Artículos periodísticos y de investigación

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17 de octubre de 2021

Comentarios de la obra EL APRISMO SEGÚN HAYA DE LA TORRE

                                       Comentarios de la Obra                                            "EL APRISMO SEGÚN HAYA DE LA TORRE"




PRÓLOGO

Guely Villanueva Díaz

 

Mi entrañable compañero y amigo, Dr. Eudoro Terrones Negrete, me ha sorprendido gratamente, al solicitarme que escriba unas líneas prologales a este su nuevo libro. Entiendo que lo hace, porque sabe bien cuánto admiro y valoro todo esfuerzo relacionado con la difusión del Aprismo, en sus contenidos filosófico, ideológico, doctrinario e histórico, que aquí es tratado con puntual devoción.

Como escritor y académico, Eudoro Terrones Negrete ha logrado sistematizar el contenido de su obra en dos capítulos: El primero, “El Aprismo según Haya de la Torre”, que nos lleva al placer de leer o releer aquellas tesis escritas y sustentadas por el Maestro, que definen al APRA como un gran movimiento político: con filosofía, ideología y doctrina propias, autóctonas y autónomas, libre de toda influencia extranjera y que sólo responde a la realidad única e intransferible de nuestra América morena, acertadamente llamada por Víctor Raúl: Indoamérica. Y el segundo capítulo, desarrollado por el autor, titulado “Filosofía, Ideología y Doctrina del Aprismo”.

Eudoro Terrones Negrete ha tenido que escudriñar en los siete tomos de las obras completas de Víctor Raúl Haya de la Torre; pero también en otras fuentes, con agudeza ferviente de leal discípulo. Precisamente él mismo registra, al inicio de este libro, sus impresiones del líder y fundador del APRA, desde cuando lo conoció en 1970, en la casona de Villa Mercedes, reducto donde vivió el Maestro hasta su deceso, ocurrido nueve años después.

Qué importante es que salga a la luz un nuevo libro, pleno de enseñanzas y que seguramente atraerá a la lectoría juvenil, justamente hoy en que la política nacional necesita adecentarse, entonces, qué mejor referente que la trayectoria y el pensamiento de Víctor Raúl Haya de la Torre.

Pero quisiera hacer aquí una digresión, sobre la importancia que ha tenido el libro, en la historia del APRA y del Partido Aprista Peruano.

Creo que los periódicos y revistas antecedieron o fueron precursores del libro aprista. Así tenemos que en 1923 apareció Claridad, revista fundada y dirigida por Víctor Raúl Haya de la Torre, como vocero de la “Universidad Popular González Prada” y que, cuando él fue desterrado, asumió la dirección José Carlos Mariátegui. El mismo año se publicó “EL NORTE”, en Trujillo, fundado por Antenor Orrego.

En 1926 apareció “APRA”, Revista de la Célula Aprista de París, dirigida por Felipe Cossío del Pomar.

En 1927, Honda, publicación doctrinaria de la Célula Aprista de Buenos Aires. Atuey, salió en Cuba, en tanto Indoamérica fue publicada en México, por los desterrados apristas.

1927, Amauta, fue fundada por Mariátegui como tribuna aprista hasta septiembre de 1928.

1929, Meridiano, publicada en Bolivia, por los desterrados apristas.

1930, “APRA”, revista fundada por Serafín del Mar (Reynaldo Bolaños) como órgano del naciente Partido Aprista Peruano. También lo dirigió Víctor Raúl, en 1933, en la clandestinidad y en 1934 el c. Ismael de la Peña.

1931, La Tribuna, diario fundado por Manuel Seoane. Sufrió clausuras, sacó ediciones clandestinas, que el propio Víctor Raúl escribía, imprimía y distribuía, a pesar de la persecución. En 1970 la dictadura militar lo intervino y remató su maquinaria para silenciarla. Después se ha publicado eventualmente.

Sin embargo, el primer libro aprista publicado es “Por la Emancipación de América Latina” de Víctor Raúl Haya de la Torre, editado en 1927, por los desterrados apristas en Buenos Aires.

