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17 de julio de 2020

LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA EN UN MUNDO CAMBIANTE


LA  FILOSOFÍA DE LA CIENCIA 
EN UN MUNDO CAMBIANTE

Escribe: Eudoro Terrones Negrete



La filosofía de una época está conformada por el conjunto de conocimientos, de doxa u opinión y de epísteme o ciencia como diría Platón.

En un principio la filosofía era considerada como la madre de las ciencias. Progresivamente de la filosofía se separaron las diversas ciencias particulares: la Matemática, la Física, la Química, la Biología, la Psicología, la Ontología, la Metafísica, la Axiología, la Lógica, la Psicología, la Sociología, el Derecho y la Epistemología.

La búsqueda del saber por el saber, el ansia del espíritu humano de desentrañar el sentido verdadero del universo, de las cosas, del hombre y de la vida, así como también el de interpretarla, comprenderla, describirla y explicarla  a la luz de la investigación científica es competencia de la Filosofía de la Ciencia.

Son ramas de la filosofía: la ética, la estética, la axiología, la deontología, la gnoseología, la epistemología, la lógica, la metodología, la metafísica y la bioética.

La filosofía de la ciencia recibe diversas denominaciones: Epistemología, teoría de la ciencia o doctrina de la ciencia.

Para Santo Tomás de Aquino los hombres por la admiración empezaron a filosofar: “La naturaleza ha depositado en cada hombre la necesidad de saber la causa de aquello que ve; y precisamente por la admiración de lo que veían, y cuyas causas les eran desconocidas, los hombres empezaron a filosofar, y finalmente descansaron al encontrar la causa de cuanto buscaban”.

La filosofía de la ciencia es una rama de la filosofía que estudia de manera sistemática el saber científico,  la naturaleza de la ciencia, los métodos, las técnicas y procedimientos de investigación, obtención de datos, comprobación y verificación, sus conceptos, preceptos y postulados, su origen y evolución histórica, sus problemas, límites y posibilidades, sus implicaciones respecto a alguna teoría general del universo. Así mismo estudia el lugar de la ciencia en el esquema general de las disciplinas intelectuales, de la estructura lógica de los sistemas simbólicos científicos y la integración del conocimiento científico.

La filosofía de la ciencia explica el qué, el cómo, el por qué y el para qué de la ciencia en un mundo cada vez más complejo, contradictorio, diverso y controvertible. La filosofía de la ciencia trata de investigar y de explicar la teoría y la práctica de las ciencias, los problemas generales del conocimiento científico y las teorías científicas. Toda ciencia tiene su filosofía, pero no toda filosofía tiene su ciencia.

Mosterín[1] señala al respecto: “En pocas palabras, lo que intenta la filosofía de la ciencia[2] es explicar problemas tales como: la naturaleza y la obtención de las ideas científicas (conceptos, hipótesis, modelos, teorías, paradigmas, etc.); la relación de cada una de ellas con la realidad; cómo la ciencia describe, explica, predice y contribuye al control de la naturaleza (esto último en conjunto con la filosofía de la tecnología); la formulación y uso del método científico; los tipos de razonamiento utilizados para llegar a conclusiones; las implicaciones de los diferentes métodos y modelos de ciencia”.

Mosterín[3] conceptualiza la filosofía de la ciencia en sus dos significados: como metaciencia y como metafísica científica: “Por filosofía de la ciencia se entienden también dos cosas. Una, que es la que más se entiende: filosofía de la ciencia como rama de la teoría del conocimiento que se ocupa de la ciencia. A esto vamos a llamarle significado de la filosofía de la ciencia como metaciencia. Otro significado, importante también, aunque menos frecuente, es la filosofía de la ciencia en cierto modo como metafísica científica, como construcción de una cosmovisión global del mundo, del universo y del puesto que ocupa el ser humano en el universo, y es en este sentido que sería una especie de metafísica, pero que se diferencia de la metafísica tradicional, la metafísica tipo Hartmann o Heidegger, en que ésta es una metafísica construida de espaldas a la ciencia o sobre un mundo que sus detractores dirían de palabrería huera y sus amigos de palabrería profunda, pero, en definitiva, un mundo de palabras y de conceptos, donde la idea se piensa a sí misma y sale fuera de sí misma y el ser ahí se convierte en tal y cual, una visión del mundo y de la vida humana que ignora los resultados que la ciencia produce”.

