JUDITH PRIETO DE ZEGARRA, ESCRITORA Y DESTACADA LIDERESA APRISTA
Escribe:
Dr. Eudoro Terrones Negrete
Lideresa aprista, doctora en educación, destacada abogada y escritora, fue diputada por las provincias de Lima, autora de importantes obras: “El pueblo y la cultura: artículos periodísticos” (1965), “Así hicieron las mujeres el Perú” (1971), “Mujer, poder y desarrollo en el Perú” (1980).
Escribió artículos periodísticos que se publicaron en importantes revistas, semanarios y periódicos. Uno de ellos es “El APRA y la Mujer”, cuyo texto lo reproducimos en las siguientes líneas:
“La mujer peruana acudió al llamado del movimiento continental aprista con el entusiasmo vivo y palpitante de las almas que se imponen el camino de batallar para combatir el error y el mal que como un triste legado se había impuesto a lo largo de la república. Acudió con el deseo siempre renovado y con la firme convicción de hallar la justicia en la comunicación con el pueblo a través de las Universidades Populares primero y luego siguiendo las banderas desplegadas en los campos del Continente pletóricas de dignidad y mejor vida para nuestros países.”
“Y como cada vez que anduvo la mujer, haciendo la ruta de la cultura y la libertad de los pueblos de América, lo hizo al lado del hombre, a veces resplandeciente, en la historia heroica de las epopeyas y otras confundida con la sombra proyectada siempre en el impulso de las multitudes que dejaron huella en el acontecer de las naciones indianas. No importó que estuviera privada de todo derecho individual y ciudadano. Ella se acercó al Apra, porque sintió que allí, en sus principios estaba la más adecuada de las sendas para la auténtica libertad del Perú”.
“Como uno de los imperativos de justicia, el Apra consideró a la mujer como la integrante activa y valiosa en el camino de las reivindicaciones populares y abrió sus registros para inscribirla y al igual que los varones compartió tareas meritísimas en la brega política, en el camino nuevo de lograr cultura, luz y elevado concepto de civilidad para la Patria”.
“Su fe puesta en acción se manifestó como discípula disciplinaria del joven maestro Haya de la Torre en las clases impartidas en aulas obreras, o en el campo en las primeras experiencias de la Andragogía más avanzada ejercida en el Perú a través de las Universidades Populares “González Prada”.
“Pasados los años, cuando la idea y la comunicación magisterial hizo carne en la conciencia del pueblo trabajador, convirtiéndose en partido político en defensa de los derechos, llegando a conformar la Constituyente de 1931, el Apra fue la primera vez que en el Parlamento se alzó para reclamar los derechos femeninos como ciudadana, integrante de un país que como una paradoja en discursos y loas era la madre forjadora de las generaciones, formadora de ciudadanos, que más tarde se erguían con egoísmo, señalándola en su condición de peruana disminuida, privada de todos sus derechos, al margen de todas las decisiones que regían la vida de una república que ella a través de los siglos contribuyó a formar”.
“En actitud histórica, el Apra reparó esa gran injusticia y en su primera Célula Parlamentaria Aprista, vibraron las voces de Luis Alberto Sánchez, Manuel Seoane y Luis Heysen y con el unánime voto de sus integrantes iniciaron el largo debate, pidiendo la ciudadanía de la mujer, especialmente para la madre, la trabajadora intelectual y manual que con el aporte de su actividad era capaz de conformar como lo fue siempre, el basamento de la nacionalidad. La lucha fue dura contra la demagogia que la mayoría gobiernista hizo de tal derecho, lográndose al final un primer paso en la participación femenina con su voto en las elecciones municipales, que tardó muchos años, para que una nueva Célula Parlamentaria hiciera realidad”.
“Sin ser ciudadana, como aprista, interesada sólo en el logro de los horizontes de justicia, laboró en todos los momentos; su destino fue el del Partido, estuvo en las tareas de cultura, como las abnegadas mensajeras de los ideales apristas, en el hogar las permanentes animadoras y sostenedoras de la llama votiva de la fe en la victoria ciudadana. Estuvo por lo tanto en los dolorosos momentos de la larga persecución y el vía crucis de las diferentes dictaduras que agobiaron al país”.
“Cuando se trató de los esfuerzos para unir a la ciudadanía en el afán de liquidar injusticias de oprobiosas tiranías, estuvo la mujer colaborando disciplinadamente en todos los puestos del Partido, especialmente en la diligente asistencia de los que sufrieron por la libertad y justicia en el país. Pruebas ha dado por eso de su valioso paso por la historia del partido y del Perú”.
“Al adquirir la plena ciudadanía, llevó la voz del Partido al Parlamento y a los gobiernos locales logrando gran suceso en sus gestiones”.
“Ahora ante el anuncio de una nueva constituyente, de una nueva aurora en la vida de la Patria, la mujer que no permaneció inactiva en las duras horas del septenato, porque su voz, su persecución, su palabra esperanzada se mantuvo siempre desde el hogar a los centros donde desarrolló las múltiples actividades de su profesión y trabajo en general. Su vida de lealtad al ideal fue el mejor de los ejemplos en donde quiera que estuviera y por eso para la mujer se abre en estos días una nueva actitud de trabajo al que va con el mismo entusiasmo y valor de siempre, quizás más robustecido su ideal por el reconocimiento de América a los principios apristas cada vez más vigentes de integración continental”.
“Las dirigentes de todos los estamentos, confundidas las jóvenes y adultas, las intelectuales de gran brillo en los planos de las ciencias y de las letras, las trabajadoras manuales calificadas y las nuevas generaciones, las mujeres de prosapia de lucha heroica de sectores, todas acuden a renovar en las clases de capacitación ideopolítica las promesas mil veces hechas de difundir por todos los confines los fundamentos, los alcances y las soluciones que el Apra propicia para la compleja problemática del Perú”.
“La Escuela de Capacitación política es la más decisiva prueba de la inquietud de la mujer por contribuir nuevamente con mayores aportes de conocimientos recibidos de los líderes del Partido, a una contienda cívica que será, estamos seguros el triunfo definitivo y contundente del Apra con la más firme de las decisiones del Jefe y Maestro Haya de la Torre para que la Justicia Social de pan con libertad, sea el común denominador de felicidad en todos los pueblos de este Continente”[1].
[1] Judith Prieto de Zegarra, “El APRA y la Mujer”. https://www.facebook.com/SoyApristaPeru/posts/4504551409562233/