PERICLES,
GENERAL INCORRUPTIBLE QUE GOBERNÓ
ATENAS POR MÁS DE 30 AÑOS
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
a. PERICLES (495-429 a.C.), en el mundo greco-romano, llegó a ser discípulo
de Anaxágoras de Clazomene, Protágoras de Abdera, Zenón de Elea y Damón de Oa, es
el político, estratega, orador, magistrado y general ateniense, líder
carismático y persuasivo que dirigió a sus compatriotas atenienses durante los
dos primeros años de la Guerra del Peloponeso que enfrentó a Atenas y Esparta.
Pericles, principal y excelente planificador de
estrategias de la Antigua Grecia, fue denominado por el historiador Tucídides “El
primer ciudadano de Atenas” y gobernó por más de 30 años a Atenas. Ha sido nombrado estratego o jefe militar en el 454 a.C y en 429 murió
víctima de la epidemia de peste, la “peste de Atenas”, que asoló Atenas, que mató
a sus dos hijos mayores y a su hermana y a la
tercera parte del total de los ciudadanos atenienses.
El siglo V a.C. con sobradas razones ha sido llamado “el
siglo de Pericles”. Pericles realizó extraordinaria labor gubernamental: convirtió a la Confederación de Delos en el Imperio ateniense;
promovió, defendió y consolidó la democracia; promovió
y defendió el funcionamiento de colonias atenienses por todo el Mar Egeo; restauró templos
destruidos por los Persas; construyó muchas grandes obras públicas; convirtió a
Atenas en el primer centro cultural, educacional e intelectual de todo el mundo
griego, y según palabras del mismo
Pericles, Atenas llegó a ser “La escuela de Grecia”.
En el 431 a.C, Pericles, instó a la asamblea popular de
Atenas a declarar la guerra contra Esparta, llegando a expresar: “Con
los mayores peligros se ganan las mayores glorias”.
Pericles, hijo del
general Jantipo, en 443 a.C. es elegido
estratega, cargo que ocupa hasta su muerte. Como método de dominio utilizó las
armas de la paz y desechó la guerra y toda tentación totalitaria. La estrategia de Pericles era evitar todo tipo de
enfrentamiento terrestre con el fin de librar los combates decisivos en el mar,
donde la flota de los atenienses era invencible. Decía: «pues temo más nuestros propios errores que la
estrategia de los enemigos».
“Pericles
propugnó, asimismo, un plan bélico basado en una fría valoración de los
recursos de que disponía Atenas. En vez de aceptar una batalla terrestre en la
que se haría patente la superioridad de las falanges espartanas, Pericles
siempre aconsejó mantenerse en la ciudad y reagrupar a los campesinos dentro
del espacio de los muros defensivos. Poco importa –decía– que los enemigos
talen los bosques e incendien los campos de las afueras de Atenas; los árboles
que se cortan vuelven a crecer, mientras que si son los ciudadanos los que
perecen a manos del enemigo no resulta posible reponer sus vidas. A cambio, los
atenienses debían encomendar a su flota el contraataque, pues en sus naves
residía el avituallamiento, la salvación y la protección global de la ciudad”.[1]
Como estratega Pericles supo mantener alta
la moral de los ciudadanos atenienses, tenía gran poder popular y autoridad
ejemplar, no por poco se había
convertido en un gobernante incorruptible,
íntegro e insobornable ante el dinero.
[1] Los últimos años de Pericles. El fin de Pericles. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/fin-pericles_6313/1