EL
CONCEPTO DE FILOSOFÍA EN LA EDAD MEDIA
Escribe:
Eudoro Terrones Negrete
La filosofía medieval, tiene una
duración de diez siglos, transcurre desde el siglo V hasta el XV después de Cristo, desde la
desintegración del Imperio romano de Occidente y se basó en la compatibilidad
de la fe y la razón. Se decía, entonces: “Creo para entender”.
San
Panteno
funda en Alejandría una escuela catequista que consideraba a la filosofía
complemento de la religión.
El siglo XI significa un
extraordinario florecimiento de la filosofía
de la natur
Durante el siglo XII los estudios que
se desarrollaban en las escuelas comprendían las artes liberales en la base
piramidal, la filosofía en el centro y la teología en la cúspide como supremo
saber; la filosofía era independiente de la dialéctica.
El
“Doctor admirable”, sostiene que los métodos silogísticos y de la
abstracción no son suficientes para llegar al conocimiento verdadero, preciso y
exacto del mundo y de las cosas, siendo necesario, además, el uso del método de
la observación y de la experiencia de los hechos naturales, en el entendido que
sólo la experiencia confirma y verifica la verdad. Según este filósofo el
conocimiento puede adquirirse de tres maneras: por la autoridad, por la razón y
por la experiencia.
Durante el Cristianismo se desarrolla
dos tipos de verdades: la verdad natural
o racional y la verdad revelada,
pero también el saber humano se desarrollan a través de dos grandes sectores: Filosofía y Teología. La Iglesia es el eje central
y rector de la filosofía y la cultura. La teología son los conocimientos o
saberes que dispone el hombre acerca de Dios y la filosofía son los
conocimientos o saberes que dispone el
hombre acerca de las cosas de la Naturaleza.
Se sostuvo, entonces, que “la razón no puede contradecir la
fe”.
Durante la Edad Media la filosofía
estuvo subordinada a la teología (“ciencia de Dios”), época en la que el
cardenal Pedro Damiano (siglo XI) acuña la expresión: “La Filosofía es esclava de la Teología ”. Por entonces,
la filosofía se orienta hacia la reflexión sobre las cosas de la naturaleza y
la vida humana, confundiéndose con lo que posteriormente serían las ciencias
naturales.
En la
Edad Media nace la filosofía apologística ante la necesidad de defensa de la
religión cristiana frente a las críticas de los paganos. Mientras los
escépticos decían que no se podía conseguir la verdad porque “No existe la
verdad; de todo se puede dudar”, san Agustín sale a refutarlos afirmando que sí
existe la verdad: “Se podrá dudar todo lo que se quiere; de lo que no puede
dudar es de la misma duda”.
En el pensamiento de la
Edad Media existieron tres grandes
religiones monoteístas que originaron a tres tradiciones filosóficas
importantes: la tradición cristiana, representada por Santo Tomás de Aquino; la
tradición judía, con Maimónides, y la tradición musulmana, representada por
Averroes.
Mosheh
Ben Maimon o Maimónides (1135-1204). Filósofo, matemático, médico y
físico judío, nacido en Córdova (España), considerado el filósofo y el
científico judío más importante de la Edad
Media , con él la filosofía judía llega a su máximo esplendor.
Fue un destacado intérprete de la ley hebrea; iniciador de la cultura árabe en
la ciencia y la filosofía de los griegos. Recibió el sobrenombre de “segundo
Moisés”, por su denodada y permanente contribución a la evolución y la
expansión del judaísmo. De Maimónides arranca el movimiento intelectual judaico
de los siglos XIII y XIV.
Sostuvo que la filosofía y la teología
coinciden a pesar de sus métodos diferentes; la fe (religión) y la razón
(filosofía) son ambos compatibles, armonizables, llegando a conciliar los
dogmas del judaísmo rabínico con el racionalismo de la filosofía de Aristóteles;
la filosofía no puede alcanzar las verdades que se conocen por la Revelación.
Filosóficamente, se ocupó acerca de la
naturaleza de Dios y la creación, el libre albedrío y el bien y el mal. Para
Maimónides la profecía está antecedida por la filosofía y sólo el filósofo está
preparado para ser profeta. Llegó a identificar dos tipos de verdades: verdades absolutas (Dios es el único y
de Èl depende todo lo creado) y verdades
necesarias (no matar, no robar, no desear los bienes ajenos), todas estas
verdades sirven para garantizar el normal funcionamiento y desarrollo de la
sociedad. Utilizó el método alegórico
en la interpretación de la
Biblia y fue condenado durante varios siglos por los rabinos ortodoxos.
