Artículos periodísticos y de investigación

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18 de abril de 2015

EL CONCEPTO DE FILOSOFÍA EN LA EDAD ANTIGUA

EL CONCEPTO DE FILOSOFÍA EN LA EDAD ANTIGUA

Escribe: Eudoro Terrones Negrete 


En la Edad Antigua se entendía por filosofía el conjunto de los saberes de Cosmogonía, Cosmología, Física, Matemáticas, Geometría, Astronomía y Teología.

La filosofía era una de las manifestaciones del deseo de saber, una explicación racional de la realidad, como producto del asombro o de la admiración y de la constatación de que existe una realidad objetiva a ser aprehendida y explicitada en todos sus ángulos, realidad conformada por dos elementos: elemento físico o material (Phycis, naturaleza,) y elemento inmaterial o espiritual.

Los filósofos presocráticos, durante el siglo VI antes de Jesucristo y en las colonias griegas de Asia Menor concibieron la filosofía como “un preguntar por el origen del Universo (Cosmogonía), por los principios ordenadores y problemas del Cosmos (Cosmología) y por el origen de la naturaleza (Física)”. Los filósofos presocráticos trataron de conocer la naturaleza  o el universo por sobre todas las cosas, concibieron la filosofía como el estudio teórico de la  naturaleza, del saber del sabio, amor y conocimiento del lógos (verbo, palabra) que todo rige y unifica, en contraposición a polymathía, polymátheia o saber de cosas desconexas y que no enseña a lograr la comprensión.

La filosofía griega es la primera filosofía que aparece en la historia y es entendida como Ontología (estudio de la esencia y las condiciones del Ser-sujeto y Ser-objeto). Nace de la interrogación con el afán de desvelar las cosas por explicaciones causales y constituye la apertura al estudio de todos los grandes temas que preocuparán al hombre ulteriormente en el mundo occidental. El hombre griego fue el espectador curioso y asombrado de la naturaleza (Phycis), de su potencialidad y su posibilidad individual y de todo cuanto hay en el Cosmos. Los filósofos anteriores a Sócrates se interesaron por encontrar el principio de todas las cosas o arché (arjé).

Para los antiguos griegos, la filosofía era la ciencia universal, la madre de las ciencias, toda vez que comprendía a casi todo el conjunto de conocimientos que se agrupan bajo la denominación de ciencia, arte y filosofía y que duró hasta los inicios de la Edad Media.

Los sofistas. La actividad de la escuela de los sofistas se desarrolla en Ática (Atenas) entre los siglos V al IV antes de Cristo, teniendo por máximos representantes a Protágoras, Gorgias, Hipias, Pródico, Antifonte, Trasímaco, Calicles y Critias.

El término sofista procede la voz griega Sohpia, que significa sabiduría. Inicialmente se les consideró “nobles en las letras, la poesía y el canto como los Siete Sabios y eran los profesionales de la enseñanza de la sabiduría. Sophistés significa sofista, sabio o “maestro en sabiduría”, y en este sentido fue utilizado el término por el historiador Herodoto para referirse a Solón, a Pitágoras y a los Siete Sabios de Grecia.

Con Platón la palabra sofista adquiere el sentido peyorativo de hábil engañador, siendo con el tiempo considerados como los insuperables embaucadores profesionales, comerciantes de la cultura, personas que usan “sofismas” o razonamiento falsos con la intención de inducir al error.

Una mayor información sobre los sofistas se expuso en esta misma obra, en el Capítulo 1: El Origen de la Filosofía.


Sócrates (469-399 a.C.)[1]. Para Sócrates la filosofía es el conocimiento del hombre, es el conocerse a sí mismo. El hombre debe alcanzar la verdad mediante el autoconocimiento (autognosis). Su famosa divisa era “Conócete a ti mismo” para luego poder conocer a los demás.

Sócrates es el creador de la filosofía antropológica. Decía: “Nada me enseñan los árboles y las flores, sino los hombres en la ciudad”. Para Sócrates el diamónion o voz interior es la única moral del individuo. Sócrates es considerado como el valiente misionero de la verdad y de la bondad, del amor y del bien social. Vivió en permanente e indeclinable búsqueda de la verdad y denunció la corrupción de la democracia ateniense.

A Sócrates se le considera el sabio y filósofo más justo y virtuoso de su época, el moralista inigualable y ejemplar y férreo crítico de los gobernantes demagogos. Marco Tulio Cicerón llegó a decir de Sócrates que él fue “el primero en hacer bajar a la filosofía de los cielos y asentarla en las ciudades de los hombres, introducirla en sus hogares y hacerla responder cuestiones sobre la vida y la moralidad y la bondad o maldad de las cosas…” (“Disputaciones tusculanas”).

