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9 de diciembre de 2024

El cerebro humano y el conocimiento científico

EL CEREBRO HUMANO Y EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO

Escribe: 
Dr. Eudoro Terrones Negrete

 

El filósofo griego Aristóteles inició su obra “Metafísica” señalando que “Todos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber”, como expresión de la natural inclinación del hombre por descubrir la parte buena y la verdad de las cosas o aproximarse a ellas y así desentrañar y solucionar los problemas de la vida humana, del universo y lograr su realización plena. 

El hombre tiene una antropine physei (naturaleza humana) y un ethos (naturaleza moral); el hombre es un ser cognoscente, un ser investigador y un ser ético, precisamente porque es capaz de conocer e investigar la realidad a la luz de los valores y principios éticos, haciendo uso de la filosofía moral o filosofía práctica.

Todo ser humano tiene un cerebro compuesto por dos hemisferios, el izquierdo y el derecho. A través del hemisferio izquierdo se controla el discurso, la lengua, la escritura, la lógica, las matemáticas, la ciencia y el pensamiento lineal. El hemisferio derecho controla la música, el arte, la creatividad, las opiniones, las emociones y aquí radica el pensamiento holístico (busca totalidades, agrupación de unidades en lugar de fragmentaciones).

A la hora del nacimiento del individuo el cerebro pesa 350 gramos aproximadamente; y cuando logra su pleno desarrollo llega a pesar un promedio de 1,380 gramos. El tamaño del cerebro es proporcional al tamaño corporal de la persona.

El desarrollo del cerebro empieza a finales del primer mes del desarrollo prenatal y durante el segundo trimestre se forman la mayoría de las neuronas que el individuo tendrá a lo largo de su existencia. Se estima que el cerebro tiene 100,000 millones de neuronas; estas neuronas, conectadas entre sí, son capaces de procesar hasta 200,000 millones de bits de información sensorial.

Durante la niñez y la adolescencia ocurre la denominada “poda sináptica” que consiste en que las neuronas que no se usan son desechadas sin causar ningún daño; el cerebro continúa su desarrollo en menor grado durante las etapas de la juventud y la adultez.

En el transcurso de nuestra existencia los seres humanos hacemos uso de diferentes clases de conocimiento con el fin de investigar, analizar, comprender, describir y explicar los hechos, fenómenos y problemas de la realidad natural o social. Son clases de conocimiento: el conocimiento vulgar (sentido común), el conocimiento mítico-religioso, el conocimiento empírico, el conocimiento filosófico, el conocimiento teológico y el conocimiento científico. Este último tipo de conocimiento es lo que nos interesa o preocupa y es parte de la presente conferencia relacionada con la ética y la investigación.

 

El conocimiento científico

El conocimiento científico es el producto de la actividad intelectual del ser humano, de la aplicación de métodos, técnicas y procedimientos científicos que conllevan a la contrastación entre un modelo teórico (teoría) y los datos empíricos obtenidos de la realidad y que permiten evaluar la validez y aplicabilidad de los nuevos conocimientos científicos adquiridos. 

“Un conjunto de hipótesis válidas forma una teoría válida; un conjunto de teorías válidas forma una ley; un conjunto de leyes válidas constituye una ciencia” señala Baena Paz[1].

El hombre poseído de conocimiento científico, tras la aplicación del método científico, es capaz de explicar los hechos y fenómenos de la realidad natural y social por sus causas reales o probables y leyes que los rigen. Por ejemplo: la ocurrencia de un sismo o de un terremoto se explica a causas internas y fallas en las capas geológicas y su grado es medido a través de un instrumento científico: el sismógrafo.

El conocimiento científico es producto de la investigación científica, de la aplicación de los métodos científicos de observación, razonamiento y experimentación, tras permanente verificación y formulación de teorías, para dar respuesta a las múltiples y variadas preocupaciones, intereses y necesidades del ser humano, para comprender, interpretar, explicar, dominar y transformar la realidad.

