EL APRA EN LOS 100 AÑOS DE SU VIGENCIA (II)
EL APRA Y LA UNIVERSIDAD POPULAR "GONZALEZ
PRADA" CON CONCIENCIA Y MISIÓN DE GOBIERNO
Entre el 11 y el 20 de marzo de 1920 se realiza, en el
Cuzco, el Primer Congreso Nacional de Estudiantes peruanos, eligiendo a Haya de
la Torre como a su primer Presidente de la Federación de Estudiantes del Perú.
En este Congreso se aprobó la creación de las
Universidades Populares, la misma que fue solicitada y sustentada por el
delegado Abraham Gómez, respaldada y defendida por Haya de la Torre y Luís F.
Bustamante.
En virtud de este Congreso se permitió la existencia de
cátedras libres, que los delegados de los estudiantes tuvieran asiento en el
Consejo Universitario; y en lo político se suscitó un distanciamiento entre el
Gobierno de Leguía y los estudiantes.
A iniciativa de Víctor Raúl Haya de la Torre, el Primer
Congreso de Estudiantes del Perú, proclamó la reivindicación material y
espiritual del indio como uno de los primeros deberes de la juventud
reformista, grito redentor que avivó siempre, en sus coloquios y desde la Universidad
Popular.
Haya de la Torre, funda en su casa, en Villa Mercedes
(Lima), la primera Universidad Popular “González Prada” del Perú (UPGP), que
adopta tres lemas originales: uno, que se indicaba con los tres ochos «8-8-8»
para significar: ocho horas de trabajo, ocho horas de estudio y ocho horas de
descanso. El otro provenía del lema del cooperativismo que decía «Uno para
todos y todos para uno». Y el tercero, “Si sabes mucho, enseña. Si sabes poco,
aprende”.
La inauguración se efectuó en el Palacio de la Exposición de Lima, cerca del
Parque de la Reserva, el 22 de enero de 1921, es decir al año siguiente del
acuerdo del Cuzco.
Meses y años después se organizan universidades
populares en Barranco, El Callao, Arequipa, Salaverry, Trujillo, Cuzco, Ica,
Chosica y Jauja y en diversos países de América Latina.
DISCURSO
INAUGURAL
En su condición de flamante Rector de la UPGP. Haya de
la Torre pronunció un reflexivo discurso inaugural: “En el Perú, los
estudiantes que tenemos el privilegio de recibir educación secundaria y
superior, constituimos una minoría, comparada con la gran población juvenil,
incapacitada, por razones económicas, de recibir los beneficios de la cultura”.
TEMAS DEL I CONGRESO DE ESTUDIANTES
El Congreso tuvo por temas la autonomía universitaria,
la participación de los estudiantes en el gobierno de la universidad, el
derecho a la cátedra libre, la abolición de las cátedras vitalicias, el derecho
de tacha a los catedráticos por parte de los estudiantes, la liquidación del
reglamentarismo en la enseñanza y la gratuidad de la enseñanza.
Así mismo, la igualdad de deberes y derechos entre los
estudiantes, la expulsión de los catedráticos tachados, la asistencia libre de
los estudiantes tras la supresión de la lectura de listas, el otorgamiento de
becas para los estudiantes de escasos recursos económicos, el derecho a huelga
de los estudiantes, la creación de las universidades populares, la lucha contra
las drogas, entre otros.
LA
PONENCIA DE LOS 14 PUNTOS
La ponencia tuvo catorce puntos, entre los cuales se
acordó lo siguiente: la creación inmediata de la Universidad Popular bajo la
dirección de la Federación de los Estudiantes del Perú, para lo que se
solicitará el apoyo de los Poderes Públicos, de las instituciones y de los
particulares que se interesen por sus nobles finalidades.
La Universidad Popular tendrá intervención oficial en
todos los conflictos obreros, inspirando su acción en los postulados de
justicia social; la enseñanza comprenderá dos ciclos: uno de cultura general de
orientación nacionalista eminentemente educativa, y otro de especialización
técnica, dirigida hacia las necesidades de cada región; la enseñanza será
metodológica, ordenada, sencilla y eminentemente objetiva (cinematógrafo,
vistas fijas, cuadros murales, etc.) haciéndose ella por lecciones y
conversaciones y sirviendo la conferencia sólo como tesis y complemento de
éstas”.
Se precisa, que la enseñanza deberá estar exenta de todo
espíritu dogmático y partidista; se organizarán cursos de vacaciones de
extensión cultural organizados por el comité federal y los centros
representativos de las universidades menores, en las distintas provincias de la
República y que serán encomendadas a los estudiantes que permanezcan en ellas
durante aquel tiempo.
