LA LIBERTAD DE PRENSA COMO EXPRESIÓN DE UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA
Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete
Se entiende por libertad de prensa a la libertad que tiene toda persona de publicar sus ideas, protestas, sentimientos, juicios, exigencias, creencias, profesías, etc., por la prensa o un medio de difusión, sin ser objeto de censura y sin ningún freno o restricción externa.
La libertad de prensa comprende las libertades de imprenta, de expresión, de información y de opinión. La libertad de prensa incluye la independencia y la libertad de información, la expresión de las opiniones y la crítica..
Donde existe libertad de expresión existe una sociedad libre y con posibilidades de éxito en la conquista de sus más caras aspiraciones de bienestar y de justicia social. Y donde los hombres no pueden comunicarse libremente, ninguna otra libertad está segura.
Durante el siglo I la "libertas" es aplicada por primera vez con referencia a la expresión literaria, por Plinio y Tácito: "Se escribe más libremente y con tanto más gusto. Yo he reservado el reino de Trajano, que constituye una materia más tranquila para mi vejez; era una época dichosa como ha habido pocas, donde estaba permitido tener la opinión que se quiera y decir lo que se pensaba".
El primer alegato que se efectuó en favor de la libertad de prensa se atribuye al gran poeta inglés John Milton (1608-1674), cuando dijo: "Quien mata un hombre, mata un ser viviente, imagen de Dios, pero quien destruye un buen libro, mata a la razón misma, destruye la quintaesencia espiritual de la existencia. Por encima de todas las otras libertades, dadme la de conocer, la de decir y de discutir libremente, según mi conciencia".
El Estado de Virginia, en América del Norte, había garantizado la libertad de prensa por el BILL OF RIGHTS, en 1776, al declarar: "El libre uso de la prensa es uno de los grandes baluartes de la libertad y no puede ser restringido sino por gobernantes y gobiernos despóticos".
En 1788, Mirabeau proclamaba: "Que la primera de vuestras leyes consagre para siempre la libertad de prensa, la libertad más inviolable, la más ilimitada, la libertad sin la cual no serán jamás concedidas las otras".
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 sienta el principio de libertad de prensa como derecho inalienable de toda persona, en los siguientes términos: "La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los derechos más preciados del hombre: todo ciudadano puede por lo tanto, hablar, escribir, imprimir libremente, salvo responder por el abuso de esta libertad, en los casos determinados por la ley".
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), al propiciar la creación de una Carta de Derechos y Deberes de los Organos de Información, señaló estos tres postulados básicos: 1o.Libertad de viaje y de recorrido por todos los países para los periodistas, 2o.Libertad para propagar informaciones y opiniones; y, 3o.Obligación internacional para rectificar en caso de informaciones falsas.
En 1952, las Naciones Unidas aprobaron el artículo del Código de Derechos Humanos referido a la libertad de expresión, en el que se expresa que "nadie podrá ser molestado a causa de sus opiniones" y "toda persona tiene derecho a la libertad de expresión", especificando que este derecho "comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística o por cualquier otro procedimiento de su elección".
Cuando un Estado es el importador y distribuidor del papel de prensa, o los medios reciben alguna subvención del Estado, es un hecho que se deje sentir su presión ante un determinado medio periodístico, al condicionarlo o limitarlo en el uso de los insumos o en la colocación de publicidad, ante la menor crítica a la mala política del gobierno de turno.
Al respecto precisa J.González Bedoya, en su obra referida."Por otra parte, ningún periódico puede hoy día mantenerse con la sola venta de ejemplares; necesita ingresos económicos de otra procedencia, que puede ser la publicidad o las subvenciones estatales. Estas subvenciones estatales suelen tomar formas subrepticias, disimuladas. Así ocurre, por ejemplo, en un Estado que sea el importador y distribuidor del papel de prensa. En tal sistema bastaría que un periódico molestase con sus críticas para que estuviese expuesto a drásticas restricciones en materia prima tan indispensables".
La libertad de prensa es un deber y un derecho del periodista. No puede haber ejercicio pleno del periodista sin el derecho pleno a la libertad de información, de expresión, de opinión, de comentario y de crítica. De allí que es deber del profesional de la información mantener la libertad de prensa y defenderla por sobre todas las cosas.