Consideró al hombre un microcosmo,
dotado de materia (cuerpo) y forma (alma inmortal), dotado de poder espiritual.
El hombre es creación de Dios.
Entre sus obras filosóficas y
jurídicas destacan “El libro de la elucidación” (1168), “la Guía de Perplejos” (1190),
“Sumario de la Ley ”
(14 libros escrito en hebreo). Sus obras versan sobre la interpretación de la Biblia y del Talmud, sobre
filosofía, ciencia, matemáticas, astronomía y medicina.
Averroes
(1126-1198).
Destacado filósofo, jurista, teólogo y científico hispano-árabe, nacido en
Córdova (España). Llegó a ser asesor de los Califas en asuntos educativos,
postuló y defendió la idea de que la razón
prima o tiene preferencia sobre la religión,
posición que lo llevó al exilio en 1194, y un año más tarde, en 1195, fue
acusado de herejía por la Iglesia Católica
y desterrado en Lucena, llegándose a prohibir la circulación de sus libros en
este mismo año.
Por su obra célebre “El comentario de
Aristóteles” fue calificado como “El comentador de Aristóteles” durante la
Edad Media. Se cuenta que Averroes, muy
pegado a la meditación, durante toda su vida sólo dejó de estudiar un día y fue
en la noche de sus bodas.
Las tesis filosóficas de Averroes se
resumen en lo siguiente: a) el mundo es eterno y no tiene principio temporal; no
admite que la Creación
hubiera tenido lugar en el tiempo; b) Dios es el “primer motor”, la fuerza
propulsora de todo movimiento y que transforma lo potencial en lo real; c) el
alma es mortal y se divide en dos partes: alma
individual perecedera (intelecto pasivo) y alma divina y eterna (intelecto activo), éste último es común a
todos los hombres y se convierte en intelecto pasivo cuando se une al alma
humana; el intelecto activo se origina cuando la imaginación del hombre recibe
las imágenes que le proporcionan los sentidos y las trasmite al intelecto
pasivo; d)la teoría de la “doble verdad”.
La
teoría de la doble verdad
La teoría de la “Doble Verdad”
procuraba liberar a la ciencia de las trabas de la religión y tuvo auge en el
Universidad de París, en el siglo XIII, entre los “averroístas latinos”, que
intentaban conciliar su fe cristiana con la adopción que hacían, como
filósofos, de algunas proposiciones atribuidas a Aristóteles o a Averroes,
incompatibles con la Verdad
revelada.
Según esta teoría una misma
proposición podría ser verdadera en Teología y falsa en Filosofía, o viceversa,
es decir que las verdades de la
Teología y la
Filosofía son independientes entre sí; dos afirmaciones
contradictorias podrían ser ambas verdaderas, una para la religión y otra para
la razón. La verdad era accesible a la teología y a la filosofía islámica, pero
que únicamente la filosofía podía alcanzarla totalmente; las verdades
metafísicas podrían expresarse a través de la religión y la filosofía.
Aunque jamás propuso realmente la
existencia de la “Doble Verdad” (verdad filosófica y verdad religiosa), no cabe
duda alguna que sus ideas fueron interpretadas y calificadas por los pensadores
cristianos como teoría de la Doble Verdad , la misma que
fue aceptada por determinados filósofos de la época pero también rechazada por
otros, convirtiéndose entonces en un serio y espinoso problema filosófico en el
mundo medieval.
Santo Tomás de Aquino (1225-1274) se
opuso férreamente a la teoría de la doble verdad, llegando a expresar que la fe
es una gracia divina que Dios da a los hombres que elige y la razón se origina
también en Dios; todos los hombres tienen razón, pero no todos tienen fe”.
Para solucionar las dificultades que
se producían en las relaciones entre la religión y la filosofía, Averroes
distinguió tres tipos de hombres: los hombres filósofos, o sea los hombres de demostración, que buscan pruebas
rigurosas; los hombres dialécticos,
que se conforman con argumentos probables; y, los hombres retóricos, que son los hombres de exhortación y que únicamente
entienden la predicación que apela a la imaginación y las pasiones.
Filosofía
patrística
La filosofía cristiana se divide en
dos: Filosofía Patrística o Filosofía de los Padres de la Iglesia y la Filosofía Escolástica.
La filosofía patrística comprende la
filosofía de los padres apostólicos, padres apologistas y padres catequistas.
Entre los denominados Padres de la
Iglesia se consideran a san Agustín, San Policarpo, san
Justino, san Policarpo, san Irineo, Taciano, san Atanasio, san Basilio el
Grande, san Gregorio Nacianceno, san Juan Damaceno, san Hilario de Potiers, san
Jerónimo, san Ambrosio, Tertuliano, san Papías, Clemente Romano, Lactancia,
Atenágoras, Clemente Alejandrino, Orígenes, Justino Mártir, Minucia Félix y
Hegestipo.