Por su parte, Mario Bunge, en su obra “Epistemología”, define la epistemología o filosofía de la ciencia como la rama de la filosofía que estudia la investigación científica y su producto, el conocimiento científico. Y considera como ramas de la nueva epistemología: Lógica de la ciencia, Semántica de la ciencia, Teoría del conocimiento científico, Metodología de la ciencia, Ontología de la ciencia, Axiología de la ciencia, Ética de la ciencia y Estética de la ciencia.

La filosofía de la ciencia es desarrollada tanto por los filósofos interesados en la ciencia y los científicos interesados en la filosofía, en una comunión de intereses, objetivos y metas comunes que aseguren la vigencia, la profundización y el avance de la filosofía y de la ciencia.

Entre los filósofos que mostraron especial interés por la filosofía de la ciencia cabe mencionar preferencialmente a  Platón, Aristóteles, Epicuro, Arquímedes, Boecio, Alcuino, Averroes, Nicolás de Oresme, santo Tomas de Aquino, Jean Buridan, Leonardo da Vinci, Raimundo Lulio, Francis Bacon, René Descartes, John Locke, David Hume, Auguste Comte, Ernst  Mach, Emmanuel Kant y John Stuart Mill, Galileo Galilei, Isaac Newton, Albert Einstein, Karl R. Popper, Thomas Kuhn, Paul Feyerabend, Imre Lakatos, Ilya Prigogine, entre otros.

El espíritu crítico, el afán de investigación, el hábito de razonar y analizar, sólo adquieren cabal desarrollo cuando se pone al hombre en contacto con los problemas y los nuevos hechos y fenómenos sociales, políticos, económicos, educativos, culturales, éticos y ecológicos. Y esta actitud filosófica es necesaria e imprescindible en un mundo cuatro veces C, - es decir, cambiante, competitivo, contradictorio y complejo-, como el que estamos viviendo, con el fin de tener una explicación acerca del porqué y del para qué del fenómeno y del proceso de la globalización.

La filosofía de la ciencia es el medio indispensable para dar unidad al saber, es el medio para que los distintos sectores del conocimiento o ciencias particulares adquieran sentido profundo y comprensión en la mente del ser humano.

La filosofía de la ciencia y la educación científica juegan un papel preponderante al orientar a la comunidad de científicos y a los investigadores por los caminos del desarrollo humano integral, sustentable y sostenible (DHISS), que posibilite mejor calidad de vida para el mayor número de personas, con el mayor respeto a sus derechos fundamentales y el compromiso permanente de generar nuevos conocimientos científicos, humanísticos y tecnológicos sobre su realidad y el medio ambiente para, finalmente, enfrentar con éxito los problemas y retos del presente y del futuro.

Con las palabras de Elías Bernal Campo[4] diríamos: “Toda sociedad debe aprender los principios básicos del método científico, es decir, aprender a formular preguntas, a observar, a analizar e indagar, a desarrollar el hábito de la lectura, a reflexionar, a escribir, a sintetizar y obtener conclusiones, y a actuar con consistencia. Por la carencia de tales características, las actuales sociedades de los países en vías de desarrollo no juegan un papel activo en el diseño de los paradigmas que intentan explicar la vida social”.

No cabe duda, y estamos convencidos, que la filosofía de la ciencia o epistemología, la educación científica, la lógica de la ciencia, la metodología de la ciencia, la teoría de la investigación científica, la axiología de la ciencia y la ética de la ciencia son estrategias claves y fundamentales para alcanzar el crecimiento, el desarrollo y el progreso de las sociedades y naciones del mundo.


[1] Mosterín, Jesús. Filosofía y Ciencia. Un continuo. Fondo Editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Primera edición, Lima, Perú, setiembre de 2011, p.27.
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Filosofía_de_la_ciencia
[3] Ibídem, p.46.
[4] Bernal Campo, Elías. Innovación y cultura de las organizaciones en tres regiones de Colombia, Santafé de Bogotá, D.C., Colciencias/Corporación Calidad, 2000, p. XIV.

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