APRA RUMBO A PALACIO DE GOBIERNO 2021-2025 (1)
EL NUEVO ESTADO DE PARTICIPACIÓN
Y EL APRA
Escribe:
Dr. Eudoro Terrones Negrete
INTRODUCCIÓN
El Apra, -Alianza Popular
Revolucionaria Americana-, es el primer partido político de Perú, con
proyección latinoamericana, que nace con filosofía, doctrina, ideología,
principios y valores éticos, planes y programas de gobierno, para realizar la
Gran Transformación de los pueblos, sobre la base del pensamiento de su
fundador, Víctor Raúl Haya de la Torre.
El Aprismo surgió como necesidad
de encarar con realismo y cientificismo los antiguos y nuevos problemas
sociales, políticos, económicos, educativos, culturales, turísticos y
ecológicos de los pueblos. Surgió tras buscar, investigar y descubrir la
realidad de Perú y de los demás países de América Latina, captarla en datos y
cifras estadísticas concretas y jamás inventarla.
El Aprismo nació con
ideas propias, después de un amplio análisis y debate en las bases partidarias
de provincias sobre sus necesidades, problemas y aspiraciones, los mismos que
fueron ratificados por sendas convenciones para luego ser aprobados en un
congreso nacional en Lima.
Cuando a fines de 1924 se
enuncia el Programa del APRA, se presenta todo un plan revolucionario de acción
política, de llamamiento a todas las fuerzas dispersas para unirse en el gran
Frente Único de Clases Explotadas o Frente Único de Trabajadores Manuales e
Intelectuales, frente único de ofensiva
y defensa contra el peligro común de la conquista que significaba el feudalismo,
la oligarquía y el militarismo en el orden interno y el imperialismo en el
campo externo,
Así llegó a surgir el
Programa Máximo y el Programa Mínimo del APRA, los mismos que fueron expuestos
al país en 1931 por Víctor Raúl Haya de la Torre, entonces candidato a la
presidencia de la República.
Resulta que el primer
programa de gobierno científico en el Perú fue elaborado por el Aprismo en
1931, con la participación libre, consciente, voluntaria y responsable de los
militantes, dirigentes, profesionales y técnicos del Partido Aprista, en su
primer gran intento histórico de transformar el país y de construir los
cimientos de una sociedad mejor para acabar con el empirismo gubernamental, las
desigualdades, la pobreza, las dictaduras, y las injusticias, para unir
económica y políticamente a los países indoamericanos y constituir un nuevo
Estado Antimperialista, Estado Docente, Estado de Frente Único de Clases
Explotadas, Estado de Participación y Estado Moralizador.
“Debemos aplicar la
realidad a los libros y no los libros a la realidad” era uno de los apotegmas
de lucha científica que voceaba por doquier Haya de la Torre, en franca
respuesta a los intelectualoides, a los revolucionarios de boquilla, a los
comunistas criollos y a todo cuanto colono mental europeo encontraba en su
camino que predicaba la liberación de América recitando al pie de la letra las
obras de Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao Tse Tung y de Adolfo Hitler.
EL
NUEVO ESTADO DE PARTICIPACIÓN
El nuevo Estado de
Participación se enuncia oficialmente en el Programa aprista de 1931, que es el
primer programa de gobierno aprobado en Lima durante el I Congreso Nacional del
Partido Aprista Peruano realizado en los meses de agosto y setiembre de 1931.
El 9 de octubre de 1931,
el candidato a la presidencia de la República Víctor Raúl Haya de la Torre
recibe del Comité Ejecutivo Nacional del PAP el programa de gobierno, ante una
asamblea de más de ochenta mil apristas reunidos en la Plaza San Martín de
Lima.
Fue la primera vez en el
Perú que un candidato a la presidencia de la República acepta el programa
preparado por la dirigencia y militancia de su partido para ser expuesto y explicado
en la gira electoral por las regiones de Costa, Sierra y Selva del país.
En aquella fecha, Haya de
la Torre manifestó: “Nosotros los apristas propiciamos un nuevo tipo de Estado,
basado no en el ciudadano como cantidad sino en el ciudadano como calidad. Por
eso nuestro Estado tenderá a ser un Estado de Participación de todos aquellos
que en una forma o en otra contribuyan con trabajo a la formación de la riqueza
nacional. Queremos un Estado en el cual cada hombre participe, sin abandonar su
función vital de trabajador…”
Desde entonces el Aprismo
postula, defiende y promueve un nuevo Estado de Participación del hombre como trabajador
manual o trabajador intelectual capacitado, cualificado, que contribuye en la
creación, producción, distribución y usufructo de la riqueza nacional, sin
excluir de sus rangos a nadie que esté listo al servicio sacrificado y
altruista del país. Precisaba Haya de la
Torre: “Sólo no caben en él los egoísmos y los traficantes, los fariseos de la
democracia y los sórdidos servidores del despotismo y de la injusticia”.
La participación en el
nuevo Estado Aprista no es exclusiva de una sola clase (la capitalista) ni
excluyente de las otras (obreros, campesinos, clase media, etc.), toda vez que
compromete la participación de todas las clases sociales (policlasismo), en la decisión, gestión y
conducción del Estado.
El nuevo Estado de
Participación adviene en un Estado de mayorías y de minorías participantes,
dentro de un régimen político democrático-participativo e incluyente socialmente.
Los ciudadanos permanecen
en diálogo constructivo, en consulta permanente con el gobierno, como
protagonistas históricos y constructores de su propio destino, los mismos que
en igualdad de deberes y de derechos serían favorecidos por las políticas de
reformas o de cambios estructurales.
El nuevo Estado de
Participación asume nuevas funciones de coordinación y de promoción de la
participación ciudadana con mano de obra calificada, de las organizaciones
sociales de base, de los partidos políticos, sindicatos, de la sociedad en su
conjunto y en concordancia con los grandes objetivos de crecimiento, de
desarrollo y de transformación nacionales.
Y para que la
participación organizada de la población surta los efectos deseados, señalaba Haya
de la Torre: “La participación tiene que estar ligada a los grandes objetivos
de crecimiento, desarrollo y progreso del país. Además tiene que ser libre,
voluntaria, consciente, horizontal, disciplinada, concertada, mutuocrítica,
técnica, planificada y sin intermediarios ni mecanismos de manipulación social”.
Cerramos el artículo, sin
agotar el asunto, con las palabras de Aristóteles: “El
Estado fue formado para hacer la vida posible y sólo puede existir para hacer
la vida buena”.
Y para que la vida en el
Perú sea posible y buena, el Partido Aprista Peruano en cuanto sea gobierno el
2021-2025 o en los próximos períodos deberá
poner en marcha el nuevo Estado de Participación con una política científica, política
de diálogo y de concertación social, política realista, responsable,
perfectible y transparente.