La filosofía patrística es el conjunto
de dogmas o de verdades reveladas por Dios y que fueron elaborados por los
padres de la Iglesia. Entre
los dogmas principales podemos mencionar: a) existe un solo Dios, creador de
todo; b) el hombre es creado por Dios; c) el hombre está obligado a creer en
alguna religión, d) la religión cristiana fue fundada por Jesucristo, hijo de
Dios, enviado por Dios Padre como Mesías, para salvar a los hombres según
habían anunciado los profetas hebreos.
Y es por la fe y no por la religión la
que se acepta los dogmas de la
Iglesia como verdades indiscutibles, indemostrables e
irrefutables. La fe es entendido en sus tres significados: a) creer algo; b)
creer a alguien; c) creer en alguien.
Con respecto a Dios hay tres tipos de
creencia: 1) creer en Dios (fe vivencial), 2) creer a Dios (fe testifical), 3)
creer lo revelado por Dios (fe intelectual).
San
Agustín de Hipona
(354-430). Una de las más grandes figuras de la Patrística , el más
célebre de los Padres de la Iglesia
latina, el fundador de la
Filosofía de la
Religión , de la
Filosofía de la
Historia , de la antropología filosófica cristiana y el más
influyente de la teología occidental, con justa razón llamado “El Platón del
Cristianismo”.
Su pensamiento influenció
significativamente en el desarrollo de la teología cristiana y la filosofía
occidental, en el existencialismo cristiano y en el jansenismo.
San Agustín desarrolla sus tesis
filosóficas sobre la verdad, Dios, la creación del mundo, el alma, el bien y la Ciudad de Dios.
Frente a los escépticos que sostenían
entonces “no existe la verdad; de todo se puede dudar”, San Agustín refuta
expresando “se puede dudar todo lo que se quiera; de lo que no se puede dudar
es de la misma duda”, recurriendo a la verdad matemática: 7 + 3 = 10, es válido
universalmente para cualquier persona con uso de razón.
Para san Agustín todo viene de Dios y
todo va hacia él. Dios ilumina al hombre al dotarlo de razón o de entendimiento
(Dios es Luz). Dios es “lo que se antepone a todas las cosas”. Dios es la Verdad completa y eterna,
es la Sabiduría
y la Salvación
suprema. La creación proviene de un acto libre de la voluntad de Dios. Todo lo
creado por Dios es bueno. El mal se origina en el apartamiento de Dios. El
hombre es libre de hacer lo que Dios sabe que hará libremente (predestinación
humana). Sólo con Dios y a través de Dios el hombre puede alcanzar la vida
feliz. Dios está fuera del tiempo, el tiempo empezó con la creación del mundo
por Dios. El hombre fue creado por Dios, para Dios y hasta que su corazón
descanse en Dios.
En opinión de san Agustín la filosofía
es amor a la sabiduría, es “amor a Dios”. La filosofía tiene doble objeto de
estudio: a) estudio de Dios, y b) estudio del Alma. En san Agustín el alma
tiene espiritualidad, es inmortal y está unida al cuerpo. El alma es totalidad
unitaria y viviente de la personalidad del hombre, el hombre es propiamente el
alma. No admite la reminiscencia, no acepta la teoría de la preexistencia de
las almas. El alma conoce la verdad porque se comunica con Dios (“iluminación”
del alma por Dios). Dios es el “sol” del alma, es decir la luz de nuestra
inteligencia. El bien es la voluntad de Dios y se da con la ley eterna; son las
ideas eternas en la mente de Dios, las que constituyen el fundamento del
Conocer, del Ser y del Bien.
Referente a la Ciudad de Dios, San Agustín
señala que en la vida del hombre siempre habrá la lucha permanente entre la ley
y las tinieblas, entre la ignorancia y la educación, entre el bien y el mal y
que a las finales el bien triunfará sobre el mal.
La
filosofía escolástica
El término “escolástica”, utilizado
por primera vez por Teofrasto, proviene de la palabra “scholas” (escuela) y “scholastici”
(escolástico), debido a que esta filosofía se llegó a elaborar y a enseñar en
las instituciones eclesiásticas, especialmente en las escuelas parroquiales,
obispales y abadías, de las cuales nacieron la primeras universidades de la
época.