La Universidad Popular deberá preocuparse del
perfeccionamiento intelectual, moral y físico del obrero, de sus necesidades
materiales, fomentando la creación de cooperativas, cajas de ahorro e
instituciones que tiendan a ese fin.
La ponencia señalaba que la Universidad Popular deberá
organizar una biblioteca, con préstamos de libros a domicilio; un museo
nacional de producciones naturales e industriales; salas de recreo y campos
deportivos; un consultorio técnico compuesto por alumnos de las distintas
facultades y que absolverá por escrito o verbalmente las cuestiones que se propongan.
Además se determinó que la FEP encomendaría a una comisión la reglamentación de
la Universidad Popular.
ANTECEDENTES
La Universidad Popular tuvo por antecedente las ideas anarco-sindicalista puro
de Manuel González Prada, cuando a decir de Haya “La vieja arquitectura de las
Universidades oficialistas, sólo permitía elaborar profesionales de la
política, que es decir profesionales de la explotación” (San Ángel, México,
enero 1924).
La Universidad Popular también tuvo su origen en la
iniciativa de Haya de crear el Centro Universitario de Trujillo en junio de
1916, cuando el 27 de junio de este año se aprueba un voto de aplauso para el
Centro Universitario por la instalación de la Universidad Popular.
El Plan de Acción Inmediata o Programa Mínimo de 1931
del Partido Aprista Peruano, en el rubro de “Educación”, propone la creación de
“Universidades populares…”
PLANA
DOCENTE
En la plana docente de las U.P.G.P. estuvo conformada
por estudiantes de diferentes facultades de las universidades de San Marcos y
San Fernando y la Escuela de Ingenieros. Cabe referir a Víctor Raúl Haya de la
Torre, Oscar Herrera Marques, Manuel G. Abastos, Raúl Porras Barrenechea y
Nicolás Terreros.
También Aristóbulo Chávez Herrera, César Delfín
Castañeda, Víctor Raúl Iparraguirre, Rómulo Meneses, Jacobo Hurtwitz, Francisco
Sánchez Ríos, Eloy Vega Luque y Jesús Vera Portocarrero, Humberto del Águila,
Luis E. Heysen, José Carlos Mariátegui, Tapia Padilla, Teodoro Moneda, Luis F.
Bustamante, Alfonso Silva Santisteban y Enrique Cornejo Koster,
Las UPGP tenían un Consejo Directivo integrado por
representantes de alumnos y profesores; la asistencia de los alumnos era libre
y la enseñanza gratuita, los profesores colaboraban con sus clases magistrales.
ASPECTO
ACADÉMICO
En las UPGP se enseñaban, por ejemplo, asignaturas de
biología general, salud e higiene, geografía científica y social, historia de
la civilización, historia de las ideas sociales, psicología, medio ambiente,
economía política e historia de la crisis mundial.
Las UPGP realizaban campañas de higiene y salud,
campañas para erradicar el opio, el consumo de alcohol y resolver los problemas
sociales o de contaminación del medio ambiente, mediante la celebración del
“Día de la Planta” con el lema “Los árboles mejoran el clima y alegran la
vista. Cuidémoslos”, “Siembra un árbol y te pagará con su sombra”, “Siembra un
árbol y escribe un libro”, “Aprende del árbol, elévate como él”, Día que fue
instituido por Haya de la Torre.
Las horas de clase empezaban a las 8.00 de la noche y se
prolongaba en algunas ocasiones hasta las primeras horas del día siguiente.
En esta institución popular se utilizaba una metodología
adecuada al adulto y objetiva mediante el uso de cuadros murales, vistas fijas,
cinematógrafos, y el método socrático o dialogado. Se complementaban mediante
conferencias y prácticas académicas consistentes en la organización de cajas de
ahorro, de cooperativas de servicios múltiples.
DEMOCRATIZACIÓN
DE LA CULTURA
Estas universidades luchaban por desterrar las
exclusiones teologales ( “Tolerar a todos, menos a los intolerantes” ), por
erradicar el sistema feudal universitario, por recusar el espiritualismo
idealista y el positivismo conservador, por democratizar el conocimiento y la
cultura, por eliminar los privilegios de clase, por crear y consolidar la
conciencia de clase en los trabajadores manuales e intelectuales, por generar
el cambio de actitud de la población frente a los problemas sociales para una
eficaz y oportuna solución.
También trataban de despertar la conciencia de
responsabilidad histórica de los trabajadores, formar grupos de estudio
descentralizados, rechazar las ideas conservadoras y opresivas de la
plutocracia limeña, impartir sus enseñanzas de cultura general y de
especialización técnica orientadas a las necesidades de cada región.
