II
EL APRISMO ES UN
PARTIDO REVOLUCIONARIO
Porque no debemos olvidar que en el Perú
culminó la revolución emancipadora en 1924. De aquí que el Aprismo sea el
anunciador del Nuevo Ayacucho. (12)
El Aprismo significa, fundamentalmente, una
fuerza revolucionaria capaz de llegar a las más extremas realizaciones pero de
acuerdo en todo instante con la realidad de cada país indoamericano, a fin de
no provocar a la reacción y dar origen, por tácticas falsas, a movimientos como
el fascismo italiano, chileno y el que encubiertamente representa la tiranía
actual en el Perú. En el caso peruano, el Aprismo significa, consecuentemente,
la fuerza revolucionaria capaz de imponer la revolución del campesino y obrero,
y de establecer la lucha organizada de esa revolución contra el imperialismo,
que es el capitalismo, opresor del obrero, y contra el latifundismo, que es la
explotación del campesino. (13)
En ese sentido, sin eludir la posibilidad de
que toda revolución pueda explicar o no violencia en un sentido físico o moral,
el Aprismo es revolucionario. Pero negamos el absurdo principio de la violencia
por la violencia o el simplismo de la revolución sólo para tener el poder.
Contrariamente, el Aprismo proclama la necesidad de llegar al Poder para operar
desde él la revolución, en un sentido de transformación, de evolución, de
renovación, pero sujeta siempre a los imperativos y limitaciones de la
realidad. (14)
Nuestra actitud revolucionaria -
revolucionaria de acción y no de palabrería - se mantiene. (15)
Sin embargo, compañeros, nos queda, a
nosotros los apristas peruanos, que estamos dentro y fuera del país, la
responsabilidad histórica de conducir la verdadera revolución social al
triunfo. (16)
El Apra, consecuentemente, quiere guiar a las
masas trabajadoras hacia el Poder. Pero el Poder no puede conquistarse sin
lucha, sin guerra. Toda lucha y toda guerra - a medida que el enemigo es más
poderoso - necesita su táctica y su estrategia. Táctica y estrategia primero,
para conseguir el Poder, después para mantener la revolución en el Poder y hacer
la revolución desde el Poder. Revolución como mera toma de Poder, es cuartelazo
o montonera de éxito. Revolución como transformación fundamental en el orden
económico y social es la obra que nosotros queremos resaltar, obra difícil
antes y después de la toma del Poder. (17)
Lo que interesa al Apra es que la revolución
se cumpla, tanto más amplia, tanto más radical, tanto más izquierdista, tanto
más roja cuanto la realidad lo permita. (18)
Nuestro sentido de la palabra revolución,
vale decir, transformación sin la catastrófica y primitiva acepción que le dan
los que cada vez que leen la palabra «revolución» en este documento se olvidan
de que está presentada como sinónimo del vocablo «transformación», que sí
expresa claramente cómo diferenciamos nuestro concepto de «revolución» del de
«cuartelazo» y del de «montonera», y, lo que es más interesante, que considera
que esa transformación debe realizarse antes y después de la toma del Poder.
(19)
Revolución no es caos; es más bien disciplina
en la acción dirigida certeramente hacia nuevos caminos. La lucha renovadora
impone, más que ninguna otra, convicciones arraigadas capaces de afirmar
energías tenaces. (20)
No hay que confundir revolución con simple
alboroto o demagogia; yo creo que el Partido Aprista ha realizado en el Perú
una profunda revolución. La está realizando: la revolución de convertir un
país, primera en una entidad política con un Programa y de convertir a un
pueblo en un grupo social capaz de entender ese programa, de renovarlo, de
sentirlo y de llevarlo adelante. Esta es la obra del Aprismo. (21)
Pero yo digo que un Partido revolucionario es
un Partido que realmente realiza una revolución profunda en la conciencia de un
pueblo, que lo prepara y lo predispone a cambios trascendentes y permanentes.
Eso es la verdadera revolución, porque como decía, cuando yo era alumno o
miembro de la Universidad Popular, un amigo obrero de Vitarte, muy gracioso, no
hay que confundir manifestación con pelotera.(22)
III
EL APRISMO ES UN
PARTIDO DE INTEGRACION LATINOAMERICANA
El Aprismo es una entidad moral, y política,
con un Ideario adelantado de los problemas nacionales y continentales. (23)
Nosotros los apristas hemos padecido nuestro
ideal de integración continentalista, pero precisamente por haber logrado la
victoria de su confirmación, es que nos sentimos libres de resentimientos, de
enconos o de recriminaciones. (24)
La palabra de orden del A.P.R.A. sintetiza,
sin duda, la aspiración de veinte pueblos en peligro: «Contra el imperialismo
yanqui, por la unidad política de América Latina para la realización de la
Justicia Social. (25)
La fuerza o alianza de pueblos que lleve a la
victoria la causa de la libertad de América, eso aspira a ser el A.P.R.A.