Pero el libro fundamental del Aprismo, que remeció el pensamiento político latinoamericano, es “El Antiimperialismo y el APRA”, escrito por Víctor Raúl Haya de la Torre en México, en 1928; pero que sólo es publicado en Chile en 1936 por los desterrados apristas, mientras el líder luchaba desde la clandestinidad contra las tiranías imperantes.

En todo caso, el libro aprista tuvo una gran connotación en la formación ideológica de la militancia. Desde el inicio se inculcó el deber de formar sus bibliotecas personales. Se editaban libros de igual formato, que recogían incluso las conferencias expuestas en la “Escuela de Oradores” y lo difundían, en un afán por fortalecer la ideologización del militante o simpatizante. Sin embargo, al imponerse las sucesivas dictaduras, no sólo fueron perseguidos y sus casas saqueadas; sino que sus libros y revistas serían quemadas, ante lo cual algunos compañeros alcanzaron a esconderlos y hasta enterrarlos, para salvarlos de la barbarie. Así, el libro aprista adquirió una connotación de perseguido, sufriendo los mismos abusos que los militantes. Pero al final el Libro Aprista sobrevivió y triunfó.

Gracias compañero Eudoro Terrones Negrete, por enriquecer con su gran libro la bibliografía aprista; noble, fecunda y heroica.

Chiclayo, setiembre de 2021. 

 

EPÍLOGO

Hugo García Salvatecci

 

El Dr. Eudoro Terrones Negrete nos presenta una síntesis sumamente profunda del Aprismo, en su obra titulada “El Aprismo según Haya de la Torre”. Su ortodoxia aprista está descontada.

El historiador inglés Cole señala que el Aprismo es la mayor contribución de filosofía política que se dio en el tercer mundo durante el siglo XX. Lo que es resaltado por nuestro amigo Terrones Negrete. De lo que se trata ahora es de proyectar ese riquísimo pensamiento a una realidad histórica que se ha modificado cualitativamente.

El Papa Juan Pablo II, al analizar la “Rerum Novarum”, se inspiró, aunque enriqueciéndola, en la metodología de interpretación propuesta por el marxista francés Luis Althusser. Siguiendo al Papa Juan Pablo II, hablaremos de las tres lecturas que se deben  hacer de las obras de Haya de la Torre.

La primera lectura consiste en leer su obra, ubicándola en su tiempo, con el fin de evidenciar cuál era históricamente el problema social y político que se quería solucionar. Para lograrlo, es indispensable tener presente las principales fuentes en las que inicialmente se nutrió la ideología aprista.

Lo más resaltante es que Haya rechazó al Marxismo no por su carácter revolucionario, sino porque su pensamiento estaba de espaldas al avance de la ciencia, porque era producto de una interpretación histórica hecha bajo una perspectiva que no es la nuestra, y fundamentalmente porque su posición ideológica se había congelado. Cuando algo se congela se vuelve anacrónico, y si ello se vincula con una posición política deviene en reaccionario, a pesar de lo que se trate de decir en contrario.

Cerca de cincuenta años después, los grandes pensadores progresistas de Francia llegaron a la misma conclusión. Sartre, en la década de los setenta, no hablaba del marxismo congelado, pero sí del marxismo con arterioesclerosis. La obra de Sartre “Crítica de la razón dialéctica” es una obra sumamente académica y profunda, pero tardía con relación a Haya, pues termina exponiendo, con lucidez extraordinaria, lo que había dicho Víctor Raúl, cincuenta años antes. Podríamos decir que, si hay una obra que expresa plenamente la posición de Haya de la Torre sobre la dialéctica hegeliana y sobre el proyecto del marxismo-leninismo es la “Crítica de la razón dialéctica” de Sartre, lo que tendría que ser debidamente analizado.

