Artículos periodísticos y de investigación

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9 de septiembre de 2023

Marco teórico-conceptual del feminicidio

MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL DEL FEMINICIDIO

Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete



“En la Literatura de A Satirical View of London (Inglaterra, 1801), por primera vez se conoció el término de “feminicide” o como es conocido actualmente “feminicidio”, este término hacía referencia a aquellos asesinatos cometidos únicamente en contra de las mujeres. En el año 1974 la escritora americana Carol Orlok implementó dicho término y en el año 1976 Diana Russel lo desarrolló ante el Tribunal Internacional, haciendo referencia a aquellos crímenes cometidos contra las personas del género femenino”, refiere Augusto Magno Huaroma Vásquez, en “Violencia de género y el delito de feminicidio. Análisis comparativo y doctrina. En el año 1990 se dio a conocer el término “feminicide”, donde fue catalogado como aquellos asesinatos cometidos por los hombres en contra de las mujeres, ya sea por odio, desprecio o placer, la teoría del feminicidio surgió bajo la teoría feminista”[1]

El término homicidio procede de la palabra latina “hom”, que significa “hombre”, de lo que resulta que etimológicamente homicidio es el asesinato de un ser humano por otro. En cambio feminicidio es el asesinado del hombre contra la mujer.

La definición más común de feminicidio es aquella que lo conceptualiza como el asesinato de una mujer por razones de género. Aunque puede haber consenso en esta definición, su precisión y adaptación a contextos culturales y sociales es más discutida. Mientras que algunas autoras han optado por definir el feminicidio como la consecuencia de estructuras de poder en un sistema patriarcal (Bersani & Chen, 1988), otras lo han definido como una modalidad de poder propia de ex colonias que interactúa con los sistemas socio-legales formales e informales y da forma a una economía de la muerte en la que operan distintos actores (iglesia, policía, jueces y otros actores del control social) (Shalhoub-Kervorkian & DaherNashif, 2013).[2]

“Como defensoras del término feminicidio cabe citar a la socióloga mexicana Julia Monárrez (2005), que sostiene que la palabra adecuada para referirse a los asesinatos de mujeres sería “feminicidio”. La autora explica que las dos raíces latinas de la palabra serían fémina –mujer- y caedo, caesum -matar. El término en latín para designar a la mujer no es femena, sino fémina, con la “i”. Al unir las dos palabras para formar otra, no sólo se juntan, sino que se respetan las raíces de las dos. Por lo tanto, la muerte de una mujer seria feminiscidium, y de ahí se pasa a la palabra feminicidio, que sería la traducción más correcta para el español” refiere Guzman Minaya, Alexandra Katerin[3]

El feminicidio (“femicide” en inglés”), es un fenómeno social y de salud pública que se define como el acto de violencia extrema o asesinato sistemático de las mujeres perpetrado por los hombres por el solo hecho de pertenecer al sexo femenino y que tiene como motivaciones principales la discriminación, la ira, el odio, los celos, la búsqueda de placer, el desprecio y la violencia de género acompañado de torturas, mutilaciones genitales, esterilización forzada o maternidad forzada, quemaduras, violencia (física, psicológica), esclavitud sexual (prostitución), violación, incineración y muerte, y que tiende a controlar y eliminar a las mujeres mediante el temor, el daño, la inseguridad y las amenazas, entre otros y que son producidos por sus parejas, exparejas, familiares, convivientes, novios, amantes, acosadores, agresores sexuales  o violadores y secuestradores.

 

LA MULTICAUSALIDAD DEL PROBLEMA DE LA DISCRIMINACIÓN DE LA MUJER

El problema de la discriminación de las mujeres es multicausal[4]:

“Circunstancias socio-políticas, bajo estructuras patriarcales de autoridad, liderazgo y poder ejercidos por varones y las mujeres subordinadas a ellos; 

Circunstancias económicas: las sociedades patriarcales se han caracterizado por la división sexual del trabajo, de manera que los varones salían fuera del hogar para ganar un salario mientras que las mujeres se dedicaban a las tareas domésticas y al cuidado de hijos y enfermos. La no remuneración del trabajo femenino ha supuesto su total dependencia económica del "padre de familia".

