COMENTARIO
AL LIBRO “INICIACIÓN A LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA”, POR EL RECTOR DE LA
UNIVERSIDAD MARÍTIMA DEL PERÚ, Dr. JULIO CÉSAR VLADIMIR ELGUERA CABRERA
El libro del doctor Eudoro Terrones Negrete constituye un
documento importantísimo para toda la actividad de investigación; es una obra
que orienta la actividad de investigación, tanto en el aspecto teórico como
también práctico. Por lo tanto, la lectura e interiorización de todos los temas
que él nos presenta, son una motivación e ilustración permanente, tanto para
los estudiantes universitarios como también para los docentes y demás
profesionales.
Al reflexionar sobre el tema del origen de la actividad científica,
siempre nos encontramos con la historia del conocimiento científico, frente a
una situación muy común, ya que para poder investigar, es necesario que el
investigador quiera investigar. Esa actitud de querer investigar depende de
cada persona; y se le puede llamar vocación, interés por descubrir lo que nos
interesa, o aquello que ha despertado nuestro interés.
Quiero recalcar, que no se trata de cualquier interés o de
una curiosidad circunstancial, sino, de un interés profundo, apasionado. Ese interés
es el que ejerce una profunda motivación en gran parte de nuestra vida psíquica
(emocional, intelectual, imaginativa, volitiva, etc.).
En relación con este tema, el doctor Eudoro Terrones
Negrete cita al filósofo griego Aristóteles, y agrego, que dicho filósofo, en
uno de los párrafos de su obra “Metafísica”, dice: “el hombre siente por
necesidad, el deseo de conocer”…
Por eso, en nuestra propia naturaleza tenemos las
condiciones para investigar, sólo falta la decisión personal.
En lo concerniente a las definiciones sobre lo que es la
ciencia, encontramos interesantes conceptos que nos presenta el doctor Eudoro Terrones
Negrete en la obra que comentamos. Una de esas definiciones corresponde al
doctor Mario Bunge, en su obra “La ciencia, su método y su filosofía”, dice al
respecto: “La ciencia es un conocimiento sistemático, racional, exacto,
verificable, falible…”
La ciencia está constituida por un conjunto de
investigaciones correspondientes a los diferentes campos científicos, y por lo
tanto, dichos conocimientos están clasificados por áreas. Además, el
conocimiento es racional, porque a pesar que tiene en cuenta los datos
sensibles de los objetos investigados, establece la generalización, mediante el
criterio racional, y por eso se dice que la ciencia es racional. También debe
ser exacta, no puede ser dubitativa. Debe comprobarse, tanto teórica como
prácticamente. Y es falible, porque la ciencia se va perfeccionando. Ningún
científico considera que la verdad científica que ha descubierto sea una verdad
eterna.
Para terminar, quiero referirme a unos temas
interesantísimos que nos presenta de manera amplia el doctor Terrones Negrete,
temas como 1. La hipótesis científica. 2. La teoría científica. 3. Las leyes
naturales. 4. Las leyes científicas.
Esta parte del comentario deseo realizarlo con un ejemplo
tomado de la historia científica del primer tercio del siglo XX. El científico
Gamow presentó ante la comunidad de científicos de física, su hipótesis sobre
el origen del universo, y dijo que todo el universo surgió de la explosión de
una determinada materia de hidrógeno puro, que era lo único que existía en todo
el cosmos; y que por el hecho de ser hidrógeno puro, no pudo existir mucho
tiempo en ese estado; entonces, explotó, y dicha explosión constituye el inicio
del actual universo.
Al terminar su exposición Gamow, uno de los miembros de la
comunidad científica de los físicos le preguntó, de ser como usted sostiene,
debe decirnos, ¿dónde está el Helio?, ya que esa explosión del hidrógeno puro
tendría que hacer producido Helio de inmediato.
Gamow no supo qué responder, y su hipótesis quedó sólo como
hipótesis por falta de pruebas.
Luego, transcurrieron unos 20 o 25 años, hasta que unos
científicos norteamericanos Wilson y Penzias, que conocían la hipótesis de
Gamow, y trabajaban en un laboratorio de antenas espaciales, con las cuales
lograron captar unos ruidos persistentes en lugares alejados del espacio;
entonces prepararon un geisser y lo enviaron en la dirección que sugerían las
antenas espaciales. Ese geiser trajo la respuesta esperada. El ruido era
producido por una masa de Helio.
Ese hallazgo lo presentaron ante la comunidad científica de
los físicos, quienes en una nueva reunión quedaron conformes con la prueba de
la existencia del Helio; y por lo tanto, la hipótesis científica de Gamow sobre
el origen del universo pasó a convertirse en la teoría científica sobre el
origen del universo, también conocida, como la teoría científica del Big Bang, que desde esa época sigue vigente
en los medios científicos.
Con esta experiencia, concluimos, que el hecho que un
investigador obtenga una hipótesis en relación con el tema que investiga, y lo
tenga claro, eso no es tener aprobada la hipótesis, la cual debe ser aprobada
por la comunidad científica respectiva.
Felicito al doctor Eudoro Terrones Negrete por hacer producido
esta obra de plena necesidad en la actualidad, y de gran valor académico e
investigativo. Asimismo, le agradezco por haberme invitado como uno de los
comentaristas de su obra. Gracias.