El conocimiento científico es el conjunto de conceptos, ideas y teorías que describen, explican y predicen una serie de propiedades, principios, relaciones y leyes de los fenómenos y procesos de la realidad natural o social, logrados a través de la aplicación de métodos, técnicas, procedimientos e instrumentos científicos con el fin de producir nuevos conocimientos y solucionar determinados problemas.

Al respecto Mario Bunge[2] manifiesta: “el conocimiento científico es, por definición, el resultado de la investigación realizada con el método y el objetivo de la ciencia” (“La investigación científica”, Barcelona, Ariel, 1972: 189).

Sobre el conocimiento científico, a manera de resumen, podemos manifestar lo siguiente:

a)    Es una forma particular de saber o de conocer que se funda en los elementos siguientes: hechos, principios, hipótesis, leyes y teorías.

b)   Es un conjunto sistematizado de conocimientos.

c)    Parte de la observación empírica, racional y planificada de los hechos o fenómenos que se encuentran en una realidad concreta, vuelve a los hechos y trasciende los hechos.

d)   Responde a las preguntas: ¿cómo es el hecho o fenómeno observado? y ¿por qué es de una o de otra manera?

e)    Está orientado a la obtención de nuevos conocimientos y a la solución de determinados problemas de la realidad.

f)    Utiliza como medios de conocimiento: lenguajes, conceptos, categorías, equipos e instrumentos científicos, métodos, técnicas y procedimientos científicos.

g)    Concluye en una serie de generalizaciones, hipótesis, interrogantes, conclusiones, recomendaciones y teorías.

h)   Es producto de la actividad intelectual del sujeto y de la interrelación de sujeto, objeto y hecho, dentro de un determinado espacio y tiempo.

i)     Se expresa a través de un juicio o enunciado proposicional.

j)     Abarca aspectos parciales de la realidad natural o social, cuya validación de hipótesis es de carácter probabilística, verificable y comunicable.

k)   Concluye en una serie de generalizaciones, hipótesis, interrogantes, conclusiones, recomendaciones y teorías.

Para que el conocimiento de la realidad sea científico, indica Carlos E. Méndez A.[3], es necesario definir los requisitos para tal fin, esto es:

1. Que identifique las características, propiedades y relaciones de los objetos sobre los cuales se construyen las proposiciones teóricas (leyes).

2. Que haga uso de un lenguaje en la formulación de sus proposiciones.

3. Que se apoye en la lógica para la construcción de su teoría.

4. Que acuda al método científico en la validación de sus teorías, lo cual supone la aplicación de procesos de observación, experimentación, inducción, análisis y síntesis.

 

Caracterización del conocimiento científico

El conocimiento científico se caracteriza por ser: analítico, aplicativo, comunicable, crítico, específico, explicativo, fáctico, metódico, predictivo, producto de la investigación, provisional, racional, sintético, sistemático, transformador, uso del lenguaje científico y verificable.   

Analítico: El conocimiento científico es posible al descomponer el todo en sus elementos o partes, con fin de descubrir el «mecanismo interno» de los mismos, conocerlos y explicarlos a profundidad. Con los términos del psicólogo y pedagogo suizo, Jean Piaget, diríamos que a través de esta característica se «Busca explicar la apariencia o movimiento externo de la realidad a través de la captación de su esencia o movimiento interno».

Aplicativo: El conocimiento científico busca las leyes de la realidad y las aplica, con el fin de encontrar la verdad y solucionar  determinados problemas.

Comunicable: El conocimiento científico comunica hechos, informaciones  y problemas relevantes utilizando el lenguaje científico. Al respecto, A. Guilherme Galliano, en su obra « O método científico. Teoría e Prática», señala: «La comunicabilidad del conocimiento científico es particularmente posible gracias a la exactitud y a la claridad con que tienen que ser formuladas, condiciones indispensables para la comprobación y la verificación de sus datos e hipótesis».