Tal como señalé en mi obra “El Aprismo y la doctrina social de la Iglesia”, la posición de Haya, expuesta cuarenta o cincuenta años antes, es similar a la que, desde la década de los sesenta, se encuentra en las encíclicas sociales de la Iglesia. Estas encíclicas incluso utilizan la terminología difundida por Haya, como sería: bivalencia del imperialismo, la conciencia histórica vinculada a las diferentes velocidades de la producción, el recalcar que la experiencia marxista-leninista se relacionaba con el capitalismo de Estado y no con el auténtico socialismo, etc.

A partir de la revolución de mayo de 1968, ya no podía existir duda alguna sobre la debacle ideológica y política del marxismo-leninismo. Dos grandes pensadores de avanzada, Bertrand Russell y Sartre, lo proclamaron expresamente. Ambos, después de reconocer que ya el marxismo-leninismo no tenía futuro, señalaron, hace ya más de cuarenta años, que estaba surgiendo una nueva posición radicalmente revolucionaria que, inspirándose en Marx y en Mao, encarnaría una posición más extremista que la del marxismo-leninismo. Dicho movimiento se incubó en Francia y no en China, a pesar que se denominó “Maoísmo”.

Los mismos Russell y Sartre señalaron cuál sería su nueva táctica política: aplicar nuevamente la denominada “propaganda por el hecho” (terrorismo) propiciada por los anarquistas nihilistas del siglo XIX. Vale decir, realizar los actos terroristas más sangrientos, provocar permanentemente al Estado para fomentar intencionalmente la represión, en el entendido que en ninguna represión se pueden respetar plenamente el estado de derecho y los declarativos derechos humanos. Se dejaron todos los viejos sueños y los objetivos de los que se había hablado hasta el cansancio. La táctica maoísta sólo tiene dos momentos: primero el terrorismo nihilista más sangriento e inhumano, para luego buscar la protección de los burgueses derechos humanos y del estado de derecho. Lo que persigue el movimiento terrorista es que los agentes del orden pierdan completamente la moral sobre sus responsabilidades, puesto que se les pone en el dilema: morir en el combate o podrirse en la cárcel.

Llama la atención que todo ello fuera advertido hace más de cuarenta años, sin que todavía se le haya dado una respuesta ideológica contundente al fenómeno terrorista. Es a la posición maoísta a la que el día de hoy tenemos que dar respuesta, pues el marxismo-leninismo ya pertenece sólo a la historia.

La segunda lectura se centra en leer la obra de Haya en función de nuestra realidad actual, después que, relativamente en un breve tiempo, se han dado históricos saltos cualitativos de suma importancia. Es necesario, con lealtad y objetividad, contraponer el pensamiento de Haya con la realidad histórica en que nos encontramos, para adecuar el espíritu o los propósitos por los que fue creado el Apra a la nueva realidad histórica. Esta segunda etapa se constatación con la nueva realidad, nos permitirá la tercera lectura para proyectar el pensamiento aprista a un futuro ya no inmediato sino de mediano alcance.

Mi segunda lectura de la obra de Haya se encuentra en mi libro “El Apra entre dos orillas: ochenta años de Aprismo”. En estos momentos estoy preparando la obra que exprese mi tercera lectura y que denominaré: “Los nuevos retos de la democracia: cien años de Aprismo”.

Entre los puntos a reflexionar para propiciar la “reconstrucción del Aprismo”, se pueden señalar:

1)                     Estudiar detenidamente la situación internacional. Al parecer se dan todos los síntomas que evidenciarían que estamos frente al término de una etapa histórica y al inicio de otra. Danilevsky, Spengler y Toynbee precisaron que sus dos síntomas fundamentales son: la completa desaparición de una escala de valores, que termina propiciando la denominada “invasión de los bárbaros” en todos los niveles e instituciones públicas y privadas, y, en segundo lugar, los grandes cambios climatológicos.

En la Antigüedad, Platón, Aristóteles y Tucídides habían anotado que todas las grandes culturas han aparecido y desaparecido debido a los grandes cambios climatológicos. Todo ello fue reiterado por los grandes estudiosos de la historia del siglo XX. El estudio del medio ambiente, y su proyección histórica, es imprescindible en todo proyecto político actual.

