X
EL APRISMO ES UN
PARTIDO REALISTA Y PROGRAMATICO
Frescas, jóvenes, nuevas y reverdecidas,
están las ideas apristas confrontadas con los hechos, ratificadas con el curso
de los tiempos y reafirmadas, sobre todo, por la evidencia de los problemas que
estamos confrontando en el Continente y en el mundo.(65)
Nosotros ahora podemos decir que estamos
seguros de que el Aprismo no traicionó a sus principios sino que se mantiene en
ellos y que esa seguridad de su destino se la dan la historia y la realidad del
mundo y del Continente que está corroborando el significado realista de
aquellas ideas que nosotros enunciamos hace 5O años. (66)
La fuerza del Aprismo en el Perú no sólo
prueba que responde a un gran anhelo nacional, sino que justifica
históricamente su realismo. Nadie puede crear con éxito movimientos sociales o
políticos contra el determinismo de la historia. (67)
El testimonio histórico, la comprobación
documental de nuestra permanencia, de nuestra supervivencia, es, sin duda, la
perennemente renovada juventud de nuestros ideales programáticos. De nuestro
programa que no ha fracasado, - ni el Máximo ni el Mínimo -, porque fue
realista, porque no fue apresurado, porque confrontó los obstáculos de la
realidad continental y nacional y le enseñó al pueblo, sin adulaciones ni
engaños, que había que seguirlo paso a paso por la ruta de un calvario
ineludible, que era el único camino digno de sus reivindicaciones. (68)
Un Partido como el nuestro, una doctrina como
la nuestra que ha tenido la fortuna de no desviarse de su primigenia
orientación y en su gran derrotero, debe, sin embargo, al aplicarse, encontrar
en todos los momentos la forma más realista y más eficiente de solución de los
problemas de los cuales estamos abocados. (69)
El realismo de nuestro Programa, ajeno a los
absurdos utópicos que son característicos de las mentes tropicales, ha captado
el fervor de las clases desposeídas, para las que la persecución antiaprista ha
sido la mejor prueba de la posición reivindicatoria del Aprismo en favor de los
trabajadores. (70)
En este país de vicios, corrupción y
peculados; en este país de crímenes y de vergüenza ha aparecido una fuerza
empujada por el pueblo, que es todo pureza, todo espíritu de justicia, todo
sentido de realidad. Los miopes no supieron comprenderla. Eso ha pasado siempre
en la Historia. Cuando nace una fuerza formidable que parece romper los ritmos
y las leyes de su vida, aquellos que son abogados de la mezquindad quieren
enfrentársele con palabras. Yeso es como intentar detener la ola del mar con un
golpe de mano. (71)
Testimonio histórico del acierto del Aprismo
es su fuerza popular. Y razón de ser de su fuerza popular es que por conciencia
o por eminente instinto, el hombre que trabaja con las manos o con el cerebro
sabe perfectamente que el Aprismo ha planteado, sin lugar a dudas, la solución
integral de los problemas nacionales en el campo económico y social. (72)
En todo el país, el Aprismo es hoy el credo
político del pueblo. (73)
XI
EL APRISMO ES EL
PARTIDO DE FRENTE UNICO DE CLASES
El Partido Aprista Peruano es el Partido de
los Trabajadores de Ciudad y Campo, de las clases medias pobres y de nuestra
gran raza indígena, olvidada y esclavizada. Su enorme fuerza radica justamente
en que los trabajadores ven en el Aprismo su Partido único. No hay más partido
de izquierda. (74)
La organización de la lucha antimperialista
en la América Latina, por medio de un Frente Único Internacional de
Trabajadores Manuales e Intelectuales (obreros, estudiantes, campesinos,
intelectuales, etcétera.), con un Programa común de acción política eso es el
A.P.R.A. (Alianza Popular Revolucionaria Americana). (75)
El APRA organiza el Gran Frente Único
Antimperialista y trabaja por unir en ese Frente a todas las fuerzas que, en
una forma u otra, han luchado o están luchando contra el peligro de la
conquista que amenaza a nuestra América. (76)
El Apra como Partido de Frente Único ha
incorporado desde su fundación al intelectual antimperialista. Como ha
incorporado al pequeño propietario, al pequeño capitalista, al pequeño
comerciante, al pequeño minero, al artesano, al empleado, ha incorporado a la
«inteligencia», al estudiante, al profesor, al literato, al artista y al
maestro de escuela. Los ha incorporado sin resistencia ni distingos, como
aliados de la lucha del obrero y del campesino, como a «trabajadores
intelectuales». (77)
Nuestro Partido - ya ha sido dicho - se
diferencia del comunismo a partir de que no es el Partido de una sola clase. Y
no lo es porque el tránsito de nuestro régimen predominantemente feudal, al
tecnificado e industrial de la producción no es en ninguno de nuestros países
la obra exclusiva de una clase social. Nuestra industrialización moderna viene
de afuera. (78)
Somos una organización política que
representa los intereses de las tres clases que hoy están apartadas del Estado.