Crítico: «Se refiere a la necesaria habilidad para percibir los hechos de una situación a pesar de las apariencias externas, de las opiniones dominantes o de los deseos personales...» (Jeannette Abouhamad H., «Apuntes de métodos de investigación en ciencias sociales»).

Específico: El conocimiento científico se refiere a una parte de los objetos, hechos, fenómenos, situaciones o problemas de la realidad natural y social.

Explicativo: El conocimiento científico intenta explicar las causas, las relaciones, las consecuencias, el origen, el proceso y el desarrollo de los hechos, fenómenos o problemas en términos de leyes naturales y leyes sociales y expresarlos en sistemas simbólicos relativamente integrados (abstracciones). 

Fáctico u objetivo: El conocimiento científico parte de los hechos tal como son, los respeta y vuelve a ellos (Bunge), se apoya en los hechos que directamente puede observar de manera imparcial e independiente de sus intereses personales, superando sus limitaciones subjetivas.

Metódico: El  conocimiento científico tiene pretensión de validez y utiliza la reflexión, los razonamientos lógicos y procedimientos técnicos. El conocimiento científico posee un conjunto de normas, reglas, prescripciones, técnicas o métodos, que son utilizados en la planificación del trabajo de investigación, en el planeamiento de observaciones y experimentos, en la interpretación, la explicación y la definición de sus resultados. Entre los métodos científicos figuran: método de observación, método de experimentación, método inductivo, método deductivo, método estadístico, método analógico, método dialéctico, entre otros.

Predictivo: El conocimiento científico «trasciende la masa de los hechos de experiencia, imaginando cómo puede haber sido el pasado y cómo podrá ser el futuro» (Bunge). Este tipo de conocimiento tiene la finalidad de predecir y explicar el comportamiento de los hechos, fenómenos o problemas.

Producto de la investigación: El conocimiento científico es producto de la rigurosa investigación científica y está al servicio del progreso de la humanidad, de la ciencia, la educación, la cultura y la tecnología.

Provisional: Los resultados del conocimiento científico no son definitivos ni inmutables, son más bien provisionales y mutables.

Reflexivo o racional: Los conocimientos científicos se fundan en la razón («razonamiento de la causa», diría el filósofo griego Platón; y está compuesto de enunciados correlacionados en forma lógica. Y decimos que es reflexivo, porque el hombre lo adquiere en forma consciente, intencional o deliberada, procurando despojarse de todo «subjetivismo», es decir, de sus ideas, modos de ver e interpretar las cosas, de sus pasiones, sentimientos y prejuicios.

Sistemático u ordenado lógicamente: El conocimiento científico está organizado y conectado de manera lógica entre sí; se apoya en la lógica para la construcción de un sistema de ideas o de sus propias teorías.

Sintético: El conocimiento científico es la reconstrucción del todo en términos de sus partes interrelacionadas, de los efectos a las causas, de las consecuencias a los principios.

Transformador: El conocimiento científico es un eficaz instrumento de dominio y de transformación científica de la realidad natural y de la realidad social.

Uso del lenguaje científico: En el conocimiento científico se usa el lenguaje científico para la formulación de las proposiciones, principios, hipótesis, leyes y teorías.

Verificable: El conocimiento científico es comprobable, es decir, tiene propiedades que a través de medios y métodos científicos permiten establecer el grado de certidumbre y de exactitud de los conocimientos. El conocimiento científico se verifica a través de la experiencia sensible (los sentidos), aceptando  sólo aquello que se adecua a la realidad.

 


[1] Baena Paz, Guillermina. Instrumentos de investigación. Manual para elaborar trabajos de investigación y tesis profesionales. Editores Mexicanos Unidos, S.A., México, 6ª. Edición, 1981, p.9.

[2] Bunge, Mario. La investigación científica, Barcelona, Ariel, 1972, p.189.

[3] Méndez A., Carlos E. Metodología. Guía para elaborar diseños de investigación en ciencias económicas, contables y administrativas. McGrawHill, Colombia, 1995. 

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