La filosofía escolástica tiene una
duración de cuatro siglos: desde mediados del siglo XI hasta mediados del siglo
XV. Y se denomina escolástica o escolasticismo a la filosofía cristiana que
siguiendo la doctrina de Platón y de Aristóteles predominó durante la
Edad Media en el Occidente europeo. Para
algunos estudiosos significa “la cristianización de Aristóteles” en plena Edad
Media.
La filosofía escolástica se
caracteriza por constituir una síntesis de las doctrinas imperantes; la
armonización de la razón y la fe, de la filosofía y la teología, la filosofía es
la sierva de la teología; predilección por la filosofía de Platón y de
Aristóteles y el profundo respeto a la autoridad de los pensadores clásicos; la
revelación divina como ayuda para la razón; el predominio de la fe y del clero,
esta última como fuerza de la inteligencia y del saber (aristocracia de la
inteligencia); y la enseñanza de la doctrina cristiana como sistema científico
de verdades ya encontradas y no investiga ni filosofa por cuenta propia; del
intelectualismo se pasó al ergotismo;
utilización del método deductivo en su forma silogística; carácter
colectivo del trabajo de la escuela escolástica; creencia común en la
objetividad del conocimiento, a pesar de la “controversia de los Universales”; formulación
de una nueva concepción total de la realidad mediante la integración del
cristianismo con las filosofías anteriores desde la época griega; la barbarie o
poca elegancia de su idioma, el latín; la variedad de opiniones sobre muchos
problemas, con representantes de distintas escuelas y a veces contrapuestas; el
origen del mundo y del hombre se explica y soluciona a través del principio
bíblico de la creación; la exaltación del espíritu y el descuido del cuerpo,
por no ser útil ni necesario para la salvación eterna.
Durante la filosofía escolástica se
consideró que la revelación era la enseñanza directa de Dios y que la
revelación tenía un mayor grado de verdad y certeza que la razón natural y que
cuando ocurría un conflicto entre ambos la fe era el árbitro supremo y la que
salía ganando, pero que se utilizaba la filosofía para comprender y explicar la
revelación.
Durante el escolasticismo se llegó a enseñar
las siete artes liberales: Gramática, Retórica, Dialéctica, Aritmética,
Geometría, Astronomía y Música. Se enseñaba a base de lecciones (“Lectio”) y
polémicas (“Disputatio”). El Trivium y el Cuadrivium eran las bases principales
de la enseñanza medieval. El Trivium
(del latín tri = tres, y viun = camino), es el conjunto de las tres primeras
artes liberales en la Edad Media ,
conformado por la Gramática ,
la Retórica
y la Dialéctica.,
se dice que comprendía tres materias en loor de la Santísima Trinidad. El Cuadrivium
(del latín cuadri= cuatro y vium = camino), en la
Edad Media era la división de las artes
liberales que comprendía las cuatro artes: Aritmética, Música, Geometría y
Astrología, y comprendía cuatro materias por los cuatro ríos que fecundaban el
Paraíso terrenal.. El conjunto de los saberes del Trivium y del Cuadrivium
formaba las siete artes liberales.
Entre los principales filósofos
escolásticos figuran: santo Tomás de Aquino, san Anselmo de Cantorbery, san
Alberto Magno, san Buenaventura, Pedro Abelardo, Roselino, Maimónides, Rogerio
Bacon, Duns Escoto, Henry de Ghent y Guillermo de Ockham. Expliquemos
brevemente el pensamiento de Santo Tomás de Aquino, Pedro Abelardo y Guillermo
de Ockham.
Santo
Tomás de Aquino
(1225-1274). Llamado “Doctor angélico” por la profundidad y claridad de su
pensamiento, la solidez de sus argumentaciones y la pureza de sus costumbres.
También es conocido como “El ángel de las Escuelas”, “El Príncipe de la Escolástica ”, “El
teólogo consultor del Papa Gregorio X” y “El Patrono de todas las Escuelas
Católicas” (1880) y “Doctor de la Iglesia
Católica ” (1567).
Santo Tomás de Aquino es el reformador de la metafísica
aristotélica y lo adapta a los requerimientos de la religión cristiana, es el
fundador de la teología como ciencia, logrando armonizar, conciliar y
equilibrar la fe cristiana (Teología) con la razón (Filosofía), en cumplimiento
de su sagrada misión de rescatar para el pensamiento católico lo significativo
y trascendente del pensamiento antiguo, en especial el pensamiento de
Aristóteles. Se dice, por ejemplo, que santo Tomás de Aquino llegó a “bautizar
a Aristóteles”.
