TEORÍA ESTRUCTURALISTA ACERCA DEL HOMBRE
Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete
Una vez disuelto el Existencialismo, en la década de los años setenta, aparece el estructuralismo como movimiento filosófico que empezó siendo un método de investigación científica aplicado al campo psicológico (Teoría de la Gestalt) y luego se proyectó hacia el campo filosófico y antropológico.
Para la teoría estructuralista el hombre no puede actuar libremente sino que está determinado por fuerzas y estructuras de su mismo ser de las que no es consciente. Las estructuras de la Naturaleza hacen al hombre un objeto, no un sujeto, un elemento del sistema que no tiene sentido ni valor más que en él.
La libertad en el hombre es pura ilusión, toda vez que los símbolos en que vive el hombre (de orden lingüístico, familiar, cultural, artístico, religioso, moral, etc.) ocultan la verdadera realidad de la naturaleza humana que es un conjunto, un sistema, un código secreto de relaciones, que determinan la conducta del hombre. «Por ejemplo, si decimos que el hombre es un ser social, un ser parlante o un ser histórico es porque forma parte de una estructura social, de una estructura lingüística o de una estructura histórica.
Según los estructuralistas, entonces, resulta que el hombre como ser social, parlante o histórico, es un producto de esas estructuras, y sólo en orden a ellas adquiere la existencia humana su sentido pleno y auténtico» señala Antonio Aróstegui en su «Curso de concienciación filosófica».