CONCEPCIÓN ÉTICA DE VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE
Por: Inteligencia Artificial ChatGPT4.0
Solicitante: Dr. Eudoro Terrones Negrete
Fecha, Lima, 2 de enero de 2025.
La concepción ética de Víctor Raúl Haya de la Torre se encuentra estrechamente vinculada a su pensamiento político y filosófico, que busca articular una visión del ser humano, la sociedad y el poder desde una perspectiva solidaria y humanista, enmarcada en el contexto latinoamericano.
Como fundador del APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana), Haya de la
Torre propuso una ética que trascendiera los modelos individualistas y
materialistas de las corrientes dominantes en su época, en particular el
capitalismo liberal y el socialismo marxista ortodoxo.
1. ÉTICA DE LA SOLIDARIDAD Y LA
JUSTICIA SOCIAL
Haya de la Torre entendía que la ética debía ser
una guía práctica para transformar la realidad social, y no solo un conjunto de
principios abstractos. Su noción de solidaridad aboga por una responsabilidad
colectiva entre los pueblos de América Latina, concebidos como una unidad
cultural y política que debía unirse para enfrentar el imperialismo y la
explotación.
La justicia social es el eje central de su ética,
entendida no solo como una cuestión de redistribución económica, sino como un
proceso integral que incluya la dignidad humana, la igualdad de oportunidades y
el reconocimiento cultural. En este sentido, su ética rechaza las desigualdades
estructurales y las formas de dominación colonial y neocolonial.
2. ÉTICA POLÍTICA Y
REVOLUCIONARIA
Haya de la Torre defendía una ética que impulsara
el compromiso político como una forma de vida. Para él, la política no debía
ser un instrumento de poder personal ni de enriquecimiento, sino un servicio a
la comunidad orientado a la emancipación de los oprimidos. Este enfoque lo
llevó a plantear la necesidad de una revolución política y económica que
respetara la autonomía cultural de América Latina, diferenciándose tanto del
capitalismo occidental como del socialismo soviético.
Su ética política está fundamentada en la idea de
un Estado solidario y participativo, donde las decisiones no se impongan
desde arriba, sino que surjan del diálogo entre las bases populares y las
élites dirigentes.
3. RELACIÓN CON LA ESPIRITUALIDAD
Y LOS VALORES HUMANOS
Un aspecto distintivo de la concepción ética de
Haya de la Torre es su énfasis en la espiritualidad y los valores humanos como
pilares de la acción política. Aunque no adopta una postura religiosa
dogmática, reconoce el papel de los valores trascendentes como la fe, la
esperanza y la caridad en la construcción de una sociedad más equitativa.
Para Haya, la ética no puede desligarse de la
dimensión espiritual del ser humano, ya que esta constituye una fuente de
motivación para la lucha por un mundo mejor. Esta visión humanista se refleja
en su rechazo al materialismo puro, ya sea de índole capitalista o socialista.
4. CRÍTICA AL INDIVIDUALISMO Y LA
ÉTICA DE CLASE
Una de las críticas más relevantes de Haya de la
Torre es hacia las éticas individualistas, que priorizan los intereses
personales por encima del bien común. También se distancia de la ética de clase
marxista, al considerar que esta tiende a polarizar a la sociedad en bloques
irreconciliables. En su lugar, propone una ética integradora que reconozca la
diversidad de intereses y busque el equilibrio a través de la cooperación y el
diálogo.
5. PRAGMATISMO ÉTICO Y PRAXIS
TRANSFORMADORA
Finalmente, su concepción ética tiene un carácter
eminentemente pragmático. No se limita a teorizar sobre lo que es correcto o
incorrecto, sino que insiste en la acción concreta para transformar las
estructuras de opresión. Para Haya de la Torre, la ética es inseparable de la praxis,
y su efectividad se mide por los resultados que genera en la mejora de la
calidad de vida de los pueblos.
CONCLUSIÓN
La concepción ética de Víctor Raúl Haya de la Torre
combina elementos de solidaridad, justicia social, compromiso político y
espiritualidad humanista, con un enfoque práctico orientado a la transformación
de América Latina. En su visión, la ética es un motor de cambio que guía tanto
a los líderes como a los ciudadanos hacia la construcción de una sociedad más
justa, libre y solidaria. Su propuesta sigue siendo relevante como un modelo
ético-político alternativo que busca equilibrar los valores universales con las
realidades específicas de los pueblos latinoamericanos.