Pensamiento androcéntrico: Dado que los varones eran quienes poseían los medios para estudiar, formarse e investigar; sus teorías científicas, filosóficas y políticas enseñaban un modo de comprender la realidad en el que ellos mismos, en tanto que varones, eran más relevantes que las mujeres, siendo ellas descartadas de sus estudios o consideradas de forma estereotipada.

Lucha de intereses: Una vez que los varones detentaban el poder, gran parte de ellos se opusieron a las vindicaciones femeninas surgidas a raíz de la Ilustración, pues eran reacios a perder sus antiguos privilegios. Sin embargo, otros hombres como Condorcet y Mill apoyaron el cambio social necesario para que las mujeres alcanzasen la igualdad de derechos.”

Felizmente en el año de 1979 se aprobó en la Asamblea de Naciones Unidas la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, iniciándose la reivindicación de los derechos de las mujeres en la sociedad.

El término de once letras “feminicidio” fue incluido en la 23ª edición del Diccionario de la lengua española en octubre del 2014, definido como «asesinato de una mujer por razón de su sexo» e impulsado por la antropóloga mexicana Marcela Lagarde, la misma definición que fue criticada por “insuficiente”. En diciembre de 2018 la Real Academia Española enmendó la definición estableciendo que feminicidio se refiere al “asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia”.

Al respecto Lagarde relata: “Ha sido un esfuerzo creativo impulsar la perspectiva feminista epistemológica y política que encierra. Nombrar las cosas para nosotras es la mitad del camino; en el feminicidio luego está el arduo camino para erradicarlo. Me conmueve también, porque en esta misma computadora escribí por primera vez esa palabra con la emoción de estar definiendo teórica y políticamente el feminicidio. Quise que no se confundiera con homicidio y se pensara que era la feminización de esa palabra; que fuera parecida y diferente para incluir los crímenes misóginos contra mujeres y, de manera central, la enorme tolerancia social y del Estado a la violencia contra las mujeres y las niñas, con las consecuencias de impunidad e injusticia”. También se explaya sobre la complejidad y la historia del término: “El feminicidio se inscribe en la violencia de género contra las mujeres y las niñas, se trata de crímenes surgidos de la desigualdad y la discriminación, de las relaciones de poder de género. Luego vino un largo proceso. Hoy esa concepción está en nuestro marco normativo y ha sido parte de la sentencia del Campo Algodonero, se usa en la política de género a nivel internacional, en los medios y en una parte importante de la legislación en América latina”[5]

El concepto feminicidio procede del neologismo femicidio. Para la escritora y activista feminista Russell, Diana, Radford, J. (1992) el término femicidio se utilizó por primera vez en el Reino Unido en 1801 en su significado “asesinato de una mujer”. “Cuando escuché la palabra feminicidio por primera vez en 1974, diría Diana Russell, pensé inmediatamente que sería un nuevo término adecuado para el asesinado misógino de mujeres. Creí que el uso de tal término ayudaría a retirar el velo oscurecedor del término masculinizante homicidio (homicide y manslaughter).

El término feminicidio empezó a difundirse desde que Diana Russell lo utilizara en 1976 ante el Tribunal Internacional de los Crímenes contra las Mujeres, convocado del 4 al 8 de marzo de 1976 y celebrado en el Palacio de Congresos de Bruselas (Bélgica) con el fin de denunciar los crímenes y la violencia contra las mujeres que contó con la participación de más de 2000 mujeres de 40 países. En opinión de una de las asistentes, Frances Doughty, el Tribunal confirmó que "la opresión de mujeres en general y de las lesbianas en particular es realmente mundial".

Para Diane Russel (2008) el feminicidio es “el asesinato de mujeres realizado por hombres motivado por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de las mujeres, exponiendo así claramente el matiz sexista de estos crímenes.”

Patricia Ravelo Blancas (2008), define al feminicidio como la de “violentar reiteradamente el cuerpo, la subjetividad, la sexualidad, la vida y libertad de las mujeres hasta matarlas sistemáticamente de manera sanguinaria”.