2) Con la misma responsabilidad con la que estudió Haya de la Torre el fenómeno imperialista, se debe estudiar el fenómeno de la globalización, que lo ha reemplazado. Así como la lucha de pueblos reemplazó a la lucha de clases dentro del imperialismo, la globalización ha trastocado toda la dialéctica de la lucha de clases, internacionalizando sus antagonismos en el interior de todos los países del mundo. Se trata de un tema de suma importancia, puesto que, como ya lo había señalado Proudhon y luego lo repitiera Marx, para interpretar históricamente una sociedad es indispensable conocer el “sistema de contradicciones” que le da origen, y que se refleja en el antagonismo de las clases sociales.

La globalización es la expresión de la ley histórica de la internacionalización creciente de la humanidad. Jaspers, hace más de medio siglo, apuntó que recién estamos entrando dentro de una historia realmente universal. Mientras las clases desplazadas por la globalización, en los países ricos, han creado el movimiento de la “antiglobalización”, todavía nuestros pueblos indoamericanos no han tomado una posición ideológica y política para enfrentar dialécticamente a la globalización, incluso nuestra antítesis dialéctica, no cuenta todavía ni siquiera con el nombre. Pero estamos convencidos que nuestra única respuesta aprista a la “globalización” está en la integración indoamericana.

3) Desde hace más de dos siglos los más destacados pensadores de Occidente vienen sosteniendo la necesidad de un gobierno o Estado universal. Resalta sobre todo la figura de Kant, quien señaló rotundamente que el ideal del Estado universal tiene toda la fuerza de un postulado histórico, planteamiento que han repetido los tres últimos Pontífices. La posición de Kant fue determinante en el pensamiento de Proudhon y de nuestro libertador Simón Bolívar.

Desde sus inicios, nuestro gran ideal de integración es conformar una gran Confederación, para luego, con otras cuatro o cinco grandes confederaciones, conformar el Estado Universal. El tema de la integración Indoamericana, tiene, por consiguiente, que ser profundamente estudiado, dentro de esta dimensión universal, que por la globalización cada día está más cercana.

4) Haya de la Torre bosquejó también las diferentes subregiones económicas de Indoamérica que debía confederarse como primera etapa para la plena confederación Indoamericana. Una de ellas está conformada por los países andinos que ya cuentan con un convenio de integración: el “Acuerdo de Cartagena”. Nuestra primera e inmediata tarea es integrarnos plenamente con Ecuador, Bolivia y Colombia. 

5) En los últimos cincuenta años, de modo creciente, se viene señalando que el sistema democrático actual ya es anacrónico. Víctor Raúl lo señaló desde la década de los veinte del siglo pasado. La crítica más significativa que se le hace es que, en el fondo, no tiene nada de democrático. Estamos en una situación similar a la que se encontró Platón en el siglo IV a,d,C., cuando en defensa de los ideales auténticamente democráticos se propuso destruir la democracia de Atenas de ese entonces que se apoyaba en el principio irracional que disponía que el único modo democrático para acceder a los puestos públicos era el sorteo.

Lo que está en tela de juicio es el modelo de Estado que rige en el Occidente. El Papa Juan Pablo II, en su encíclica “Centesimus Annus”, llegó a decir que desde la Revolución Francesa hasta la actualidad, la humanidad viene tanteando nuevas formas estables de gobierno, que reemplacen al Estado absolutista de la Edad Moderna, sin que hasta la fecha lo haya logrado. El estudiar el tema de lo que hoy se denomina la reforma del Estado es algo imperativo.

6) La reforma del Estado debe iniciarse partiendo del municipio. Es a partir de esta reorganización del Estado desde el que se debe iniciar el proceso de integración.

