PROBLEMÁTICA DE LA BIOÉTICA EN LA SOCIEDAD GLOBAL
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
La bioética es un asunto de constante debate
académico, político, filosófico, teológico y científico entre quienes consideran a la tecnología como
un fin en sí mismo y no sujeto a regulaciones por las leyes y aquellos que piensan que la tecnología debe
estar al servicio de las personas bajo el control de criterios éticos y regulable
por las leyes de los países.
A fines del siglo XX
se descubre el ácido nucleico, la composición química de las vitaminas,
hormonas y antibióticos, se desarrolla la neurofisiología, se lucha contra la pobreza
crítica y crónica, la mortalidad infantil, el control de la natalidad, pero lo
que preocupa más a la humanidad es la aparición de nuevas técnicas como la
manipulación genética, la fertilización asistida y el de órganos por cuanto con ellos y a través de ellos
surgen nuevos dilemas morales en una sociedad cambiante y compleja.
En los últimos años se ha asistido a un intenso debate en torno a la
ética de la investigación en seres humanos y en particular en relación con los
consensos internacionales que la regulan. Podemos identificar como punto de
inflexión la versión del año 2000 de la Declaración de Helsinki. Esta polémica
en torno a aspectos centrales en la ética de la investigación, como son el uso
del placebo cuando existe un tratamiento probado, la obligación de brindar
beneficios posinvestigación, o la diferenciación entre ensayos terapéuticos y no
terapéuticos debe ser tomada en cuenta para la reflexión[1]
Los inusitados adelantos
científicos, humanísticos y tecnológicos están generando profundos cambios en
la vida de las personas y las sociedades. Cada día ocurre y se descubre algo
nuevo e impactante, nuevas formas de nacer y de morir, el Proyecto Genoma Humano,
la biología molecular, los derechos de los pacientes, etc., que generan
problemas y dilemas, que levanta polémica en lo social, político, económico,
geográfico, histórico, educativo, cultural, moral y ecológico e inclusive que
altera el comportamiento de las personas, sus formas de ser, de pensar, de
percibir, de imaginar, de producir, de consumir y de vivir en la actual
sociedad global.
Miles de trillones de
dólares se gastan en investigar lo que ocurre en otros planetas, pero lo de
nuestro planeta Tierra queda mucho por investigar a plenitud, sobre todo lo que
ocurre en la vida del hombre y la relación con su medio ambiente. El hombre
sigue ignorando mucho de cuanto ocurre
en la profundidad de su ser y en su relación con antiguos y nuevos fenómenos de
la sociedad global.
Los graves y complejos
problemas humanos siguen en pie abriendo sendos debates en todo el mundo, tanto
en países desarrollados y en vías de desarrollo, en busca de nuevas estrategias
para enfrentarlos con efectividad y eficacia, evitarlos, combatirlos o
erradicarlos. Problemas como los siguientes: el coronavirus COVID-19, la clonación
terapéutica y reproductiva, las células madres, la reproducción asistida, la
maternidad subrogada, la manipulación de los genes, los organismos
transgénicos, la terapia génicas, el genoma humano, el uso de microorganismos
manipulados genéticamente, la eugenesia, los xenotrasplantes, la eutanasia, la
exclusión social, la infección por VIH, la inequidad en la explotación y
distribución de la riqueza, las consecuencias derivadas de la aplicación de un
modelo económico global regido por las leyes del mercado que afecta mayormente
a los países pobres del Tercer Mundo, etc., etc.
Como todos
sabemos la medicina es un saber práctico que tiene por objeto diagnosticar,
prevenir y curar las enfermedades, aliviar el dolor y promover mejores
condiciones de calidad de vida y de bienestar. A través del tiempo y en el proceso
evolutivo de las culturas y civilizaciones la medicina siempre ha generado
actitudes, posiciones, percepciones, decisiones y posturas morales críticas en
lo referente a lo que está bien o no está bien hacer. Resulta ahora que en
diversos países se celebran reuniones, convenciones, simposios y congresos
nacionales e internacionales con el objeto de discutir sobre la biotecnología,
los problemas bioéticos, sus causas y consecuencias, sobre los problemas de la
fecundación, la reproducción artificial, los problemas de la interrupción de
la gestación y la masificación de las políticas hospitalarias, entre otros.
“Desde la más
remota Antigüedad la función del médico ha sido considerada a la luz de sus
implicaciones éticas. Dado que el médico tiene poderes extraordinarios para
conservar o para impedir la vida, por medio del tratamiento de las
enfermedades, sus acciones son juzgadas como dispensadoras en última instancia
de los dos extremos que atenazan las obsesiones de la existencia humana: vida y
muerte”[2].
La investigación en seres humanos a la luz de los principios y valores
éticos permite iluminar la acción humana, evaluar la eficacia de un nuevo
fármaco o de un nuevo procedimiento terapéutico, mejorar el diagnóstico y el
tratamiento de las enfermedades en general, enfermedades mentales y
enfermedades contagiosas, y garantizar el respeto a la dignidad, la autonomía y
la libertad de los sujetos en proceso de investigación y los Derechos Humanos,
mejorar la calidad de vida de las poblaciones, lograr grandes beneficios
para la humanidad, sin necesidad de dar un paso atrás en la aplicación de los
estándares éticos consensuados internacionalmente.
La Bioética, nueva disciplina
surgida para encarar estos nuevos fenómenos humanos, ha sido definida como: “el
estudio sistemático de las conductas humanas en el área de las Ciencias de la
vida y la atención de la salud, en tanto que dichas conductas se examinen a la
luz de principios y valores morales” (Reich, W. T. Encyclopedia of Bioethics.
S&S. MacMillan. The Free Press. New York, 1978.). Nueva disciplina que
abarca y aborda la salud pública, salud
ocupacional e internacional, la salud mental y la ética del control de la natalidad,
etc., desde tiempos de la medicina hipocrática. El hombre investiga al hombre,
el hombre es investigado por el hombre a la luz de nuevos métodos, técnicas e
instrumentos científicos y tecnológicos. El hombre es “objeto” y “medio” de
investigación en aras del bien común y de un mundo mejor, en investigaciones
con posibles menores o mayores riesgos para los participantes.
“Pero se está llegando a
un punto en el que la ciencia está tocando ya los hilos de la vida, está ya
capacitada para seleccionar genes, para decidir quién nace, cuando nace y con
qué características e incluso cuando se tiene uno que morir, y esto es muy
peligroso e inaceptable” señala María Luisa Morales Gallego en “Los nuevos
avances científicos y la bioética” (2018:80).
“La solución de problemas de conocimiento
relacionados con la salud requieren del concurso de múltiples disciplinas que
no son exclusivamente del campo biomédico: salud pública, sociología,
antropología, ciencia política, derecho, educación, filosofía, etc. De igual
forma las posturas epistemológicas y metodológicas para abordar la
investigación en salud son distintas y algunas toman distancia del paradigma
empírico analítico en que se fundamenta la investigación biomédica, donde la
búsqueda de "la verdad" y una postura "neutral" de la
ciencia son asuntos centrales de esa mirada”.[3]
[1] Kottow M. Conflictos
en ética de investigación con seres humanos. Cad Saúde Pública 2005; 21(3):
862-9.
[2] Juan Ñuño. Problemas de ética.
EPISTEME vol.32 no.1-2 caracas dic. 2012
http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-43242012000100015