Sócrates fue el fundador de la Ética; para él todos los hombres son buenos por naturaleza y cuando alguien actúa mal, lo hace por ignorancia: “Nadie hace el mal a sabiendas”. El afán inclaudicable y de por vida de Sócrates era liberar a las personas de la ignorancia.

A pesar de todo los honores, las virtudes y cualidades extraordinarias que se asignan a Sócrates, como ejemplar pensador y ciudadano virtuoso, como “el partero de ideas o espíritus de su época”, fue un hombre autodidacta, jamás escribió obra alguna ni fundó sistema o escuela filosófica y su muerte efectuada a través de beber una copa de veneno (“la cicuta”) fue calificado históricamente como la de un mártir de la filosofía.

Podemos afirmar sin lugar a equivocarnos que a Sócrates se debe lo siguiente: 1º. La creación del “concepto” y de la “definición”; 2º. La creación de una ética racional; 3º. La creación del método inductivo (ironía y mayéutica); 4º. Enseñó que sólo hay un bien, la ciencia, y un solo mal, la ignorancia.

Son principios éticos de Sócrates: a) el conocimiento es virtud; b) es mejor ser víctima de una injusticia, que cometerla; c) es más vergonzoso cometer una injusticia, que padecerla o sufrirla; d) cometer una injusticia es de cualquier forma malo y vergonzoso; e) para todo ser humano, lo mejor es ser un excelente ser humano; f)los acuerdos justos deben cumplirse; g) debe valorarse la vida buena, noble y justa; h) el mayor bien, la felicidad, consiste en actuar de modo noble, bueno y justo y el mayor de los males es la acción injusta.

Platón (427-347 a. C.): Manuel García Morente[2], filósofo español,  explica el sentido que adquiere la sabiduría con Platón: “La palabra filosofía adquiere el sentido de saber racional, saber reflexivo, saber adquirido mediante el método dialéctico o método de la auto-discusión a través de la Tesis, Antítesis y Síntesis. Platón llegó a diferenciar la existencia de dos tipos de saberes: la  “doxa”, que es la opinión o el saber que tenemos sin haberlo buscado, y la “epísteme”, que es la ciencia o el saber que tenemos porque lo hemos buscado”.

Platón es el filósofo que más ha influido en el pensamiento occidental y el único que quizá nos legó completa su obra. Es el primer filósofo de la humanidad que hizo una distinción meridiana entre “sentido” y “pensamiento”, entre el “mundo de las cosas” y el “mundo de las ideas”. El principio de todas las cosas es el mundo de las ideas suprasensibles, pues todo lo demás son reflejos, copias imperfectas del mundo hecho por los sentidos. Las ideas son los eternos arquetipos o paradigmas de la realidad y la causa primera de las cosas sensibles. El verdadero conocimiento es aquél que el hombre posee del mundo de las ideas, no el conocimiento captado del mundo por los sentidos. La verdad no está en las cosas sino en los juicios. La ciencia se funda en la razón (“razonamiento de la causa”). La opinión se funda en los sentidos. Al ser le corresponde la ciencia, y al no-ser le corresponde la ignorancia. Al devenir (que está entre el ser y el no-ser) le corresponde la opinión.

Platón identificó en el conocimiento los grados de conjetura, creencia, razonamiento e inteligencia: la conjetura o conocimiento de las imágenes;  la creencia o conocimiento perceptivo; el razonamiento o conocimiento matemático; y,  la inteligencia o conocimiento filosófico o de las esencias que permite aprehender el ser absoluto e incondicional, las ideas o “ascensión dialéctica” del alma.

Además, logró concebir un nuevo tipo de Estado de carácter utópico o ideal, aristocrático y no teocrático, constituido por tres clases sociales: los filósofos (o gobernantes); los guerreros (o defensores del Estado); y  los comerciantes, artesanos y campesinos (o trabajadores). Los filósofos son las personas ideales o indicadas para gobernar los Estados, son los que “aman la sabiduría, no en parte sino toda y por entero”, “los que aman contemplar la verdad”, “los que se consagran a la contemplación de la esencia de las cosas”, son aquellas personas que “pueden alcanzar el conocimiento de lo que existe siempre de una manera inmutable”. Y serían admitidos como gobernantes-filósofos quienes hayan cumplido los cincuenta años de edad y no estarían vinculados a ninguna ley, pero deberían evitar la tiranía por ser ésta la peor forma de gobierno.

Aristóteles (384-322 a.C.). Aristóteles, -llamado “el maestro de los sabios”, “el maestro de los que saben” y “el filósofo”-, es el creador de la Lógica formal o analítica. Definió la “deducción” y la “inducción” y acuñó los términos de “concepto”, “juicio”, “razonamiento” y “categorías” en sus significados actuales.

Planteó por vez primera en la historia de la filosofía el problema de la validez del conocimiento y la exactitud de los métodos habituales, dando este último enfoque el inicio a una ciencia de veras nueva: la Lógica, como instrumento del conocimiento.

