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6 de julio de 2020

LAS UNIVERSIDADES Y EL SISTEMA DE CALIDAD TOTAL (SCT)


LAS UNIVERSIDADES 
Y EL SISTEMA DE CALIDAD TOTAL (SCT)

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

Calidad Total
Imagen: claperalta.blogspot.com

Para garantizar una educación de calidad las universidades no dejan de pensar en inscribirse y desarrollar un sistema de calidad total (SCT), al que algunos expertos también denominan Administración de la Calidad Total (ACT) o Gestión de Alta Calidad Total (GACT).
      En los Estados Unidos de Norteamérica, los principales precursores de los conceptos modernos de calidad total son Philip B. Crosby, Edwards W. Deming, Armand V. Feigenbaum, Joseph M. Juran, En Japón figuran Kaoru Ishokawa y Shegeru Mizuno.
      Muchos expertos coinciden en manifestar que sólo actuando dentro de un SCT se podrá actuar con éxito frente a los mega paradigmas del siglo XXI: la Modernización del Estado, la modernización de las empresas, instituciones, organizaciones, sindicatos, partidos políticos, etc., el Empowerment (dar poder y participación en la toma de decisiones empresariales, educativas, etc.), la globalización (incorporarse a los mercados abiertos, sin fronteras espaciales ni temporales) y la actualización de conocimientos y de equipos de última generación (educación y tecnología).
      Este sistema de calidad total (SCT) permite a las universidades ofertar a los estudiantes y a la comunidad una educación en óptimas condiciones y con altos niveles e índices de calidad.
      “El SCT –refiere Víctor Antonio Bazán León [1]– tiene cuatro grandes principios que deben ser compartidos y hechos propios por todos los miembros de una organización que adopta estos principios: a) mejora continua; b) participación de todos los miembros de la institución desde la alta dirección; c) trabajo en equipo, no solo en grupo; y d) enfoque del cliente: los alumnos”.
      El Sistema de Gestión de Calidad Total (SGCT) puede desarrollarse a través de varias estrategias metodológicas: Total Quality Management (TQM) o Mejora continua, Reingeniería, Benchmarking, entre otras.
      Los entendidos en temas universitarios coinciden en manifestar que la calidad del sistema educativo universitario depende mayormente de la calidad de la gestión de las propias universidades, gestión que deberá ser racional, ágil, creativa, innovadora, eficaz, rápida, desburocratizada, descentralizada, austera, proveedora de un buen servicio educativo, con decisiones compartidas y visión de futuro.
      Harvey y Green (1993) analizan cinco concepciones diferentes de calidad y su relevancia para la educación superior, considerando que no hay una definición unívoca de calidad educativa. Tales como los siguientes: 1. Calidad como un fenómeno excepcional o algo especial; 2. Calidad como logro de un propósito; 3. Calidad como perfección o coherencia; 4. Calidad como relación valor-costo; 5. Calidad como transformación (cambio cualitativo).
      Las universidades que cuentan con un Sistema de Calidad Total (SCT), se benefician con una serie de cambios sustanciales en la organización, en los trabajadores manuales e intelectuales, en la prestación del servicio educativo y en el comportamiento de los miembros de la comunidad universitaria.
      En un Sistema de Calidad Total en la educación universitaria ocurre lo siguiente:
-           El ambiente universitario es saludable.
-       Integración de planes operativos y estratégicos institucionales.
-       Los objetivos, fines y metas son compartidos y todos tienen la posibilidad de tomar decisiones y de resolver los problemas que corresponden interna y externamente a la universidad.
-       Mayor conciencia generalizada sobre la importancia y trascendencia de conservar la calidad en todos los servicios que oferta la universidad a la comunidad.
-       Mayor confianza y deseo de querer hacer cada vez mejor las cosas.
-       Mayor rentabilidad social al cometer menos errores en el pensar, en el actuar y en el proyectarse como organización dentro de un mundo competitivo.
-       Se obtiene mayor eficiencia, eficacia y efectividad en los procesos, bienes, productos y servicios de la universidad.
-       Se recusa la mediocracia (privilegios, servilismo, adulación, compadrazgos, ineptitudes, inexperiencias, deshonestidades, irresponsabilidades, influencia política, “hablan los ignorantes y callan los ilustrados”) y se cultiva la meritocracia.

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