Juan Manuel Iglesias, define el feminicidio de la manera siguiente: “Feminicidio es el asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres motivado por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de las mujeres que sirve como “texto” o soporte de un mensaje que intenta perpetuar formas de dominación. A su vez es utilizado como forma de coacción y terror con fines políticos y económicos en los conflictos armados, por el terrorismo, el narcotráfico y bandas criminales (los cuales necesitan de la corrupción e impunidad del Estado y de la sociedad) logrando así estructurarse a partir de la cultura del patriarcado que le da sustento ontológico y teleológico, configurando una forma de violencia que es sostenida por las instituciones sociales, políticas y religiosas”.[6]

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia como: “El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”.

La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, contenida en la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas 48/104, de 20 de diciembre de 1993, define la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada».

 El Plan Nacional contra la Violencia Hacia la Mujer 2009-2015 lo definió como los homicidios de mujeres en condiciones de discriminación y violencia basados en el género.

La Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia de los Estados Unidos de México (2007), en su artículo 21 define la «violencia feminicida» es los términos siguientes: «la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los aspectos público y privado, conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social y del Estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres»

El feminicidio se inscribe, produce y desarrolla dentro de un contexto social, económico, político, ecológico, dentro de la violencia cotidiana, los procesos de migración, la trata de personas, el microcomercialización de drogas, el narcotráfico, el crimen organizado, el tráfico de indocumentados y comercialización de armas, la prostitución forzada, la pornografía sádica, la ciberpornografía y etc.

El feminicidio persiste, se mantiene vigente y prolifera por  la tolerancia de la violencia de género, por la impunidad, por la falta de investigación rigurosa, de esclarecimiento e identificación oportuna y castigo a los culpables de parte de las autoridades competentes. 

 

CARACTERIZACIÓN DEL FEMINICIDIO

El feminicidio es un problema social que constituye delito pasible de sanción con muchos años de prisión y multa según a lo establecido por los códigos de procedimientos penales de los países, perdiendo el hombre derechos con relación a la víctima incluyendo los de carácter sucesorio. 

Si no se acreditan las características de feminicidio, el victimario será inculpado de homicidio.

El feminicidio reviste las características siguientes:

·    Amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del agresor en contra de la víctima.

·    Antecedentes de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral, escolar, del agresor en contra de la víctima.

·    El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.

·    Que a la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones genitales infamantes o degradantes (clitoridectomías, escisión, infibulaciones), previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia y operaciones ginecológicas innecesarias (histerectomías gratuitas)

·    Que entre la víctima y el agresor hayan tenido una relación sentimental, afectiva o de confianza.

·    Que la víctima haya sido incomunicada durante algún periodo de tiempo, previo a su muerte.

·    Que la víctima presente signos de violencia sexual, o cualquier tipo.

·    No esclarecimiento de los casos.

·    Falta de acceso a la justicia, a la verdad y a la reparación del daño cometido.

·    Falta de voluntad política, de eficacia y de efectividad en las políticas públicas de los gobiernos para erradicar el feminicidio.

 

CAUSAS DEL FEMINICIDIO

El feminicidio es un fenómeno social multicausal y estructural que se puede encontrar en los ámbitos privado y público, microsocial, macrosocial, familiar, laboral y profesional.

Son causas del feminicidio:

·    Actitudes negativas como la posesividad.

·    Carencia de voluntad política del gobierno imperante para revertir la situación del feminicidio.

·    Comportamiento irrespetuoso entre hombre y mujer.

·    Desaparición de mujeres,

·    Descontrol de ira.

·    El conflicto armado interno de un país (terrorismo, granadas, coche-bomba, carta-bomba, etc.).

·    El crimen organizado.

·    El lesbicidio.

·    El narcotráfico.