Somos un Partido de Frente Único; un Partido formado para la solución de los
problemas de las tres clases que se vinculan en lo que tienen de común y que se
unen en cuanto representan, verdaderamente, problemas colectivos y nacionales
sacrificando las diferencias que no son de inmediata significación ante el gran
problema de la salvación de las mayorías nacionales; y para que, bajo la
disciplina orgánica de un Partido vayan a tomar el Estado para hacer de él el
instrumento que realmente gobierne y salve de este desequilibrio económico en
que vivimos, causa determinante de nuestro desequilibrio político y social.
(79)
XII
EL APRISMO ES UN
PARTIDO NACIONALISTA
El Partido Aprista Peruano ha recogido desde
la iniciación de su labor política en el país, la sincera invocación de José
Carlos Mariátegui, que en una época militó bajo las banderas del Aprismo:
«Peruanicemos el Perú». Peruanizarlo es nacionalizarlo en el sentido integral y
elevado del concepto. Es luchar porque sea nación libre y justa. Por la peruanización
auténtica e integral del Perú, lucha el Partido Aprista Peruano... el Aprismo
aspira a una obra de verdadero nacionalismo. Nacionalismo esencial y moderno
que no excluya su sentido social y humano. Nacionalismo basado en el hijo de la
Nación que trabaja, que la sirve, que la integra. Por eso somos el Partido de
las mayorías nacionales, de las grandes masas de peruanos que anhelan hacer
valer su derecho a la vida civilizada, que debe ser para un pueblo garantía de
progreso material y cultural. (81)
Nuestra lucha contra la venta de nuestros
países al imperialismo lleva en sus banderas una palabra salvadora:
¡Nacionalización!. La nacionalización de nuestra riqueza es la única garantía
de nuestra libertad. Entregar la riqueza de nuestros pueblos al extranjero, es
entregarlos a la esclavitud. No hay libertad política, ni social, ni
individual, sin libertad económica. Un pueblo como un hombre que está en manos
de sus acreedores, que tiene hipotecadas sus fuentes de recursos son pueblo y
hombre perdidos. La única palabra y la única acción salvadora es la
nacionalización. (82)
El nacionalismo como inspiración política de
un Partido moderno y especialmente de un Partido de izquierda, no puede ser
meramente sentimental. El nacionalismo aprista se basa en la emancipación
económica de las mayorías nacionales; por eso también nuestro concepto de
Democracia no se limita a ser político y es fundamentalmente económico. (83)
XIII
EL APRISMO ES UN
PARTIDO DE MAYORIAS NACIONALES
Somos la única fuerza mayoritaria; por ende,
la única fuerza responsable. Los otros, los dispersos, irán según el viento que
sople; pero nosotros, nosotros somos los únicos que marchamos a un punto
conocido por entre los embates de la tempestad.(85)
Las mayorías nacionales han tomado su puesto
de acción en las filas de nuestro Partido, seguras de que, en sus principios el
Perú habría de hallar la solución integral de sus problemas. Y es por esta
certeza de nuestra victoria legal que se ha recurrido a todos los medios
ilegales para combatirnos. (86)
Y probemos una vez más a la Nación que el
Partido Aprista no tiene otra misión que la de defender los derechos de sus
mayorías. (87)
El Partido Aprista Peruano representa la
fuerza popular mejor organizada y más numerosa del país. (88)
Un Partido de la dimensión del nuestro no
puede perderse en inquietudes superficiales. Nuestra responsabilidad de gran
movimiento, de primer movimiento de la República, exige de nosotros una actitud
digna y correspondiente a la gran magnitud de este movimiento que se mantuvo
indivisible contrastando con todos los divisionismos de los otros movimientos
del Perú y del Continente. Porque fue nuestra férrea unidad, nuestra monolítica
cohesión, la que nos ha dado esta solidez y esta prestancia. Pero al mismo
tiempo lo que significa que el pueblo peruano que tiene en nuestro Partido su
fuerza mayoritaria, es al mismo tiempo un pueblo responsable con gran intuición
de lo que significa ser el primer Partido de un país y quizá el primero de
América. (89)
Pero aquí estamos, compañeros. Somos el
Partido más poderoso del país, no somos un Partido de literatos, no somos un
Partido de intelectuales que dicen las cosas y no actúan en ellas. Nuestros
literatos y nuestros intelectuales participan también con los obreros de esta tarea
cívica de educarnos políticamente y engrandecer el nombre del Perú con la
bandera del Aprismo. (90)
Nosotros estamos realizando una obra
silenciosa, saboteada, boicoteada y aislada y cercada por todas las prensas
parametradas que han aparecido y siguen apareciendo. Pero de todos modos, aquí
estamos, firmes y fuertes, como el Partido que tutela los derechos cívicos y
las libertades inalienables del pueblo peruano. (91).