El A.P.R.A. organiza el Gran Frente Único
Antimperialista y trabaja por unir en ese Frente a todas las fuerzas que en una
forma u otra han luchado o están luchando contra el peligro de la conquista que
amenaza a nuestra América. (26)
Sólo unidos los Estados latinoamericanos
podrán reglamentar y controlar eficazmente las inversiones extranjeras que aún
necesitan para impulsar su industrialización y conseguir, de veras, su segunda
independencia. Sólo unidos podrán garantizarla y asegurar su autonomía frente a
los riesgos intervencionistas de los más fuertes. Y sólo unidos, también,
podrán acrecentar su poderío económico, explotar sus riquezas naturales
plenamente y realizar la aspiración de una democracia social justa y estable,
que es la que enarbola el postulado de «libertad con paz» (27)
IV
EL APRISMO ES UN
PARTIDO CON DOCTRINA ORIGINAL Y DE EMANCIPACION MENTAL Y POLITICA
El movimiento aprista es un movimiento que
tiende fundamentalmente a rescatar para la organización económica del país el
equilibrio. El Aprismo es una concepción económica, es igualmente una tesis
política y una ideología. (29)
«Sólo el Aprismo Salvará al Perú», debo
declarar que no es en nuestra opinión el Aprismo solo, como Partido que excluye
toda otra colaboración, sino el Aprismo como doctrina, como programa, como
línea directriz, en el que caben todas las colaboraciones y todas las ideas
sujetas a un plan constructivo y realista.(30)
El Aprismo, como doctrina política supone
fundamentalmente estos principios: defensa de la riqueza nacional porque la
riqueza de un pueblo es el respaldo de su soberanía; defensa que supone
desarrollo y progreso nacional de esa riqueza, como base de la felicidad y
bienestar del pueblo que debe conservarla e impulsarla para beneficio de su
mejoramiento material y cultural. En segundo término: sobre la base de este
concepto económico de la seguridad y desarrollo nacionales, la organización del
Estado, teniendo en cuenta al ciudadano como participante manual e intelectual
en la producción de la riqueza, base de la economía, principio que responde al
concepto de la Democracia Funcional. En estos dos grandes enunciados se basa
todo el Programa de acción política del Aprismo. (3l)
Por esto es que nosotros nos cuidamos tanto
de que al intentar, un movimiento de reforma social y económica en el Perú,
nuestro movimiento fuera original. Que no debiera imitar a nadie, ni que fuera
un nuevo colonialismo de izquierda o de seudo izquierda. (32)
Así nos emancipamos también del coloniaje
mental europeo, iniciando un movimiento que, al mismo tiempo que significaba y
contenía la independencia económico-social de nuestros pueblos, significaba y
contenía asimismo la emancipación de los dictados mentales que venían de Europa
pretendiendo enseñarnos cómo se consigue la justicia. El movimiento aprista surgió,
entonces en su autenticidad, en su originalidad, como algo nuevo. Como una
atrevida concepción de independencia mental y política. Pero recogió al mismo
tiempo la tradición hereditaria de nuestro afán popular indoamericano de
libertad: Nosotros con la fundación del APRA mantuvimos el principio de que la
justicia puede alcanzarse sin sacrificar la libertad del hombre. (33)
El APRA insurgió declarando que era un
movimiento sin ninguna influencia ni intervención extranjera y que queríamos
encontrar nuestros propios caminos para realizar en nosotros mismos, con
nuestros propios medios y con nuestras propias ideas la transformación social
de nuestros pueblos. (34)
Desde el primer momento, el Apra apareció
como «un movimiento autónomo latinoamericano, sin ninguna intervención e
influencia extranjera», como se dice claramente en el artículo. Esta
declaración significaba, sin lugar a dudas, que la nueva organización no estaba
sometida ni iba a someterse nunca a la Tercera o Segunda o a cualquier otra
Inernacional política con sede en Europa; y definía así su fisonomía de
movimiento nacionalista y antimperialista indoamericano. (35)
El Apra mantiene el principio de la acción
autónoma de nuestros pueblos en su lucha contra el imperialismo. Aprovecha las
experiencias de la historia, las verifica en nuestro suelo, y desechando
críticas absurdas se afirma realistamente en la dialéctica de los hechos. Por
eso, el Partido Antimperialista de Frente Único que propugna el Apra crea un
vasto movimiento nacional indoamericano que afronta realistamente la obra de
nuestra emancipación del imperialismo. (36)
Somos un gran movimiento nuevo,
auténticamente peruano, por su ideario,
por su organización, por su origen indoamericano, popular, criollo y mestizo.
Porque a nosotros no nos dirige nadie que no sea la voluntad soberana del
pueblo peruano, cuyas necesidades y cuyos derechos defendemos. Ni nos financia
nadie, desde Rusia, desde Italia o desde Inglaterra o desde las arcas de la
plutocracia limeña tan bien ayudada por otro dinero extranjero. ¡Nuestro mejor
oro es la voluntad y el sacrificio que ponen todos los integrantes de este gran
movimiento popular y juvenil para enfrentarse al porvenir a fin de transformar
al Perú en una patria justiciera que sea la de las generaciones futuras!.
¡Nuestro oro, repito, es la fe insobornable
en un Perú justo, libre y culto con la que nos presentamos a nuestros
adversarios civilistas de la derecha y los comunistas de la falsa izquierda y
que ellos seguramente no pueden exhibir! (37)
Formamos un Partido de doctrina, el primero
definitivamente organizado del país, y pedimos que se nos combatiera
doctrinariamente. (38)
El Aprismo es hoy el verdadero Credo civil de
nuestra América.(39)
Como el Aprismo es ya una doctrina por la que
se batalla con gallardía y por la que se muere con heroicidad en el Perú. (40)