineras formales en
operación, correspondientes a la mediana y gran minería. Y en 17 de los 24
departamentos del Perú se realiza extracción minera formal.
A nivel
mundial y de América Latina, el Perú se ubica entre los primeros productores de
diversos metales: oro, plata, cobre, plomo, zinc, hierro, estaño, molibdeno,
teluro, mármol travertino, diatomita, bentonita y boratos, que tienen gran
demanda por los países de Estados Unidos, China, Suiza, Japón, Corea del Sur,
el Reino Unido, Canadá y la Unión Europea.
El cobre,
llamado también “metal rojo”, es el mineral que Perú vende con mayor beneficio
y demanda a diversos países del mundo.
El potencial minero metálico de Perú, poniendo nuevas minas en operación
y manteniendo las actuales, hasta el año 2050 generaría para el Estado peruano
un monto aproximado de 547,000 millones de dólares, según estudio “Beneficios actuales y potenciales de la minería en el Perú”
realizado por el Instituto Geológico, Minero y
Metalúrgico (INGEMMET), ente rector de la geología del Perú.
El INGEMMET señala que en
la proyección del potencial al 2050, en un escenario normal, el cobre es el
metal de mayor aporte económico para el Perú, con el 69% del potencial total,
seguido del oro (10%), Zn (6%), Fe (6%), Ag (5%), Mo (2%), Pb (1%) y otros (1%).
El Perú obtiene grandes beneficios económicos de las actividades mineras
expresados en significativos aportes como el canon minero, regalías mineras y derecho
de vigencia y penalidad.
En el año 2019 el Ministerio de Economía y Finanzas ha transferido por Canon
minero la suma total de S/. 2,897’602,461 soles. El canon minero es el 50 % del
impuesto a la renta que pagan los titulares de actividad minera al Estado por
la explotación de recursos minerales metálicos y no metálicos y es distribuido
entre los gobiernos regionales y locales en donde se encuentra ubicada la
concesión minera en explotación.
MEJORAS EN BENEFICIO DE
LA POBLACIÓN
El desarrollo de los
proyectos mineros deberá enmarcarse en el contexto de mejoras en beneficio de
la población de su circunscripción. Construir y mejorar las relaciones humanas
con la población, generando e impulsando espacios informativos, talleres de
capacitación, de laboratorio vivencial,
de cultura minera, de ecología, de sensibilización hacia la solidaridad, de
educación en valores, de solución de conflictos sociales y de liderazgo para el
desarrollo comunal. Incorporar
enfoques de interculturalidad, sostenibilidad ambiental y equidad de género.
Mejorar sus políticas de articulación con los actores de la actividad minera (Estado,
comunidad, empresa) para el logro del
crecimiento, desarrollo y progreso sostenible.
CONFLICTOS MINEROS, ¿QUÉ
HACER?
Conflicto significa falta de acuerdo entre dos o más personas. Cuando el conflicto
persiste en el tiempo y afecta a un grupo grande de individuos o hace que
varios grupos sociales se enfrenten, se denomina conflicto social.
Según especialistas de CAMIPER, el “conflicto minero es cuando un
actor o varios, individual o colectivo, persona física o moral, reacciona en
contra de un proyecto minero en
cualquiera de sus fases del sistema minero, y sea cual fuera la reacción, su tipo y alcance”.
Los conflictos
relacionados con la minería tienen que ver con problemas socio-ambientales,
laborales, educativos, administrativos, entre otros. Ocurrieron conflictos
sociales en Conga, Las
Bambas, Cerro
Verde, Toquepala y otros.
Los conflictos ocurren
cuando las poblaciones adyacentes a los centros mineros tienen alguna demanda
que plantear, por plantear, pendiente de solución, insatisfecha o disconforme
con los planteamientos ofrecidos por el empleador o por el desacuerdo que
ocurre entre los actores involucrados.
En el año de 2019 había
un total de 130 conflictos activos, de los cuales eran más de 60 conflictos
sociales mineros que en muchos casos se debían a reclamos de
las poblaciones que tienen años de retraso, a déficit de infraestructura y de servicios
públicos o porque algunas empresas no pudieron elevar sus estándares
socioambientales, y en otros casos se debían a déficits acumulados en acceso a
servicios básicos como agua y saneamiento, electrificación, salud y educación.
Se trata de satisfacer las expectativas de las poblaciones aledañas a las zonas
de extracción minera.
ENFOQUE AMBIVALENTE DE LOS CONFLICTOS MINEROS
Dentro de un enfoque
ambivalente los conflictos en la minería tienen una valencia negativa y una
valencia positiva.
Cuando las reclamaciones
son justas y se realizan sin violencia y sin aprovechamiento político
extremista, bienvenidas sean. Cuando ocurre lo contrario, tales reclamaciones
tienen que ser censuradas o repudiadas por la población en general.
VALENCIA NEGATIVA
La conflictividad social en su valencia negativa indudablemente trae retroceso, afecta a la inversión minera, produce merma en la producción minera, disminuye la recaudación anual por concepto de canon minero, disminuye las exportaciones mineras, contrae las inversiones en sus actividades, afecta a proyectos potenciales, disminuye el interés, la voluntad y decisión por invertir y genera deterioro en las relaciones trabajador-empresa.
En su valencia negativa los conflictos en la actividad minera producen
lamentables secuestros de líderes, abusos contra pobladores, lanzamiento de bombas lacrimógenas, muchos heridos y muertos
que lamentar. No se descarta la existencia de relativo grado de motivación
política en algunos dirigentes que por su ideología extremista asumen una
posición contraria a las inversiones, tratando de jalar agua para su molino,
con la relativa capitalización de posibles adherentes para sus agrupaciones políticas.
VALENCIA POSITIVA
En su valencia positiva la conflictividad social que se lleva a cabo
sin violencia, sin consigna política, sin abuso del derecho de huelga,
respetando los derechos fundamentales de las personas, respetando la propiedad
privada y con firme voluntad resolutiva de los problemas, indudablemente que
produce éxito en las negociaciones, reivindicaciones para los trabajadores y genera
crecimiento, desarrollo y progreso individual y colectivo.
[1] Roberto J. Bustamante, en su artículo “La historia del origen del nombre Perú”. https://ahoranews.net/la-historia-del-origen-del-nombre-peru/
[2] Fuente: Martín Carrillo O. Blueberries Consulting. Perú potencia principal motor de su economía: El sector agrícola. https://blueberriesconsulting.com/peru-potencia-principal-motor-de-su-economia-el-sector-agricola