TRANSFORMACIÓN
ESPIRITUAL Y MORAL
De las UPGP, Antenor Orrego manifestó que era el “germen
y raíz de la gran transformación espiritual y moral que se está operando en
nuestra patria”, ante el predominio del “espíritu cerrado y estrecho de las
Universidades oficiales en el Perú, que se mantenían radicalmente aisladas y
extrañas a las grandes masas populares de la nación. Peor aún, el universitario
académico
de entonces no ocultaba un sentimiento peyorativo hacia el pueblo a quien
despreciaba desde las alturas aristocráticas de su refinamiento intelectual”
(“La Tribuna”, Lima, 22-O1-1946).
UNIVERSIDAD POPULAR CON CONCIENCIA Y MISIÓN DE GOBIERNO
El
Aprismo no es un partido de contubernios, no es un partido de negociados, de
empresa, electorero o de intereses subalternos. Es un Partido Escuela, es una
Universidad Popular con fe, unión, disciplina y acción, en la cual aprende el
que no sabe y enseña el que sabe, sus deberes y derechos ciudadanos, las
diversas ciencias del saber humano, como forma superada de ascender a las más
altas categorías de los valores del pueblo y de las capacidades del ciudadano.
Con
la persistente prédica del saber, de manera gratuita y con puertas abiertas a
todos los trabajadores manuales e intelectuales sin distinción alguna, los
apristas combatieron y se opusieron a la demagogia política de los gobernantes
autoritarios, a los “revolucionarios de boquilla”, a los “donjuanes de los
cuartelazos” que trataban de llegar al poder por cualquier medio. Pero, por
sobre todas las cosas, los apristas tenían muy claro su visión de futuro:
¡Salvar al Perú y a Indoamérica de la ignorancia, que es la peor de las
tiranías y la madre de todas…”
Con
el tiempo, en sus 100 años de vigencia, el APRA la logrado aglutinar y forjar recursos humanos calificados,
especializados y técnicos, ha seleccionado a los más aptos para asumir
funciones de liderazgo y de gobierno, pero también ha eliminado a los que no
tenían capacidad de seguirlos y de marchar en la misma línea aprista y a la
misma altitud de su paso.
Dentro
de las aulas abiertas, los apristas preconizan la ciencia, la economía, la política,
la ética y la tecnología, como función del estadista y del político. El Partido,
a través de los docentes, le dice a cada aprista: Si sabes poco, aprende; si
sabes mucho, enseña. Pero no te estés quieto, cambia, evoluciona, comparte con los demás y distribuye lo que tengas de
conocimientos y de riqueza espiritual
y moral.
Es así como el APRA, no se fundó como Partido,
se fundó como Escuela, como Universidad, y fue la persecución de la tiranía la
que los obligó a ser políticos para defender su obra cultural y sindical.
En uno de sus concurridos Coloquios, Haya de
la Torre muy contento por el éxito de su iniciativa, expresó: “En la escuela
del aprismo, quien quiera ser un gran dirigente y capacitarse, tiene los
caminos abiertos, con tal que dentro de esos caminos pueda recoger este gran llamado,
este gran imperativo: «Denos usted soluciones y no nos recuerde problemas». Los
problemas los sabemos de memoria, la cuestión fundamental es hallar soluciones,
es y crear en nosotros esa capacidad de solución”.
Por todo lo expresado en líneas precedentes,
afirmamos sin jactancia que el APRA es el primer gran partido político del Perú
y de América Latina del siglo XX e inicios del siglo XXI, con principios y valores
éticos, con filosofía, doctrina e ideología y planes de gobierno bien
elaborados. Es un Partido con conciencia y misión de gobierno, condenado por la
persecución y el veto al rincón de la oposición, cuando su tarea y destino histórico
es gobernar al Perú en nombre del pueblo, con el pueblo y para el pueblo.
El APRA es un partido de izquierda democrática,
de oposición constructiva y necesaria, formado para gobernar sin amos en su
cúspide ni esclavos en su base, es un partido que quiere cooperar y ayudar a
edificar los sólidos cimientos de un Perú y de una nueva América unida, pacífica,
digna, libre y justa.
A pesar de los largos años de oposición e ilegalidad,
el Apra no ha perdido su capacidad creadora y conductora de partido gobernante,
su mística, su táctica y estrategia para gobernar el Perú para los peruanos a
través de su Escuela de Hombres y Mujeres de Gobierno.
No por gusto se ha empeñado durante un siglo en
la preparación técnica de sus militantes y dirigentes. El destierro de varios
centenares de apristas ha permitido que en las mejores universidades de Europa
y América se prepara y especializaran numerosos jóvenes, profesionales y técnicos
de primer nivel, para ponerlos al servicio del Perú e Indoamérica, dentro del
Plan de Acción Política del Aprismo.
Lima, 24 de enero de 2024 / ETN.