Desde Kant, se tiene casi la certeza que el ideal razonable del Estado universal, que podría ser aceptado por todos los pueblos, tendría el modelo de Estado confederado. De otro modo, se corre el peligro que el Estado universal sea el producto de la imposición y la dictadura de una potencia militar. La integración de Indoamérica debe seguir el modelo confederado, lo que exige que previamente cada uno de nuestros países se organice confederativamente a partir del municipio.

Se trata, sin duda, de un proyecto de largo alcance, por lo que podrían darse etapas intermedias. Por ejemplo: ¿no sería mejor para el país que los municipios provinciales se conformen por la confederación de los municipios distritales y que las regiones por la confederación de los municipios provinciales?

7) Siguiendo el ejemplo de Proudhon, Haya propuso el Congreso Económico, llamado así fundamentalmente para diferenciarlo del Congreso político. Se trata de asegurar la participación de la sociedad en el manejo de la cosa pública. Son varias las atribuciones que debería tener, que no es el momento de analizar, pero hay un aspecto, señalado tanto por Proudhon como por Haya de la Torre, que es de suma importancia y de actualidad creciente: el tema de la moral pública.

En “El principio Federativo”, Proudhon profetizó que el estado socialista terminaría en la dictadura más férrea y que el estado burgués llevaría a las inmoralidades más vergonzantes. Su profecía lamentablemente se cumplió.

El Papa Juan Pablo II diagnosticó que el sistema democrático formal del Occidente está herido de muerte por el cáncer de la inmoralidad tanto pública como privada, que ya se encuentra en su fase terminal.

Acá en el Perú, contamos con el “Acuerdo Nacional”. Se le podría potencializar y darle las atribuciones del Congreso Económico. El tema del nombre puede pasar a un segundo lugar, lo que interesa es el concepto.

De modo urgente, del “Acuerdo Nacional” deberían depender todos los organismos de control. Ninguno de ellos debería estar subordinado a un poder del Estado. Si el “Acuerdo Nacional” eligiese al Contralor, al Directorio del Banco Central de Reserva, al Superintendente de Banca y Seguros, a los magistrados, y dichas instituciones estuviesen bajo su control, no va a significar que todos los problemas quedarán solucionados, pero se daría un paso gigantesco en la lucha contra la corrupción.

8) Otros de los angustiosos temas a ser estudiados es el de la demarcación de las regiones. Consideramos como uno de los mayores errores de toda nuestra historia republicana la decisión irresponsable de haber dado el nivel de regiones a los departamentos. Ese error debe ser cuanto antes corregido, antes que destruya más al país.

Si optamos por el modelo confederativo de González Prada y de Haya de la Torre se solucionaría, en gran parte, el problema de la regionalización. Pero de modo transitorio se debería partir de la demarcación de las regiones que puso en marcha el primer gobierno aprista.

En la tumba de Víctor Raúl se dice “Aquí yace la luz”. La expresión puede resultar equívoca, porque la luz, por su misma naturaleza, jamás puede yacer. Desde la tumba de Haya de la Torre resurge, siempre nueva, la luz que puede iluminar todo nuestro accionar humano, y no sólo político. En el silencio de su aparente descanso, podemos oír su grito clamoroso y angustioso que nos dice: yo construí el Aprismo, el deber de ustedes es reconstruirlo de acuerdo a la nueva realidad.

Lima, setiembre de 2021.

  

PALABRAS DEL AUTOR

Eudoro Terrones Negrete

 

El aprismo es una ideología política proyectada a escala continental, ideada por el pensador y político peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, mediante la Alianza Popular Revolucionaria Americana, cuyo fin era el de formar un pensamiento auténticamente latinoamericano que funcionase como alternativa a la cosmovisión eurocentrista americana, adaptado y adaptable a su realidad espacio-temporal y como foco de lucha antimperialista y antioligárquica en el que se uniesen en un frente único los "Trabajadores Manuales e Intelectuales"1, término por el cual se incluían a todas las clases sociales. Con la concepción de alcanzar “la emancipación mental indoamericana de los moldes y dictados europeos”, Haya de la Torre quiso que el aprismo fuera, como doctrina política, una línea de interpretación histórica del proceso latinoamericano, capaz de descubrir las leyes de su desenvolvimiento social, que comienza en la Antigüedad y culmina en la era del proletariado (https://es.wikipedia.org/wiki/Aprismo).

