PRÓLOGO
DE LA OBRA “INICIACIÓN EN LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA” POR EL DR. LUIS ALBERTO RODRÍGUEZ DE LOS RÍOS, RECTOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN ENRIQUE
GUZMÁN Y VALLE
Luis Alberto Rodríguez de los Ríos[1]
Una de las funciones sustantivas de la universidad es la investigación en general y la investigación científica en particular; vale decir, la producción y difusión de saberes superiores, por lo que no puede concebirse una universidad sin investigación, la misma que debe convertirse en el eje integrador de los procesos curriculares de la enseñanza, evaluación y gestión pedagógica implementado por sus actores principales, como son los profesores y estudiantes.
Además del desarrollo científico, tecnológico y
humanístico de la investigación en la universidad, otro de sus propósitos es
contribuir a la formación de profesionales eficientes, eficaces, proactivos,
críticos y comprometidos con el desarrollo local, regional, nacional y mundial.
En este sentido, hay consenso entre los educadores
sobre el significado de la enseñanza activa en el proceso de la formación
académico-profesional de los estudiantes. La educación universitaria debe
estimular y desarrollar, en el mayor grado posible, el pensamiento crítico;
debe contribuir a lograr la independencia de criterio; debe poner en relieve la
creatividad de los estudiantes en la forma más acabada; debe crear confianza en
las potencialidades mentales y físicas, y enseñar a utilizarlas constructiva y
eficientemente. Todas estas características que configuran en su conjunto la
enseñanza activa, pueden hacerse presentes a través del cultivo de la
investigación científica.
Esta concepción nos lleva a reafirmar la estrecha
relación existente entre investigación y docencia en la formación
universitaria, privilegiando a la que se desarrolla y establece en el pregrado,
sin esperar que se estimule y promueva solo en el posgrado. La incorporación de
la investigación a la docencia de pregrado, ha recobrado actualidad a partir de
las exigencias que tienen las universidades contemporáneas frente a las metas y
desafíos de la transformación de la educación superior (basada en la calidad,
pertinencia, equidad e internacionalización) y en la puesta en marcha de sistemas
de aseguramiento de la calidad en la región de Latinoamérica y el Caribe;
apostando por procesos de evaluación y autoevaluación con fines de mejora y
acreditación y que por sus estándares de exigencia implican cambios.
Precisamente tales cambios se enuncian a partir de
la institucionalización de la investigación reconociendo en no pocos casos la
necesidad de construir una concepción diferente frente a la investigación, sus
alcances, la importancia de cada uno de los actores involucrados en ella, la
materialización de sólidas infraestructuras, la creación de programas, líneas y
proyectos de investigación, la asignación y consecución de recursos, el diseño
de procesos de formación docente en investigación, la apertura de espacios de
experimentación y el establecimiento de políticas que determinan las formas y
niveles de participación de docentes, estudiantes, investigadores, docentes
investigadores, personal académico administrativo, comunidad académica, etc.
Esta preocupación ha generado la implementación de
una modalidad de investigación denominada investigación formativa, la misma que
constituye un medio y estrategia de formación de los actores educativos de la
universidad que en el futuro generarán conocimiento. La investigación
formativa, en una primera aproximación, se refiere a la formación en y para la
investigación a través de actividades propias de investigación, pero que no
necesariamente están involucrados en proyectos que pretenden lograr resultados
científicos (Consejo Nacional de Acreditación de Colombia), Alude a la dinámica
de la relación con el conocimiento que debe existir en todos los procesos
académicos y pedagógicos en el marco de la construcción y sostenimiento de una
cultura de la investigación e innovación.
El texto Iniciación
en la Investigación Científica, escrito por el dilecto amigo Eudoro Terrones
Negrete, constituye un significativo apoyo bibliográfico al desarrollo de la
cultura investigativa en el contexto de la educación superior y en el marco de
la investigación formativa y la alfabetización académica, pues el propósito
principal es aproximar didácticamente a los potenciales lectores no
especializados al quehacer de la ciencia en sus aspectos formales, lógicos,
teóricos, metodológicos y comunicativos, de acuerdo con las normas o estándares
nacionales e internacionales consensuadas por las comunidades científicas.
Consideramos que la presente obra viene a cubrir un vacío de información en la literatura propedéutica sobre investigación científica existente en nuestro medio, cuya intención final es la formación del estudiante en el proceso de investigación en todas sus fases y modalidades que permita el desarrollo de actitudes y habilidades básicas positivas acerca del mundo de la investigación científica.
En buena cuenta, se trata de un texto redactado de
forma sistemáticamente organizado, secuenciado y claro en su contenido, cuya
lectura resulta amena y provocadora de los procesos de motivación intrínseca
por actualizar o poner en práctica las habilidades investigativas, cambiando la
creencia, muy generalizada, que la investigación es una tarea compleja y
difícil, y que es propia de algunas mentes iluminadas o singulares.
El autor por el contrario, merced a sus acendradas
competencias profesionales y didácticas, nos hace percibir que los procesos de
investigación se pueden aprender y realizar con relativa facilidad manteniendo
los criterios de rigurosidad, honestidad y visibilidad.
Conocedores de la fecunda trayectoria docente y de
producción académica del colega Eudoro Terrones, no dudamos que en un futuro
cercano nos sorprenda con nuevas entregas editoriales e investigativas que
incrementen “el corpus” teórico y metodológico del proceso
enseñanza-aprendizaje en el ámbito de la educación universitaria, desde una
perspectiva activa, interactiva e investigativa.
[1] El doctor Luis Alberto
Rodríguez de los Ríos es actual Rector de la Universidad Nacional de Educación
“Enrique Guzmán y Valle”. Desempeñó anteriormente los cargos de Vicerrector
Académico y Director de la Escuela de Posgrado. Es doctor
en Psicología y en Ciencias de la Educación, Past decano del Colegio de
Psicólogos del Perú, ex secretario general del Colegio de Doctores en
Educación, miembro de la Sociedad Interamericana de Psicología y de la
Asociación Latinoamericana de Análisis y Modificación del Comportamiento,
destacado investigador peruano, Premio Nacional de Psicología Educativa.