EPÍLOGO DE LA OBRA
"INICIACIÓN EN LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA"
Dr.
Roberto Mejía Alarcón[1]
Con mucho agrado recibí el
pedido de escribir el epílogo de esta última obra de mi dilecto y apreciado
amigo, el Dr. Eudoro TERRONES NEGRETE, que lleva el título “Iniciación en la
Investigación Científica”, lo que me ha exigido leerla completamente.
Puedo señalar en primer
término, al margen de la amistad recíproca y siendo fiel a mi objetividad
académica; que la obra que nos entrega en esta oportunidad el Dr. Eudoro
TERRONES NEGRETE, está orientada como su mismo nombre lo indica, a servir como
texto de contacto inicial entre el estudiante universitario y la Ciencia y la
Investigación Científica. Contiene, las
nociones básicas para la comunicación científica, diversas definiciones y
clasificaciones de la ciencia y su metodología; la actitud y el lenguaje
científico entre otros importantes temas; concluyendo con un manual, que
servirá para ayudar paso a paso a los estudiantes, a confeccionar sus proyectos
de investigación y el informe final de los mismos.
Tengamos presente que la
nueva Ley Universitaria (Ley Nº 30220 del 09-07-2014), plantea el desarrollo de
la ciencia y la investigación científica desde el pre-grado, lo cual mejorará la calidad de los egresados
universitarios, al exigirles desarrollar el pensamiento científico, crítico y
problematizador desde los primeros años en la universidad. Ello, porque para iniciarse en la
investigación científica, se requiere previamente determinar lo que se sabe
respecto de algún aspecto de la realidad, lo que no se sabe del mismo y
finalmente fijar que es lo relevante y que se puede llegar a conocer a través
de la investigación científica.
En el texto, también
podemos encontrar importantes reflexiones, sobre la necesidad de la lógica, la
epistemología, la ética de la ciencia y la metodología de la investigación
científica, como pilares fundamentales en nuestro mundo actual, que es
cambiante, competitivo, contradictorio y complejo.
Es una obra necesaria
para el estudiante universitario, para los que recién ingresan a ella es de
gran utilidad, porque los inicia de manera adecuada en la ciencia y la
investigación científica y para los egresados y estudiantes de posgrado, porque
les permitirá repasar los conceptos y teorías básicas que sustentan el lenguaje
de la ciencia y la metodología de la investigación científica. En esta obra se ha resumido sistemáticamente,
muchos siglos de estudio y conocimiento del mundo de la teoría científica y de
su metodología.
Por otro lado, revisando
el contenido de la obra, he podido reflexionar sobre los fines de la educación
universitaria, que entre otras son: buscar la perfección humana, desarrollar
las capacidades y talentos de los
estudiantes hasta alcanzar sus máximos niveles; lograr el desarrollo de la
sociedad humana en su conjunto, superando las limitaciones naturales del hombre
hasta alcanzar nuevas dimensiones.
También, sobre el
resultado de una buena o excelente educación universitaria, que debe verse reflejada en sus egresados: En su
actuación como técnicos, profesionales, científicos o filósofos; en su calidad
humana y don de gentes, en la cortesía y trato digno hacía sus semejantes; en
su capacidad para resolver problemas viejos y nuevos, para hacer frente a los
desafíos de la vida, la profesión, el
trabajo, la familia y la vida en
sociedad; en su capacidad de llevar al hombre hacía nuevos escenarios,
superando sus limitaciones naturales, mejorando su calidad de vida, procurando
el bien común y la inmortalidad trascendiendo con su ejemplo de vida.
La Ciencia y la
Investigación Científica han sido y seguirán siendo las bases del progreso de
la humanidad en su conjunto, por lo que debemos cultivarla y desarrollarla
permanentemente. No olvidemos jamás el legado de Sócrates a la humanidad,
haciéndonos recordar que “Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal:
la ignorancia”.