PERIODISMO OBJETIVO SI, PERIODISMO NEUTRO NO
Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete
Según Carlos Septien García, en su obra "El quehacer del periodista" (México, 1979:49), «No hay ni puede haber un periodismo neutro según se verá más adelante; lo que sí hay y debe haber en mayor abundancia es un periodismo objetivo. Los hechos deben ser recogidos en su ceñida realidad, en la riqueza de sus detalles auxiliares, en la integridad descriptiva de su escenario, en el rango, naturalidad y personalidad de los personajes que los producen o a quienes afecta. Por el respeto al acontecimiento mismo, y por el otro - de igual rango - que se debe a los lectores, quienes han depositado en el periodista su confianza y su interés...Falsear deliberadamente un hecho es por ello no sólo un delito contra la verdad, sino también un abuso de confianza».
La objetividad en la información es la piedra fundamental, la norma irrenunciable, el supremo mandamiento y el emblema de todo hombre de prensa. Los titulares periodísticos deben estar justificados por el contenido de los artículos y la documentación gráfica. Es deber irrenunciable del periodista dar cuenta de los hechos noticiosos con exactitud y objetividad, en forma completa, concisa, clara y con respeto al público. No escoger a la ligera una palabra, una fotografía, una versión o una cita falsa.
La objetividad periodística demanda que ningún hecho debería ser voluntaria o conscientemente distorsionado, exagerado, falsificado, recortado o deliberadamente suprimido bien para obtener un beneficio personal o para fines subalternos de grupos (de poder y de presión), de partidos políticos o de instituciones. No debe omitirse ningún elemento de juicio importante.
El titular o encabezamiento, la introducción y la parte final deben corresponder fielmente al contenido del artículo, del texto o de las ilustraciones. Referido al uso de fotografías, el Código de Ética de Noruega manifiesta: «Deben ser evitados todos los arreglos o fotocomposiciones que cambien el sentido o la verdad de la fotografía o que puedan transmitir una impresión falsa".
En las informaciones provenientes de los poderes del Estado (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) el periodista preferentemente deberá tener sumo cuidado de no suprimir versiones de las partes en conflicto, pues los daños causados no pueden jamás ser plenamente compensados por una explicación justificatoria post facto noticioso.
Y para no pecar de inobjetivo precoz o de «ligero» el periodista debería verificar minuciosamente las informaciones recibidas y su validez como noticias antes de ofrecerlas al público lector, oyente o televidente. El Código de Ética de Corea del Sur dice al respecto lo siguiente:"Siempre que sea necesario publicar una noticia no confirmada se publicará expresando claramente las reservas al uso, sin darle una importancia excesiva".
Con frecuencia la negligencia en el cumplimiento de las funciones periodísticas, la ignorancia supina, el partidismo político, la superficialidad y la falsedad, los intereses subalternos, la falta de independencia económica del medio, sueldos magros, entre otros, contribuyen a la pérdida de la objetividad en la información, en el comentario y en la crítica periodísticas.
Es deshonesto afirmar como verdadero o difundir hechos noticiosos a sabienda que son falsos.Esto demuestra falta de respeto y no tener consideración alguna por el público.
Nada más cierto lo que Septien García ( Op.cit, 1979:50) manifiesta: «El mismo respeto que la ciencia tiene por la verdad objetiva es el que ha de poseer el periodista de información; con tanta mayor razón cuanto que el más digno de todo respeto entre los hechos es el acto humano. Cuando el hombre de ciencia deforma los datos de su investigación, tiene pronto sobre sí la sanción del fracaso personal generalmente sin mayores consecuencias; cuando el hombre de prensa falsea los acontecimientos, está falsificando un fruto de la libre voluntad humana, induciendo a error a tantas inteligencias como son las que conozcan sus informaciones alterando, en fin, el orden moral y embarazando la marcha social hacia la perfección. Podrá no sufrir de inmediato la sanción de su delito, pero tarde o temprano habrá de recoger en la forma más inesperada quizás, el amargo fruto de la pasión que plantó en el lugar donde debería haber sembrado semillas de verdad".
En un periodismo ético, serio, responsable y respetable, el periodista al buscar, evaluar y divulgar la noticia debe seguir los cuatro pasos básicos siguientes: Indaga sobre la noticia o la información a difundir, busca la fuente confiable; verifica el grado de confiabilidad o de veracidad del hecho noticioso, de la fuente de información y de las circunstancias que condicionan o determinan el acontecimiento; evalúa los orígenes,la importancia, la trascendencia, las causas y las posibles consecuencias del hecho noticioso, y divulga la noticia con honestidad intelectual, tal como ocurrió, sin quitar ni agregar nada.