Verdad inobjetable es afirmar que el pensamiento de Raúl Haya de la Torre mantiene vigencia y continuidad histórica, liberada de toda influencia, dependencia o sumisión a dictados y moldes clásicos de interpretación histórica extranjera.

Desde una perspectiva histórica y orientación indoamericana el aprismo nace y florece en el siglo XX como un movimiento de negación dialéctico-conceptual de aquellas corrientes políticas  importadoras de filosofías, ideologías y doctrinas foráneas, de métodos y programas políticos copiados de otras latitudes.

La obra, El Aprismo según Haya de la Torre (Filosofía, Ideología y Doctrina), ha sido elaborada principalmente sobre la base de las Obras Completas (7 Tomos) de Haya de la Torre; las obras Después de mi muerte…la victoria. 20 reportajes; Revolución sin balas. 15 discursos de Haya de la Torre; Haya de la Torre o el Político, de Luis Alberto Sánchez; Adónde van las ideas de Haya de la Torre, de Pablo Silva Villacorta; El APRA entre dos orillas. Ochenta años de Aprismo, de Hugo García Salvatecci; Haya por Haya. Apuntes para sus Memorias, de Guely Villanueva Díaz;

Asimismo utilizando las obras Víctor Raúl, El hombre del siglo XX, de Roy Soto Rivera; Haya de la Torre. Testimonios de vida y obra, de Alfonso Cueva Sevillano; Haya de la Torre, una vida ejemplar y ejemplarizadora, de Alberto Vera La Rosa; Víctor Raúl…toda la vida, de José Olaya Correa; Haciendo memoria, de Mochero Vásquez (Lucio Antonio Vásquez Sánchez); Haya de la Torre o la política como obra civilizadora, de Jorge Nieto Montesinos; Vida y obra de Víctor Raúl Haya de la Torre, de Juan Manuel Reveco del Villar, Hugo Vallenas, Rolando Pereda Torres y Rafael Romero Vásquez; Haya de la Torre y la revolución constructiva de las Américas, de Alberto Baeza Flores; y, Víctor Raúl Haya de la Torre. El Ser Humano y Víctor Raúl, Docencia y decencia, de Roque Benavides Ganoza y Mochero Vásquez.

La obra que está en vuestras manos, contiene tres capítulos. El primer capítulo desarrolla la investigación monográfica sobre “El Aprismo según Haya de la Torre”. Y el segundo capítulo, “Filosofía, Ideología y Doctrina del Aprismo”, escrito por Eudoro Terrones Negrete, comprende aspectos  básicos sobre la vida y obra de Víctor Raúl Haya de la Torre, precisiones conceptuales sobre el aprismo y su relevancia en lo filosófico, económico, social, político, educativo-cultural, y en materia de libertad de expresión,  humanismo integral, globalización, entre otros.

En la parte del Anexo se ha consignado dos aspectos importantes sobre cooperativismo escolar. En el Anexo 1 A, la fundamentación preliminar del proyecto de ley sobre enseñanza del cooperativismo y la organización de cooperativas escolares. Y en el Anexo 1 B el texto de la Ley N° 24535, Ley para fomentar y promover la organización de cooperativas escolares en el Perú y su Reglamento que regula el funcionamiento de éstas a partir de 1986.

El propósito de esta obra es contribuir a la comprensión y difusión de la filosofía, ideología y doctrina del aprismo,  promover el debate y la confrontación con otras corrientes políticas, generar la mayor toma de conciencia, definición y participación  política de simpatizantes, militantes y dirigentes en la tarea común de construir un Perú con libertad, pan, democracia  funcional y justicia social para todos y una mejor patria indoamericana, a la luz del pensamiento de Víctor Raúl Haya de la Torre, que aún mantiene vigencia y continuidad histórica, liberada de toda influencia, dependencia o sumisión a dictados y moldes clásicos de interpretación extranjera.