·    El sentido de superioridad de género o cultura del machismo (creencia que los hombres son superiores a las mujeres). “El agresor es una persona criada dentro de una cultura machista cuyo objetivo es mantener el control sobre una mujer hasta lograr su subordinación” señala Teresa Viviano, responsable del Registro de Feminicidio en el Perú. El machista acusa a la mujer violentada con expresiones como: “se lo buscó y mereció”, “no me hacía caso”, “no atendía en la casa”, “pasaba los días coqueteando con los vecinos”, “en una familia el que manda es el esposo”, “tenía que usar la fuerza y la represión para controlarla”, entre otras. Tradicionalmente había oficios, profesiones o actividades consideradas típicamente masculinas en los campos de la religión, la política, las ciencias y en algunos deportes, pero, que con el transcurso  del tiempo, la mujer ha logrado conquistar casi todos esos espacios.

·    Existencia de operadores y operadoras de justicia que realizan preguntas o afirmaciones que apuntaban a desacreditar el testimonio de la víctima o de sus familiares.

·    Falta de madurez en lo afectivo.

·    Ideas paranoides.

·    Inexistencia del Estado de derecho que favorece la impunidad.

·    Intolerancia al desamor.

·    La adicción al alcohol y el uso de drogas ilícitas.

·    La imposibilidad de la agraviada de tener hijos. 

·    La infidelidad del agresor, los celos y el adulterio.

·    La negativa de la agraviada de iniciar, continuar y  concluir la relación sexual.

·    La negativa de la agraviada de retirar la denuncia de violencia familiar interpuesta contra el agresor. 

·    La práctica de la prostitución.

·    La violación correctiva (abusar sexualmente de una mujer homosexual para que se comporte como si fuera heterosexual o como castigo)

·    La práctica del feminicidio racial (matar a la víctima por ser mujer y por tener rasgos culturales y físicos diferentes a los del hombre).

·    La práctica del feminicidio en serie (cuando un hombre mata a mujeres de forma repetida con el fin de lograr placer sexual sádico).

·    La práctica del feminicidio agravado.

·    Relaciones desiguales de poder.

·    Secuestros de mujeres,

·    Trastorno de personalidad antisocial.

·    Vigencia de patrones socioculturales discriminatorios.

·    Vigencia de prejuicios y costumbres que legitiman o promueven la violencia contra la mujer.

·    Violencia intrafamiliar.

 

FORMAS DE EJECUCIÓN DE FEMINICIDIOS

 

El delito de feminicidio se comete a través de:

a)    Maltrato repetido en el hogar, 

b)    Amenazas de matar con un arma o intimidación, 

c)    Muertes, 

d)   Ahorcamientos o estrangulaciones; 

e)    Ataques  con cuchillo o pistola; 

f)     Torturas, 

g)    Violencia sexual, 

h)    Forzar a la pareja a tener relaciones sexuales,  etc., 

i)     Razones de género.

 

CONSECUENCIAS DEL FEMINICIDIO

 

El feminicidio produce una serie de consecuencias en las víctimas. Cabe referir las siguientes:

a)        Lesiones físicas, que ponen en riesgo la salud e integridad de las víctima,

b)       Lesiones psicológicas: baja autoestima y sumisión; 

c)        Vulneración de los derechos fundamentales de las víctimas y  de sus familiares.

d)       Enfermedades mentales: ansiedad, estrés post traumático, depresión e intento de suicidio.

e)        Aislamiento social. 

f)         Pérdida de empleo. 

g)       Absentismo laboral

h)       Riesgo de alteración de su desarrollo integral 

i)         Sentimientos de amenaza (peligran su equilibrio emocional y su salud física ante la vivencia de escenas de violencia y tensión) 

j)         Debilita la autoestima de la mujer.

k)       Dificultades en la socialización.

l)         Mayor predisposición a contraer enfermedades psicosomáticas y trastornos psicopatológicos secundarios.

m)     Afecta directamente en el desarrollo conductual y emocional de la infancia (falta de energía cambios en el apetito, alteraciones del sueño, retraimientoproblemas de conducta y problemas de atención y concentración).

n)       Interrupción, bajo rendimiento, menor asistencia a clases y deserción educativa y probabilidades de repetir el año escolar.

o)       Dificultades de aprendizaje y de concentración y reprobación académica.

p)       Transferencia intergeneracional de la violencia y perpetuación de la violencia generacional.

