LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete
«Todo hombre desea naturalmente saber», dijo Aristóteles hace muchos siglos. Posteriormente, Santo Tomás de Aquino, en su obra «Suma Contra Gentiles», reproduce la misma idea cuando manifiesta que «La naturaleza ha depositado en cada hombre la necesidad de saber la causa de aquello que ve; y precisamente por la admiración de lo que veían (los hombres), y cuyas causas les eran desconocidas, los hombres empezaron a filosofar, y finalmente descansaron al encontrar la causa de cuanto buscaban».
El hombre, dotado de razón, inteligencia, imaginación y capacidad perceptiva, aspira, por su propia naturaleza, a conocer las cosas de su mundo circundante. El hombre no sólo construye y transforma cosas (homo faber), sino también contempla el mundo que le rodea, procura aprehender la esencia y la existencia de cada objeto, cosa, hecho, situación o fenómeno de su derredor y opta por emitir una serie de ideas, conceptos, juicios, razonamientos (homo sapiens). En este sentido, toda teoría del conocimiento estudia la relación entre el sujeto y el objeto y los problemas que esa relación plantea.
Todo aquello que es el resultado de la observación, experimentación y comprensión de la mente del hombre referente a los objetos, hechos, fenómenos o situaciones de su realidad circundante, se denomina conocimiento. Aristóteles define el conocimiento como la adecuación de las cosas y el intelecto.
El conocimiento es una de las actividades fundamentales, útiles e imprescindibles de todo ser humano. El conocimiento es el resultado de la actividad de conocer, a través de la formación de conceptos, juicios, inducciones y deducciones. Y conocer es captar mentalmente una serie de cualidades, propiedades, características, modos, relaciones o el comportamiento de los objetos. Conocer es procurar que la realidad venga a nosotros en su forma de ser y de actuar.
En virtud del conocimiento, el hombre orienta su existencia en el mundo; aprende a interpretar, describir, explicar, dominar y transformar la realidad. Sin el conocimiento es imposible el desarrollo humano, la educación, la cultura, la ciencia, la tecnología y el desarrollo de la sociedad, Sin el poder del conocimiento sería imposible que el hombre pudiera afrontar aquellos problemas, enigmas, dilemas, paradojas, retos históricos de la vida o los desafíos del presente y del futuro.
La rama de la filosofía que estudia el conocer y el conocimiento se denomina gnoseología (del vocablo griego gnosis = conocer, conocimiento, y logos = estudio), o también epistemología (epistemology, término en inglés introducido por J.F. Ferrier).
Como disciplina autónoma, la gnoseología tiene su origen en la Edad Moderna, cuyo fundador es el filósofo inglés John Locke, quien en su obra el «Ensayo sobre el entendimiento humano», aparecido en 1690, aborda de un modo sistemático las cuestiones del origen, la certeza, y la esencia del conocimiento humano.
En opinión de otros autores, el verdadero fundador de la Teoría del Conocimiento, dentro de la filosofía continental, es el filósofo alemán Manuel Kant, fundador de la filosofía crítica, a través de su obra maestra aparecida en 1781 «Crítica de la razón pura». En esta producción intelectual, Kant trata de dar un fundamento criticando el conocimiento científico de la naturaleza y denomina «Método trascendental» al método que utiliza para investigar la validez lógica del conocimiento humano.
La Teoría del Conocimiento es la ciencia que estudia el origen, la esencia, los métodos de la investigación y del conocimiento científico, los límites, la posibilidad, los problemas y las formas del conocimiento humano (http://eudoroterrones.blogspot.com).