Artículos periodísticos y de investigación

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8 de noviembre de 2021

Comentario de la obra "LA REGIÓN ASUMIENDO SU DESARROLLO"

 

LA REGIÓN ASUMIENDO SU DESARROLLO


 

PRÓLGO

Humberto Carranza Piedra

Las transformaciones socio-económicas que se implanten en el Perú no serán fruto solamente de las leyes que se dicten para cambiar las estructuras, sino de la difusión que de ellas se haga y de la crítica y el análisis de nuestros intelectuales, para poder penetrar con dichos dispositivos legales en la conciencia de los hombres y de los pueblos.

Cuando en la Constitución del año 1979, forjada bajo el impulso del Maestro Haya de la Torre, se establece el capítulo sobre “Descentralización, Gobiernos Locales y Regionales” se abre el camino hacia la gran revolución descentralista, en democracia y en libertad. Pero hace falta que tales ideas se propaguen, se comenten y se difundan.

Corresponde en esta oportunidad, a la pluma de un joven profesional que fue destacado parlamentario, el profesor en Filosofía y Ciencias Sociales, Eudoro Terrones Negrete, el privilegio de lanzar este importante trabajo que, estoy seguro, será comentado no sólo a nivel local o regional, sino nacional, por lo novedoso del tema y por las valiosas ideas que se aportan, y que servirán de base para ir adquiriendo la “Conciencia Regionalista” de la que con tanta vehemencia nos habla.

El autor, con su formación ideológica, con su acendrado espíritu provinciano y más que nada con la pasión por la defensa de los pueblos olvidados, de aquellos rincones del “Perú Profundo” de los que nos cita el Dr. Jorge Basadre, formula en estricta justicia un reclamo para nuestras Provincias, a fin de poner término “al orden injusto y arbitrario”.

Su conocimiento de la materia, permite volcar en este trabajo su concepción doctrinaria sobre regionalización, concibiéndola como el instrumento básico para la descentralización. Es por eso que, cuando nos habla de un Estado descentralista, no hace sino recoger los grandes anhelos de muchos millones de peruanos que ansían la regionalización y que esperan “sostener un encuentro nuevo con la historia” para conseguir “una justa distribución de la riqueza”.

Hace muy bien Eudoro Terrones Negrete en analizar en los diversos capítulos de su obra, temas vinculados a la regionalización, no sólo en el campo legal, sino reclamando algo más positivo, para pasar “de la retórica a la acción”.

La inquietud descentralista que vive el autor se puede apreciar también cuando se revisan sus intervenciones parlamentarias, en las que puso el énfasis y el sentimiento regionalista, por la que merece destacarse la emoción social del Profesor, intelectual y ex Diputado por el Departamento de Junín (1985-1990), que, además de la defensa de su circunscripción a la cual representó, también hizo sentir su palabra revolucionaria en favor de las grandes causas nacionales.

Comentario especial merece el problema de la regionalización y la moral, así como los desafíos que se presentan en la referida regionalización.

Creemos, como lo cita el autor que no se alcanzará un verdadero desarrollo “si paralelamente al gobierno regional no se aplica una inflexible y radical política de moralización” y ello es inquietud de todos quienes seguimos las lecciones de Víctor Raúl.

De igual manera cuando comenta los diversos desafíos que tiene la Regionalización, citando entre otros, los dos grandes problemas del terrorismo y la financiación económica de las Regiones. Son problemas que se analizan en la obra y demuestran la inquietud y el conocimiento de cada uno de los temas.

En suma, es un importante aporte de un destacado intelectual y digno parlamentario, sobre un tema de actualidad que forma parte de la tesis revolucionaria del Aprismo. 

Lima, 30 de Noviembre de 1990. 

Humberto Carranza Piedra

Senador de la República.

 


PALABRAS DEL AUTOR

Eudoro Terrones Negrete


 Desde los inicios de la vida republicana, los peruanos tuvimos por desgracia un tipo de Estado sujeto a los nefastos y voraces intereses de una clase social privilegiada y dominante, entreguista e inepta, que prestó oídos sordos a los pliegos de reclamaciones de los trabajadores manuales e intelectuales. Estado de minorías, desligado de los intereses y derechos nacionales, de espaldas a la historia y al cambio social, cada vez más insensible, indolente, inoperante y parasitario, al servicio de oligarcas, terratenientes y gamonales y de todos los imperialismos.

Este tipo de Estado de minorías fue el portavoz y defensor de los innobles intereses de la recalcitrante derecha nacional y de los intereses foráneos, brazo incondicional de la alta burguesía ligado a la dirección de zigzagueantes tecnócratas. De aquí resultó un Perú donde el veinte (20 %) por ciento de su población llegó a concentrar y usufructuar de sus riquezas, viviendo con todas las comodidades del caso, mientras que el ochenta por ciento (80 %) restante carecía de todo, sufriendo hambre, desatención y miseria permanente, y el cuarenta por ciento (40 %) del total de su población constituida por campesinos carecía de títulos de propiedad de sus tierras que explotaban.

