EL PARADIGMA
DE ISAAC NEWTON
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
Isaac Newton (1642-1727) fue un
físico, astrónomo, matemático, filósofo y maestro universitario inglés; es
conocido como el fundador de la mecánica clásica, de la física moderna y el que
proporcionó una nueva concepción científica del universo durante más de 200
años.
Estableció la teoría de los
colores, inventó el sistema de matemáticas superiores denominado Cálculo Integral y Diferencial, como
parte integrante de lo que se conoce con el nombre de Análisis Infinitesimal, rama de las Matemáticas que se ocupa de las
magnitudes infinitamente pequeñas y de sus relaciones adecuadas. Construyó un
telescopio de reflexión, sistematizó totalmente la mecánica clásica, introdujo
el teorema binomial y el estudio de la naturaleza de la luz, simplificó las
leyes de Kepler, sostuvo que la luz blanca es la combinación de los siete
colores del arco iris.
Haciendo uso del método inductivo
y matemático llegó a formular tres leyes: 1°. Que toda acción genera una
reacción (principio de acción y reacción);
y, 2°. Que todo cuerpo, cualquiera que sea su estado de movimiento o reposo,
tiende a conservarlo, hasta que una fuerza superior lo altera (principio de inercia). 3°. La
aceleración de una masa por efecto de una fuerza es inversamente proporcional a
la masa y directamente proporcional a la fuerza (principio fundamental de la dinámica).
En el siglo XVII Isaac Newton
abrió el camino para la ilustración del siglo XVIII y llegó a explicar las
órbitas observables de los planetas y sus satélites, el movimiento de los
cometas, la caída de los cuerpos a la superficie de la Tierra, el peso, las
mareas y el leve abultamiento ecuatorial del globo terráqueo. Newton demostró
que la fuerza de gravedad es proporcional al producto de las dos masas e
inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ellas. También
comprobó que las mareas se deben a la
fuerza de gravedad de la Luna y del Sol, que actúan sobre la masa líquida de la
Tierra.
Entre sus obras principales
figuran: Óptica; El sistema del mundo; Tratado de las reflexiones, refracciones
y colores de la luz, y Principios matemáticos de la filosofía natural (1687).
En la obra, Principios matemáticos de la filosofía natural, sentó las bases
teóricas de la “interpretación mecanicista” de los fenómenos físicos, expuso su
concepción del mundo basada en la ley de la gravitación universal que él
descubrió. Asimismo confirmó la hipótesis de Galileo según la cual tanto los
fenómenos “físicos” como los “cósmicos” siguen las mismas leyes. Decía: “Si hay
leyes en alguna parte, es que están en todas partes”.
La frase de Newton “no invento
hipótesis” fue la consigna de la corriente filosófica del empirismo durante el siglo XVIII.
Newton llegó a decir: “Las
proposiciones particulares se infieren a partir de los fenómenos, y después se
generalizan mediante la inducción. Fue así como se descubrieron la
impenetrabilidad, la movilidad y la fuerza impulsora de los cuerpos, y las
leyes del movimiento y la gravitación”.
Newton considera como Reglas del
Razonamiento en Filosofía (“Mathematical Principles of Natural Philosophy,
libro III) las siguientes: I. No debemos admitir más causas de las cosas
naturales que las que sean verdaderas y suficientes para explicar su
apariencia. II. Por tanto, en la medida de lo posible, tenemos que atribuir las
mismas causas a los mismos efectos naturales. III. Las cualidades corpóreas que
no admiten intensificación ni remisión de grados y que resultan pertenecer a
todos los cuerpos a que alcanzan nuestros experimentos, deben estimarse como
cualidades universales de todos los cuerpos en general. IV. En la filosofía
experimental debemos considerar las proposiciones conseguidas mediante
inducción general a partir de los fenómenos como suficiente o aproximadamente
verdaderas, pese a cualquier hipótesis contraria que pueda imaginarse, mientras
no aparezcan otros fenómenos por los cuales aquellas proposiciones puedan
hacerse más exactas o sometidas a excepciones. Puede añadirse a ese texto otro
paso procedente de una página próxima contenida en el mismo libro: “Yo no hago
hipótesis; pues todo lo que no está inferido de los fenómenos debe llamarse
hipótesis, y las hipótesis, metafísicas o físicas, sobre cualidades ocultas o
cualidades mecánicas, no pueden recibirse en la filosofía experimental”.
Respecto al descubrimiento de la
gravitación universal, Carl Grimberg expresa: “Se dice que Newton descubrió la
gravitación universal un día en que, paseándose por su jardín, vio desprenderse
una manzana del árbol y caer al suelo; ello bastó para que el sabio se preguntara:
“¿Por qué cae esta fruta verticalmente y no en otra dirección?”. Newton en
aquellos momentos se encaminaba hacia un gran descubrimiento: la ley de la
gravedad o de la gravitación universal, que necesitó estudiar veinte años antes
de poder exponer sus pruebas…”[1]
El
método newtoniano
Newton afirmó el método de
análisis y síntesis, el método inductivo y matemático. Rechazó toda elaboración
metafísica y deductiva que no se fundamentara en la verificación experimental
de los fenómenos, y elaboró la hipótesis de que todas las generalizaciones que
no dependan de la observación directa de la experiencia son ficticias.
- Simplicidad de la naturaleza. Sólo hay que admitir como
causas de los hechos las estrictamente necesarias para explicar y describir un
fenómeno y no otras accesorias.
- Los efectos del mismo género
o tipo deben ser atribuidos a causas iguales, es decir, dos cosas idénticas
tienen el mismo origen causal.
- Las cualidades, no susceptibles de aumento o
disminución y concurrentes en todos los cuerpos accesibles a la experiencia,
deben ser consideradas como pertenecientes a todos los cuerpos de la
naturaleza.
Para Newton el
método inductivo proporcionaba una certeza absoluta, y no probabilística, como
pensaba Francis Bacon.
El matemático
inglés Brodetsky, en su biografía de Newton, considera que ello constituye “la
más grande generalización realizada por el pensamiento humano”.
“En la historia de la ciencia, la
doctrina de Copérnico constituyó un acto revolucionario por el cual la
investigación de la naturaleza se declaró independiente. De ahí arranca la
liberación de la ciencia respecto a la teología” (M.M. Rosental, Diccionario filosófico).