El aprismo se origina, nutre y retroalimenta de la investigación científica de fenómenos sociales e históricos; de las recónditas fibras del sentimiento y de la conciencia popular; de la lucha política responsable, disciplinada, fraternal y con valores axiológicos;  del descubrimiento y la interpretación de la realidad de los pueblos; y del común objetivo de lucha frontal contra toda forma de dependencia, dominación, opresión e injusticia social.

Con el correr del tiempo el movimiento aprista reviste un carácter procesal y fecundo. Como proyecto histórico-social genera inagotables posibilidades de transformación y claro designio de gobierno de Frente Único de Clases y en aras de la democracia funcional, la libertad y la justicia social.

El aprismo representa una tesis política, una ideología y una doctrina completa, realista y original para el cambio permanente y responsable del Perú. En el aprismo caben todas las ideas, todos los pensamientos, todas las iniciativas, colaboraciones y propuestas de ciudadanos demócratas que desean elaborar y desarrollar un plan constructivo conjunto,  realista, renovador y con visión de futuro para el Perú.

El aprismo es la mejor opción política para forjar ciudadanía con igualdad de deberes y derechos; fomentar el liderazgo político y social con pensamiento estratégico, equidad, libertad y espíritu de justicia; promover la integración económica y política de los países latinoamericanos; asegurar la paz laboral, el orden interno, la seguridad ciudadana, la tranquilidad de las mayorías ciudadanas, el empleo con remuneración digna y justa, el pleno respeto a los derechos humanos, la erradicación de los privilegios y de la corrupción e inmoralidad en las esferas de los poderes del Estado y solucionar de manera progresiva e integral los problemas del Perú.

Las expresiones de Víctor Raúl Haya de la Torre nos liberan de mayores comentarios: “El aprismo, como doctrina política, supone fundamentalmente estos principios: defensa de la riqueza nacional, porque la riqueza de un pueblo es el respaldo de su soberanía; defensa que supone desarrollo y progreso nacional de esa riqueza, como base de la felicidad y bienestar del pueblo que debe conservarla e impulsarla para beneficio de su mejoramiento material y cultural. En segundo término: sobre la base de este concepto económico de la seguridad y el desarrollo nacionales, la organización del Estado, teniendo en cuenta al ciudadano como participante manual e intelectual en la producción de la riqueza, base de la economía, principio que responde al concepto de la Democracia Funcional. En estos dos grandes enunciados se basa todo el programa de acción política del aprismo”. (1)

Mi agradecimiento especial a Guely Villanueva Díaz, por el Prólogo de la obra. Villanueva Díaz es un reconocido escritor e investigador sociopolítico, ex embajador de Perú en Guatemala, autor de las obras Dinámica Aprista; Reportajes al APRA (dos volúmenes); Víctor Raúl. Semblanzas de una vida en el siglo; Poemas y canciones apristas; Voces de homenaje; Perfiles apristas; Víctor Raúl en Lambayeque. Historia social del APRA; Haya por Haya. Apuntes para sus Memorias; Osado peregrino, entre otros valiosos textos.

Mi agradecimiento especial a Hugo García Salvatecci, por el excelente Epílogo de la obra. García Salvatecci es ilustre profesor universitario, filósofo e investigador científico, autor de obras trascendentes, entre ellas, Sorel y Mariátegui (1979), Haya de la Torre y el Marxismo Indoamericano (1981), El Aprismo y la doctrina social de la Iglesia (1987), Vizcardo y Guzmán: precursor del ideal americanista (1987), Páginas Apristas (1991) y El APRA entre dos orillas. Ochenta años de Aprismo (2009).

Culminamos estas palabras introductorias con la recomendación de Haya de la Torre: “Hay que prepararse para el ejercicio del gobierno, si la misión del aprista es salvar la Patria de los que medran con ella”.

Lima, setiembre de 2021.

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