q)       Afectación a las víctimas, a sus familiares, hijos e hijas y adolescentes.

r)        Ruptura del Estado de derecho, toda vez  que el Estado deviene en  incapaz de garantizar la vida de las mujeres, de actuar con legalidad y hacerla respetar, de procurar justicia oportuna,  prevenir y erradicar la violencia.

s)        Dificulta el normal desarrollo cognitivo y de habilidades de niños y niñas y adolescentes.

t)         Pérdidas de horas y días de trabajo, baja productividad y bajos ingresos económicos mensuales.

u)       Pérdida de oportunidades educativas, sociales, profesionales y de participación política.

v)       Encarcelamiento de los perpetradores.

w)      Freno a los esfuerzos de los gobiernos por reducir la pobreza e impulsar el desarrollo de sus países.

x)       Reducción de la capacidad productiva y de los presupuestos públicos.

y)       Partos prematuros y muertes de neonatos.

z)        Ruptura del vínculo filial con los hijos de la víctima y del vínculo conyugal (cambio de la condición del estado civil, estado patrimonial, etc.)

aa)     Retraso en la salud, la economía, el bienestar, el crecimiento, desarrollo y progreso de los pueblos.

Los efectos físicos a corto plazo de la violencia sexual pueden incluir: sangrado vaginal o dolor pélvico, embarazo no deseado, infecciones de transmisión sexual (ITS),  incluido el VIH y problemas para dormir o pesadillas.

La violencia contra la mujer, está asociada a muchos problemas de salud a largo plazo, entre ellos figuran los siguientes: artritis, migraña, asma, dolor crónico, síndrome del intestino irritable, problemas digestivos tales como úlceras estomacales, problemas cardíacos, problemas con el sistema inmune y problemas sexuales como dolor durante las relaciones sexuales.

En la tesis de María Fernanda Madrona Solórzano se refiere: “Como consecuencia de la violencia física continuada en contra de la mujer, se puede llegar a ocasionar lo siguiente: lesiones leves, lesiones graves, lesiones gravísimas, problemas de salud, afectar la integridad moral, restringir la libertad en varias de sus facetas, reducción de la capacidad para ganarse la vida  e inestabilidad política y social”[7]



[1] Huaroma Vásquez, Augusto Magno. “Violencia de género y el delito de feminicidio. Análisis comparativo y doctrina”. Ediciones Normas Jurídicas S.A.C., 1ª.edición, Lima, marzo 2023, p.23.

[2] Wilson Hernández Breña, Investigador y docente de la Universidad de Lima-Perú. Artículo “Lo que sabemos del feminicidio ¿qué lo causa?” https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/51393549/Hernandez_-_Feminicidio._Lo_que_sabemos.pdf?1484666995=&response-content-disposition=inline%

[3] Guzman Minaya, Alexandra Katerin, en su tesis profesional “Causas - factores del incremento del delito de feminicidio en las fiscalías corporativas penales Huaraz en el periodo 2017 al 2019”, Universidad César Vallejo, Facultad de Derecho, Escuela Académico Profesional de Derecho, Huaraz-Perú, 2019.

[4] Causas y factores de la discriminación de las mujeres. 

http://recursostic.educacion.es/secundaria/edad/4esoetica/quincena12/quincena12_contenidos_2.htm

[5] La Real Academia aceptó ponerle nombre. https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-243559-2014-04-07.html)

[6] Juan Manuel Iglesias, “El feminicidio más allá de las puertas del hogar: un problema social que afecta también a las empresas”. https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/56706564/El_feminicidio_mas_alla_de_las_puertas_del_hogar_-_un_problema_social_que_afecta_tambien_a_las_empresas.pdf

 

[7] Madrona Solórzano, María Fernanda. El femicidio como una de las mayores consecuencias de la violencia física habitual contra la mujer, en el ámbito privado de la ciudad de Guatemala .Tesis presentada al Consejo de la Facultad de Derecho de la Universidad del Istmo por María Fernanda Madrona Solórzano. Guatemala, agosto de 2014. (http://glifos.unis.edu.gt/digital/tesis/2014/49260.pdf)

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