Si observamos la distribución del ingreso en el Perú, las diferencias, desigualdades, privilegios e injusticia es evidente, a tal punto que Alan García Pérez, Presidente de la República del Perú (1985-1990) expresó que existe una injusta y desigual distribución de los recursos y de la riqueza nacional, que se resume en las cifras siguientes: el 10 % de la población recibe la mitad de todo el ingreso, el 15 % alcanza a repartirse algo y el resto sólo se reparte miseria y necesidad. Si construimos una pirámide con todos los sectores del ingreso nacional se comprueba que arriba en la cúspide hay 2 % de la población vinculada a grandes empresas transnacionales, a corporaciones monopólicas que gobiernan la alimentación del Perú (trigo, grasa, leche), la gran industria minera y pesquera, algunos sectores financieros y el funcionariado subsidiario. Pues bien, ese 2 % de la población económicamente activa capitaliza el 28 % del ingreso nacional. En el 8 % que sigue para completar la franja superior del 10 %, encontramos a las capas altas de nuestra clase media, de la pequeña y mediana industria.

El Estado peruano ha subsistido bajo la égida de los poderes extranjeros, gravitando sobre ella la vida económica del país, subordinada al yugo del capital extranjero que explotó por mucho tiempo al trabajador, al pequeño y mediano comerciante, artesano e industrial, cargando la cruz pesada que lo propinó a través del más grande endeudamiento externo que registra la historia republicana, superando a los dieciocho mil millones de dólares. El Estado devino en carente de autenticidad nacional y de identidad cultural, con ilusoria soberanía, con ingentes recursos naturales y riqueza cultural hipotecada al imperialismo norteamericano, primordialmente. Nuestros acreedores exigieron hasta el 40, 60 y 80 % del valor de nuestras exportaciones como destino o reserva para el pago de la deuda externa.

Convertidos, entonces, en un país colonizado por el imperialismo pronto se dejó sentir los efectos de un Estado centralista que concentró servicios, capitales, obras públicas, industrias en la capital de la República, a tal punto que Lima representa a la fecha el 75 % del total nacional de industrias que están en funcionamiento. El Estado peruano era y aún continúa siendo un país dependiente del capital extranjero, aunque con grandes recursos naturales no bien explotados, “país mendigo sentado en un banco de oro” (Antonio Raimondi), un Estado insolvente, empobrecido y sin independencia, con mal aprovechamiento de su rico y variado potencial socio-económico, turístico y cultural así como de su potencia o fuerza de trabajo.

La tradicional y obsoleta estructura del Estado se ha venido manteniendo por más de ciento sesenta y cuatro años de vida republicana (1821-1986) hasta que por fin llegó el Partido Aprista Peruano al Gobierno y puso en marcha la nueva estructura sobre la base de los Gobiernos Regionales, esperanzado de alcanzar a través de ellos la justicia descentralizada, el bienestar y la libertad de los pueblos marginados y olvidados por el poder central, cuya filosofía y doctrina genéricamente presento a consideración del pueblo en el presente libro. 

Lima, Diciembre de 1990.

Eudoro Terrones Negrete

Nota.- La obra “La región asumiendo su desarrollo” contiene cuatro capítulos: En el primer capítulo, sobre el centralismo: La limeñización del país; el centralismo departamental y centralismo capitalino; las causas y consecuencias del centralismo; la respuesta al centralismo.

En el segundo capítulo, la filosofía de la regionalización y del gobierno regional: El nuevo estado descentralista; la revolución regional; la trascendencia histórica la regionalización; el quehacer de los gobiernos regionales; el regionalismo y el Congreso Económico Nacional; de la retórica a la acción descentralizadora; conciencia regionalista; burocratización y subdesarrollo; gobierno regional moralizador; el nacionalismo del gobierno regional; el impulso popular del gobierno regional; acerca de las prefecturas regionales; planificación y desarrollo regional; la regionalización y sus niveles; principios de la regionalización; la autonomía regional; autonomía económica y administrativa; delegación de facultades a cada gobierno regional.

También, recursos financieros de los gobiernos regionales; financiamiento del Fondo de Compensación Regional; distribución regional de los recursos; transferencia del gobierno central a los gobiernos regionales; transferencia democrática dl poder de decisión; para llevar a cabo la descentralización; principales desafíos para la región; resultados de la jerarquización departamental según potencial; Ley Orgánica de creación de cada Región; clases de proyectos en la legislación regional; interpelación al gabinete ministerial del primer gobierno aprista; aprobación de la ley de creación de la región “Andrés Avelino Cáceres”; para salir de la crisis; ¿Qué quiere la derecha?; reconciliación nacional; salvemos al Perú.

En el tercer capítulo, Aprismo, regionalización y descentralización: Víctor Raúl Haya de la Torre; Alan García Pérez; Ramiro Prialé Prialé, Manuel Seoane Corrales, Javier Pulgar Vidal, Luis Alva Castro, Aprismo es regionalización, El Aprista y la razón de su existencia.

En el cuarto capítulo, Base legal de la descentralización en el Perú: Reglamento provisional expedido en Huaura por el General Don José de San Martín; estatuto provisional de los departamentos libres del Perú; Constitución de 183; Constitución de 1828; Constitución de 1834; Constitución de 1839; Constitución de 1856; Ley que establece la organización y modo de proceder de las juntas departamentales; rentas de las juntas departamentales y los servicios que deben aplicarse; Constitución de 1920; Ley N° 4504-Ley orgánica de las Legislaturas Regionales; Constitución de 1933; Fondo Nacional de Desarrollo Económico; Constitución de 1979; la ley de la Actividad Empresarial del Estado en el proceso de regionalización del país; las Juntas de Obras Públicas Departamentales de Desarrollo; Antecedentes legales de la descentralización.

Terminología descentralista

Notas

Bibliografía

Acerca del autor.


 

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