Su filosofía denominada “Tomismo” se
enmarca dentro de un “realismo moderado” y se caracteriza por lo siguiente: a)
concilia la razón (filosofía) con la revelación o fe (teología). La fe es la
regla del recto proceder de la razón; b) constituye un esfuerzo sistematizado
de la teología católica, de conciliación científica entre la doctrina
aristotélica y los postulados del cristianismo; c) se funda en la concepción de
Dios como “acto puro de ser”. El ser no es uno, el Creador está separado de la
criatura. El ser divino (Dios) es la causa del ser finito (la criatura); d) el
hombre sólo puede llegar a la verdad a través de la experiencia sensible o de
los sentidos y las ideas generales o universales, pero siempre considerando
como prioritario y predominante el “orden del intelecto”, la razón frente a la
fe.
Santo Tomás concibe tres tipos de
verdades: a)verdad teológica, que es la verdad que el hombre conoce mediante la
revelación divina; b) verdad filosófica, que es la verdad no revelada y
conocida por la razón del hombre y c) verdad mixta, que es el conjunto de
verdades reveladas y que son verificadas por la razón humana. En su obra “Suma
Teológica”, prueba la existencia de Dios a través de cinco vías: 1) Prueba cinética
o del movimiento; 2) Prueba de
causalidad eficiente; 3) Prueba de contingencia; 4) Vía de la prueba de los
grados de perfección; 5) Vía de la prueba teleológica.
El 4 de agosto de 1879, el Papa León
XII, en su Encíclica “Aeterni Patris”, conmovido de la pobreza intelectual de
los seminaristas y estudiantes de las universidades católicas de la época,
declaró al pensamiento de santo Tomás de Aquino como “la única filosofía
verdadera del catolicismo” y que debería ser propagado oficialmente.
Pedro
Abelardo
(1079-1142). Polemista sin par, filósofo y teólogo británico, talento privilegiado
y lógico eximio, fundador de varias
escuelas de dialéctica en diferentes ciudades, concibió que en teología debiera
emplearse la dialéctica. Fue calificado “El caballero de la dialéctica”, “el
primer hombre moderno”, “el padre de la teología escolástica”, pero se dejaba
llamar “El nuevo Aristóteles”.
En el campo de la ética, Abelardo
sostiene que un acto debe ser juzgado por la intuición que persigue quien lo realiza; la moral es la integración
de lo intencional con la virtud. En lo filosófico, aborda el problema de los
universales tratando de absolver la pregunta de Porfirio: ¿los universales
(especies, géneros) existen en la realidad o únicamente en el pensamiento? Y
Abelardo responde que el universal es todo aquello que puede predicarse de varias
cosas, y no hay cosas que puedan predicarse de otras, puesto que cada una es
ella misma. Por tanto, la universalidad no puede atribuirse a las cosas sino
solamente a las palabras, es una función lógica de determinadas palabras, y
esta solución al problema de los universales se denomina conceptualismo.
Guillermo
de Ockham
(1290-1349). Última extraordinaria figura que cierra el ciclo histórico del
pensamiento escolástico y la primera figura de la Edad Moderna ; es uno de los más
preclaros hombres del nominalismo y precursor del empirismo inglés, que se
inscribe dentro del período de la escolástica decadente del siglo XIV.
Ockham contribuyó a separar la
filosofía (razón) de la teología (revelación) a fin de promover el desarrollo
autónomo de la ciencia fundada exclusivamente sobre la experimentación. Es así
como la teología deja de ser una ciencia y se convierte en un quehacer
meramente especulativo carente de evidencia racional y de validez empírica.
Sostiene que existe una heterogeneidad absoluta entre la ciencia y la fe, y no
pueden subsistir juntas, pues la evidencia no puede ir unida a la falsedad.
“Los artículos de fe no son principios de demostración ni conclusiones, y no
son ni siquiera probables, ya que parecen falsos a todos o a la mayoría o a los
sabios…”
Para el “Doctor subtilis” la base de
todo conocimiento verdadero es la experiencia; por eso, el empirismo es la base
de su filosofía, es el antirrealismo el rasgo distintivo de la especulación
ockhamista.
Ockham rechaza la distinción entre esencia
y existencia cuando declara que “No se puede conocer con evidencia que la
blancura existe, o puede existir, si no se ha visto algún objeto blanco…”
Expresa que la sustancia sólo es conocida a través de sus accidentes, así no
conocemos el fuego en sí mismo, pero sí el calor.
Con la decadencia de la filosofía
escolástica, la filosofía queda reducida a la Metafísica. Ciencia
y filosofía se contraponen como dos órdenes del saber completamente diferentes.
La neoescolástica define la
filosofía como la “Ciencia de la realidad universal por sus últimas razones y
con sola la luz natural”.