Llegó a diferenciar el conocimiento vulgar o empírico del conocimiento filosófico o científico, al expresar sobre este último que “un conocimiento que se adquiere sin esfuerzo no tiene nada de filosófico”. El hombre es considerado “zoon politikón” es decir un “animal político” y que solamente puede realizarse plenamente en el interior de la sociedad o comunidad.

Con Aristóteles surge, por vez primera, la división de las formas de Estado según el ejercicio cuantitativo del poder supremo por uno (aristocracia), por varios (oligarquía) y por todos (democracia). Consideró tres formas de gobierno aceptables o buenos: la monarquía, la aristocracia y la república; y tres formas de gobierno condenables o malos: la tiranía, la oligarquía y la democracia.

Durante la época de Aristóteles la filosofía comprendía las disciplinas de lógica, física y ética.

El mismo sentido de la palabra filosofía atribuido por Platón tiene en Aristóteles. Al respecto refiere García Morente (Op.cit.): “Todas las cosas que el hombre conoce y los conocimientos de esas cosas, todo ese conjunto del saber humano, lo designa Aristóteles con la palabra filosofía. Y desde Aristóteles sigue empleándose la palabra filosofía en la historia de la cultura humana con el sentido de la totalidad del conocimiento humano”, pero la palabra filosofía “abarcaba, repito, todo el conjunto de los conocimientos que podía el hombre alcanzar. Valía tanto como saber racional”.

Si quisiéramos caracterizar de manera diferenciada a la filosofía de Sócrates, Platón y Aristóteles, en términos generales diríamos con las expresiones de Johannes Hessen: “Si la filosofía socrático-platónica puede caracterizarse como una concepción del espíritu deberá decirse de Aristóteles que su filosofía se presenta ante todo como una concepción del universo” (“Teoría del Conocimiento”).

Los estoicos: Los estoicos son representantes de la doctrina filosófica denominada estoicismo. Surgieron a fines del siglo IV a,C, sobre la base de la cultura helenística. Son representantes máximos del estoicismo Zenón y Crisipo

Los estoicos definen la filosofía como “la ciencia de las cosas divinas y humanas o el esfuerzo hacia la virtud”, filosofía que se torna en una reflexión del espíritu sobre sí mismo.

Epicuro (341-270 a.C.). Filósofo materialista griego, natural de la isla de Samos, abrió una escuela filosófica en Mitilene. En la isla de Lesbos.  Desarrolla su filosofía durante la época helenística, período que comprende desde la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) hasta el fin de la República romana (31 a.C.).

En esta época florecen las escuelas filosóficas del estoicismo, epicureismo y escepticismo; los filósofos centraron su interés en los problemas éticos y antropológicos y la filosofía se divide en tres partes: lógica, física y ética.

La filosofía de Epicuro no era solamente teórica, sino fundamentalmente práctica y encaminada a lograr una vida feliz y placentera.

El miedo creó los dioses y las religiones, dijo Epicuro en el año 300 a.C. Y agregó: hay que acabar con las religiones, los dioses, las supersticiones, si queremos que los hombres sean felices.

Para Epicuro el placer es el más alto bien, pero como los placeres sensuales producen también dolores, se debe buscar el placer de la mente, que es el placer perdurable o duradero a través del tiempo.


Cicerón (106-43 a.C.). El orador máximo del imperio romano, definió la filosofía diciendo que era “la ciencia de las cosas divinas y humanas, y de las causas en que todas ellas se contienen”. La filosofía es propiamente acción al manifestar que “Todas las cosas se contienen en ciertas causas”.

En la filosofía romana las causas de las cosas eran de dos clases: causa material (el material de que se hacen las cosas), y causa eficiente  que viene a ser la fuerza que hace las cosas (al modo como del mármol material se hace una estatua y es la operación del estatuario la que hace la estatua). Conocer es obrar, aprehender, captar, capturar para sí el conocimiento. El conocer es y termina en acción que capte, que se posesione del objeto conocido, para servirse de ella y transformar los objetos en algo que les convenga. La filosofía se convierte en el estudio de las ideas en cuanto sean instrumentos de acción y punto. El filósofo romano es amante de la sabiduría en cuanto le permite obrar sobre todas las cosas, dominarlas, capturarlas todas y transformarlas.



[1] Una amplia y detallada información sobre este filósofo, el Dr. Eudoro Terrones Negrete lo expone en su libro Sócrates: El Maestro, el Filósofo y el Mártir de la Filosofía. A.F.A. Editores Importadores, S. A. Primera edición, Lima-Perú, noviembre 2012, 303 páginas.
[2] García Morente, Manuel. Lecciones preliminares de filosofía. Editorial Diana, S.A., México, 10ª. Edición, 1963.
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