EL APRISMO ES EL PARTIDO DE
LA REFORMA SOCIAL
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
Somos el disparo histórico, la fuerza telúrica que le marca al Perú su destino.
Haya de la Torre.
El aprismo es un partido
político que establece por vez primera en el Perú las bases modernas de una
nueva economía nacional, con base técnica y científica, debidamente
planificada, y que destierra el empirismo, la improvisación, el aventurerismo
como forma de gobierno y consolida la planificación en las diversas áreas del
quehacer humano.
El aprismo para cumplir
con su misión promotora de la reforma social lucha contra la anarquía de la
producción y del sub-consumo a fin de evitar la crisis económica, explotar,
producir y distribuir la riqueza, con mayor equidad, eficiencia y espíritu de
justicia entre los más necesitados o los que menos tienen.
El mecanismo de la
planificación económica, política, educativa y cultural como forma de buen
gobierno permite descubrir e inventariar nuestra realidad, formar conciencia y
mística de previsión de los retos y respuestas a los problemas y necesidades de
la población.
Un gobierno aprista en
estas condiciones y calidades seguro que acabaría con la corrupción e
inmoralidad en la administración pública, acabaría con las coimas, los
peculados, los puestos de favor, las tarjetas de recomendación y con la
mendicidad en las puertas de los ministerios y dependencias públicas.
El aprismo, como partido
de la reforma social en el Perú determina sus propios planes y programas de
acción y que deberá aplicarse y cumplirse a corto, mediano y largo plazo; a
través de sus cuadros técnicos diagnostica y evalúa la realidad socioeconómica
y educativo-cultural del país, formula el Proyecto Nacional Aprista y elabora
los planes de gobierno.
Para impulsar las grandes
reformas sociales y el mejor cumplimiento de sus fines históricos cuenta con
una ideología y una praxis ricas en antecedentes planificadores. Desde el
primer Plan o Programa Mínimo de 1931 hasta el Programa de Emergencia para
1980, pasando por el Plan de 1962, las Bases del Plan de Gobierno para
1980-1985 y toda la vasta planificación del segundo gobierno aprista 2006-2011.
El aprismo cuenta como
soporte técnico-político a la denominada Comisión Nacional de Plan de Gobierno
(CONAPLAN), cuyos objetivos son: preparar y mantener permanentemente
actualizado el diagnóstico socioeconómico del país; formular el proyecto
nacional aprista, elaborar los planes de gobierno en sus distintos horizontes y
modalidades, preparar de manera periódica los análisis sociales, económicos y
políticos de coyuntura, asesorar a la dirigencia y a la representación
parlamentaria del Partido Aprista y a los representantes de los gobiernos
regionales y gobiernos locales, respectivamente.
A través del Programa
máximo y programa mínimo del Apra se lograron importantes conquistas sociales,
laborales, educativas y derechos ciudadanos: la planificación de la economía
peruana, la descentralización y regionalización del país, la implantación del
seguro social, la educación gratuita en todos los niveles y modalidades, los
derechos políticos de la mujer en igualdad de condiciones que las del hombre y
el reconocimiento de su facultad para desempeñar todos los cargos públicos
obtenidos por elección o nombramiento.
Por vez primera se
habla del derecho al voto de los mayores
de 18 años, por su capacidad económica creadora; el voto de los analfabetos; la
separación de la Iglesia del Estado y la ciudadanía latinoamericana.
Entre los argumentos
esgrimidos para justificar el voto de los analfabetos se decía, por ejemplo,
que “Las cargas del Estado obligan por igual a todos los miembros del Estado
entre los cuales no hay distinción entre alfabetos y analfabetos. Si para el
pago de contribuciones, el servicio militar, etc., no hay diferencias, menos
las debe haber para el derecho a voto”.
Con el aprismo se aprueba
la reforma tributaria, el fomento del cooperativismo, la creación del Banco de
la Nación, el impulso de la reforma
agraria y la nacionalización de la minería, entre otros.
En la sesión del pleno del
Congreso, el 14 de enero de 1932, el c. Luís Alberto Sánchez solicitó a nombre
de la Célula Parlamentaria Aprista el voto para los miembros de las Fuerzas
Armadas (FF.AA.). Sánchez argumentó así: “El voto para los miembros de las
FF.AA. se funda en el concepto de trabajo…Dentro de la doctrina del partido, es
repetido que el derecho político es consecuencia del derecho económico. El
miembro de las FF.AA. es en último término un trabajador que presta servicios
en funciones que demandan un trabajo evidente, lo mismo que no los desliga a
pertenecer a la clase campesina, proletaria o media”.
Con el Apra se crean las
universidades populares González Prada, se incorpora al indio al proceso
económico y desarrollo del país, se moderniza la comunidad indígena, el Poder
Legislativo efectúa control sobre las acciones del Poder Ejecutivo.
Con el Apra se hace
realidad la jornada máxima de las ocho horas diarias para cualquier tipo de
actividad humana, el descanso de un día y el derecho de la mujer a ganar el
mismo salario por el mismo tipo de trabajo, el pago del salario dominical para
todos los trabajadores que hubiesen cumplido con su función los días hábiles de
la semana. Los periodistas obtienen una serie de derechos fundamentales.
Con el Apra se conquista
la igualdad de derechos entre hijos legítimos e ilegítimos, por cuanto éstos de
padre y madre no casados se encontraban en inferioridad respecto a los
legítimos, no sólo por la situación natural de la inexistencia de un hogar
unido que vele por ellos, sino porque la ley los castigaba por el hecho éste
que no han provocado.
La creación de las
oficinas de Beneficencia Pública, los Botiquines Populares, la exoneración de
impuestos a los asilos de ancianos, la creación de Colegios Profesionales y la
construcción de cientos de escuelas técnicas en todo el Perú es también obra
del aprismo
Lo dijo ya el maestro Haya
de la Torre: “Nosotros como Partido, autor e iniciador en el Perú de todas las
reformas fundamentales que se ha planteado y se ha proyectado, no queremos ir
atrás, queremos progreso, reforma, desarrollo, pero queremos que el pueblo
participe en la ejecución de estos planteamientos y que la Democracia se
establezca. Somos el disparo histórico, la fuerza telúrica que le marca al Perú
su destino” (Obras completas, Tomo
7:416).